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Chistes, humor, agresión y alivio

FERNANDEZ PONCELA, Anna María

Publicado en el año 2019 en la Revista de Folklore número 448 - sumario >

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Resumen

El humor y la risa tienen beneficios para la salud física y mental en muchos sentidos. Sin embargo, hay también un humor que agrede y violenta. Este trabajo presenta y revisa el humor que violenta, los perjuicios de ciertos tipos de humor verbal que se emplean usualmente en la actualidad en nuestra sociedad, en especial a través de los chistes. En primer lugar, se revisa y reflexiona desde la teoría, muy brevemente. En segundo lugar, se exponen un par de estudios de caso que muestran el humor violento, o no tan violento, el que agrede y el que alivia. El humor en las tragedias y los traumas con una ilustración particular, y el humor en las relaciones intergenéricas de cada día y en general.

Palabras iniciales

El objetivo de este trabajo es un acercamiento al humor violento a través de los chistes, esto es, violencia verbal, psicológica, cultural y simbólica (Bourdieu, 2000).

Para empezar, decir que lo cómico es aquello percibido como gracioso, y el humor es la percepción de lo cómico (Berger, 1999). Los chistes son narraciones culturales y expresiones sociales. La risa es una respuesta y expresión fisiológica a un estímulo humorístico. Una sucinta definición del chiste apunta a una forma de expresión social común y celebrada (Tolosa, 2005), «Dicho u ocurrencia agudos y graciosos» (DRAE, 2014).

Con objeto de continuar, señalar que hay cuatro teorías que explican e interpretan el humor, y la risa por extensión. La teoría de la superioridad, la teoría de alivio o liberación, la teoría de la incongruencia y la del juego, según diversos enfoques y autores (Fernández, 2016). Hay también, cinco funciones del humor, la social, agresiva, defensiva, intelectual, sexual (Ziv, 1984).

Por otra parte, el humor es de varios tipos, aquí tomaremos dos perspectivas. En primer lugar, la de Freud (2008) que por cierto se centra en el chiste. Este autor considera dos tipos o tendencias de chistes, el inocente y abstracto, y el tendencioso –que incluye el hostil y el obsceno–. Con el obsceno se muestra una desnudez. El hostil se centra en la agresión, la sátira o incluso la defensa, incluye en este tipo los cínicos y escépticos. Se trata del uso del arma del ridículo, una suerte de venganza exenta del peligro, a veces rebelión contra la autoridad, a menudo crítico, el placer viene dado por la liberación de las fuentes sometidas a la represión, la remoción de coerciones, la expresión de sentimientos reprimidos, la sublimación y gratificación sustitutoria.

En segundo lugar, la de Berger (1999) que aborda el humor, y en él se incluye el chiste, y considera el benigno, la tragicomedia, el ingenio, y finalmente, la sátira. Dentro de esta última opción es que habla del uso cómico con fines agresivos, como ataque, incluso como arma directamente, ya sea contra la institución social, así como, individuos y grupos o colectivos sociales.

Según lo que se acaba de mencionar, dentro de la teoría de la superioridad, y también de la liberación es que se enmarca la violencia en el humor y la violencia en los chistes, sin desestimar las otras, por supuesto. Dentro de la función agresiva y defensiva es que se contextualiza la violencia en el humor y en los chistes, además de las otras que se complementan. Los chistes violentos en general, además y como se dijo, están dentro de los chistes tendenciosos y hostiles, satíricos y agresivos.

Para ir cerrando este apartado introductorio comentar que en estas páginas se indaga la violencia o el humor violento a través de dos estudios de caso, los chistes creados a raíz de un supuesto desastre o catástrofe y ante un trauma personal y social, con el ejemplo de caso de los creados y difundidos en tiempos de la contingencia sanitaria decretada por la influenza AH1N1 en el año 2009 en México. Por otro lado, los chistes que reflejan las relaciones entre los géneros en general –sin tiempo y espacio concreto, si bien predomina la mirada desde México y en la actualidad–, o que sería más exacto decir el conflicto intergenérico. Así, vemos como cuestiones aparentemente lejanas al humor, tales como traumas y conflictos, este hace su aparición.

Los chistes sobre desastres y traumas[1]

Hablar de chistes, desastres y traumas, podría pensarse como algo incompatible, sin embargo, todo el mundo conocemos chistes que bromean sobre determinadas catástrofes aún sabiendo el dolor que estas han provocado en personas, colectivos y países completos. Son mensajes que normalmente tienen lugar entre emisor y receptor sobre un tercero, esto es, no está presente en principio la víctima directa, lo cual no significa que para algunas personas puedan ser calificados como crueles, políticamente incorrectos o éticamente reprochables.

Al indagar sobre los chistes alrededor de la Influenza en México en 2009, lo que se observó es que hubo poca violencia y agresividad, se trató de chistes ingenuos (Freud, 2008) o benignos (Berger, 1999), o en todo caso, cuando asomaba la agresividad iba dirigida contra un determinado actor social como en el caso de los chistes hacia políticos, ya que aprovechando la problemática se externaba el resentimiento social existente en el país.

A continuación, se presenta una recolección de chistes realizada sobre el tema, reordenada por sub temáticas y tipologías.

En general, como decimos, se trata de relatos graciosos e ingenuos, blancos o abstractos, varios de ellos sobre animales, en especial el cerdo por aquello de que en los primeros días se nombró a la enfermedad-epidemia como «influenza porcina», y decirse incluso que se trataba de un virus humano que mutó en el puerco y luego volvió al ser humano, además de los consejos sobre no consumir la carne de este animal, para crisis del sector ganadero del mismo. Comentarios, anécdotas, bromas y chistes en torno al puerquito, marranito, chanchito o cerdito, fueron varias. Entre los chistes el típico comparativo, en este caso entre animales compitiendo, y por supuesto, el cerdo era el ganador declarado en todo momento. A veces, los relatos eran a modo de dichos o refranes, otras de acertijos, además de chistes, pero en todo caso, siempre provocando humor chistoso, o por lo menos, esa era la intención aparente.

«Cría cuervos y te sacarán los ojos, cría puercos y te sacarán los mocos».

«Árbol que nace torcido es porque tiene influenza».

«¿Cómo sabes si tienes influenza? Te sacas un moco, te lo comes y si sabe a cochinita, tiene influenza» o «si sabe a chicharrón».

«¿Cómo sabes que te has contagiado de la gripe porcina? Porque se te enrosca la cola».

«Mamá ¿puedo tener un changuito? ¡No hijo que te da influenza!».

«¿Sabes por qué murió la rana René? Murió contagiado por Pegui».

«¿Y esas plumas en tu cuerpo? -Es que tengo influenza. -Idiota, es fiebre porcina no aviar».

«El lobo y los tres cochinitos…pero de otra manera pues los cochinitos asustan al lobo».

«Están tres animales, un león, un perro y un cerdo. El león dice: yo sólo rujo y hago temblar a toda la selva. El perro dice: a mí me sale espuma y todos los perros huyen. Y el cerdo dice: yo sólo necesito bostezar y todo el país se pone en alerta roja».

«Hay uno buenísimo del club de los animales: las vacas locas, la gripe aviar, le daban la bienvenida a la gripe porcina».

«Está un león, un oso y un puerco discutiendo. Entonces dice el león, yo con un rugido hago temblar la selva, el oso, yo con un zarpazo atemorizo a cualquiera, el puerco, yo con un estornudo hago temblar de miedo a México».

También humo algún que otro chiste que puede ser catalogado de tendencioso, discriminatorio o agresivo, en concreto en contra las personas del Distrito Federal (DF) –hoy Ciudad de México (CDMX)– al considerarlas desde otros lugares de la República mexicana como las responsables, portadoras del virus y posible fuente de contagio, ya que en la capital tuvieron lugar o se anunciaron más casos positivos. Y si había algo de rencor o animadversión hacia las y los capitalinos, esta surgió o resurgió, y se expresó al calor de la coyuntura sanitaria.

«¿Por qué la influenza empezó en el DF? Porque a los cerdos les da primero»

«Los del DF son mala influenza».

Como siempre, también apareció el humor en tono de crítica política, en especial a la clase política y hacia algunos personajes protagónicos de la escena pública. Por lo que el enojo o resentimiento social afloró también, con la excusa de la influenza o a través de su supuesta presencia, con burla, ironía y sarcasmo. Aquí sí apareció en todo su esplendor la función de agresión, pero no fue sobre la supuesta influenza o sus posibles víctimas, sino sobre políticos.[2]

«¿Por qué se cayó el avión de Mouriño (ex Secretario Gobernación)? Tenía influenza y estornudó».

«Carstens[3] (Secretario Hacienda) es el culpable de la influenza…Qué es esto: gripe porcina».

Algún que otro chiste fue en torno a la sociedad mexicana o mundial de forma humorística en general.

«¿Sabe por qué se está infiltrando (narco) tan fácilmente en la sociedad mexicana? Pues porque tiene influenza».

«Primer acto: sale un cambión con indocumentados a USA…Segundo acto: sale un avión con indocumentados a Europa…Tercer acto: sale un barco con indocumentados a Asia. ¿Cómo se llamó la obra? Tráfico de influenzas»

«¿Por qué no es bueno juntarse con la gripe? Porque es mala influenza».

La influenza fue decretada por el gobierno del país la noche de un miércoles 23 de abril y el viernes siguiente en la mañana de esa misma semana se produjo un sismo en la ciudad de México, así que el chiste al respecto de un desastre a otro, no se hizo esperar. Se trató eso sí del más popular, inmortalizado en caricaturas, reproducido por los medios de comunicación y contado de boca a oreja entre la población por aquellos días.

«¿Qué le dijo México a la influenza: ¡Mira como tiemblo!».

Ejemplo también de cómo el humor ante una catástrofe toma distancia y aligera la desgracia, la amenaza, la incertidumbre y el temor. En este caso destaca la teoría del alivio (Fernández, 2016) y la función de defensa (Berger, 1999).

Se considera importante el sentido del humor en momentos de desastres, catástrofes y el desarrollo del estrés postraumático entre la población, pero de un humor, por supuesto, sensible y apropiado a las circunstancias. El humor es positivo contra las emociones que se desatan en dichas coyunturas como miedo o enojo, positivo contra el estrés y la ansiedad, ante incluso el bloqueo emocional, aligerar emociones dolorosas y sostener sentimientos de control de la situación o la sensación de sobrellevarla. Es descarga evidente de tensión y alivio y liberación (Freud, 2008), así como, evitación de amenaza, distanciamiento, dispersión, atenuación de todas las sensaciones emociones y sentimientos que perturben. Un sentido del humor, como se dijo, apropiado, sensible, funcional, satisfactorio, no violento ni agresivo, ni tendencioso ni hostil, que no bromee o se burle del drama que se vive. En este caso sí se logró, aunque hay que reconocer que no siempre es así, y en ocasiones si hay humor violento y agresivo, totalmente inapropiado e insensible, que puede herir y revictimizar a las víctimas de un desastre. No obstante, y con la excusa de la contingencia sí apareció la violencia en los chistes hacia actores políticos y contra los habitantes capitalinos por ejemplo, de forma indirecta su aparición, pero se trató de violencia directa que aprovechó la coyuntura para aflorar y expresarse.

Los chistes, como se ha visto, cubrieron necesidades cognitivas y afectivas, de comunicación y emocionales, una suerte de respuesta psicológico-cultural adaptativa, para dar sentido o transitar la incertidumbre, bromear sobre lo que pasa, dar la vuelta a algunas cosas, envolverlas con humor sensible y apropiado. Como se afirma, a veces hay que reírse de algo feo u horrible para dominarlo, ayudando a manejar amenazas y temores, transitar emociones desagradables y vincularse afectivamente, para sentir que estamos del otro lado o que hemos ganado la partida (García, 2002), una suerte de risa salvadora y que hace más soportable la vida (Berger, 1999).

Los chistes en las relaciones intergenéricas[4]

Pensar en los chistes sobre las relaciones entre hombres y mujeres, no es posible sin esbozar una sonrisa de complicidad al recordar alguno de ellos. No obstante, en principio sería posible pensar que podría haber todo tipo de teorías y funciones del humor implicadas en ellos, así como, diversos tipos. Nada más lejos de la realidad, pues aunque sí aplican las teorías y funciones diversas, la mayoría sino es que la práctica totalidad se centran en un discurso y mensajes violentos de uno a otro sexo de forma clara y directa –aunque a veces con indirectas–, una suerte de guerra de sexos reflejada en una guerra de chistes. Así que la teoría de la superioridad (Fernández, 2016) y la función de agresividad (Ziv, 1984) son las que predominan, así como, el humor agresivo (Berger, 1999) y los chistes tendenciosos y hostiles (Freud, 2008).

Eso sí, destacar que hay chistes que violentan a mujeres, como hay chistes que violentan a hombres, quizás en similar o igual número, cosa que en principio podría no pensarse y considerar que predominan los chistes denominados machistas en contra de las mujeres. Pero para sorpresa de quien así piensa, esto no es así, si bien no es posible una afirmación rotunda, sí la consideración del importante número de chistes para uno y otro sexo, otra cosa quizás, es la cantidad de reproducción de los mismos en la vida cotidiana.

Se presenta un resumen reorganizado por ciertas tendencias de sub temáticas, algunas que atañen a ambos géneros, y otras más particulares de cada uno, en todas hace acto de presencia la violencia y agresión, la burla o escanio, la ironía o la sátira.

Chistes discriminatorios y violentos hacia las mujeres:

Nuevas tecnologías:

«¿En qué se parecen las mujeres a las computadoras? ¿En qué? En que hay que invertir mucho para que tenga algo más o menos decente»

«¿Cómo sabes qué computadora estaba usando una mujer? Por el corrector en la pantalla»

Inteligencia:

«¿Por qué las mujeres sonríen siempre después de una tormenta con relámpagos? Porque creen que las han estado tomando fotos»

«¿Qué hace una mujer dando manotazos en el aire? Reuniendo sus pensamientos»

«¿Por qué la mujer tiene un sexto sentido? Porque los otros cinco no le sirven para nada?»

«¿Cómo se llama a la mujer con medio cerebro? Prodigio»

«¿Por qué la Estatua de la Libertad es mujer? Porque los ingenieros necesitaban una cabeza hueca para el mirador»

Belleza:

«El jefe revisa una carta que acaba de escribir la secretaria. –Tendrá que borrar algunas palabras, señorita. -¿Cuáles, señor? –La verdad es que cuando le dije que sus ojos eran muy bonitos, no era para que se lo dijera al cliente»

«Un escultor decía: -Para esculpir a la mujer perfecta, voy a tomar los brazos de Sofía Loren, el rostro de Brigitte Bardot, el busto de Gina Lollobrigida y las piernas de Farah Fawcett. Uno de público exclamó: -Yo me conformo con lo que vaya sobrando»

Sexo:

«¿En qué se parece una mujer a un fósforo? En que sólo hay que calentarlas un poquito para que pierdan la cabeza»

«¿Por qué tienen piernas las mujeres? Para ir de la recámara a la cocina»

Trabajo doméstico:

«¿Por qué las mujeres no van a la luna? Porque todavía no hay nada que fregar»

«¿Qué hace una mujer fuera de la cocina? Turismo»

«Si un hombre y una mujer se tiran del tejado ¿Quién llegará primero al suelo? El hombre porque la mujer bajará limpiando los cristales»

«¿Qué hay que hacer para ampliar aún más la libertad de una mujer? Enchufar la plancha a un alargue»

«¿Cuál es el mejor nombre para una mujer? Dora. Como en la lavadora, limpiadora, secadora…»

«¿Cómo ayudas a una mujer a limpiar la casa? Levantando los pies cuando pasa la aspiradora»

Animales:

«¿En qué se parece la mujer al pescado? En que la cabeza es la parte que no es útil»

«¿En qué se diferencia una mujer de un caballo? En la mirada noble e inteligente del caballo»

«¿Por qué una mujer puede comer carne de vaca loca sin que le pase nada? Porque afecta al cerebro»

Torpezas:

«¿Qué hace una mujer después de estacionar? Camina hacia la vereda»

«A un hombre le robaron la tarjeta de crédito, pero no hizo la denuncia porque el ladrón gastaba menos que su esposa»

«¿Cómo se llama la modalidad de tenis en la que en cada lado de la pista hay una mujer y un hombre? Individual masculino con obstáculos»

«¿Por qué el alcohol tiene células femeninas? Porque cuando alguien se emborracha, conduce mal y no deja de decir tonterías»

Violencia:

«Dos amigos estaban hablando sobre los cumpleaños de sus esposas. Uno le dijo al otro: Para el cumpleaños de mi esposa le regalé un collar. Y ¿vos? No, yo todavía la dejo suelta»

«Un hombre llega a casa a la hora de la comida. La mujer le pregunta: ¿te sirvo? El responde: a veces»

«¿En qué se parece una mujer a una baldosa? En que contra más fuerte le pegues al principio más la podés pisar después»

Se seleccionaron estos chistes de estas temáticas por ser cuantitativamente significativos, ya que hay muchos sobre las mismas, eso sí si bien, como se verá a continuación los chistes sobre nuevas tecnologías, inteligencia, sexo, animales y violencia directa, hay dedicados a mujeres y a hombres, sobre la cuestión de la belleza, trabajo doméstico y torpezas se dedican en su mayoría a las mujeres. Y como también se observará, los hombres tienen algunos especiales en torno a su costumbre de no preguntar para orientarse y sobre el infantilismo.

Chistes discriminatorios y violentos hacia los hombres:

Nuevas tecnologías:

«¿En qué se parece un hombre al Windows? En que cada vez que sale parece que lo incluye todo, pero al final siempre aparece una versión que lo reemplaza»

«¿En qué se parece un hombre a una computadora? En que piensa y hace todo, pero si no lo programas no hace nada»

Inteligencia:

«¿Qué tienen en común los ovnis y los hombres inteligentes? Que todo el mundo habla de ellos pero nadie los ha visto»

«¿Por qué los hombres son como ovnis? Porque no saben de dónde vienen, cuál es su misión, ni cuánto tiempo van a quedarse»

«¿En qué se parecen los dinosaurios a los hombres inteligentes? En que los dos se extinguieron»

«¿Por qué los hombres silban mejor que las mujeres? Porque tienen un cerebro de pájaro»

«¿Qué es un estudio doble ciego? Dos hombres leyendo las instrucciones de la lavadora»

Sexo:

«¿Cómo vuelves loco a un hombre en la cama? Escondiéndole el control remoto a la hora del partido»

«¿En qué se parece un hombre a una pizza? En que lo llamas por teléfono y a los 20 minutos lo tienes caliente en la puerta»

«¿En qué se parecen los hombres a las telenovelas? Justo cuando las cosas empiezan a ponerse interesantes, el episodio se acaba»

«¿Qué tienen en común: los aniversarios de boda, un baño público y el punto G? Que los hombres no aciertan con ninguno»

«Dios llama a Adán y le dice: tengo una buena noticia y una mala. La buena primero, contesta Adán. Dios responde: te voy a hacer dos regalos, un cerebro y un pene. Fantástico ¿y la mala? No tienes suficiente sangre para hacer funcionar los dos al mismo tiempo»

Animales:

«¿Qué hubiera hecho la mujer sin el hombre? Hubiera domesticado otro animal»

«¿Por qué las mujeres les ponen cuernos a los hombres? Porque un hombre sin cuernos es un animal muy indefenso»

«¿En qué se parecen los hombres a los delfines? En que dicen que son inteligentes pero nadie lo ha demostrado aún»

«¿En qué se parecen los hombres a los caracoles? En que tienen cuernos, babean y encima se arrastran. Y por si fuera poco, creen que la casa es suya»

No preguntan:

«¿Por qué hacen falta millones de espermatozoides para fertilizar un solo óvulo? Porque los espermatozoides son masculinos y se niegan a preguntar cuál es el camino»

«¿Por qué las tribus de Israel tardaron tanto en cruzar el desierto? Porque los hombres no se detuvieron a preguntar la dirección»

Infantilismo:

«¿Por qué los hombres no llegan a la menopausia? Porque se quedan en la adolescencia»

«¿Por qué el psicoanálisis es más breve para el hombre que para la mujer? Porque cuando hay que hablar de la infancia, los hombres todavía están allí»

«¿Por qué los hombres son como niños prodigio? Porque a los cinco años tienen la misma inteligencia que a los 50»

Violencia:

«Si pudimos enviar un hombre a la luna ¿Por qué no enviarlos a todos?»

En este caso, no se trata de una situación concreta tanto geográfica como temporalmente, pues hay chistes similares para varios países y si bien es un asunto actual también es posible afirmar que ya dura varios años. No se conocen chistes blancos, inocentes, benignos. Hay una gran cantidad de chistes con cierto nivel de violencia, tendenciosos (Freud, 2008) y agresivos (Berger, 1999), producto de un discurso y mensajes que apuntan como un medio y recurso de expresión de poder (Van Dijk, 2001), como violencia simbólica (Bourdieu, 2000), emocional, cognitiva, cultural. Una violencia que desvaloriza, denigra, menosprecia, minosvaloriza al otro o a la otra. Una violencia que cohesiona al endogrupo mientras marca las diferencias con el exogrupo (Tajfel, 1984). Una violencia que es reflejo del conflicto de las relaciones intergenéricas que existen en la realidad social de nuestros días en buena parte del mundo. Y que a juzgar por la fotografía o termómetro de la candidad y contenido de los chistes, bien merece una reflexión.

Una violencia que en resumen se mueve en dos vías muy claras y que conviven, por un lado, la producción, fomento y reproducción del discurso social de discriminación y violencia sexista, fincado en miedos emocionales, enredado en estereotipos y roles culturales, perjuicios sexistas, estigmas sociales. Por otro lado, estos mismos chistes sexistas alivian tensiones físicas, mentales, culturales, sociales y afectivas, descargan resentimientos y liberan tensión emocional y cultural, desvían la agresividad al constituir en cierto modo una válvula de escape que suelta la represión y desplaza los sentimientos hostiles, remueve coerciones y sublima, a través de una gratificación sustitutoria (Freud, 2008). Esto es, hay una expresión, toda vez que relativización a través de la expresión, de las relaciones conflictivas intergenéricas, del conflicto mismo (Simmel, 2010; Robine, 2005; Galtung, 2003).

Palabras finales

Los chistes por casi todo mundo celebrados, no siempre ocupan el lugar de reflexión que merecen. Berger (1999) señala que estudiar el humor es estudiar a la sociedad, y esto es un poco la intención desarrollada y expresada a lo largo de estas páginas.

A modo de resumen final, afirmar la violencia en el humor, y concretamente en el espacio de los chistes. Como esta no está presente su crueldad en todos los desastres y catástrofes que causan traumas entre la población, a través del ejemplo de los chistes de la Influenza en México en 2009. Si bien, en otros sí lo ha estado, tales como los chistes sobre las Torres gemelas de Nueva York en 2001, las explosiones de San Juanico (San Juan de Ixhuatepec) en 1984, o el incendio en la guardería ABC en Hermosillo en 2009, para poner algunos ejemplos. En todo caso, se considera que ante las circunstancias se propugna un humor apropiado, no violento, o no del todo o no para todos. Ante el drama se intenta que el humor y el chiste sea reconfortante, sensible, que alivie, fomente la risa o por lo menos la sonrisa, y que colabore con el equilibrio emocional necesario en esas coyunturas, ya de por sí muy violentas y amenazantes para las personas y los grupos humanos.

Por otra parte al parecer, la violencia no puede dejar de estar presente en el humor y los chistes en las relaciones intergenéricas, o la mirada de uno a otro sexo y viceversa, en diferentes intensidades. Aquí sobresale la teoría de la superioridad, la función de agresión o defensa del endogrupo agrediendo al exogrupo. Con un discurso inapropiado, políticamente incorrecto, insensible emocionalmente, belicoso socialmente. Lo cual da lugar a la creación y recreación, la reproducción de las miradas y discursos enfrentados, la persistencia de estereotipos sexuales, el distanciamiento y el no entendimiento entre los sexos. Sin embargo, dentro y ante este panorama de violencia lingüística y simbólica, hay que pensar que no solo se reitera y que puede llegar a exacerbar el enfrentamiento y distanciamiento. Hay que pensar, que también y sin desconocer esto último y en paralelo, tiene lugar la función de alivio (Freud, 2008), liberación y descarga de tensión emocional y socio-cultural, al poder expresarse y con ello también intentar soltar y reequilibrar emocionalmente los desajustes, desencuentros y conflictos intergenéricos, que al parecer tienen lugar de forma importante en la sociedad actual, a juzgar por la profusión e intensidad reflejadas en los mismos chistes.

Finalmente, tras esta revisión de humor violento, entre traumas y conflictos, bien vale la pena repensar la ética del humor, que como propone Siurana (2013:27), «contribuye al equilibrio del ser humano consigo mismo y con los demás, porque fomenta una actitud positiva ante la vida, respetuosa con uno mismo y con los demás».

Anna María Fernández Poncela

(Universidad Autónoma Metropolitana. México)




BIBLIOGRAFÍA

Berger, Peter (1999) La risa redentora. La dimensión cómica de la experiencia humana. Barcelona: Kairós.

Bourdieu, Pierre (2000) La dominación masculina. Barcelona: Anagrama.

Diccionario De La Real Academia Española (DRAE) (2014) «Refrán» https://dle.rae.es/?id=VesRhX7

Fernández Poncela, Anna María (2016) Humor en el aula. México: Trillas.

Freud, Sigmund (2008) El chiste y su relación con los inconsciente. Madrid: Alianza editorial.

Galtung, Johan (2003) Tras la violencia, 3D: reconstrucción, reconciliación, resolución. Gernika: Gernika.

García Walker, David (2002) Los efectos terapéuticos del Humor y de la Risa. Málaga: Sirio.

Robine, Jean Marie (2005) Contacto y relación en psicoterapia. Santiago de Chile: Cuatro Vientos.

Simmel, Georg (2010) El conflicto. Sociología del antagonismo. Madrid: Sequitur.

Siurana Aparisi, Juan Carlos (2013) «Los rasgos de la ética del humor. Una propuesta a partir de autores contemporáneos» Veritas. Revista de Filosofía y Teología, 29, septiembre, Pontificio Seminario Mayor San Rafael, Valparaiso.

Tajfel, Henri 1984 Grupos humanos y categorías sociales. Barcelona: Herder.

Tolosa Igualada, Miguel (2005) «De la traductibilidad del chiste: más allá de los factores perceptibles» en Interlingüística, 16(2) Asociación Jóvenes Lingüístas, Murcia.

Van Dijk, Teun (2001) «El estudio del discurso» en Van Dijk, Teun A. (comp.) El discurso como estructura y proceso. Barcelona: Gedisa.

Ziv, Avner (1984) Personality ense of humor. Michigan: Spinger Pub Co.




NOTAS

[1] Las fuentes de estos chistes fueron básicamente dos: una encuesta aplicada por esos días sobre la influenza en la ciudad de México, una de cuyas preguntas era la solicitud de un chiste, además de la revisión hemerográfica y en internet sobre el tema, y la observación tan participante como se podía debido a los limitantes de las medidas.

[2] En este punto señalar que los chistes más tendenciosos políticamente hablando fueron los de la caricatura política, que no traemos a estas páginas por no ser objeto de estudio de este texto.

[3] La burla iba hacia la obesidad del Secretario de estado.

[4] Ante la amplitud de los chistes sobre el tema, las fuentes fueron desde la escucha en directo de los mismos en reuniones, con observación participante, hasta la búsqueda en webs de internet, pasando por publicaciones de diversa índole.



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Chistes, humor, agresión y alivio

FERNANDEZ PONCELA, Anna María

Publicado en el año 2019 en la Revista de Folklore número 448.

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