El kaval es una flauta cromática que se puede encontrar, con diferentes nombres y diferentes características, desde los Balcanes hasta la Península de Anatolia. El ejemplar que nos ocupa es el procedente de Bulgaria.

Normalmente se fabrica en madera y se suele desmontar en tres partes, permitiendo afinar el instrumento gracias al margen de brindan los tudeles deslizantes.
Presenta siete agujeros frontales y uno trasero para el pulgar de la mano izquierda. En la parte inferior existen unos orificios adicionales para el ajuste de la afinación. Estos orificios se conocen como los "Agujeros del Diablo". Una leyenda búlgara cuenta como el demonio quiso arruinar el kaval de un pastor mientras dormía, añadiéndole más agujeros, y en lugar de ello, mejoró el sonido del instrumento.

El kaval esta emparentado con los neis orientales en cuanto a la técnica de interpretación, ya que, al igual que estos, no presenta ningún bisel ni hendidura para la obtención del sonido. Los propios labios del intérprete actúan como bisel, en combinación con el borde del tubo.

Este instrumento se exhibe en el Museo de la Música de Urueña, colección Luis Delgado.

Pista de audio:
Teodosii Spasov. Concierto en Rijeka, Croacia 2005
Cómo suena en YouTube: Kaval