Un eje, a cuyo extremo va una manivela, atraviesa una caja armónica cuya forma ha variado a lo largo de los siglos y de las modas. Ese eje lleva insertada cerca del manubrio una rueda que roza al mismo tiempo a las cuerdas (generalmente cinco, tres para la melodía y dos bordones) que van sobre la caja, desde el clavijero al cordal. Las tres cantoras atraviesan un teclado que está sobre la caja armónica y que tiene al menos 21 teclas sobre las que se ejecuta la melodía. Cada tecla lleva tres espadillas que inciden sobre las tres cuerdas al mismo tiempo. El ejecutante puede estar sentado, apoyando la zanfona sobre sus rodillas, o de pie.
El precedente de la zanfona es un instrumento denominado organistrum que se tocaba entre dos personas: una hacía girar la rueda con su mano derecha y sostenía con la otra mano el cuerpo del instrumento, mientras que la otra iba haciendo la melodía accionando un teclado que estaba sobre la caja y de cuyos pernos iba tirando. La primera fuente iconográfica en pergamino donde aparece la zanfona es la cantiga CLX, en cuya ilustración se ve a dos músicos con dos instrumentos, similares en construcción a los actuales aunque la caja es cuadrada, sin forma, y el teclado la abarca por completo. Desde la Edad Media, época en que entró en España traída por músicos pobres que venían a hacer el camino de Santiago, la zanfona ha estado en manos de músicos callejeros y no ha tenido la evolución que, en países como Francia, por ejemplo, le permitió llegar a un alto grado de sofisticación en construcción y en ejecución.
Con el nombre de cinfonía o simfonía se menciona en el Libro de Aleixandre, en obras del Arcipreste de Hita y Juan del Encina y hasta en el diccionario de Covarrubias, donde aparece la siguiente definición: "Algunos pobres franceses suelen traer un instrumento a modo de violoncillo y en el vientre de él cierta orden de cuerdas, que con unas teclas que salen por de fuera las arrima a una rueda, que trayéndola a la redonda con la mano derecha, tocando las teclas con la mano izquierda, la hace sonar suavemente". En el siglo XVIII en Francia el instrumento alcanzó una gran perfección en la Corte, donde Michel Corrette escribió un método para aprender a tocar el instrumento y algún concierto para zanfona y orquesta.
Este instrumento se exhibe en la Fundación Joaquín Díaz de Urueña.
Pista de audio:
Intérprete: Carlos Beceiro