A partir del año 1865, Charles Reuge, un relojero nacido en Val de Travers, se estableció en la localidad de Sainte Croix, en Suiza, para empezar a fabricar relojes de bolsillo musicales. Su hijo Albert continúa con el negocio y lo amplía convirtiéndolo en una de las empresas más reconocidas en la fabricación de cajas de música pese a tener que competir con otras empresas de prestigio como Paillard o Gueissaz y tener que atravesar momentos de crisis con la aparición de las cajas de música de discos recambiables o la invención y difusión del fonógrafo y gramófono a comienzos del siglo XX. Los nietos de Charles, Guido, Albert y Henri continúan la tradición y, en especial Guido se dedica a la recreación de lujosas cajas y al lanzamiento de nuevos diseños. La casa Reuge compra sucesivamente empresas como Bontemps, Thorens, Lador y Cuendet con lo que amplía y diversifica su mercado y su oferta. Tras abrir un nuevo mercado en los Estados Unidos a comienzos de la década de los 90 en el siglo XX, Reuge adquiere la fábrica italina que le surtía de los recipientes de madera para las cajas de música. Hoy día es la marca más reconocida en el mercado mundial.
La pieza que se muestra está fabricada en madera de raiz de olmo y contiene un peine con 50 láminas sobre las que el rodillo toca dos canciones. Los rodillos se hacían con un tubo de latón relleno de resina en el que se marcaban las púas para codificar el tema musical. Un operario hábil (en el siglo XIX habitualmente eran mujeres las encargadas de este cometido) podía marcar unas 700 púas por hora.
Pista de audio: Grabación realizada con el instrumento original expuesto en la Fundación Joaquín Díaz.