Fundación Joaquín Díaz
Museo de la Música, Colección Luis Delgado


Instrumentos Musicales en los Museos de Urueña


Instrumentos Musicales en los Museos de Urueña

Violoncello de Viaje


A pesar de la constante evolución de los instrumentos musicales, podemos afirmar que durante el último siglo se han ido estableciendo unos patrones más o menos constantes en lo referente a la forma de los instrumentos occidentales conocidos como "clásicos". El violonchelo, por su tesitura y su tamaño, se sitúa entre la viola y el contrabajo, dentro de la familia de los instrumentos de cuerda frotada occidentales. Ya en 1529, Martín Agrícola describe este instrumento como uno de los cuatro que conforman la familia de los violines. Se trata de un cordófono frotado con una tesitura grave, que el intérprete coloca entre sus piernas para tocarlo. Consta de cuatro cuerdas, que se afinan por cuartas.

El instrumento que nos ocupa es uno de los experimentos que realizan con frecuencia los lutiers para probar nuevos sistemas de construcción, diferentes sonidos, o innovaciones en su forma que faciliten su transporte. Se trata de un violonchelo de viaje, en el que el constructor, probablemente por requerimiento de un intérprete, ha diseñado una forma que resulta más reducida de tamaño para el transporte, aunque esto influya negativamente en el timbre del instrumento. Por regla general, este tipo de innovaciones se utilizan sólo en instrumentos de estudio, en los que el intérprete realiza principalmente ejercicios mecánicos para no perder agilidad física. Las escotaduras habituales en el violonchelo facilitan su sujeción entre las piernas del intérprete, por lo que al diseñar un caja recta, surge un claro problema de fijación del instrumento. El desconocido constructor que diseñó el presente ejemplar, solucionó el inconveniente incorporando una plancha de madera con la misma forma que las escotaduras clásicas, y que se fija mediante un tornillo detrás de la caja para su transporte. Este elemento se sitúa en posición mediante un giro de 90º, ofreciendo al músico dos puntos de apoyo para las piernas muy similares a las escotaduras de la forma clásica. En este intento de ahorrar espacio y peso, son numerosos los instrumentos de viaje que se han llegado a construir. Esto ha dejado una estela de curiosos diseños que incluyen las guitarras desmontables, el violín-pochette o violín de bolsillo, la mandolina-pochette, etc. En el mismo sentido, la inventiva de músicos y lutiers ha desarrollado también diseños en los que se incorpora un instrumento musical a un objeto de otro uso, como la flauta-bastón, o el violín-bastón, del que se conservan ejemplares en algunos museos.

Este instrumento se exhibe en el Museo de la Música de Urueña, colección Luis Delgado.


Pista de audio:
Intérprete: Mariana Cores
Tema: Improvisación sobre un tema de J. S. Bach



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