Revista de Folklore

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LA DECIMA POPULAR EN LA ALPUJARRA

CRIADO, José

Publicado en el año 1993 en la Revista de Folklore número 150.

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I. LA ALPUJARRA

1.1 Descripción física

La Alpujarra, con unos 2.000 Km2, es una comarca situada al sur de Andalucía, entre las provincias de Almería y Granada. Al norte está limitada por la Sierra Nevada, cadena montañosa que en su punto más alto sobrepasa los 3.000 metros, y al sur por el mar Mediterráneo.

Entre mar y montaña transcurre, paralela a ambos, otra alineación montañosa de menor altura, que apenas llega a los 2.000 metros, constituida por las sierras de Lújar, de la Contraviesa y de Gádor. La comarca está dividida en 59 municipios. El número de sus habitantes es del 100.000, que viven tanto en pueblos como en aldeas y multitud de cortijadas (1).

Debido a esta difícil estructura física y al olvido de siglos de los distintos gobiernos la población alpujarreña ha mantenido unas formas de vida muy aisladas, incluso entre núcleos de población muy cercanos, y una economía de base familiar dominada por la agricultura de pequeña propiedad, el minifundio, en un terreno abrupto y escarpado (2).

Aunque bien es cierto que estas circunstancias, junto a múltiples influencias culturales a lo largo de la Historia, han favorecido el desarrollo de una cultura popular muy rica y variada, que ha llegado con gran vitalidad hasta nuestros días (3).

Las siguientes palabras de Gerald Brenan, referidas a Andalucía en general, se ajustan perfectamente a la situación vital del hombre alpujarreño: "La historia de Andalucía es trágica pero no triste, sino muy rica y llena de un fuerte sentido por la vida y la supervivencia en las condiciones más adversas. Por eso los andaluces pueden dar lecciones al mundo. Porque saben lo que es sacarle fruto a un cerro pedregoso y hacer poesía de una batalla perdida..." (4).

Del pueblo andaluz también se ha dicho que "la copla es su expresión más genuina. La copla nos ofrece toda una panorámica concreta del Sur y sus hombres, tanto en expresión íntima y propia, como de sentimiento plural y drama colectivo" (5).

Y, concretamente, se ha definido al hombre alpujarreño con tres atributos que le sitúan perfectamente adaptado a su medio natural: "La agresividad, la rebeldía y la fuerza física" (6).

Este carácter de las mujeres y hombres alpujarreños se refleja, lógicamente, en la manera de vivir y en las costumbres vitales, en las fiestas y en los trabajos. Digamos que terreno y carácter, fundidos en la persona, han dado lugar a una compleja cultura popular.

1.2 Cultura popular.

Aunque soy consciente de la complejidad de significado en la definición del término "cultura popular" me remito a las palabras de Néstor García Canclini, que, paralelamente a la estructura social, define a la cultura popular "como resultado de una apropiación desigual del capital cultural, la elaboración propia de las condiciones de vida y la interacción conflictiva con los sectores hegemónicos" (7). Juan Bedmar apunta también en este sentido cuando escribe que las culturas populares son propias de una "sociedad rústica, artesanal y de siervos" (8).

La amalgama de pueblos y de movimientos migratorios e inmigratorios que constituyen la historia de La Alpujarra dieron lugar a la creación de unas formas de expresión populares insertas tanto en los procesos históricos como en la propia funcionalidad de una sociedad campesina en un hábitat singular.

La cultura musical de La Alpujarra conserva múltiples referencias, no sólo de las culturas que han tenido presencia directa en la comarca sino también de las culturas dominantes en los distintos colectivos receptores de las constantes oleadas migratorias de los alpujarreños.

Veamos algunas referencias orientativas al respecto:

-La cultura árabe, con presencia histórica hasta el s. XVI la encontramos mezclada con canciones renacentistas cristianas (Bailes de Animas, Rosario de la Aurora, Doblones...).

-Hay influencias cubanas y sudamericanas en general (Habaneras, Rumbas...) por las continuas emigraciones desde el s. XVI hasta el XX con destino a Iberoamérica.

-La emigraciones sobre todo en el s. XIX, a los países centroeuropeos (Mazurcas, Polkas, Valses...).

-Los Cantes de origen gitano-andaluz y de trabajo (Canto de Muleros, Arrieras, Fandangos,...) (9).

Lógicamente a esta cultura musical hay que añadir una gran tradición de poesía oral (Romances, Coplas, Poemas,...), de narrativa oral (Cuentos, Chistes, Leyendas,...) e incluso de teatro popular (Fiestas de Moros y Cristianos, Pujas, ...).

Aunque es una riquísima herencia, la cultura popular de La Alpujarra está, salvo contadas excepciones, tan olvidada por los investigadores que ha habido interesantes propuestas en favor de su recuperación, análisis y difusión (10).

II. DE AGRICULTORES A MINEROS

De tan complejo mundo de la cultura popular alpujarreña voy a intentar situarme en los orígenes del trovo (la poesía improvisada) por ser aquí donde se desarrolla la décima popular en La Alpujarra.

Dada la grave situación general de miseria en que vivió la clase trabajadora andaluza a principios del s. XIX, su principal característica fue su gran movilidad, por las continuas migraciones a cualquier trabajo, no sólo entre provincias sino también al extranjero (11).

Con el inicio, en 1820, de las explotaciones de plomo en Sierra de Gádor, a un extremo de la comarca, miles de alpujarreños cambian su modo de vida, agricultura de subsistencia, para trabajar de mineros (12).

Son numerosos los investigadores que centran en estas minas el inicio de todos los cantes mineros actuales, tomando como base el Taranto

¡Ay! mineros...
Que les llamamos mineros
a quien trabaja en las minas;
pero yo les llamaría
hombres sin sol ni dinero
o de la noche sombría.
¡Ay! que... (13)

o en los cantes de madrugá, donde aquellos hombres expresaban todo el sufrimiento por la esclavitud del trabajo

Hermosa Virgen de Gádor
que estás al pie de la sierra,
ruega por los mineritos
que están debajo de tierra (14).


Cuando en 1838 se descubrieron minas de plata en Sierra de Almagrera, en el límite de la provincia de Almería con Murcia, una exaltada fiebre hizo a los mineros abandonar la búsqueda de plomo y dedicarse a la plata. Miles de mineros se desplazaron hasta allí desde las minas alpujarreñas (15). Luego, en las últimas décadas del siglo XIX, los mineros volvieron a desplazarse en masa hasta Linares y Murcia (16).

Pero no sólo cantaban los mineros, además también lo hacían los arrieros que acarreaban los minerales. Entre unos y otros, y muy probablemente los pastores también, extendieron junto con los cantes mineros, "los torneos de trovos" (17). Es posible que con base en los fandangos locales la costumbre de improvisar poesía se afianzara en la comarca, manteniendo la estructura musical en la Contraviesa y sin ella, o con una simple guitarra en la costa, en el Campo de Dalías. Y resulta lógico que la improvisación poética llegara con las masas de obreros hasta Sierra de Almagrera (18) y luego a la zona minera murciana (19).

III. INTRODUCCION DE LA ESPINELA EN LA ALPUJARRA

Los documentos más antiguos que tenemos sobre el trovo de La Alpujarra, son, a su vez, las primeras referencias que de la décima popular tenemos en la comarca (20).

En los primeros años del s. XX, Juan y Paco Fuentes, campesinos, hermanos, trovadores y poetas que viven en el Campo de Dalías utilizan para su poesía, además de la quintilla, la glosa, la décima espinela y la guajira (21).

Estos datos son muy importantes porque sitúan históricamente los posibles inicios de la décima espinela en la poesía popular alpujarreña, tal vez con influencia de los mineros que trabajan en La Unión, zona minera murciana que a primeros de siglo se halla en su máximo apogeo y, que como hemos visto anteriormente, es la receptora final de parte de la masa de trabajadores que deambula por el sur de la Península Ibérica desde las primeras décadas del s. XIX (22).

Pero los hermanos Fuentes utilizan la estrofa que ellos llamaron "guajira", que es una espinela irregular de 12 versos con rima 1, 4, 5 / 2, 3 / 6, 7 / 8,9, 12 / 10, 11 totalmente desconocida en la poesía popular de los mineros, tanto en La Alpujarra como en Murcia. Lo que tal vez signifique una influencia directa de Cuba (23).

Una vez le dijeron a Paco Fuentes que su hermano Juan era mejor que él e hizo la siguiente guajira.

Si él sabe más yo sé menos
y huelga la discusión
pero no es una razón
desconociendo el terreno,
llamarle malo ni bueno
puesto que verdad se ignora.
¿Quién es el que nos valora
en ciencia o capacidad
sin estar en catedral,
sin asistir a academia? .
¿Si el que no sabe nos premia
el premio a quién se lo dan?

En otra cierta ocasión la mujer de Juan Fuentes enfermó y él tenía que hacer todas las cosas de la casa. Y también hizo una espinela sobre esas circunstancias:

Este tiempo traicionero
me ha enredado con su trama,
puso a mi mujer en cama
y a mí a hacer de cocinero.
A veces me desespero,
no sé encontrar los aliños,
trato al fuego sin cariño
porque se apaga la tea
y me hace la humarea
llorar lo mismo que a un niño (24).

Debo de señalar que los hermanos Fuentes innovan la poesía popular alpujarreña al introducir la glosa, la espinela y la guajira puesto que hemos situado al trovo como un elemento más de la cultura de los mineros almerienses y murcianos y sí sabemos que para los cantes mineros tampoco se utilizaron estas estrofas (25).

IV. UN DECIMISTA SOLITARIO: RAFAEL "EL PANADERO"

Juan y Paco Fuentes hacían sus décimas exclusivamente entre ellos porque, además de su intensa relación diaria, parece ser que eran los únicos trovadores que utilizaban otras estrofas distintas a la quintilla. Ellos prefirieron la espinela a pesar de saberse solos, aunque nunca incomprendidos porque sus creaciones solían tener bastante difusión, guardadas en la memoria de los oyentes y repetidas de boca en boca por todo el Campo de Dalías.

Pero estos dos hombres pronto se separaron. Juan emigró a Barcelona en 1920, en busca de trabajo. Los dos hermanos, no obstante, mantuvieron una estrecha relación a través de las cartas que, en verso, continuamente se enviaban.

Paco Fuentes continuó escribiendo sus versos hasta que, al hacerse con el poder los militares que dieron el golpe de estado en 1936, fue encarcelado. Cuando, gravemente enfermo, salió de la cárcel, varios años después, destruyó todos sus escritos temiendo que la dictadura los utilizara para detener a su familia (26).

Juan Fuentes, que desde que murió Paco dejó de cartearse con su familia en Almería, murió en Barcelona en la década de 1960. Pero poco antes había escrito un curioso libro, en glosas, espinelas y guajiras, en el que relata su vida e incluye trovos y poemas hechos cuando vivía en el Campo de Dalías (27).

Pero la espinela alpujarreña no se extinguió. En el mismo Campo de Dalías, en la misma cortijada y en la misma familia, continuó improvisando y escribiendo espinelas Rafael Fornieles Amat, "el Panadero", sobrino de los hermanos Fuentes. Rafael "el Panadero" vivió su infancia y juventud junto a ellos en Las Norias y cuando en 1980 murió, este trovador había cumplido un papel decisivo en la improvisación poética alpujarreña.

"El Panadero" mantuvo, en solitario y alternándola con quintillas y glosas, el uso de la espinela (28) durante bastantes años. Pero su verdadera aportación a la poesía popular fue que con su incansable labor de difusión de la décima espinela preparó a la afición y a los trovadores para el momento que la décima espinela se generaliza en La Alpujarra (29).

Rafael escribió un largo poema en décimas sobre un viaje en coche desde Almería a Lérida del que las siguientes son las primeras:

Si puedo voy a intentar
un viaje describir
porque quisiera decir
que fue un viaje triunfal.
Siendo necesario hablar
tal como la ruta fue,
aun siendo para ofender,
no se debe estar callado;
si alguien saliera enfadado
que no se embarque otra vez.
En un coche mil quinientos
de matrícula Almería
seis fueron la compañía
que en él tomamos asiento
unidos y muy contentos
rumbo a Lérida salimos,
que en uno nos convertimos
para el bien o mal que llegue,
a pegar o que nos peguen
o en placeres confundirnos (30).

V. INTEGRACION DEFINITIVA DE LA ESPINELA EN LA POESIA POPULAR

Cuando en la década de 1960 comienza a desarrollarse masivamente la agricultura de invernadero, cultivos bajo plástico, en el Campo de Dalías, miles de habitantes de la zona montañosa de la comarca emigran a la zona costera en busca de mejores perspectivas de vida (31).

Además de las manos vacías estas personas llevan al Campo de Dalías toda la riquísima cultura popular de la Contraviesa, donde, recordemos, tenía enorme difusión el trovo a ritmo de fandango bailable con música de violín, bandurria y guitarra.

Uno de estos nuevos habitantes del Campo de Dalías es el trovador Miguel "Candiota", que en ese momento tiene 20 años, y que desde los 8, edad en que comenzó a improvisar, se había convertido en el trovador con más aptitudes y más carismático de la Contraviesa, lo que le había hecho ganar una fama inusitada en toda La Alpujarra (32).

En ese tiempo "Candiota" conocía la décima espinela por haber leído algunas de ellas en una antología de poesía castellana, cuando, pocos años después, hace amistad con Rafael "el Panadero", con el que mantiene estrecha relación y forma un grupo de trovo estable (33).

Y a pesar de que "Candiota" está oyendo espinelas constantemente en boca de Rafael "el Panadero" y de los troveros de Cartagena-La Unión y de Aguilas, con los que suelen trovar los improvisadores alpujarreños desde los primeros años de la década de 1970 (34), "Candiota" no se siente motivado para utilizar la estrofa de 10 versos (35).

5.1. “Candiota" comienza a improvisar en décimas”.

Tiene que pasar una década para que volvamos a encontrar noticias de la espinela alpujarreña. En 1985 los trovadores José Martín y Francisco Rodríguez publican un libro donde incluyen, como poemas y no como improvisaciones, 11 espinelas.

De Francisco Rodríguez son las siguientes décimas:

A UNA MARIA

Qué guapa eres María,
tu sonrisa me disloca
y por besarte tu boca
María mi vida daría.
Y aún estando en agonía
emprendamos dulce roce
intróito de mutuo goce
colocándonos los dos
como agujas del reloj
a tiempo de dar las doce.

MARIA NO SE CALLA

Las gracias te doy por
el piropo que me ofreces,
que la verdad descarneces
víctima de un grande error.
Impulsado por dolor,
porque tu mal no remedia
tu triste ilusión se asedia.
Y de emprender algún roce
tu aguja en vez de las doce
imita a las seis y media (36).

En ese mismo año de 1985 y en una controversia con unos troveros de Aguilas, "Candiota" se decide a trovar en espinelas, a asumir la décima de Vicente Espinel como propia (35).

Esta decisión de "Candiota" es un paso fundamental. Significa para la espinela la mayor difusión imaginada, pues "Candiota" sigue siendo el trovador que marca las directrices de la poesía popular alpujarreña. Así, en agosto de 1985, ante miles de espectadores, "Candiota" es el primero de los trovadores alpujarreños que utiliza la espinela en el Festival de Música Tradicional de La Alpujarra, evento considerado como la muestra completa de la tradición musical alpujarreña (37).

Inmediatamente después el trovador José López Sevilla se inicia en la décima (38) y en 1987 lo hacen los jovencísimos trovadores Francis Ramos, de 11 años y José Antonio Barranco de 9, que asumen la espinela como propia desde sus mismos comienzos en la improvisación poética (39).

De finales de 1985 es la siguiente décima de Miguel "Candiota":

El trovo es la luz más pura
que a mí me va iluminando,
con él me voy alumbrando
el campo de mi cultura.
Sino soy una figura
soy un trovero genial
y en este mundo ambiental
hay una gracia conmigo,
que todo lo que yo digo
es de la luz natural (40).

La siguiente décima de José López Sevilla es de principios de 1986 en una controversia con "Candiota":

Yo voy a trovar, Miguel,
ahora que estoy a tu lao.
Si te encuentras preparao
tú me vas a responder
y que te conste saber
que en décima y en quintilla
tú no olvides que el Sevilla
para el trovo es muy largo
y soy aquél perro galgo
que acuesta arriba te pilla (41).

Tengo que señalar que, en esos primeros años de mayor difusión de la espinela en La Alpujarra, los trovadores la empleaban en todas sus actuaciones. Esto chocaba con algunos sectores del público, y con los demás trovadores, que veían en la improvisación por espinelas una traición al estilo del trovo de La Alpujarra.

5.2. Jesusito y Omar: Los cubanos que se hicieron alpujarreños.

Esta situación de rechazo a la espinela alpujarreña se resolvió en aceptación total, tanto por todos los trovadores como por el público, cuando en 1990 los trovadores cubanos Jesús Rodríguez y Omar Mirabal participan como invitados, con una teatralización del punto cubano, en el IX Festival de Música Tradicional de La Alpujarra (42).

Para los alpujarreños fue impresionante. Eran los primeros decimistas iberoamericanos que mostraban sus versos, ricos en poética, tema y estructura, que chocaron con el estilo descuidado y rudo de los versos en el trovo alpujarreño (43).

Jesusito y Omar, y sus espinelas, han quedado indelebles en la memoria colectiva de las gentes de La Alpujarra, ya para siempre, como afirmación de aquellas posibles primeras influencias cubanas que hace 100 años transmitieron la espinela a la cultura popular alpujarreña.

Ya en 1991, los trovadores alpujarreños Miguel "Candiota" y José López Sevilla tuvieron la oportunidad de conocer más ampliamente la rica tradición decimista en Sudamérica cuando participaron en el I Encuentro Festival Iberoamericano de la Décima celebrado en La Habana (44).

Y para Cuba improvisaba "Candiota" en este año de 1992:

¡Dejen a un pueblo que ande
con su propia orientación,
enseñando educación
que eso es lo puro y lo grande!.
Y que otro pueblo no mande
donde no debe mandar ,
que cada cual debe estar
a donde le pertenece
y que Cuba no merece
que lo puedan castigar (45).

CONCLUSIONES

1.La décima popular se ha utilizado continuadamente en la comarca de La Alpujarra desde, al menos, los últimos 100 años.

2.Los trovadores alpujarreños hacen sus décimas habladas y sin acompañamiento musical, a diferencia de cuando improvisan en quintillas.

La mayoría de ellos son agricultores sin estudios básicos y sus temas suelen ser los de la vida cotidiana. La controversia está basada en la pelea o "picadilla" entre dos repentizadores.

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NOTAS

(1) BOSQUE MAUREL, Joaquín: Marco geográfico de La Alpujarra. Ponencia a las I Jornadas Comarcales de La Alpujarra. En: Abuxarra, nº. 6, Orgiva, 1990.

(2) "Alpujarra física, humana y económica", en Sierra Sur La Alpujarra, nº. 1, Granada, 1992.

(3) FERNANDEZ MANZANO, Reynaldo (et. al.): El trovo de La Alpujarra, en CRIADO, José y RAMOS, Francisco (Dirección y Coordinación): El trovo en el Festival de Música Tradicional de La Alpujarra 1982-1991. En proceso de publicación por el Centro de Documentación Musical de Andalucía.

(4) BRENAN, Gerald: En El Despeñaperros Andaluz, nº. 1, Granada, 1978.

(5) URBANO PEREZ, Manuel: Pueblo y política en el cante jondo, Sevilla, 1980, p. 9.

(6) CARRASCOSA SALAS, Miguel J.: "Características del hombre alpujarreño", en, Sierra Sur La Alpujarra, nº. 2, Granada, 1992.

(7) GARCIA CANCLINI, Néstor: Las culturas populares en el capitalismo, La Habana, 1983, p. 12. Para completar esta opinión: GRIGNON, C. y PASSERON, J. C.: Lo culto y lo popular, Madrid, 1992.

(8) BEDMAR ZAMORA, Juan: "El origen de la danza", en FIGARES, Mª. Dolores y PEREZ PINAR, Ramón L.: Trajes y bailes de nuestra tierra, Granada, 1990, p. 11.

(9) FERNANDEZ MANZANO, Azucena y Reynaldo: "El folklore musical de La Alpujarra, en: Sierra Sur La Alpujarra, nº. 0 y 1, Granada, 1991 y 1992.

.CRIADO RUIZ, Francisco (et al.): "Los bailes de La Alpujarra", en Abuxarra, nº. 8, Orgiva, 1991.

.RUIZ FERNANDEZ, José y PEREZ, J. Manuel: "La institucionalización del folklore musical en la comarca de La Alpujarra. Una experiencia inédita: El Festival de Música Tradicional de La Alpujarra, en I Congreso de Folklore Andaluz, Granada, 1988.

.Los documentos más completos sobre la música popular alpujarreña son las grabaciones videográficas que la Asociación Cultural "Abuxarra" edita de cada Festival de Música Tradicional de La Alpujarra desde 1982.

(10) SUBIRATS BAYEGO, María Angeles: "Aportación para un cancionero musical de La Alpujarra: Metodología, en II Congreso de Folklore Andaluz, Granada, 1990.

(11) SANCHEZ PICON, Andrés: "Marchar a las Andalucías.: Un episodio migratorio en la Almería del siglo XIX" en, Homenaje al padre Tapia. I Encuentro de Cultura Mediterránea, Almería, 1988.

(12) CRIADO, José: "El trovo en el poniente almeriense". Serie de 11 artículos, en Ideal, Almería del II-XI al 9-XII-1991.

.PEREZ DE PERCEVAL VERDE, M. A.: Fundidores, mineros y comerciantes: La metalurgia de Sierra de Gádor 1820-1850, Almería, 1984.

(13) LOPEZ MARTINEZ, Alfonso: Temas flamencos, Almería, 1982, pp. 20-21. Almería, Peteneras y Tarantos, Almería, 1992, pp. 36-37.

.GRANDE, Félix: Memoria del flamenco, Madrid, 1979, pp. 381-384.

.GUTIERREZ CARBAJO, Francisco: La copla flamenca y la lírica de tipo popular, Madrid, 1990, pp. 1021-1022.

(14) NAVARRO, José Luis e IINO, Akio: Cantes de las minas, Córdoba, 1989, pp. 10-11.

(15) GARCIA GOMEZ, Génesis: "El cante minero I" en IX Congreso Nacional de Actividades Flamencas, Almería, 1981.

(16) .NAVARRO DE OÑA, Constanza: El Ferrocarril Linares-Almería 1870-1934, Almería, 1984.

.FRANCO QUIROS, Juan y MORENO NOFUENTES, Antonio: Análisis sociodemográflco de una nueva ciudad andaluza: Linares (1875-1900). Fotocopia del original.

(17) SORIANO MARTIN, Manuel: "Almería y el canto popular" en La Crónica Meridional, Almería, 5,6 y 7-XII-1935.

(18) MOLINA SANCHEZ, Antonio: Cuevas: La tierra de la plata, Almería, 1991.

(19) MARTINEZ DIAZ, Luis: Marín-Castillo-"El Minero": Los tres puntales del trovo, Murcia, 1977.

(20) Existen unos pocos manuscritos pero es en la memoria de muchísimas personas del actual Poniente almeriense donde se conservan estas décimas.

(21) CRIADO, José: "El trovo en el Campo de Dalias" en 10 de Abril, nº. 1, La Mojonera, XI, 1992.

(22) Coincide con el esplendor de esta zona minera la introducción de la espinela en la poesía improvisada de los mineros. Ver: SERRANO SEGOVIA, Sebastián: Marín, rey del trovo, Madrid, 1980 y MARTINEZ DIAZ, Luis: Vida del trovero Castillo, Murcia, 1972.

(23) La posible influencia la baso en la utilización del término "guajira". Este es un tema, pendiente de investigar, curiosísimo. ¿Cuál es el nexo de unión entre la cultura popular cubana y la alpujarreña? Ver: ROPERO NUÑEZ, Miguel: El léxico andaluz en las coplas flamencas, Sevilla, 1984.

(24) Informante: Rodolfo Fuentes Fornieles, Las Norias. Grabación sonora, 24-XI-1991.

(25) MARTIN SALAZAR, Jorge: Los cantes flamencos, Granada, 1991, pp. 135-194.

(26) Informantes: José Maleno Castañeda, Las Norias. Grabación sonora, 24-XI-1991 y Rodolfo Fuentes Fornieles, Las Norias. Grabación sonora, 24-XI-1991.

(27) Juan Fuentes puso por título a su libro "La inscripción de mi vida". El manuscrito original lo conservan sus descendientes en Barcelona. Es el documento más antiguo del trovo de La Alpujarra y, dado que lo he descubierto en mis investigaciones más recientes (Noviembre, 1992) aún no se está gestionando su publicación.

(28) La producción de Rafael "el Panadero" está sin publicar en su totalidad. Sus descendientes conservan sus documentos.

(29) Informante: Miguel García Maldonado "Candiota ", Las Norias. Grabación sonora, 12-IX-1992.

(30) El poema se titula "Décimas poéticas en feliz viaje". (Cortesía de Rafael Fornieles Barranco).

(31) VERDEGAY FLORES, Francisco (Director): Historias de Almeria, Almería, 1983, pp. 275, 283 y 284.

(32) CRIADO, José y CRIADO LUQUE, Ana Mª. (Dirección): "Candiota": Trovador de La Alpujarra, Producción videográfica, El Ejido, 1992.

(33) Este grupo, del que también formaron parte los trovadores Garbín, "el Ceacero" y Antonio "de las Joyas", y los músicos Manuel Alcalde, bandurria, Antonio Manzano, violín, y Joaquín Contreras, guitarra, fue el punto de partida de la expansión que, desde los primeros años de la década de 1970, tuvo el trovo tanto en la comarca como fuera de ella y que le supuso dejar de ser un elemento tribal para convertirse en espectáculo.

(34) A partir del I Festival de Trovo de Las Norias (1974) y de la participación de "Candiota" en el Certamen de Trovo organizado en La Unión desde 1970 dentro del marco del Festival Nacional de Cante de las Minas.

(35) Informante: Miguel García Maldonado "Candiota", Las Norias. Grabación sonora, 8-XI-1992.

(36) RODRIGUEZ VALVERDE, Francisco y MARTIN MARTIN, José: Poesía y trovos de La Alpujarra, Granada, 1985.

(37) ASOCIACION CULTURAL "ABUXARRA": IV Festival de Música Tradicional de La Alpujarra. Grabación videográfica. Orgiva, 1985.

.CRIADO, José y RAMOS MOYA, Francisco (Dirección y Coordinación): El trovo en el Festival de Música Tradicional de La Alpujarra 1982-1991. En proceso de publicación por el Centro de Documentación Musical de Andalucía.

(38) Primeras décimas publicadas de "Candiota" y de Sevilla: GARCIA, Miguel, RAMOS, Paco y CRIADO, José (Grabación, transcripción y selección): Trovo y poesía de La Alpujarra: Velada en Las Norias 22 Febrero 1986; El Ejido, 1986.

(39) CRIADO, José: Francis Ramos y José Antonio Barranco: Primeros trovos. No publicado.

(40) CRIADO, José: De trovo con "Candiota ". No publicado.

(41) Décima publicada en el libro citado en la nota 38, p. 26.

(42) EQUIPO DE TROVO / EJIDOVIC: Encuentro de Punto Cubano y Trovo Alpujarreño, Válor, 11-08-1990. Grabación videográfica.

.ASOCIACION CULTURAL "ABUXARRA": IX Festival de Música Tradicional de La Alpujarra. Válor, 1990. Grabación videográfica.

.CRIADO, José y RAMOS MOYA, Francisco (Dirección y Coordinación): El trovo en el Festival de Música Tradicional de La Alpujarra 1982-1991. En proceso de publicación por el Centro de Documentación Musical de Andalucía.

(43) CRIADO, José: El trovo alpujarreño y "Candiota ", Ronda, 1992.

(44) FERNANDEZ MANZANO, Reynaldo: "I Encuentro Festival Iberoamericano de la Décima" en Abuxarra, nº. 9, Orgiva, 1991.

(45) 9 de octubre de 1992.



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LA DECIMA POPULAR EN LA ALPUJARRA

CRIADO, José

Publicado en el año 1993 en la Revista de Folklore número 150.

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