Fundación Joaquín Díaz
Museo de la Música, Colección Luis Delgado


Instrumentos Musicales en los Museos de Urueña


Instrumentos Musicales en los Museos de Urueña

Arpa Erard


No podemos olvidar el papel del arpa o del violín en la música popular del siglo XVIII y comienzos del XIX. El arpa, en concreto, llega hasta ese siglo con una estructura similar a la del instrumento medieval que aparece en códices, beatos y portadas, diferenciándose sólo en el número de cuerdas que va aumentando paulatinamente. Curt Sachs dice que a finales del siglo XVII ya se había intentado en el Tirol que el instrumento aumentase sus posibilidades dentro del diatonismo. A tal fin “se clavaron algunos ganchos de hierro en la consola, cerca de los extremos superiores de las cuerdas. Esos ganchos, al ser vueltos para que tocaran la cuerda correspondiente, actuaban como el dedo que pisa la cuerda de un violín; entonces la cuerda subía un semitono. Así fue posible evitar el eterno tañido de las cuerdas de teclas blancas”. Algo similar se había inventado ya en España y a ello alude Ruiz de Ribayaz en su Método Luz y norte musical . De la solución definitiva a este problema no participa el arpa llamado generalmente arpa de dos órdenes. Carece de pedal, mecanismo que cumplía la misma función que los ganchos de que hablaba Sachs pero que, aun mejorado notablemente el sistema manual anterior, no permitía tocar en tonalidades bemoladas. Cousineau inventó por fin, en 1782 el arpa de pedal doble que luego perfeccionó Sebastian Erard, el gran fabricante de arpas y pianos.

Este arpa Erard de 46 cuerdas con decoración de estilo gótico comenzó a fabricarse en Londres a partir de 1835. La firma seguía siendo “Sebastian y Pierre Erard” aun después de que el primero hubiese fallecido en 1831 y el segundo hubiese tomado a su cargo la dirección de las fábricas de París (dedicada preferentemente a los pianos) y la de Londres (casi exclusivamente volcada en la construcción de arpas) duplicando por tanto su actividad. A la muerte de Pierre en 1855 se hizo cargo de la dirección de la empresa su viuda, quien encargó a Pierre Schaeffer, cuñado suyo, que dirigiese la factoría de Paris.

El instrumento era propiedad de María Pía Zorita y lo heredaron sus hijos, los hermanos Uribe Zorita, quienes lo depositaron generosamente en el Museo.

Este instrumento se exhibe en la Fundación Joaquín Díaz de Urueña.

Como suena en YouTube: Arpa Erard



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