Un fuelle alimenta de aire una cámara cerrada, que, merced a un complejo diseño de conductos, envía ese mismo aire a unos tubos o flautas. Este envío se realiza selectivamente a través de un teclado. Una mano del intérprete maneja el fuelle, y la otra pulsa las teclas. Debido a la ausencia de un fuelle–pulmón, es decir, de un depósito que regule el flujo constante de aire, el instrumento tiene que respirar, como lo haría un cantante, interrumpiendo la emisión para tomar aire.
Las dimensiones de estos órganos, llamados también portativos, era muy variable y abarcaba desde los de menor tamaño, que se colgaba del hombro por medio de una correa, hasta los más amplios de tesitura, que se colocaban sobre una mesa. El término portativo se refiere a la movilidad, frente al de positivo, que hace referencia a la posibilidad de emplazar o posicionar el instrumento en diferentes lugares.
La palabra órgano proviene de la voz griega organon, que se aplica a un instrumento o herramienta en general. Actualmente dentro de este término reunimos a los instrumentos que incorporan un sistema de teclado y viento. Dice Covarrubias: “Los Órganos de viento se llaman pneumáticos, como si dixesemos espirituales, por tañerse con viento”, con lo que vemos que los órganos también han recibido el nombre de neumáticos, a diferencia de los hidráulicos, que a pesar de funcionar igualmente con aire, la presión de éste se alcanzaba merced a un sistema de émbolos desplazados por agua.
Aunque en el mundo árabe no ha gozado de demasiada popularidad, en sus inventarios se menciona con frecuencia un instrumento denominado "al–urghana" o "urghan" de clara relación con que el nos ocupa. En las investigaciones de Joaquín Saura encontramos referencias concretas a varios documentos que describen o citan instrumentos de esta índole. Entre las más significativas recoge una de Avicenna (Ibn Sinna) que a finales del siglo X escribe: “Los instrumentos de viento pueden ser utilizados simultáneamente para formar un conjunto, como el instrumento bizantino llamado “urganun”.
En la música religiosa ha gozado de enorme importancia, tal y como señala de nuevo Covarrubias: “... por excelencia significa el instrumento músico de cañutería, que se tañe con el aire, de que particularmente usan en las yglesias para los días festivos”.
El presente modelo está realizado por Jesús Reolid en 1990, basándose en un juego de planos levantado por John Nicholson, y puede contemplarse en el Museo de la Música de Urueña, colección Luis Delgado.
Pista de audio:
Intérprete: Luis Delgado
Tema: Improvisación sobre una Cantiga de Alfonso X el Sabio (siglo XIII)