Intérpretes: Voz: y guitarra: Joaquín Díaz
Órgano de mano y nickleharpa: Javier Coble
Productor: Fundación Joaquín Díaz
Técnico de sonido: Javier Coble y Luis Delgado
Media noche era por filo/ los gallos querían cantar
Conde Claros por amores/ no podía sosegar.
Dando muy grandes suspiros/ que el amor le hacía dar
voces daba en su palacio/ que le quieran escuchar.
Aprisa pide el caballo/ aprisa pide el calzar
Ibase para el palacio/ para el palacio real.
-Mantenga Dios a su alteza./ -Conde Claros, bien vengáis.
Tomáranse de la mano/ y para un vergel se van.
De la cintura hacia arriba/ muy dulces besos se dan.
De la cintura hacia abajo/ como hombre y mujer se han.
La fortuna, que es adversa/ a placeres y a pesar
trajera allí a un cazador/ que no debía pasar.
Viera estar al Conde Claros/ con la infanta a lindo holgar.
Fuérase para el palacio/ adonde el buen rey está.
-Dios os mantenga, buen rey/ y a la corona real
que una nueva mala os traigo/ dolorosa y de pesar
que he visto holgar a la infanta/ con Claros de Montalbán.
El rey con muy grande enojo/ mandó al cazador matar
y que prendieran al Conde/ con mucha rigoridad:
unos grillos a los pies/ que bien pesan un quintal;
las esposas a las manos/ lo llevan a degollar.
La infanta cuando esto oyera/ en tierra fue a desmayar;
damas, dueñas y doncellas/ no la pueden retornar.
Allí suplican al rey/ que lo quiera perdonar
que los reyes con furor/ no deben de sentenciar.
El buen rey al oir esto/ el perdón lo fue a firmar
y los pesares y enojos/ en placer se han de tornar.