Fundación Joaquín Díaz
Museo de la Música, Colección Luis Delgado


Instrumentos Musicales en los Museos de Urueña


Instrumentos Musicales en los Museos de Urueña

Banjo


Todas las investigaciones invitan a pensar que el banjo que hoy conocemos proviene de un instrumento africano que llegó a América con los esclavos negros. Probablemente su caja de resonancia primitiva era una simple calabaza cortada por la mitad, con una piel como tapa armónica y un mástil, sobre el que se extendían varias cuerdas. Este instrumento recibía los nombres de banza, banjil, banje, banshaw, banjar, etc., aunque otras fuentes atribuyen el actual nombre a una evolución del termino bandore. Thomas Jefferson, en sus "Notes on Virginia" (Notas sobre Virginia) publicado en París en 1784, escribe sobre los esclavos: "Su instrumento propio es el banjar... y sus cuatro cuerdas corresponden a las más bajas de la guitarra". La primera representación gráfica que se conoce está en el "Viaje a las Islas de Madeira, Barbados, Nieves, San Cristóbal y Jamaica" escrito por Sir Hans Sloane en 1688 y publicado en Londres en 1707. Hasta comienzos del siglo XX el banjo llevaba cuerdas de tripa, a diferencia de los actuales, encordados en acero. El mástil inicialmente carecía de trastes, como se observa en el modelo que exponemos, y fue a partir de 1860 cuando James Buckley, en su "Nuevo Método de Banjo", añadió los trastes metálicos. Algunas fuentes señalan que la aparición de la quinta cuerda, más corta que las otras cuatro, tiene lugar en la primera mitad del siglo XIX y con frecuencia se atribuye su incorporación a un músico y constructor de la época llamado Joel Walker Sweeney. Sin embargo existe una acuarela de finales del siglo XVIII que, bajo el título de The Old Plantation (La vieja plantación) muestra un grupo de esclavos bailando al son de un tamborcito y de un banjar muy similar a los representados en el libro de viajes de Sir Hans Sloane, pero que ya presenta una quinta cuerda en la mitad del mástil. Lo que sí parece más probable es que fuera el ya citado J. W. Sweeney el que, alrededor de 1825, sustituyó la calabaza que presentaban los modelos primitivos, por un aro de madera. Posteriormente y en colaboración con el fabricante William Boucher, incorporó a este aro de madera el sistema de fijación del parche con tornillos, similar al de un tambor moderno. Uno de sus ejemplares más antiguos (1846) se conserva en el Smithsonian Institute de Washington. Se puede decir que a principios del siglo XX el banjo ya estaba muy extendido y aceptado en diferentes ambientes y estilos, y que ha seguido gozando de una enorme popularidad hasta nuestros días.

El ejemplar que se exhibe data probablemente de mediados del siglo XIX, y presenta clavijas de hueso así como una incrustación con motivos vegetales en la parte inferior del diapasón.

Este instrumento se exhibe en el Museo de la Música de Urueña, colección Luis Delgado.

Pista de audio:
CD: Deviation
Artista: Bela Fleck
Tema: "Mbanza"
Autor: Bela Fleck
Edita: Rounder CD-0196



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