Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz

Si desea contactar con la Revista de Foklore puede hacerlo desde la sección de contacto de la Fundación Joaquín Díaz >

Búsqueda por: autor, título, año o número de revista *
* Es válido cualquier término del nombre/apellido del autor, del título del artículo y del número de revista o año.

EL MOTIVO DE "LA MUJER DISFRAZADA DE VARÓN" EN LA TRADICIÓN ORAL MODERNA
(Parte II)

LORENZO VELEZ, Antonio

Publicado en el año 1997 en la Revista de Folklore número 194.

Esta visualización es solo del texto del artículo.
Puede descargarse el artículo completo en formato PDF desde la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Revista de Folklore número 194 en formato PDF >


APÉNDICE

LA DONCELLA GUERRERA

A un Sevillano en Sevilla
siete hijas le dio Dios.
La mala suerte que tuvo,
que ninguna fue varón.
A la hija mas pequeña
le tiró la inclinación
de irse a servir al rey
vestidita de varón.
-No vas a la guerra, hija;
no vas a la guerra, no;
tienes el pelo muy largo
y dirán que mujer sos.
-Si tengo el pelo muy largo,
padre, me lo cortaré;
y después de bien cortado
un varón pareceré.
-No vas a la guerra, hija;
no vas a la guerra no;
tienes los pechos muy gordos
y dirán que eres varón.
-No le dé cuidado, padre;
no le dé cuidado, no;
que yo me los ceñiré
con un estrecho cordón.
Siete meses en las filas
y nadie la conoció,
hasta que el hijo del rey
de ella se enamoró.
Al montar en su caballo
el fusil se le cayó.
Por decir: ¡maldito seas!
dijo: ¡maldita sea yo!
La ha cogido por la mano
y al palacio la llevó.

Registrado por A. Lorenzo en Corporario (Salamanca), marzo/85, a Joaquina Milanos Martín, de 77 años, anteriormente dedicadas a las faenas del campo.

LA DONCELLA GUERRERA

Mes de mayo, mes de mayo,
cuando aprietan las calores,
cuando los trigos se encañan
y en el campo hay varias flores.
Estando el marqués cenando
y sus hijas al redor,
su madre que estaba en medio
las echó una maldición.
Contestó la más pequeña,
en favor de la mayor:
-No nos maldiga usté, madre,
no nos maldiga usté, no;
que si al rey le falta gente
a servirle me voy yo.
-¿Dónde vas a ir tú hija mía?
Todos te conocerán.
-Andando por los caminos
corro más que un gavilán.
Se despidió de sus padres,
se la olvidó lo mejor:
-¿Cómo me llamaré, padre ?
¿Cómo me llamaré yo ?
-El caballero don Marcos.
Don Marcos me llamo yo.
A la entrada del palacio
se la cayó lo mejor,
y por decir ¡yo pequé!
dijo ¡pecadora yo!
El rey que tenía un hijo,
estas palabras oyó.
-De amores me muero padre;
de amores me muero yo,
que los ojos de don Marcos
son de hembra y no de varón.
-Convídala tú, hijo mío,
convídala tú a bañar,
que si ella fuera hembra
no se querrá desnudar.
Mientras to los soldados
se querían desnudar,
el caballero don Marcos:
-Los baños me sientan mal.
-De amores me muero padre;
de amores me muero yo,
que los ojos de don Marcos
son de hembra y no de varón.
-Convídala tú, hijo mío,
convídala tú a correr,
que si ella fuera hembra
no se podrá contener.
Mientras que to los soldados
no se pueden contener,
al caballero don Marcos
nadie le gana a correr.
-De amores me muero padre;
de amores me muero yo,
que los ojos de don Marcos
son de hembra y no de varón.
-Convídala tú, hijo mío,
convídala tú a sentar,
que si ella fuera hembra
silla baja cogerá.
Mientras todos los soldados
han cogido silla baja,
el caballero don Marcos
ha cogido la más alta.
-De amores me muero padre;
de amores me muero yo,
que los ojos de don Marcos
son de hembra y no de varón.
-Ayer he tenido carta
de mi hermana la mayor,
que mi padre estaba enfermo
y le iban a dar la unción.
¡Adiós palacio del rey!
¡adiós regimiento hermoso!
¡Siete años he servido
y una doncellita soy!

Registrado por A. Lorenzo, J. Camarena y P. Esteban en La Hiruela (Madrid), octubre/83, a María Mamblona, de 75 años, anteriormente dedicada a las faenas del campo.

LA DONCELLA GUERRERA

Estando el conde comiendo
con sus hijas al redor,
a la pobre condesita
una maldición le echó.
Ha salido la pequeña
en defensa la mayor:
-No la maldiga usté, padre,
no la maldiga usté, no;
que si el rey precisa gente
a servirle marcho yo.
-Eres muy blanca de cara,
verán que no eres varón.
-Yo me daré, padre mío,
con las juncias de león.
-Eres muy blanca de pecho,
verán que no eres varón.
-Yo me pondré, padre mío,
a los rayitos del sol;
que me quemen, que me abrasen,
que me cambien de color.
¿Qué nombre cogeré, padre?
¿Qué nombre cogeré yo ?
El caballero don Marcos
su padre se lo acordó.
Ha llegado a palacio
y el príncipe la miró;
y prendado de sus ojos
enfermito él se quedó.
-De amores me muero madre;
de amores me muero yo,
que los ojos de don Marcos
son de hembra y no de varón.
-Convídala tú, hijo mío,
a los bailes a bailar,
que si ella fuera dama
a los corales se irá.
Toditos los caballeros
se han tirado a los corales;
y el caballero don Marcos,
coger y tirar puñales.
-De amores me muero madre;
de amores me muero yo,
que los ojos de don Marcos
son de hembra y no de varón.
-Convídala tú, hijo mío.
a las sillas a sentar;
que si ella fuere hembra
a las más bajas se irá.
Toditos los caballeros
se han sentado en las más bajas;
y el caballero don Marcos
se ha sentado en la más alta.
-De amores me muero madre;
de amores me muero yo,
que los ojos de don Marcos
son de hembra y no de varón.
Convídala tú, hijo mío,
a la fruta a merendar,
que si ella fuere hembra
a las manzanas se irá.
Toditos los caballeros
se han tirado a las manzanas,
y el caballero don Marcos
se ha tirado a las naranjas.
-De amores me muero madre;
de amores me muero yo,
que los ojos de don Marcos
son de hembra y no de varón.
Convídala tú, hijo mío,
a los baños a bañar;
que si ella fuere hembra
no se querrá desnudar.
Toditos los caballeros
se metieron en el agua,
y el caballero don Marcos
las manos sólo ha metido.
-Yo padezco del reúma,
y no me puedo mojar;
únicamente las manos,
porque quiero acompañar.
-De amores me muero madre;
de amores me muero yo,
que los ojos de don Marcos
son de hembra y no de varón.
-Convídale tú, hijo mío,
a las camas a dormir;
que si ella fuere hembra,
no se querrá desvestir.
Toditos los caballeros
en la cama se han metido;
y el caballero don Marcos
una carta ha recibido.
-Carta, he tenido carta
de mi hermana la mayor,
que está mi padre muy malo
y le van a dar la unción.
¡Quédate con Dios, palacio,
con tus damas y tu rey!
¡Siete años te ha servido
una doncella muy fiel!

Registrado por Antonio Lorenzo en Madrid (capital), en fecha indeterminada, a Juan Manuel Prieto, de 26 años, encuadernador de profesión, quien la aprendió de su madre.

LA DONCELLA GUERRERA

A un sevillano en Sevilla
siete hijas le dio Dios,
y la desgracia que tuvo
que ninguna fue varón.
De las siete, la más chica,
le salió la inclinación
de irse a servir al rey
vestidita de varón.
-No vayas, hija, no vayas,
que te van a conocer;
tienes el pelo muy largo
y dirán que eres mujer.
-Si tengo el pelo muy largo,
padre, me lo cortaré;
y después de bien cortado
un varón pareceré.
-No vayas hija, no vayas,
que te van a conocer;
tienes las manos muy blancas
y dirán que eres mujer.
-Si tengo las manos muy blancas,
padre, las entiznaré;
después que estén bien tiznadas
un varón pareceré.
Siete años estuvo en guerra
y nadie la conoció;
sólo el hijo de don Carlos
que de ella se enamoró.
Al subirse en el caballo
la espada se le cayó.
-¡Maldita sea la espada
y maldita sea yo!
La ha subido en el caballo
y con él se la llevó.

Registrado por Antonio Lorenzo en Cerezal de Peñahorcada (Salamanca), diciembre/83, a Isabel Rodríguez Regalado, de 60 años, dedicada a las faenas del campo.

LA DONCELLA GUERRERA

En Sevilla a un sevillano
siete hijas le dio Dios;
siete hijas de familia
y ninguna fue varón.
Y la más chiquirritita
a lo que se prometió:
a servir a nuestro rey
para ser hembra y varón.
Tres años le sirvió al rey,
nadie se lo conoció.
Y una tarde en el paseo
la espada se le cayó.
Por decir: -Señor, pequé,
dijo: -Pecadora yo
Y el hijo de un comandante,
que estas palabras la oyó:
-Ay, madre, que por Dios, madre,
que yo me muero de amor,
que el caballero don Marcos
es hembra que no es varón.
-Convídale tú, hijo mío
a comer contigo un día,
que si ella fuera mujer
silla baja cogería.
Todos los caballeros
cogían las sillas bajas,
y el caballero don Marcos
la más alta que había en casa.
-Ay, madre, que por Dios, madre,
que yo me muero de amor,
que el caballero don Marcos
es hembra que no es varón.
-Convídale tú, hijo mío,
a correr contigo un día,
que si ella fuera mujer
de correr se cansaría.
Todos los caballeros
de correr ya se cansaban,
y el caballero don Marcos
no corría, que volaba.
-Ay, madre, que por Dios, madre,
que yo me muero de amor,
que el caballero don Marcos
es hembra que no es varón.
Convídale tú, hijo mío,
a bañar contigo un día,
que si ella fuera mujer
desnudarse no quedría (sic).
Toditos los caballeros
se empiezan a desnudar,
y el caballero don Marcos
ha encomendado a llorar.
-¡Maldita sea mi suerte!
¡Maldita la suerte mía!
-No te maldigas, mujer
que era lo que yo quería.

Registrado por Antonio Lorenzo y José Manuel Fraile en Cañamero (Cáceres), febrero/83, a Felipe Morales, de 63 años.

LA DONCELLA GUERRERA

En Sevilla a un sevillano
siete hijas le dio Dios,
y en el medio de las siete
no tuvo ningún varón.
Y contesta la más chica
en favor de la mayor,
que si el rey precisa gente
a servirle he de ir yo.
-Eres muy larga de pelo,
dirán que no eres varón.
-Yo me lo cortaré, madre,
yo me lo corto alrededor.
-Eres muy blanca de cara,
dirán que no eres varón.
-Yo me pondré a los rayitos,
a los rayitos del sol,
y que borre mi hermosura
y negra me ponga yo.
-Eres muy alta de pecho,
dirán que no eres varón.
-Yo me daré con la juncia,
con la juncia de León.
Al subir en el caballo
se le olvida lo mejor:
-¿Cómo me llamaré, padre?
¿ Cómo me llamaré yo ?
-Llámate don Marcos, hija,
como me he llamado yo.
Estando en estas palabras
la espada se la cayó,
y por decir: -pecador,
dijo: -pecadora yo.
Y el rey que lo estaba oyendo,
de amores se cautivó.
-De amores, muero, madre,
de amores muero yo,
que el caballero don Marcos
es hembra que no es varón.
-Convídale tú, hijo mío,
a correr contigo un día,
que si ella fuera mujer
de correr se cansaría.
Toditos los caballeros
no corrían, que trotaban;
y el caballero don Marcos
no corría, que volaba.
-De amores, muero, madre,
de amores muero yo,
que el caballero don Marcos
es hembra que no es varón.
-Convídale tú, hijo mío,
a comer contigo un día,
que si ella fuera mujer
silla baja cogería.
Toditos los caballeros,
todos cogían sillas bajas,
y el caballero don Marcos
la más alta que había en casa.
-De amores, muero, madre,
de amores muero yo,
que el caballero don Marcos
es hembra que no es varón.
-Convídale tú, hijo mío,
a bañar contigo un día,
que si ella fuera mujer
desnudarse no quedría. (sic)
Toditos los caballeros
se empiezan a desnudar,
y el caballero don Marcos
ha empezado a suspirar.
-Y muy mal me están los baños,
los baños están muy mal;
por dar gusto a los señores
las piernas me viá mojar.
Y aquí se acaba la historia
de esta valiente mujer.
Siete años le ha servido
esta doncellita fiel.

Registrado por Antonio Lorenzo y José Manuel Fraile en Cañamero (Cáceres), junio/83, a Agustín Maeso, de 47 años.

____________

NOTAS

(1) Véanse, entre otros estudios de interés: BENAVIDES MORO, N.: "Variante sefardí de un romance de asunto leonés" en Archivos Leoneses, VI, (1952), pp. 97-102. El autor sostiene un origen histórico para el romance situándolo en la guerra que emprendieron los Reyes Católicos contra Alfonso V de Portugal, Luis XI de Francia y los partidarios de la Beltraneja; CASTRO, Américo: "Romance de la mujer que fue a la guerra", en Lengua, Enseñanza y Literatura, Madrid, Suárez, 1924, pp. 259-280; PIRES DE LIMA, Fernando de Castro: A mulher vestida de homem. Contribuí fao para o estudo do romance "A donzela que vai á guerra", Coimbra, Fundaçao Nacional para a alegría no trabalho, 1958; DELPECH, François: "La doncella guerrera: chansons, contes, rituels", (1985), en Formas breves del relato, ed. Yves—René Fonquerne y Aurora Egido, Madrid, Casa de Velázquez, Departamento de Literatura Española de la Universidad de Zaragoza, 1986, pp. 57—86; COSSIO, José María de: "Notas al romancero. Caracteres populares de la feminidad en «La doncella que va a la guerra»", en El Escorial, VI, Nº 17, Madrid, 1942, pp. 413-423. El autor analiza solamente los textos de su Romancero popular de la Montaña: 2 vols., Santander, Sociedad de Menéndez y Pelayo, 1933-34.

(2) THOMPSON, Stith: Motif-Index of Folk Literature. A Classification of Narrative Elements in Folktales, Ballads, Myths, Fables, Medieval Romances, Exempla, Fabliaux, Jest-books and Local Legends, 6 vols., Copenhague y Bloomington, Indiana University Press, 1955-1958.

Para el estudio del motivo en el romancero son muy útiles los trabajos de GONZÁLEZ, Aurelio: El motivo como unidad narrativa mínima en el romancero y DEBAX, Michelle y FERNÁNDEZ, Bárbara: "Motivos y figuras en «Hero y Leandro»", en El Romancero. Tradición y pervivencia afines del siglo XX; Actas del IV Coloquio Internacional del Romancero (1987), Fundación Machado, Universidad de Cádiz, 1989, pp. 51-55 y 71-85 respectivamente; MARISCAL, Beatriz: "Hacia una definición de las unidades narrativas en el Romancero tradicional", en De Balada y Lírica (Tercer Coloquio Internacional sobre el Romancero) (1982), 2 vols., Catalán, Diego et al. (edit.), Madrid, Fundación Menéndez Pidal, Universidad Complutense, 1994; vol. I, pp. 247-261.

(3) ALMEIDA GARRET, Joao Baptista da Silva L. de: Romanceiro e Cancioneiro Geral, 2 vols., (1843-1851); Romanceiro, 3ª ed., 3 vols., Empreza da Historia de Portugal, Lisboa, Sociedade editora, 1900-1901 (Obras Completas do Visconde de Almeida Garret, vols. IV, XIX, XV). Ofrece versiones retocadas sobre bases orales en un proceso que el autor denomina de "reconstrucción".

(4) NIGRA, Constantino: Canti popolari del Piemonte, Turín, edit. Roux Frassati e Co., 1888.

(5) BRAGA, Theophilo: Romanceiro Geral Portuguez, 2ª ed., ampliada, 3 vols., I y II, Lisboa, Manuel Gomes, editor, 1906-1907; III, Lisboa, J. A. Rodrigues & C.a, Editores, 1909. Refunde y reúne el material disperso que antes publicara en 1867 y 1869 sobre lecciones continentales e insulares. Existe una utilísima reimpresión del vol. I de esta obra con una introducción crítica de Pere Ferré: Lisboa, Vega, 1982.

(6) MICHAËLIS DE VASCONCELLOS, Carolina: Romances Velhos em Portugal, (1907), 2º ed., Coimbra, Imprensa da Universidade, 1934. Existe una nueva reimpresión: Oporto, Lello & Irmao, 1980.

(7) MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino: Tratado de los romances viejos, 2 vols. (1903-1906) Ant. Lir. Cast., XII, Madrid, Sucesores de Hernando, 1906; II, p. 512.

(8) MENENDEZ PIDAL, Ramón: Romancero Hispánico, (Hispano-Portugués, Americano y Sefardí), 2 vols., Madrid, Espasa Calpe, 1953; II, p. 323.

(9) MILÁ Y FONTANALS, Manuel: Romancerillo catalán: Canciones tradicionales, 2ª ed., Barcelona, Librería de D. Alvaro Verdaguer, 1882. Amplía y refunde sus Observaciones sobre la poesía popular, con muestras de romances catalanes inéditos (1853).

(10) MENENDEZ PIDAL, Juan: Poesía popular: Colección de los viejos romances que se cantan por los asturianos en la danza prima, esfoyazas y filandones recogidos directamente de boca del pueblo, Madrid, Hijos de J. A. García, 1885. Reproducido en Antología de Poetas Líricos Castellanos, vol. X, por Menéndez Pelayo, Marcelino, Madrid, Librería de Hernando y C.a, 1913. Existe una espléndida segunda edición moderna, ampliada y cotejada con los originales manuscritos, que es la que manejamos: Seminario Menéndez Pidal-Edit. Gredos y GH Editores, Madrid-Gijón. 1986.

(11) CASAS GASPAR, Enrique: Costumbres españolas de nacimiento, noviazgo, casamiento y muerte, Madrid, Escélicer, 1947, p. 73.

(12) CASAS GASPAR: Op. cit., p. 81.

(13) LORIE, Peter: Supersticiones, (1992), Barcelona, Círculo de Lectores, 1993, p. 36.

(14) DEVOTO, Daniel: "Entre las siete y las ocho", en De filología, Buenos Aires, Instituto de Filología Hispánica, año V, 1959, pp. 65-80.

(15) Véanse a este respecto: RODRÍGUEZ BALTANÁS, Enrique J.: "El romancero, ¿femenino o feminista? (Notas a propósito de La doncella guerrera)", en Draco, Revista de literatura de la Universidad de Cádiz, I, 1989, pp. 51-62; SLATER, Candace: "The Romance of the Warrior Maiden: A tale of Honor and Shame", en El Romancero hoy: Historia, comparatismo, bibliografía crítica, Armistead, Samuel G., Sánchez Romeralo, Antonio y Catalán, Diego (eds.), Madrid, Cátedra Seminario Menéndez Pidal -Editorial Gredos, 1979.

(16) DURAN, Agustín: Romancero general o colección de romances castellanos anteriores al siglo XVIII, 2 vols., (1849-1851), Madrid, M. Rivadeneyra editor, Biblioteca de Autores Españoles (=BAAEE, vols. X y XVI). Refunde su serie de romanceros parciales aparecidos entre 1828 y 1832. Usamos las reediciones de 1877 (vol. I) y 1882 (vol. II).

(17) DURAN: II, Op. cit., (N° 1328-29). Valenciana de familia noble solicita a su enamorado don Pedro de Valenzuela que la rapte para así salvarse de un matrimonio convenido por sus padres. En el lugar señalado para la cita asesinan a su pretendiente jurando ella venganza. Vestida de hombre se entera en una casa de juegos de los nombres de los asesinos, a los que posteriormente mata. Tras otras fechorías de este estilo acaba como cautiva en Argel, enamorándose de ella la mujer de su amo confundiéndola con un hombre. Tras muchas peripecias regresa a encontrarse con sus padres en Valencia y acaba recluyéndose en un convento de religiosas Franciscas donde "vivió dando ejemplo".

(18) DURAN, II, Romancero..., Op. cit., (n° 1327). Sus padres la casan a la fuerza con un rico noble llamado Florencio de Granada. La misma noche de bodas le cercena el pescuezo al que ya es su marido con una daga. Huye vestida con las ropas del difunto junto con su enamorado quien posteriormente es encarcelado. Tras otras fechorías logra capitanear una cuadrilla de bandoleros que la ayudan a sacar de la prisión a su pretendiente. Este trata de deshonrarla descubriendo a sus compañeros su verdadera condición femenina, a lo que nuestra brava almeriense no duda en darle muerte, por lo que se ve obligada a huir de nuevo. Se enrola como soldado en el ejército y mata a su capitán que siempre dudó de su condición varonil. Después de otras vicisitudes acaba ingresando en un convento para posteriormente acabar como anacoreta en una cueva.

(19) Debido a la muerte de sus padres se hacen cargo sus hermanos de nuestra heroína hasta que cumple los veintidós años. Sus hermanos dan muerte a su pretendiente por una discusión huyendo a Gibraltar. Ella jura vengarse y, disfrazada de hombre, parte de Sevilla hacia Gibraltar donde los da muerte. De regreso a Sevilla y descubierto el crimen, se disfraza de nuevo de hombre y huye dando muerte a todo aquél que se le pone por delante: da muerte a dos portugueses en Ceuta, prosigue sus andaduras en Zaragoza pasando a Cataluña y a Francia, donde embarca en Marsella rumbo a Cádiz. Allí quedó prendada de un valentón jerezano llamado Pedro Bravo, del que también da cuenta al poco tiempo. Es detenida y condenada a la horca siendo salvada de forma inverosímil por un ermitaño que le ayudó en cierta ocasión. Acaba ingresando en un convento donde terminó teniendo una conducta ejemplar. Barcelona, imprenta de Ignacio Estivill, enero de 1831.

(20) Castigada por sus padres y sus dos hermanos a permanecer encerrada más de un año para impedir su casamiento, logra escapar con la ayuda de su amante matando previamente a sus padres "les sacó los corazones/y en aceite los ha frito". Seguidamente mata a su amante por haber sido el causante del conflicto y huye vistiéndose con sus ropas. Los hermanos salen en su busca y ella les corta la cabeza. Huye de nuevo a Ciudad Rodrigo hasta que por fin consiguen capturarla siendo condenada a la horca en 1725 sin haber cumplido aún los veinte años y pidiendo perdón a Dios. Lérida, imprenta de Corominas, s/a.

(21) Diestra con las armas promete vengar la muerte de su padre. Disfrazada de hombre acaba con la vida del hidalgo asesino. Posteriormente mata a su maestro de armas y prosigue sus andanzas por Andújar, Córdoba, etc., cometiendo numerosas fechorías. Ingresa en el ejército para ponerse a salvo donde continuó matando. Por último decidió retirarse a un convento dominico haciéndose pasar por fraile. Herida gravemente y arrepentida de sus actos revela su condición femenina. Acaba casándose con un capitán de caballos llamado Juan Corazas consiguiendo, incluso, una renta del rey Felipe V. Barcelona, imprenta de los herederos de Juan Jolis, calle Algodoneros, s/a.

(22) Obligada por su padre a casarse con un rico comerciante de Lérida pide ayuda a su amante para deshacerse de él. Como el amante se acobarda Margarita acaba con los dos. Vestida con las ropas del marido huye con su caballo y regresa a casa de su padre donde un mayoral le entrega un pliego donde su padre le pide perdón. Prosigue de nuevo sus aventuras por Cataluña cometiendo muchas muertes. Al capturarla por haber perdido a su veloz caballo es condenada a garrote vil, muriendo arrepentida en 1852 en el patíbulo. Barcelona, imprenta de C. Miró, calle de Arrepentidas, n° 5, 1852.

(23) Barcelona, imprenta de los Herederos de Juan Jolis, s/a. Tenemos también a la vista una reimpresión de Utrera, Imprenta y librería de los Ayuntamientos, Vereda 80. (Reproducido anteriormente, con ligeras variantes, por Duran, II, Romancero..., op. cit., (n° 1330).

(24) Barcelona, Herederos de Juan Jolis, en la calle Algodoneros, s/a.

(25) BRAVO VILLASANTE, Carmen: La mujer vestida de hombre en el teatro español (siglos XVI-XVII), Madrid, Revista de Occidente, 1955.

(26) Véanse entre otros, Voces Nuevas del Romancero Castellano-Leonés, II, PETERSEN, Suzanne H. (ed.), Madrid, Gredos, 1982. (Se incluyen 6 versiones de doña Josefa Ramírez procedentes todas ellas de Santander y recogidas en 1977); DÍAZ VIANA, Luis; DÍAZ, Joaquín y DELFÍN VAL, José: Catálogo folklórico de la provincia de Valladolid, Romances tradicionales, vol. II. Valladolid, Institución Cultural Simancas, 1979. (Se incluye una versión de Josefa Ramírez, p. 164).

(27) Puede consultarse con el título de La mujer soldado una versión recogida en Higueruela (Albacete), en MENDOZA, Francisco: Antología de romances orales recogidos en la provincia de Albacete, Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses de la Excma. Diputación de Albacete -C.S.I.C.- Confederación Española de Centros de Estudios Locales, 1990, p. 324; también en DÍAZ VIANA, Luis et al: Op. cit., p. 172, con el título de La militara, versión de Traspinedo (Valladolid). Más curiosa resulta una versión de Carrascal del Río (Segovia), donde tras los diez primeros hemistiquios de La doncella guerrera se continúa el romance con la historia de la mujer soldado: Romancero General de Segovia. Antología (1880-1992). Ed. CALVO, Raquel con la supervisión de CATALÁN, Diego. Segovia, Seminario Menéndez Pidal, UCM y Diputación Provincial de Segovia, 1994, p. 85.

(28) Historia de la Monja Alférez, doña Catalina de Erauso, escrita por ella misma; ilustrada con notas y documentos por don Joaquín María de Ferrer, París, Imprenta de Julio Didot, 1829. Reimpresa por Editorial Amigos del Libro Vasco, s/l, 1986.

(29) Francisco Pacheco (1564-1654): pintor de la escuela sevillana acogió en su taller de pintura al entonces joven Velázquez. Hombre bien considerado por las autoridades y el clero fue nombrado "veedor" o censor de pinturas de la Inquisición, de cuyo informe dependía si un cuadro religioso se ajustaba al dogma y a la moral reinantes. Más que por su pintura ha pasado a la historia del arte por un tratado que sobre ésta se publicó en 1649 y porque Velázquez se convirtió en su yerno al casarse con su hija.

(30) "Es de estatura grande y abultada para mujer, bien que por ella no parezca no ser hombre. No tiene pechos, que desde muy muchacha me dijo haber hecho no sé qué remedio para secarlos y quedar llanos, como le quedaron; el cual fue un emplasto que le dio un italiano que cuando se lo puso le causó gran dolor, pero después sin hacerle otro mal surtió el efecto. (...) De rostro no es fea, pero no hermosa, y se le reconoce estar un tanto maltratada, pero no de mucha edad. Los cabellos son negros y cortos como de hombre, con un poco de melena como hoy se usa. En efecto, parece más eunuco que mujer; viste de hombre a la española; trae la espada bien ceñida, y así la vida; la cabeza un poco agobiada, más de soldado valiente que de cortesano y de vida amorosa. Sólo en las manos se le puede conocer, porque las tiene abultadas y carnosas y robustas y fuertes, bien que las mueve algo como mujer". Citado por SERRANO y SANZ, Manuel: Autobiografías y memorias, Madrid, Librería Editorial de Bailly—Bailliére e Hijos, 1905, p. CLXI de la introducción.

(31) MONTERO, Rosa: Historias de Mujeres/11, Suplemento Semanal del diario "El País", 25 de junio de 1995.

(32) NUNES DE LEÁO, Duarte: Descripçáo do Reino de Portugal, 2ª ed., Lisboa, 1785. Cit. por Pires de Lima, op. cit., (1), pp. 159 y ss.

(33) VEGA, Vicente: Diccionario Ilustrado de Rarezas, Inverosimilitudes y Curiosidades, 4a ed., Barcelona, edit. Gustavo Gili, 1971, p. 538.

(34) VEGA: Diccionario..., op. cit., p. 541.

(35) DE LA VORÁGINE, Santiago: La leyenda Dorada (siglo XIII), 2 vols., Madrid, Alianza Editorial, 1982; I, pp. 372 y ss.

(36) LLANO ROZA DE AMPUDIA, Aurelio (del): Cuentos asturianos recogidos de la tradición oral, Madrid, Centro de Estudios Históricos, 1925. (Manejamos la reedición moderna con estudio introductorio de Gómez Tabanera, José Manuel; Oviedo, Grupo Editorial Asturiano, 1993, pp. 43 y ss.).

(37) ESPINOSA, Aurelio M., padre: Cuentos populares españoles, (1923-26), 2ª ed., 3 vols., Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1946—47; I, n° 155, pp. 378 y ss.

(38) Para un estudio detallado de este tipo de cuento véase: ESPINOSA: Cuentos..., op. cit., (III), pp. 97-107.

(39) TIMONEDA, Joan: El patrañuelo (1567), edición de Romera Castillo, José, 2ª ed. corregida y aumentada, Madrid, Cátedra, 1986, pp. 245 y ss.

(40) THOMPSON, Stith: El cuento folklórico (1946), edic. española: Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1972, traducción de Angelina Lemmo, p. 157.

(41) Registrado por Antonio Lorenzo en Córdoba (capital), agosto/88, a Anita Jiménez, de 71 años, sus labores y anteriormente costurera.

(42) DELPECH, François: "Essai d'identification d'un type de conte (le sauvage et la fille travestie", Madrid, en Melanges de la Casa de Velázquez, tomo XX, pp. 285-312 y tomo XXI, pp. 255-280, 1984-1985.

(43) DELPECH, Essai..., op. cit., p. 289.

(44) GELLA ITURRIAGA, José: "Etnología y folklore marinero", en El folklore español, Gómez-Tabanera, José Manuel (edit.), Madrid, Instituto Español de Antropología Aplicada, 1968, p. 356.

(45) Para una completa relación de versiones orales en el mundo panhispánico véase: CAMARENA, Julio y CHEVALIER, Maxime: Catálogo Tipológico del cuento folklórico español. Cuentos maravillosos, 1995, Madrid, Gredos, pp. 95 y 96.



Esta visualización es solo del texto del artículo.
Puede descargarse el artículo completo en formato PDF.

Revista de Folklore número 194 en formato PDF >


EL MOTIVO DE "LA MUJER DISFRAZADA DE VARÓN" EN LA TRADICIÓN ORAL MODERNA
(Parte II)

LORENZO VELEZ, Antonio

Publicado en el año 1997 en la Revista de Folklore número 194.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz