Fundación Joaquín Díaz
Museo de la Música, Colección Luis Delgado


Instrumentos Musicales en los Museos de Urueña


Instrumentos Musicales en los Museos de Urueña

Herophon


El Herophon es un órgano mecánico de lengüetas muy parecido al Ariston, ya descrito, y patentado por Ernest Paul Ehrlich. Fue diseñado y fabricado por la compañía Euphonika Musikwerke, empresa establecida, como muchas otras del mismo estilo, en Leipzig y regentada por el fabricante Pietschmann. La diferencia entre Ariston y Herophon era principalmente de mecanización ya que en el primero, que reproducía discos redondos de cartón perforado eran precisamente esos discos los que giraban, mientras que en el Herophon giraba el mecanismo interior recorriendo circularmente la parte inferior de una tarjeta cuadrada de cartón codificada con la canción correspondiente. Es difícil saber la fecha exacta de invención del Herophon pero sí conocemos la primera vez que aparece en un texto jurídico, precisamente en una causa sobre derecho de autor. Un músico llamado Waldmann llevó en diversas ocasiones –la primera en 1885- a diferentes fabricantes a los tribunales al considerar que la reproducción de melodías en los discos de cartón vulneraba sus derechos como “inventor” de las canciones. No siempre ni en todos los instrumentos se pronunció la Corte alemana en el mismo sentido. En unos casos, tal vez por haber usado como ejemplo unos instrumentos determinados, fue favorable al autor y en otros, cuando se trataba de comparar con las cajas de música ya existentes mucho tiempo atrás, la decisión favoreció a las fábricas de instrumentos. En cualquier caso, lo que se trataba era de decidir si se podía o no reproducir un tema ya registrado, y no de juzgar a un instrumento. Los términos usados eran “reimpresión” (lo cual contravenía las normas de diferentes convenciones en las que se había seguido mejorando los textos legislativos ingleses sobre copyright de 1842) y “reproducción”, que se ajustaba más al carácter de soportes intercambiables que tenían los discos y los consideraba música “grabada” o “codificada” y no música “impresa” ya que esa expresión hubiese defraudado el derecho de copia del autor.

La marca Euphonika fabricó diferentes modelos de Herophon, denominados Herophonette I y II, con 18 notas y Herophon III y IV, de 24 notas y un tamaño mayor (el IV tenía 51 x 51 x 32 cms.).

Este instrumento se exhibe en la Fundación Joaquín Díaz de Urueña.



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