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Revista de Folklore número

433



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«Floreció el copihue rojo». La cueca recogida por Violeta Parra en Concepción, Chile

URIBE ULLOA, Héctor

Publicado en el año 2018 en la Revista de Folklore número 433 - sumario >



Presentación

Violeta Parra es sin lugar a dudas un referente para la música popular chilena. Su capacidad interpretativa y creadora la ha llevado a desarrollar un estilo artístico muy original dialogando también con otras expresiones como pintura, escultura, cerámica y poesía. Como artista fue reconocida en Chile como la mejor folclorista del año en 1955 y en la década del ’60 viaje a Europa y expone en el Museo del Louvre en Francia. Su trabajo investigativo fue el punto de partida para desarrollar toda su potencialidad creadora reencontrándose y reencantándose con la sabiduría popular campesina.

Este escrito viene a dar cuenta en forma muy sucinta de la presencia de Violeta Parra por el gran Concepción y su trabajo investigativo realizado sobre la cueca chilena. Nos centraremos en ejemplificar la cueca campesina, relacionando el trabajo de recolección e investigación musical con sus creaciones y publicaciones discográficas.

Fruto de un trabajo investigativo serio y sostenido a lo largo de varios años, Violeta Parra plasma los resultados de su encuentro con el cancionero popular chileno, por medio de producciones discográficas, ediciones musicales impresas y un manuscrito inédito, hallazgo musical conservado en Concepción.

Investigación y edición musical

De la voz de Violeta Parra podemos señalar que «Chile es el mejor libro de folclore que se haya escrito[1]». Haciendo alusión a que las cantoras campesinas son una «fuente folclórica de sabiduría[2]» con una pluralidad de oficios, siendo la música uno de estos tantos oficios y que en definitiva vienen a conformar una cosmovisión de vida relacionada con lo humano y lo divino. Junto al fogón de la cocina de piso de tierra, compartiendo mates, sopaipillas y queso fresco; o junto a la sombra de una parra, la oralidad hace lo suyo y va gestando y escribiendo este gran libro abierto de tradiciones populares que en la cotidianeidad cobran vida traduciéndose en cantos, cuentos, chistes, versos, oraciones, conjuros, recetas, preparaciones, entre tantas otras manifestaciones del pueblo chileno.

Violeta Parra supo leer este libro y comienza el camino de encuentro con el otro, ese encuentro con el ser que le va haciendo sentido y que le permite recibir, re - crear y comunicar esta sabiduría ancestral que de algún modo ya estaba incorporada en lo más profundo de su naturaleza por medio de la creación artística.

Tomado como referencia lo señalado por Patricio Manns acerca de su amiga Violeta:

Las propias naturalezas de la vida gestan las condiciones necesarias para transmutar su acechanza en poesía y desabotonar el severo prestigio de su nombre: Violeta Parra. En tan aguda confluencia – flor de la tristeza y el árbol del vino –[3].

Violeta Parra nos cuenta en la presentación de su disco de cuecas, que se inicia en la recopilación y por ende en la investigación en el año 1953 en la comuna de Barrancas[4], con la señora Rosa Lorca, quien le entrega las primeras canciones.

Su repertorio se ve cruzado también con la música que aprendió de su madre doña Clarisa Sandoval Navarrete y de su padre don Nicanor Parra Alarcón, siendo la primera fuente de investigación musical que luego agrega a su repertorio interpretativo como en la versión de la conocida mazurca «La Petaquita».

Tengo una petaquita

para ir guardando

las penas y pesares

que estoy pasando.

Pero algún día

pero algún día

abro la petaquita

y la hallo vacía[5]

En entrevista para la revista Ecran del año 1954, Marina de Navasal pregunta a Violeta Parra -¿Cuándo aprendió nuestro folclor?-. Ella responde: «Desde que nací. En Malloa, a tres leguas de Chillán, había unas parientes lejanas mías que cantaban muy lindo. Una de ellas, Lucrecia Aguilera, me enseñó la base de todo lo que sé ahora[6]».

La música aprendida de su familia en los campos cercanos a Chillán son los primeros repertorios recogidos por Violeta y serán los que marcarán la pauta para ampliar este micro universo sonoro a otro macro, donde podrá conocer la auténtica expresión popular del pueblo chileno.

Con su espíritu inquieto que la caracterizó, Violeta inicia un camino de investigación musical centrado entre los años 1953 a 1958, siendo su paso por el gran Concepción una ruta muy importante para la recopilación de cuecas y tonadas.

En su primer disco larga duración grabado en Chile para el sello Odeón en la colección El Folklore de Chile, titulado Violeta Parra Canto y guitarra[7], nuestra artista interpreta un variado repertorio de tradición popular producto de sus recolecciones en terreno realizados principalmente en Santiago y alrededores, presentándonos la riqueza poético musical de los antiguos. Ente disco es la síntesis de sus futuros trabajos de recolección y creación musical, ya que representa tanto el canto a lo Divino, como el Canto a lo Humano; temas instrumentales para guitarra sola y creaciones basadas en la tradición musical campesina en los temas: Parabienes al revés, Versos por la niña muerta, dedicada a su hija y Versos por despedida a Gabriela Mistral.

En la contraportada de este disco se puede leer:

Artista innata, nacida en la ciudad de Chillán, centro de tradiciones autóctonas. Violeta Parra ha ido perfeccionando su individualización con la música más auténtica de nuestra tierra a través de pacientes y profundos estudios, de recorrer los campos, de conversar con viejos cantores populares, con ancianas que aún recuerdan las tonadas que oyeron de labios de sus abuelas, y de cambiar ideas con músicos y estudiosos de nuestro país. Esta inquietud personal ha logrado reflejarla en los demás, y es así como desde su aparición en nuestro medio artístico, alrededor de 1950, produce un notable aumento en el interés general por los más puros valores de nuestro folklore. Se dijera que Violeta Parra ha descubierto a las nuevas generaciones un Chile musical hasta ahora desconocido[8].

Es 1957 un año clave para su trabajo musical, año en que es contratada por la Universidad de Concepción para realizar labores de investigación y creación de un museo de música folclórica. Llega a la zona en mayo de 1957 y deja Concepción en julio del año siguiente, con la finalidad de instaurar un museo de música folclórica, que finalmente se inauguró como Museo Nacional de Arte Folclórico, el cual funcionó durante su estadía. Recorrió los sectores rurales cercanos como Hualqui, Santa Juana, Yumbel, Chiguayante y ramales intermedios, recogiendo una cantidad importante de material poético musical que difundió en diferentes medios.

De este periodo es su segundo LP titulado Violeta Parra: Acompañándose en guitarra. El folklore de Chile Vol. II de 1958 editado por Odeón Chile, donde interpreta parte de las investigaciones musicales realizadas en la zona y en el país. Es precisamente el último tema de este disco titulado «Yo también quiero casarme», un ejemplo del material folclórico recogido por Violeta Parra en la localidad de Millahue al interior de Concepción, polca de estilo jocoso aprendida de doña Laura Bastida.

Yo también quiero casarme

como todas las demás

pero joven a mi gusto

yo no he podido encontrar.

Mejor será señores

que me quede sin casar

y no caer a la trampa

por toda una eternidad[9]

Esta nueva grabación es el resultado de un año de recopilación de valioso material, tiempo en que la artista ha formado el Museo de Música Popular Chilena en la Universidad de Concepción, enriquecido por un archivo fotográfico de las fiestas nacionales, una lista de 32 composiciones de música culta y dos películas documentales: una sobre la fiesta de San Sebastián de Yumbel y otra sobre la Trilla a Yegua[10].

Al año siguiente aparece publicado su tercer y cuarto LP: La Cueca presentada por Violeta Parra. El folklore de Chile Vol. III, y La tonada presentada por Violeta Parra. El Folklore de Chile Vol. IV, ambos de la misma colección de Odeón de 1959. En el disco de cuecas es la propia Violeta Parra quien va explicando los tipos y variantes de cuecas que ella ha estudiado presentándonos 24 cuecas de tradición oral más y la interpretación de la cueca larga de los Meneses, texto de creación de su hermano Nicanor.

Gastón Soublette encargado de realizar un estudio de la cueca chilena y que circuló en la primera edición del disco de la cueca con cuadernillo anexo, nos entrega antecedentes y detalles de la importancia de su paso de Violeta Parra en Concepción.

Calificativos como «Melodías encantadoras, frescas y primaverales» para referirse a las cuecas recopiladas, o expresiones como «hay en esta región material suficiente para una media docena de libros y son incontables los hermosos ejemplares inéditos que Violeta Parra tiene recopilados para futuras publicaciones[11]», son las características encontradas en la música popular del gran Concepción. Y para cerrar los comentarios y las apreciaciones sobre las cuecas recopiladas en la provincia de Concepción, Soublette sostiene:

Violeta Parra declara que las cuecas de la provincia de Concepción son las más hermosas de todo Chile, tanto por la melodía como por el texto; que casi siempre este es de carácter noble y poético y está lleno de bellas e ingeniosas figuras literarias[12].

Cuecas recogidas en Concepción

Parte del valioso material musical recogido por Violeta Parra en la provincia de Concepción, región del Biobío Chile, se encuentra registrado en un manuscrito que reúne 50 cuecas transcritas. Afortunadamente este manuscrito musical de cuecas se encuentra en buen estado de conservación quedando conformado por un total de 100 folios. Cada cueca se encuentra organizada con una portadilla de su título, transcripción musical y transcripción del texto, más anotaciones de campo de la propia Violeta. La transcripción musical y la caligrafía del texto pertenecen a Gastón Soublette. Agregados pegados sobre las partituras escritos a máquina o correcciones con lápiz pertenecen a las correcciones realizadas por Violeta Parra.

Floreció el Copihue Rojo
Floreció el copihue rojo
en la montaña chilena
que parece una guirnalda
de ensangrentadas cadenas.

Que querís que te traiga
de la frontera
una mata de copihue
de enredadera.

De enredaderas si,
tormentos crueles
adornan las montañas
con los laureles.

De esos copihues rojos
tengo a manojos[13].

Esta cueca valseada Violeta Parra la aprendió de don Pedro Obreque avecinado en Chiguayante. Siendo oriundo de Capitán Pastene aprende el repertorio de sus abuelos. Don Pedro, en entrevistas realizadas en la década de 1990 por Patricia Chavarría, cuenta su cercanía con Violeta y que fue invitado por ella para participar en las charlas que dictó en las escuelas de verano de la Universidad de Concepción.

Este tema musical es un ejemplo de la diversidad temática e interpretativa de este género musical. La hemos encontrado también en el repertorio de otros cultores de la zona con importantes variantes líricas, interpretativas y rítmico melódicas.

A modo de ejemplo trascribiremos dos versiones de esta misma cueca, una en la versión de don Luis Sepúlveda de Lota y la otra titulada «Floreció el copihue blanco» perteneciente a Don Panchito de Patagual.

Floreció el copihue rojo
y en la montaña chilena
las niñas cordilleranas
casi se han muerto de pena.

Que querís que te traiga
de la frontera
un ramito de flores
y enredaderas.

Y enredaderas sí
yo no me enojo
a traerle a mi negra
copihues rojo.

Anda yo no me enojo
copihue rojo[14].

Floreció el copihue blanco
de la montaña araucana
se parece al lucero
que alumbra por la mañana.

Por la mañana ay sí
rosa con salía
donde irá mi negra
que yo no vaya.

Que yo no vaya ay sí
vamos al monte
donde la luna sale
y el sol se esconde.

Y el sol se esconde sí
y así te digo[15].

A modo de conclusión

Para concluir señalaremos que la impronta de Violeta Parra y su paso por Concepción nos deja un valiosísimo acervo musical representado en su trabajo investigativo de cuecas plasmando un repertorio de antigua data que hoy podemos conocer por medio de sus grabaciones en discos, su libro Cantos folklóricos chilenos y la transcripción de sus cuecas con sus anotaciones personales.

Al cumplirse cien años del nacimiento de Violeta Parra podemos considerar que su trabajo de recolección en la región del Biobío y en otras regiones del país, marcó un hito fundacional para su propia creación musical y artística posterior como también trazó un nuevo rumbo para las nuevas generaciones de músicos chilenos, desde la década de 1960 con la Nueva Canción Chilena hasta nuestros días.

Si tuviésemos que resumir en un par de líneas la importancia de Violeta Parra para la música popular chilena, nos quedamos con lo planteado por Patricia Chavarría, quien afirma: «Toda persona que quiera investigar, estudiar y conocer a fondo las cultura tradicional campesina, si hay un pilar fundamental para ello, es Violeta Parra[16]».

Queda entonces abierta la invitación para seguir redescubriendo y leyendo tanto musicalmente como poéticamente este gran libro del folclor chileno que en voz y en arte de Violeta sigue perviviendo en nuestra cultura popular como aliciente permanente en la creación artístico musical.




Ediciones y publicaciones

Fonogramas y publicaciones editados por Violeta Parra que complementan este escrito y permiten tener una percepción tanto auditiva como poética a su trabajo de investigación y creación musical.

Discos:

Parra, V. Violeta Parra Canto y Guitarra. El Folklore de Chile Vol. I. Odeón 1957 [LP].

Parra, V. Violeta Parra: Acompañándose en guitarra. El folklore de Chile Vol. II. Odeón 1958 [LP].

Parra, V. La cueca presentada por Violeta Parra. El Folklore de Chile Vol. III. Odeón 1959 [LP].

Parra, V. La tonada presentada por Violeta Parra. El Folklore de Chile Vol. IV. Odeón 1959 [LP].

Parra, V. Las últimas composiciones de Violeta Parra. RCA Víctor 1966 [LP].

Libros:

Parra, V. Cantos Folklóricos Chilenos. Transcripción musical: Gastón Soublette. Fotografías: Sergio Larraín y Sergio Bravo. Zig Zag, Santiago, 1959. Reeditado. Nascimento, Santiago, 1979; Ciebo, 2013.

Parra, V. Décimas. Autobiografía en verso. Nueva Universidad, Universidad Católica de Chile y Pomaire, Santiago, 1970. Reeditado. Pomaire, Santiago 1976; Sudamericana, Santiago 1988.

Otros libros y documentos consultados:

García, M. ed. Violeta Parra en sus palabras. Catalonia UDP, Santiago Chile 2016.

Parra, V. – Soublette, G. «Cuecas recogidas en Concepción». Col. Museo Pedro del Río y Zañartu. [Manuscrito].

Uribe, H. Cancionero Popular Minero. Estudio y antología de música de tradición oral. RIL Editores, Santiago 2014.




NOTAS

[1] Parra, V. La cueca presentada por Violeta Parra. El Folklore de Chile Vol. III. Odeón 1959 [LP].

[2] Parra, V. La cueca presentada por Violeta Parra…

[3] Manns P. Violeta Parra la guitarra indócil, Lumen, Santiago Chile 2017. p. 27.

[4] Actualmente corresponde a parte de las comunas de Pudahuel, Cerro Navia, Lo Prado y Quinta Normal de la región Metropolitana de Chile.

[5] Parra, V. Violeta Parra: Acompañándose en guitarra. El folklore de Chile Vol. II. Odeón 1958 [LP].

[6] Ecran nº 1220. Edición del 8 de junio de 1954. En García, M. Violeta Parra en sus palabras. Catalonia UDP, Santiago Chile 2016. p.16.

[7] Parra, V. Violeta Parra Canto y Guitarra. El Folklore de Chile Vol. I. Odeón 1957 [LP].

[8] Parra, V. Violeta Parra Canto y Guitarra…

[9] Parra, V. Violeta Parra: Acompañándose en guitarra…

[10] En contraportada de disco Violeta Parra: Acompañándose en guitarra…

[11] Soublette, G. en cuadernillo anexo al disco La cueca presentada por Violeta Parra…

[12] Ídem.

[13] Versión extraída de Manuscrito de cuecas recopiladas por Violeta Parra en Concepción. Gentileza Museo Pedro del Río Zañartu.

[14] En Uribe. Cancionero Popular Minero. Estudio y antología de música de tradición oral. RIL Editores, Santiago 2014, pp. 125 – 126.

[15] En Uribe. Cancionero Popular Minero… pp. 126-127.

[16] Comunicación personal. Concepción 2017.



«Floreció el copihue rojo». La cueca recogida por Violeta Parra en Concepción, Chile

URIBE ULLOA, Héctor

Publicado en el año 2018 en la Revista de Folklore número 433.

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