Hacia 1939, un ingeniero electrónico y músico francés que se hallaba convaleciente en un hospital, ideó un instrumento electrónico que sería precursor de los futuros sintetizadores. Su nombre era Georges Jenny, y el instrumento se llamó Ondioline.
Tras obtener el Primer Premio en el Concurso de Inventos de la Feria de Paris en 1946, Jenny comienza a fabricar los primeros ejemplares comerciales, fundando en 1947 su empresa “Les Ondes George Jenny”. Con unas bases de construcción casi artesanales, el ingeniero mantuvo la fabricación del “Ondioline” hasta muy poco antes de fallecer en 1976. Se calcula que en esas tres décadas se construyeron unas 1200 unidades.
Se trataba de un instrumento monofónico, que incorporaba un sencillo oscilador de lámparas y un teclado de tres octavas, ampliable a siete por medio de un conmutador. Hay que anotar que el mencionado teclado era sensible a la fuerza de la ejecución, y al vibrato que el interprete pudiera imprimir a cada nota. Conviene aclarar que la gran mayoría de los teclados actuales no incorporan esta función. Ademas de sus características expresivas, la variedad tímbrica del Ondioline era casi ilimitada, merced a un sistema de filtros que regulaban tanto el timbre como el ataque y la caída de cada sonido.
A partir de 1952 un nuevo modelo de Ondioline sale al mercado incorporando un altavoz, mayor rango de escala y mayor numero de controles. En la Exposición Universal de Bruselas, celebrada en 1958, el Ondioline de G. Jenny sonó desde el famoso Atomium, colocándose así en la cima de la vanguardia electroacústica de la época.
El instrumento llegó a alcanzar una cierta popularidad entre artistas de diferentes estilos. El primero en incluirlo en una grabación fue el gran Charles Trenet en su canción “L'âme des poètes”, para el sello Columbia Records (1951). El músico encargado de la interpretación fue Jean-Jacques Perrey, quien sin duda se convirtió en el mayor virtuoso del instrumento y que en el año 2010 continúa aún en activo. En 1961, el compositor Alex North incluiría el Ondioline en la partitura de la película Spartacus, de Stanley Kubrick.
En 1947 aparecería en el mercado un instrumento de características comparables, pero menos versátil y con diferentes principios a la hora de generar el sonido. Se trataba del Clavioline, algunos de cuyos timbres, similares a los del Ondioline, han llevado a confundir en ocasiones a críticos y a oyentes. Así sucede con el instrumento que aparece en el éxito de Del Shannon "Runaway" (1961), en el universal “Telstar” de los Tornados (1962), o en el conocido "Baby you´re a Rich Man" de los Beatles, que a pesar de aparecer citado en muchas ocasiones como ejemplo de Ondioline, se trata en realidad de un Clavioline.
El modelo que nos ocupa es uno de los primeros ejemplares del Ondioline, de mediados de los años 40, ya que aún no incorpora el altavoz, pero contempla la opción de siete octavas en su conmutador central.
El archivo sonoro adjunto muestra un sonido de los muchos que se obtienen del Ondioline. Se trata de un “violín” magníficamente conseguido por la maestría de Jean-Jacques Perrey.
Este instrumento ha sido reparado por Anselmo Sánchez, de Medina de Rioseco, y se exhibe en el Museo de la Música de Urueña, colección Luis Delgado.
Pista de audio:
Tema: Extracto del vinilo de demostración distribuido por la Société Gauveau
Página web: http://retrotsf.free.fr/