Instrumento construido con un recipiente más o menos cilíndrico de metal, barro o madera (generalmente abierto por arriba y por abajo) sobre cuya boca se tensa y ata una piel o parche (muy frecuentemente de gato o de conejo). En el centro de ese parche se inserta previamente –de modo que entre hacia el interior del instrumento unos dos centímetros pero sin romper la piel– una caña o una pluma de ave; sobre esa caña la mano derecha, humedecida con agua, va frotando arriba y abajo hasta conseguir el sonido ronco y grave del parche.
La zambomba es un instrumento primitivo que, tal vez por su poca versatilidad y sus reducidas funciones (normalmente era juguete para niños o acompañamiento para Navidad y Carnaval), ha sido poco estudiado. Filippo Bonanni, siguiendo a Marin Mersenne, dice que también se utiliza en las vendimias y termina el párrafo dedicado a este instrumento citando a su maestro, el sabio jesuita Athanasius Kircher, quien también había hablado de él en sus estudios.
Su amplia difusión por todo el mundo y sus muchas variantes dentro de su sencillez (la fricción se efectúa con cuerda, con crines, con un palo, con una caña, con una pluma), hablan en favor de su antigüedad y su uso tradicional. Esa fricción se efectúa, o bien de arriba hacia abajo de la caña insertada en la piel (como ya se ha dicho) o bien haciendo girar a un lado y al otro la caña entre las palmas de las manos.
Este instrumento se exhibe en la Fundación Joaquín Díaz de Urueña.