Revista de Folklore

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Cuando los niños juegan. Repertorio infantil de Villacidayo

CAMPOS, María

Publicado en el año 1989 en la Revista de Folklore número 108.

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Abundantes son las publicaciones que han recogido el folklore infantil de versos, retahílas, acertijos, trabalenguas y todo tipo de canciones (1). En el presente trabajo me propongo dar cuenta del repertorio infantil del pueblo leonés de Villacidayo, situado en la ribera del río Esla, y del que ya han aparecido en esta misma revista algunos trabajos.

Dentro del repertorio recogido que voy a presentar habrá muestras ya conocidas, otras serán variantes de lo ya editado y otras, por fin, resultarán acaso desconocidas. Agruparé la presente recopilación en los siguientes apartados:

-Nanas.
-Retahílas.
-Trabalenguas.
-Canciones de corro.
-Canciones de comba.
-Juegos acompañados de recitación o canciones.

NANAS

He aquí dos nanas cantadas en el pueblo para dormir a los niños, una de ellas con una referencia geográfica a Asturias, tierra lindante con León:

Moderato

Iba mi papito
camino de Oviedo.
le dio el aire en la cara
y se volvió luego.

Ea, ea, ea,
ea, que no soy tan fea,
y si lo soy, y si lo soy
que lo sea, ea, ea.

y la otra, centrada en el propio niño, que dice así:

Este muñequito
que nació de noche
quiere que le lleven
de paseo en coche.

Ea, ea, ea,
ea, ea, ea,
ea, ea, ea,
ea, ea, ea.

Este muñequito
que nació de día
quiere que le lleven
a la romería.

Ea, ea, ea...

RETAHILAS

Existen retahílas que recitan los adultos para entretener a los niños pequeñitos. He aquí algunas de ellas:

-Se sienta al niño en el regazo de la persona adulta, o bien se le tiende en la cuna, se le cogen las piernecitas y abriéndolas y cerrandolas se va entonando la retahíla:

Pati, pati,
pati, patipierna,
-¿quién te gobierna?
-el gobernador
de Villapadierna.

Villapadierna es un pueblo cercano a Villacidayo, situado también en la ribera del Esla, pero en la margen izquierda.

-Se sienta al niño en el regazo y se le mueve o se le cogen las manitas, dando palmas, y se entona:

Maragato, pato,
rabo de cuchar,

-¿cuántos años tienes
para ir a casar?

-Tengo cinco meses,
un maragatin
con las bragas anchas
y el culo pequeñin.

-Coge el adulto un brazo del niño, que ha de tener la mano relajada, y lo mueve hacia arriba y hacia abajo durante toda la retahíla, y al decir «pan, pan, pan» le da al niño en la cara con su propia mano relajada tres veces. Esta es:

La mano muerta,
los perros en la puerta
piden pan,
no se lo dan,
agarran la cacha:
¡pan. pan, pan!

-Se sienta al niño en el regazo, rodeándole con los brazos y sujetándole bien la espalda, y, a la vez que se recita la retahíla, se le va moviendo hacia adelante y hacia atrás:

Truque, truque,
maderuque,
los del rey
sierran bien,
los de la reina
también.

Truque, truque, truque...

Al final, y al tiempo que se dice «truque, truque, truque...». se acelera el movimiento.

-Se sienta al niño en el regazo y se le cogen las manos para enseñarle a dar palmas, al tiempo que se entona:

Tostas, tostas,
para el gallo sopas,
para las gallinas
unas poquitinas.

Se repite varias veces el último verso y se aceleran las palmas.

-Esta consiste en un diálogo entre el adulto y el niño, en el que el primero lleva la contraria al segundo, mediante la cual se va reiterando la retahíla:

-Mi abuela tiene un gato
con las orejas de trapo
y el hocico de papel,
¿quieres que te lo cuente otra vez?
-Sí.
-Que no se dice que sí,
que se dice que no,
que mi abuela tiene un gato
con las orejas de trapo
y el hocico de papel,
¿quieres que te lo cuente otra vez?
-No.
-Que no se dice que no,
que se dice que sí, etc.

Existen otras retahílas que recitan los propios niños, ya sea al oir o ver algún animal, o al observar algún fenómeno natural, como la luna, el sol, la lluvia, etc. Estas son algunas:

-La recitan los niños cuando ven a la cigüeña en el nido, colocado encima de la espadaña de la iglesia:

Cigüeña, reteña,
súbete a la peña,
que allí están tus hijos
pidiéndote pan,
que eres una tuna,
que no se lo das.

-Al oir el canto del cuco en primavera, recitan los niños:

«Cucú, cucú». (Sonido del cuco.)
-¿Quién te comió la olla?
-Tú, tú, tú.

-Cuando cogen una carralina (mariquita) la dejan recorrer dedo por dedo de la mano y entonan:

Carralina de Dios,
cuéntame los dedos
y vete con Dios.

-La recitan -y ésta es muy conocida- cuando se encuentran a un caracol, para que salgan sus cuernos:

Caracol, col, col,
saca los cuernos al sol,
que tu padre y tu madre
también los sacó.

-Cuando el sol se mete tras una nube, la recitan los niños para que salga y caliente:

Sol, solico,
caliéntame el hocico
pa hoy, pa mañana
y pa toda la semana.

-Esta se entona de noche, ante la presencia de la luna en el cielo:

Luna, lunera,
cascabelera,
debajo la cama
tienes la cena.

Luna, lunera,
cascabelera,
cinco pollitos
y una ternera.

-Se recita cuando llueve:

Que llueva, que llueva,
la Virgen de la cueva,
los pajaritos cantan,
las nubes se levantan,
que si, que no,
que caiga un chaparrón
con azúcar y turrón.

Y otras retahílas, por fin, de entretenimiento:

-La pueden recitar uno o varios niños:

Tengo, tengo, tengo,
tú no tienes nada,
tengo tres ovejas
en una cabaña:
una me da leche,
otra me da lana
y otra mantequilla
pa toda la semana.

-Otra, que se entona la víspera del domingo:

Mañana es domingo,
se casa Perico
con una mujer:
ni sabe coser,
ni sabe bordar,
ni sabe la tabla
de multiplicar.

-Esta es para echar a suerte en algunos juegos:

Una, dole,
tele, catole,
quile, quilete,
estando la reina
en su gabinete
vino Gil,
encendió el candil,
candil, candilón,
justicia y ladrón.

TRABALENGUAS

Mostraré dos de ellos, muy utilizados por los niños del pueblo:

-Uno:

Poco a poco,
Paco, peco,
poco pico.

-El otro:

Perejil comi,
perejil cené,
¿cuándo me desemperejilaré?

CANCIONES DE CORRO

Eran abundantes en el pueblo las canciones de corro, por ello conviene mostrar varias de ellas. Al corro sólo jugaban las niñas, aunque había también corros de mozas. Las niñas jugaban en los recreos de la escuela, normalmente; y las mozas, al atardecer, cuando llegaba el buen tiempo de primavera.

-Se agarran de la mano, dando vueltas el corro y cantando la canción; cuando ésta dice: «Ja, ja, que hay jarandilla», se levantan los brazos y se van hacia el centro del corro y luego se bajan y se vuelve hacia atrás:

Arriba. los corredores, (bis)
que hay jerendilla, jajá.
que hay jerandilla.

Niña, si te preguntan (bis)
si tienes novio, jajá,
si tienes novio.

Responde sin vergüenza: (bis)
-Yo tengo cuatro, jajá,
yo tengo cuatro.

El primero es un hijo (bis)
de un confitero, jajá,
de un confitero.

que me regala confites (bis)
y caramelos, jajá,
y caramelos.

El segundo es un hijo (bis)
de un boticario, jajá,
de un boticario,

que me regala jarabe (bis)
para el catarro, jajá,
para el catarro.

El tercero es un hijo (bis)
de un zapatero, jajá,
de un zapatero,

que me regala zapatos (bis)
para el paseo, jajá,
para el paseo.

Y el cuarto ya no lo digo (bis)
porque no quiero, jajá,
porque no quiero.

-Las niñas forman el corro y en medio una de ellas salta a pata coja. En la canción se da un diálogo entre el corro y la niña del centro; al final de la canción, al decir: «Yo me burlaré de ella», se deshace el corro y se dan palmadas en la espalda unas niñas a otras:

-¿Dónde vas, coja, cojita,
mirufli, miruflá?

-Voy al campo por violetas,
mirufli, miruflá.

-¿Para qué son las violetas,
mirufli, miruflá?

-Para hacer una corona,
mirufli, miruflá.

-¿Para quién es la corona,
mirufli, miruflá?

-Para la Virgen de mi patrona,
mirufli, miruflá.

-¿Quién es la Virgen de tu patrona,
miruflí, míruflá?

-La Vírgen del Buen Consejo,
miruflí, míruflá. .

-¿Sí te encuentras con el rey,
miruflí. míruflá.

-Yo le haré una reverencia,
mirufli, miruflá.

-¿Si te encuentras con la reina,
mirufli, miruflá?

-Yo le haré otra reverencia,
mirufli, miruflá.

-¿Si te encuentras con el príncipe,
mirufli, miruflá?

-Yo le saco de paseo,
miruflí, miruflá.

-¿Si te encuentras con la guardia,
miruflí, miruflá?

-Yo me burlaré de ella,
mirufli, miruflá.

-Se forma corro, con una niña en medio de él. La primera estrofa la canta el corro; en la segunda estrofa, la niña del medio saca a una del corro al centro para pasearse con ella de un lado a otro, mientras el corro se deshace en dos filas y se dan palmas. Y así hasta que termina la canción:


¿Qué haces ahí, mozo viejo,
que no te casas,
que te estás arrugando
como las pasas?

Que resaladina,
que ame la mano,
que resaladina,
que vengo peinado.

Que salga la dama,
dama, vestida de marinero
y el que no tenga dinero
tenga caridad del cielo. (bis)

Regalo del alma mía,
regalo de mi querer,
los pollos en la cazuela
son pocos y saben bien
con hojitas de laurel.
y perejil también.

-Es un corro normal, no hay nadie en el medio. Y al decir: «Agáchate y vuélvete a agachar», se agachan todas las niñas:

Tengo de hacer una torre de
chocolate
con las campanas de azúcar,
¡qué disparate!

Agáchate
y vuélvete a agachar,
que las agachadinas
no saben bailar.

Agáchate
y vuélvete a agachar.

Yo con la pulga
Estoy enfadada
porque me pica
después de acostada.

Yo con la pulga
estoy por reñir
porque me pica
después de dormir.

-Se forma un corro, con una niña en medio. Se establece en la canción un diálogo entre la niña y el corro:

-Limón, limón, limón,
la torre se ha caído.

-Limón, limón, limón,
mandarla levantar.

-Limón, limón, limón,
no tenemos dinero.

-Limón, limón, limón,
nosotros lo tenemos.

-Limón, limón, limón,
¿de qué es ese dinero?

-Limón, limón, limón,
de cáscaras de huevo.

-Una niña se sale del corro y se esconde; el corro canta la primera estrofa, y al llegar a la segunda («¡Huy! , ya está aquí»), la niña escondida entra al centro del corro y hace una reverencia con la cabeza, luego elige a la niña que ella quiera del corro y la besa, y ésa es la niña que hará de conejo cuando se repita el juego:

El conejo no está aquí,
se ha marchado esta mañana,
a la tarde volverá.

¡Huy!, ya está aquí.
Haciendo reverencia
tú besarás
a quien te guste más.

-Diálogo entre la niña del centro y el corro, que inicia la niña del centro:

-Amigas, buenas tardes,
me voy a retirar.

-Espérate un poquito,
que vamos a jugar.

-Por hoy no me es posible.

-Pues ¿qué tienes que hacer?

-Lo que mi buena madre
me quiera disponer,
me ha dicho que sin falta
en casa esté a las seis
y yo como buena hija
le habré de obedecer.

-Razón tienes de sobra
en tu modo de pensar,
nosotras te aplaudimos
tu forma de actuar.


-Diálogo también entre el corro y la niña que está en el medio, que en la última estrofa tiene que elegir a una de las niñas para casarse; el diálogo lo comienza el corro:

-Mañana de mayo
al campo salí
a coger las flores
de mayo y abril.

-Yo soy la viudita
del conde Laurel
que quiero casarme
y no tengo con quién.

-Si quiere casarse
y no tiene con quién,
elija a su gusto
que aquí tiene quién.

-Elijo a Conchita
por ser la más bella,
la blanca azucena
que adorna el jardín.

-Diálogo: las dos primeras estrofas las canta el corro, la tercera y la cuarta las canta la niña del medio, y la quinta la canta la niña elegida por la del centro:

Adelancha, una lancha,
una jardinera vi
regando sus lindas flores
y al momento la seguí. (bis)

-Jardinera, tú que riegas
en el jardín del amor,
de las flores que tú riegas
dime cuál es la mejor. (bis)

-La mejor es una rosa
que se viste de color,
del color que se le antoja
y verde tiene la hoja. (bis)

Tiene tres hojitas verdes
y las demás encarnadas,
a ti te escojo, capullo.
por ser la más resalada. (bis)

-Muchas gracias, jardinera,
por el gusto que has tenido,
tantas niñas en el corro
y a mi sola me has cogido. (bis)

-Al principio, está formado el corro y hay una niña en medio; cuando se dice: «que salga usted», la niña del centro elige a una del corro y, agarradas de la mano, pasean de un lado a otro, una vez que el corro ha formado dos hileras alargadas, dando palmas:

Ha salido el sol
y sin una gota de aire,
que lo baile,
que lo baile,
que lo baile.

Que salga usted
que la quiero ver bailar,
saltar y brincar
y dar vueltas al aire.
con lo bien que lo baila
la jerigosa,
déjala sola.
sola en el baile.

CANCIONES DE COMBA:

Se cantan durante el juego de la comba. Puede haber varias modalidades de saltar según se va cantando:

a) Una sola niña salta durante toda la canción, y cuando ésta termina sale de la comba:

Al pimiento colorado,
azul y verde,
la señorita Ana
casarse quiere.

No quiere que sepamos
quién es su novio:
el señorito Pepe,
que es un pimpollo.

Cartas del rey han venido
para las niñas de ahora, de ahora,
que se vayan a la guerra
a defender su corona, corona.

Que una, que dos y que tres,
que salga la niña del corro,
que va a perder.

Soy la reina de los mares
y ustedes lo van a ver,
tiro mi pañuelo al suelo
y lo vuelvo a recoger,.

Pañuelito, pañuelito,
quién te pudiera tener
guardadito en el vasar
como un pliego de papel.

Que una, que dos y que tres,
que salga la niña del corro,
que va a perder.

En esta canción, al decir «tiro mi pañuelo al suelo / y lo vuelvo a recoger», la que salta tiene que tirar el pañuelo y recogerlo.

b) Varias niñas van saltando a lo largo de la canción, en fila, saltando cada una lo que dura el canto de un verso, que se puede saltar, según los casos, de un salto, de dos, de tres o de cuatro:

Mamá, papá,
¿de cuántos añitos
me dejas casar?
De uno, de dos,
de tres, de cuatro...

Madre e hija
fueron a misa,
se encontraron
con el marqués,
aunque la madre
riñe a la hija
tiene que dar
las dieciséis:
Dos, cuatro.

Una y dos,
María Tacañón,
ángeles del cielo,
María y Consuelo
del pecador,
bajó Pilatos
haciendo garabatos,
bajó tu tía
comiendo judías.

¿Cuándo vendrá el cartero?
¿Qué cartas traerá?
Traiga o no traiga,
la recibirá.

Una, dos y tres,
Pepito, Manolito y Andrés
escriben una carta al rey
con pluma, con tintero y con papel.

Una, dos y tres,
pluma, tintero y papel
para escribir una carta
a mi querido Manuel.

En la carta le decía:
recuerdos para tu tía
que está comiendo judías
con la caldera vacía.

Una, dos, tres y cuatro,
Margaríta tíene un gato,
lo lava, lo peina
y le pone los zapatos.

JUEGOS ACOMPAÑADOS
DE RECITACION O CANCIONES

Existen varios juegos de estos y de varios tipos. He aquí algunos:

-Juego del milano: Se coloca una fila de niños, en la que el primero es la madre, que será quien dirija el juego; los niños de la fila van todos agarrados por la cintura y, dando vueltas, entonan:

Milano, tieso, catatieso,
mariquita, pan y queso,
toro, torogil,
cuatrocientos, mil.

Al terminar esto, la madre dice:

-Mariquita la de atrás.

y la última de la fila contesta:

-Mande usted, mamá.

Y la madre le dice:

-Vete a ver qué está haciendo el milano.

Entonces la niña se dirige a un niño que se ha escondido previamente y le lleva el recado a la madre. Luego se vuelve a repetir otra vez la canción, con el mismo movimiento. Y se hacen tantos recados como la madre quiera. Y en el último recado, «mariquita» dice:

-Está afilando el cuchillo para ir a matar.

La madre, entonces, abre los brazos para defender a la fila del «milano», que ha salido a perseguirla.

-En este otro juego, dos niñas se dan las espaldas y se entrelazan con los brazos; una de ellas flexiona la cintura, y la otra queda encima de ella. Se establece un diálogo entre las dos, que lo comienza la que está flexionada, y al terminar el diálogo se vuelve a repetir, flexionándose la niña que antes no lo había hecho:

-¿En qué estás?
-En tableta.
-¿Qué comiste?
-Manzaneta.
-¿Oné bebiste?
-Aguamayo.
-Ten por mí
que yo me caigo.

-Juego del puñe, puñete: Los niños que participan en el juego van formando una torre de puños con las manos; uno de ellos va preguntando y los demás responden; éste es el diálogo:

-¿Qué hay aquí?
-Un palomar.
-¿Qué hay dentro?
-Tres palomitas blancas.
-¿Con qué se matan?
-Con escopeta de plata.
-¿Con qué se fríen?
-Con aceite y vinagre.
-El que lo ría que lo pague.

En este momento, se deshace la torre de puños y todos los niños mueven los brazos, girando un puño con otro y emitiendo un ruido que imita el zureo de las palomas: «rum, rum, rum. rum». y el que primero se ría, pierde.

-Se forman dos filas de niñas, una enfrente de otra, y dos niñas se pasean por el medio, agarradas con las dos manos. Se va cantando la canción y las de las filas dan palmas; al decir: «chiribí, chiribesa» o «chiribí, chiribona», etc., las dos niñas del centro hacen un giro y vuelven a la posición en que estaban:

Teresa la marquesa,
chiribí, chiribesa,
tenía una corona,
chiribí, chiribona,
con cuatro monaguillos,
chiribí, chiribillos,
y el cura, sacristán,
chiribi, chiribí, chiribá.

-Juegos de tapar la calle: Varios niños, agarrados de la mano, van ocupando el espacio de una calle, y, al tiempo que caminan, cantan; al decir: «nos ponemos de rodillas» y «nos volvemos a poner», se agachan todos:

A tapar la calle,
que no pase nadie,
que pasen mis abuelos
comiendo ciruelos,
tortillas amarillas,
nos ponemos de rodillas,
tortillas de papel,
nos volvemos a poner.

-Un niño pone las manos extendidas encima de la mesa, y otro niño o una persona mayor le va pellizcando cada dedo, por orden, y yendo y volviendo, a la vez que recita. Cada vez que se termina el recitado, el niño esconde el dedo en que terminó, doblándolo hacia dentro, hasta que se acaba con todos los dedos:

Pimpineja.
rabo la corneja,
conejita real,
pide pa la sal,
sal menuda,
pide pa la cuba,
cuba de barro,
pide pal caballo,
caballo montisco,
pide pal obispo,
obispo de Roma,
tapa la corona,
que no te la vea
la gata rabona.

____________
(1) Existen abundantes publicaciones, dentro de juegos y canciones, sobre el repertorio infantil; no las voy a citar ahora, pero sí quiero recordar, por ejemplo:

-BRAVO VILLASANTE, Carmen: Una, dola, tela, catola. El Libro del Folklore Infantil. Valladolid, 1976.
-DE SANTOS, Claudia; DELGADO, Luis Domingo, y SANZ, Ignacio: Folklore Segoviano. II. Repertorio Infantil. Segovia, 1986.
-También Claudia DE SANTOS ofrece un “Ramillete de folklore infantil" en el libro Agapito, pito, pito, del que es coautora junto con Ignacio SANZ, editado en Madrid, 1985.

(2) Aunque no están transcritas todas las canciones que aparecen en el presente trabajo, las cinco transcripciones musicales que se ofrecen de otras tantas canciones han sido realizadas por María del Carmen OLMEDILLAS.



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Revista de Folklore número 108 en formato PDF >


Cuando los niños juegan. Repertorio infantil de Villacidayo

CAMPOS, María

Publicado en el año 1989 en la Revista de Folklore número 108.

Revista de Folklore

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