El término tar significa cuerda en farsi, y por ello con frecuencia lo encontramos en el nombre de muchos instrumentos: sitar, setar, dutar, etc.
Este instrumento se encuentra activo como un instrumento de la música clásica en Irán, y en otros países del Cáucaso. La forma sorprendente de su caja está tallada sobre dos bloques simétricos de madera de morera. El mástil, de madera de nogal, lleva incrustadas dos tiras de hueso de camello y se ve dividido por trastes cuya posición corresponde a las escalas de la música iraní, que incluye diferentes cuartos de tono. El puente está tallado en cuerno. La púa con la que se toca está fabricada en cobre, pero cubierta de cera de abeja, para evitar un excesivo desgaste de las cuerdas metálicas.
El sonido suave pero firme del tar se debe sin duda al material del que se fabrican los parches que hacen las veces de tapa armónica. Se trata de piel de cordero nonato, o de pericardio de vaca.
Es también de reseñar el diseño particular e infrecuente del clavijero, que organiza las clavijas en dos niveles superpuestos, haciéndolas así más accesibles al músico. El ejemplar que se exhibe está construido hacia 1980 y se encuentra en el Museo de la Música de Urueña, colección Luis Delgado..
Pista de audio:
CD: Musique Traditionel d´Azerbaidjan
Artista: Trio Saquine Ismailova
Tema: “Delchake”
Autor: Tradicional
Tar: Arzoo Djebrilova
Edita: Institute du Monde Arab 300-2