Se trata de un aerófono de lengüeta simple, que es un apartado que engloba una gran familia de instrumentos extendida por todo del mundo. Sus inicios se encuentran sin duda en las simples gaitas de centeno. Éstas se fabrican en el medio rural realizando una incisión alargada en el tallo hueco del mencionado cereal. Practicando unos pequeños orificios a lo largo del mismo tubo se hace posible la emisión de distintas notas, aunque su afinación es generalmente aleatoria. Algunos investigadores atribuyen el nombre bíblico de halil a este tipo de instrumentos, pues al ser de fabricación muy sencilla, es muy antigua su presencia entre pastores y campesinos.
La gaydicka es una evolución brillantemente desarrollada de este elemental instrumento. La lengüeta se incorpora a un tubo de madera, que, perfectamente afinado, encaja en un cuerno cuyo pabellón hace las veces de bocina amplificadora. Es de destacar la profusa decoración de esta bocina.
El ejemplar que se exhibe está fabricado por Tibor Koblicek en 1988 y puede contemplarse en el Museo de la Música de Urueña, colección Luis Delgado.