Revista de Folklore • 500 números

Fundación Joaquín Díaz

Si desea contactar con la Revista de Foklore puede hacerlo desde la sección de contacto de la Fundación Joaquín Díaz >

Búsqueda por: autor, título, año o número de revista *
* Es válido cualquier término del nombre/apellido del autor, del título del artículo y del número de revista o año.

Revista de Folklore número

346



Esta visualización es solo del texto del artículo.
Puede leer el artículo completo descargando la revista en formato PDF

La tradición oral en personas con leve disminución psíquica: El caso de Julián “el Colorao”

RODRIGUEZ PASTOR, Juan y RODRIGUEZ SANCHEZ, María

Publicado en el año 2010 en la Revista de Folklore número 346 - sumario >



Julián Gutiérrez Carrasco tiene 72 años. Nació en Valdecaballeros (Badajoz), el 10 de junio de 1936, poco antes de empezar la guerra.

¿Sabes cuándo me quedé sin el padre y la madre?
Con tres años que tenía Julián. 69 años hace que murió(su madre),a 72 que yo voy a cumplir...
El año 1939, tres años tenía Julián; nací en 1936, año bisiesto, y este año (2008) también es bisiesto...
Los años bisiestospa navienen buenos...
Llueve en todos mucho...

En Valdecaballeros, como es habitual en los pueblos, casi todas las personas tienen mote; a Julián se le conoce como “el Colorao”.

Una ligera disminución psíquica ha hecho que mucha gente le considere, desde niño, enfermo o algo retrasado; sin embargo, tiene una memoria prodigiosa para ciertos datos y fechas (sabe, por ejemplo, cuántas personas se llaman Antonio en el pueblo, cuántos vecinos han fallecido este año...). Además le gusta cantar algunos romances que aprendió de pequeño.

De pequeñete aprendí muchos. Me decía la tía Gregoria, la suegra de tío Emilio, me decía:
–¿Cómo tú, tan pequeñito, sabes tantos romances y tantos cantares?
Me decía la mujer, porque me ponía allí trillando muchas tardes, y ella, desde la casilla, se enteraba de tolo que explicaba pallí.

Por todo ello, en febrero de 2008, aprovechando las fiestas de carnaval, le entrevistamos varias veces (los días 2, 4 y 5) con el fin de que nos cantara y nos contara todo lo que quisiera y supiera.

Nuestro objetivo era verificar algo que ya imaginábamos: que una persona, aunque tenga una ligera disminución psíquica, puede ser un buen informante para la recopilación de materiales de tradición oral.

En Julián confluyen otros aspectos (no sabe leer ni escribir, ha trabajado la mayor parte de su vida en el campo, sólo ha salido del pueblo para hacer la mili...) que le convierten en un informante excepcional. Entrevistar a Julián ha sido muy fácil y sencillo, porque, además de que somos parientes lejanos, él está siempre encantado de colaborar. Además, le gusta que le prestemos atención y, especialmente, el hecho de comprobar que él conoce cosas que personas formadas como nosotros no conocemos.

Te voy a contar lo que no sabes...
Tú, Juan, eso no lo sabes; te lo explico ahora después de haberme quedaocon ello metíoen
la cabeza, a pesar que a mí el pobre de mi padre me lo dijo con diez o once años que tenía Julián entonces.

También suele preguntarnos si sabemos algo, antes de contestarnos:

¿Sabes cuándo compró el abuelo Juanito la Posaílla?
Pos, si te lo explico, te vas a informar.

Aunque intenta no exteriorizarlo, se siente orgulloso de las cosas que sabe y de haberlas aprendido sin saber leer ni escribir, sobre todo cuando gente más grande, como Amadora Malato (Valdecaballeros, 1918 – Casas de Don Pedro, 2008), que sabía leer, no fue capaz de aprender lo que él sabía:

Y escribir, no he escrito ninguno; que ese largo que dije aquí antier, el viernes, se le dio mi
padre por escrito a la Amadora, y estando allí y no hubo medio de aprenderlo. Se le dio escrito
a la Amadora y no se le pudo aprender.

También es consciente de tener una memoria privilegiada, capaz de aprenderse un largo romance, tras haberlo escuchado solamente tres veces:

Y este que canté ayer largo, el de la niña perdida, me lo cantó tres veces (su padre).La vez primera él solo, la segunda vez ya los dos; y la tercera vez, ya iba yo delante de él.

La única complicación es que, por haber ido perdiendo el oído, hemos tenido que hablarle muy alto, a voces, para que nos entendiera. Por eso muchas veces le hemos dejado que contase lo que quisiera. No han faltado ocasiones en que le hemos preguntado una cosa y, al no entendernos, ha contestado con otra cosa diferente.

Hoy estoy más sordo que una tapia; lo peor es pa mí...
Ya llevo cinco o seis años cobrando la jubilación. Este año 2008 nos han subido un poquito más...

Julián nos ha proporcionado también algunas fotos y documentos de su familia, de la mili...

Es innecesario resaltar que tan interesante o más que los materiales tradicionales que nos ha cantado y contado Julián es la información que nos ha proporcionado sobre cuándo aprendió los romances y canciones, de quién los aprendió, etc.

En estas informaciones, como se puede observar, Julián tiene la costumbre de referirse a sí mismo en tercera: “tres años tenía Julián”.

Tampoco tiene el concepto de “aprenderse” un romance o una historia. Él se refiere siempre a este hecho como “quedarse con ello metío en la cabeza”:

Asínque me quedé con ello en la cabeza, y velahí, tenía Julián diez años...

Pero sí tiene algunos conceptos claros sobre la vida y sobre el mundo, y de vez en cuando le gusta dejar caer, siempre en el momento oportuno, algunos refranes y expresiones llenas de contenido:

Ya te digo, que Dios nos guarde muchos años, que te digo: Dios nos trae al mundo, Dios nos guía, Dios nos guarda y él se encarga de llevarnos por delante, unos más viejos, otros más jóvenes, unos por un accidente, otros por su muerte natural...
Te digo: vale más tener cien amigos que un enemigo...
Ya ha llovíomucho después, como dice Julián...

Así pues, vamos a transcribir los materiales, ordenándolos de forma sencilla en romances, romances de ciego (los más abundantes), canciones de Nochebuena, canciones religiosas, canciones burlescas, murgas y estudiantinas de carnaval, canciones de la mili...

Incluimos en cada canción algunos comentarios de Julián.


I. ROMANCES

1. María, la Costurera
Bueno, pues vamos a empezar con una historia de María, la Costurera...

Ya se vienen, ya se van
los soldados a la guerra, (se van repitiendo los versos pares)
cinco y uno van quintados
y cien voluntarios llevan.
En el medio de ellos van
mozos de valor y prenda;
llevan la faja amarilla,
la faja amarilla llevan;
se la ha bordaoMaría,
María, la Costurera.
Se paran a merendar
en una fresca alameda;
unos cantan y otros ríen
y otros divierten sus penas;
menos aquel pobrecillo
que tan grande es la que lleva.
Se acerca el capitán y dice:
–¿Qué tienes que no te alegras:
o es porque vienes quintado
o es porque vas a la guerra?
–Ni es porque vengo quintado
ni es porque voy a la guerra;
que el día que me quintaron
mis bodas fueron muy ciertas,
no me dejaron estar
siquiera un rato con ella.
–Coge la vía, soldado,
y márchate para tu tierra,
que por un soldaomás o menos
no se ha de acabar la guerra.
Se echa la mano al bolsillo,
se sacó su faldiquera,
y una cadena de oro,
y al capitán se la entrega.
Se vistió de pelegrino
y va pidiendo en puerta en puerta.
¿Aóndese llegó a pedir?
A la puerta de su suegra.
–¿Me dará ustéuna limosna
paun soldado de la guerra?
–Se la dé usté,madre mía,
mentras(sic) yo no la comiera;
sólo porque Dios me guarde
aquel que tengo en la guerra.
–Dame un abrazo, María,
María, la Costurera.

Tenía diez años... (cuando lo aprendió),y el pobre de mi padre...
Esto son romances...

2. El moro prisionero
Bueno, vamos a continuar...

Yendo yo para Melilla,
videa un moro prisionero,
y él me hablaba en español
y a mí me extrañaba aquello.
–Quiero que digas quién eres
y también cómo te llamas,
porque estos malditos moros
me han matado aquí a un hermano.
–Me llamo Francisco Pérez,
soy hijo de don Fernando;
los apellidos no suenan.
–Ven acá y dame un abrazo,
hermano de mis entrañas;
y en casa tenemos luto,
madre está siempre llorando,
creyendo que te habías muerto
y ahora te encuentro a mis brazos.
Vámonos juntos los dos,
vámonos al campamento
y, si nos dan el permiso,
para casa nos iremos.
Se marchan al campamento,
se entrieganal capitán.
–¿Y este moro prisionero,
dónde le ha cogido usté?
–Y este es un hermano mío,
le cogieron prisionero
y aquí lleva cinco años;
y, si usténos da el permiso,
para casa nos iremos.
–Y el permiso tú le tienes.
Se marcharon pasu casa;
la madre, al ver al hijo,
cayó al suelo desmayada.
Ya se laquita el desmayo
y exclamaba con dolor:
–No esperaba el verte más,
hijo de mi corazón.

3. En mayo y en mayo era

Y en mayo y en mayo era,
cuando las fuertes calores,
cuando la cebada seca,
los trigos en granaciones,
cuando la cebada seca,
los trigos en granaciones,
cuando los toritos bravos,
los caballos corredores,
cuando las niñas del campo
metidas entre las flores,
cuando las niñas del campo
metidas entre las flores.
Y en el río de Jordán
hay una niña lavando,
y ella lo lava y lo tuerce
y lo tiende en su naranjo,
y ella lo lava y lo tuerce
y lo tiende en su naranjo.
Y ha bajado un pastorcillo
a dar agua a su ganado,
mientras que el ganado bebe,
de amores se están hablando;
mientras que el ganado bebe,
de amores se están hablando.
–Mira qué yunta de bueyes,
velaquílaestán arando,
mira qué hatajo de ovejas,
niña, para tu regalo,
mira qué hatajo de ovejas,
niña, para tu regalo.
Los padres de aquella niña,
que lo estaban escuchando:
–Y esa niña no espati,
que se ha criado con regalo,
y esa niña no es pati,
que se ha criado con regalo.
Muy triste sequeael pastor,
muy triste y desconsolado,
pero más se quedó ella
al pie de su enamorado,
pero más se quedó ella
al pie de su enamorado.

4.- La serrana
Otro que también cae muy bien... Contri más haya, más grande...

Por la vega de Plasencia
se paseaba una serrana,
con una mata de pelo
que hasta el zancajo la llega,
con una mata de pelo
que hasta el zancajo la llega.
Se ha encontrado con un serrano
alto, rubio y buena presencia.
Le ha agarradode la mano,
se le ha llevado a su cueva,
le ha agarradode la mano,
se le ha llevado a su cueva.
–Bebe, serranillo, bebe,
bebe de esa calavera,
que puede ser que algún día
otro de la tuya beba,
que puede ser que algún día
otro de la tuya beba.
Ya que ha llegado la noche,
le mandó a cerrar la puerta;
y el serrano, como estuto,
se la quedó entreabierta,
y el serrano, como estuto,
se la quedó entreabierta.
Ya que la sintió dormida,
se echó de puertas afuera;
y ha corrido siete leguas
sin rodear la cabeza,
y ha corrido siete leguas
sin rodear la cabeza.
Y una vez que la volvió,
ojalá y no la volviera,
vidovenir a la serrana,
bramando como una fiera,
vidovenir a la serrana,
bramando como una fiera,
con una china en la honda
que pesaba arroba y media,
con una china en la honda
que pesaba arroba y media.
–Vuelve, serranillo, vuelve,
vuelve a por tu gabardina,
que es de paño y terciopelo,
y es lástima que se pierda,
que es de paño y terciopelo,
y es lástima que se pierda.
Y el serrano lacontesta:
–Déjamela que se pierda;
tengo a mi padre y mi madre,
que me compren otra nueva,
tengo a mi padre y mi madre,
que me compren otra nueva.

Esta la he aprendío yo..., quizá sea..., es vieja también..., quizá me la enseñara el pobre de mi padre...

5.- El serranillo
Otro...

Un serranillo bajaba, (bis)
la sierra abajo bajaba, ay,
la sierra abajo bajaba, (ídem en los demás versos)
con una calenturilla,
que el serrano no podía;
y a la sombra de un peñasco
y el serrano se tendía,
que quería hacer testamento
de los bienes que tenía.
–Las pobres de mis ovejas,
las que yo tanto quería;
unas irán cañáabajo
y otras irán cañáarriba;
los pobres de mis perritos,
los que yo tanto quería;
¿adónde irán a comer pellas?,
a otra nueva ganaería;
y el zurrón de las cucharas
se le mandé a mi María,
paque se acuerde de mí
cuando vaya a comer migas;
y el lío de las tomizas
se le mandé a mi Juanaca;
paque se acuerde mí
cuando se ate las albarcas.

6. El de la lobita parda
(¿Te sabes uno de la loba que se lleva un borrego?)
Sí, el de la lobita parda..., ese también; pero no... le entiendo bien, pero no le sé muclaro; pero, en fin, le vamos a explicar lo que sepa..., bueno...

Y estando un pobre pastor
sentadito en su cabaña, (bis)
vidovenir una loba
derechitaaondeél estaba. (bis)
–Detente, loba, detente,
no seas desvergonzada, (bis)
que tengo siete cachorros
y una perra trujillana, (bis)
y un perrito con unos yerros
que sólo para ti basta, (bis)
que tiene unos colmillos
como puntas de navaja. (bis)
–No me dan miedo de tus cachorros
ni de la perra trujillana (bis)
ni del perrito de los yerros,
que eso para mí no es nada. (bis)
Le ha daouna vuelta a la red,
no ha podido sacar nada;
y al dar otra media vuelta,
sacó una corderita blanca,
hija de una parda,
sobrinita de otra negra. (bis)
–Correr, perritos, correr
detrás de la lobita parda,
que si me la agarráis,
tendréis la cena doblada;
y si no me la agarráis,
la tendréis con la cayada. (bis)
Han corrido siete leguas
por una vega muy llana, (bis)
han corrido otras siete
por montes y por montañas, (bis)
y a pellizcos y mordiscos
en vilo la levantaban. (bis)
Y al bajar un arroyuelo
y al subir una montaña,
y el perro de los yerros
agarró a la lobita parda. (bis)
–Tomar vuestra corderita,
sana y buena como estaba. (bis)
–No queremos la cordera,
que la tienes maltratada, (bis)
lo que queremos es tu pellejo,
para el pastor una zamarra; (bis)
los dientes para mi abuelo,
que le hacen muy buena falta; (bis)
las orejas para abanicos,
paque se abaniquen las damas; (bis)
el rabo para agujetas,
pa que cosan las damas; (bis)
las patas para banquetas,
pa que se sienten las damas..., (bis).

Yo creo que quizá siguiera algo hasta la terminación, pero yo no..., sigue todo..., el vientre, el rabo,
las orejas...


II. ROMANCES DE CIEGO

7. La niña que se le perdió al hermano, de tres años
Sé un montón de ellos... (romances),sé un montón de ellos..., y el más largo precisamente, una niña
que se la dejó perder el hermano...

Y en el Valle de la Almena
se celebra una función
y en una ermita que llaman
de la Esperanza de Dios;
y el día quince de abril,
con muy grande devoción,
y el señor Fernando Sánchez,
con la esposa de su amor,
llevando a su hija Gertrudes
y a su hijo Ramón;
la niña tiene tres años
y es más hermosa que el sol.
Ya que salieron de misa,
después de la procesión,
Ramón, como mayorcito,
de la niña se encargó.
Y a las cuatro de la tarde,
sin saber por qué ocasión,
prencipióa correr la gente,
huyendo sin detención.
Acudió Ramón entonces,
pero la niña se perdió.
–¿Aóndehas dejado la niña?
–La niña se me ha perdido
cuando la gente corrió;
creí que me atropellaban,
por eso me vine yo.
Los padres, que oyeron esto,
sin aguardar más razones,
cada uno por su lado,
preguntando en altas voces:
–¿Quién da razón de una niña
que hace poco se perdió?
Nadie les daba noticias
y apenas se oscureció
todos se van a su casa.
Todos ellos y Ramón
se recogen en la ermita
ante la Madre de Dios;
y Gonzalo, de rodillas,
le pide con devoción
que le depare su hija,
que hoy mismo se le perdió.
Dejaremos a los padres
en aflicción tan amarga,
y sigamos a Ramón,
que se marcha a la campaña.
Le tocó para ultramar,
y al momento se embarcaba.
Llegó a la isla de Cuba,
donde su puesto a las armas
estuvo más de cuatro años,
respondiendo su servicio,
en día en día esperaba...
Estuvo más de cuatro años,
según la orden que le daban.
Y un día salió Ramón
a recorrer la montaña,
un indio se le presenta,
le dice estas palabras:
–Dime, valiente español,
¿quieres comprarme una blanca?
Sólo tiene veinte años,
hoy mismo me la encontrara;
al pie de un gran caballero
la niña llorando estaba.
Ladije: –¿Quién es tu padre?
–Le dieron de puñaladas,
por mano de unos ladrones.
Y que a ella la dejaban,
porque me vieron a mí,
y al momento se fugaban.
–¿Dónde la tienes, buen indio?
–Recogida en mi cabaña;
si la queréis ver, venir,
que bien sé que os agrada.
Díjole Ramón entonces:
–Vamos a ver a la blanca;
como sea de mi gusto,
no rescataré en comprarla.
Ya llegaron a la choza
y, apenas en ella entraban,
se encontraron a la joven
en el suelo desmayada.
Laecharon agua en el rostro
y al momento mejoraba
y, apenas vio al militar,
estas palabras exclama:
–Compadeceros,señor,
de esta pobre desgraciada,
que hoy mismo perdió a su padre,
le dieron de puñaladas.
–Decir, niña, vuestro nombre.
–A mí Florentina me llaman,
una servidora vuestra,
Ordóñez me apellidaba.
–¿Os queréis venir conmigo?;
os llevaré hasta mi casa
que, aunque mis padres son pobres,
nososhace falta nada.
–Muchas gracias, caballero,
siempre que yo viva honrada
hasta el fin del mundo iré
volando (sic) vuestra compaña.
Díjole Ramón al indio:
–¿Cuánto quieres por la dama?
Y el indio, por compasión:
–Para mí, no quiero nada;
sólo que miréis por ella
y tratarla como hermana.
Legres(¿alegres?) llegaron a Cuba,
dejándola en una casa
de mucho honor, que Ramón
a menudo frecuentaba.
Y cumpliendo su servicio,
de día en día esperaba,
toma licencia absoluta
y marcharon para España.
Prosigue su embarcación
y de que tierras entraba...,
y en un tren de viajeros
muy pronto se presentaban,
en casa de sus padres
muy pronto se presentaban,
en casa de sus padres
que al momento le esperaban.
–Dinos qué señora es esta.
Y Ramón les contestaba:
–Madre mía, esta es mi novia...
Todos hacen oración
y a la Virgen soberana,
porque les trajo a Ramón
sin novedad a su casa... (Me he equivocao un poco)
En casa de sus padres
que abrazos... le recibieron.
Los padres le preguntaban:
–Dinos qué señora es esta.
Y Ramón les contestaba:
–Madre mía, esta es mi novia,
la traigo de tierra extraña.
Dejémosla descansada,
que a otro día de mañana
caminan al santuario;
y apenas en él entraban
todos hacen oración
a la Virgen soberana,
porque les trajo a Ramón
sin gravedad a su casa.
Saliéndose para afuera,
cuando un caballero entraba
y, aunque viendo a Florentina,
tiernamente la abrazaba,
diciéndola: –Hija querida,
esta Virgen Coronada
quiso que viniera a verte;
aquí mismo te encontrara,
hace diecisiete años
que por aquí yo pasaba,
a ti te encontré llorando
solita, muy asustada.
Te pregunté por tu nombre;
dijiste que te llamabas Gertrudis,
y que tu padre Fernando
Sánchez estaba
con tu madre Rafaela,
y que Ramón te acompañaba.
Viendo tu gran hermosura
y tu explicación tan clara,
quise buscar a tus padres,
pero luego me acordaba
que mejor sería llevarte
para criarte en Italia.
Otra seña te daré:
cuando yo te desnudaba,
te he visto una cicatriz
en medio de las espaldas.
Te puse el nombre de Flora,
y por Flora contestabas,
y, si en algo te he ofendido,
pido si me perdonaras.
Mañana hago testamento
por si la muerte me llama;
tú, mi única heredera,
pues en el Banco de España
tienen cuarenta mil duros
y otros tantos en Italia.
Los padres, que oyeron esto,
de amosados(?) se abalanzan
para abrazar a su hija;
sólo Ramón se quedaba
inmóvil, de tal manera
que parecía una estatua.
Y ahora vamos a Ramón,
quien abrazando a su hermana
y en altas voces decía:
–Viva mi querida patria,
viva mi padre y mi madre,
viva mi suerte afamada,
que, por traer a mi novia,
traigo a mi querida hermana.
Viva todo el auditorio,
no perder las esperanzas,
que hay un refrán que dice:
quien a Dios busca, a Dios halla.

Este se titula a la niña se le perdió al hermano, de tres años, y luego el caballero que la tuvo recogida, pues vino a explicar que era hermana suya..., dispuesto a casarse con ella...
Él...(el padre de Julián), creo que vinieron ciegos y..., vendiéndo los romances estos, y la tía María
Paz los aprendió también, o los compró.
Mi padre compró tres o cuatro, los que fuesen, los mismos que me enseñó a mí allí.
Y este que canté ayer largo, el de la niña perdida, me lo cantó tres veces. La vez primera él solo, la
segunda vez ya los dos; y la tercera vez, ya iba yo delante de él.
Asín que me quedé con ello en la cabeza, y velahí, tenía Julián diez años; a 72, 62 años ya.

8. El del Niño
Y el otro del Niño, pues igual o parecido... El Niño, niño malo, es de Cañamero... Pues te voy a decir el romance que sacaron al Niño de Cañamero, cuando mató la novia ahí también en la Cuesta de la Zarzuela (2).

El día diez de septiembre,
qué día tan desgraciao,
yendo Francisca Marín
con dirección al ganado,
con dirección al ganado,
al bajar de una cuesta,
ya cerca de San Simón,
y el criminal asesino
tras de una mata salió,
tras de una mata salió.
–Apéate de esa yegua,
te lo pido por favor,
los desprecios que me has dao
ahora me cobraré yo,
ahora me cobraré yo.
Mira si seríemalo
y de mala condición,
que con un hacha de mano
el casco la levantó,
el casco la levantó.
La agarró de los cabellos,
por el suelo la arrastró,
por el suelo la arrastró.
Ahí tienes, un buen vecino de Cañamero... (risas).Creo que era como este puño (de baja estatura),
según me han informado a mí, pero más malo que un rayo...
Te digo: vale más tener cien amigos que un enemigo...

9. En la provincia Guipúzcoa
Continuamos..., esto lo estarás grabando to lo que habla Julián....
Ahora voy a cantar un romance de los tres o cuatro que me ha enseñao mi padre allí... Bueno, pues
este es así...

En la provincia Guipúzcoa,
tierra de amor y grandeza, (se van repitiendo los versos, de dos en dos)
hay un hermoso poblado
que le llaman Las Palmeras.
Y en este pequeño pueblo
una familia habitaba,
y una joven muy honesta
que Florinda se llamaba.
Y esta joven tenía un novio,
el cual Valentín se llama,
que con muy mala intención
noche y día la rondaba.
Con cariñosas palabras
y a su novia ladecía:
–Si no aceptas mis deseos,
por ti muero, vida mía;
tú tienes que ser mi esposa,
te lo juro por el cielo,
y, si hoy no me complaces,
de sentimiento me muero.
–Si tú quieres, Valentín,
que yo cumpla tus deseos,
y antes llévame al altar,
que no creo tus consejos
ni tampoco tus promesas;
pues, por vía de palabra,
hoy se ven muchas mujeres
por el mundo abandonadas.
Los hombres, cuando pretenden,
todo lo ponen muy llano;
pero luego ya se ve
quién paga los resultados.
Tú eres rico y yo soy pobre,
y tú para qué me quieres;
lo que quieres, Valentín,
engañarme, si es que puedes.
Y entre todos es la honra,
que no quiero tu riqueza,
que, antes de verla perdida,
prefiero morir sin ella.
No la contestó palabra,
mas, con la mala intención
que en su pecho se quedaba...
Y un día la pobre joven,
sin pensar en la desgracia,
a coger leña y a un bosque
una tarde se marchaba.
Su novio la vio salir
y al momento se prepara,
coge la marcha ligero
y con su novia se marcha.
Como un tigre vengativo
sobre ella se abalanza,
diciéndola: –Vida mía,
aquí no te vale nada,
y hoy cumples mis deseos;
si no, la muerte te aguarda.
Florinda, llena de miedo,
quiso defender su honor,
luchando como una fiera
con aquel hombre traidor.
Se le iba acabando la fuerza
y entre sollozos y suspiros
no la quedó más remedio
que rendirse al asesino.
Y, al gozar de su hermosura,
tres puñaladas la dio,
y para que no gritara
y el pescuezo la cortó,
y para ocultar este crimen
a un barranco la arrojó,
y aquel salvaje asesino
para el pueblo se marchó.
Cuando la triste noche
su negro velo tendió,
los padres de aquella joven
y viendo que no venía
y en busca de ella se fueron...
Y de noche por el monte,
sin descanso la buscaban,
mas no pudieron hallarla.
¡Quién había de decirlos
que su hija muerta estaba!
Pasaron cuasidiez días
sin saber su paradero;
pero, al cumplir once días,
los perros de un cazador
descubrieron este crimen
tan tremendo y tan atroz.
Cuando por aquellos montes
a cazar se dedicaban
y un hombre vio que sus perros
a un arroyo se marchaban,
y viendo que no venían,
anbusca de ellos siguió,
mas pronto fue sorprendido
de un buen extraño olor.
Vidolas aguas brotando
y el cuerpo de una mujer
cruelmente destrozado.
Corriendo se fue a dar cuenta
y la justicia, enterada,
hicieron las diligencias
que la santa ley demanda;
pero sospechan en el novio,
le toman declaración
y en un calabozo oscuro
su cuerpo depositó.

Ya está...

10. Los dos muchachos
Dos muchachos se acercaron
a la puerta de una fábrica,
iban pidiendo trabajo,
que su madre estaba en cama.
Salta y dice el capataz:
–Pavosotros no hay trabajo;
las herramientas que hay
no las podéis manejar.
Los muchachos se arrodillan:
–Siquiera por caridad,
siquiera por nuestra madre,
que se encuentra en el hospital.
Un obrero que allí había,
al oír estas palabras:
–Muchachos, no hay que apuraros;
su madre se va a mi casa.
Salieron de allí los tres,
se marchan al hospital,
y para sacar la enferma
y a su casa trasladar.
Se la llevan a su casa,
se lo contó a su mujer:
–Y a esta pobre desgraciada
hay que tratarla muy bien.
Al poco tiempo murió
aquella pobre infeliz.
Cuando salían del intierro,
los niños se querían ir;
y el obrero les contesta:
–Nunca loconsintiré,
que en mi casa tengo un hijo,
con vosotros tengo tres.
Y el más pequeño de ella,
quince años se contaba,
y era tallador de banca.


III. CANCIONES DE NOCHEBUENA

11. Los cascabelillos
Voy a cantar unomu apañao..., es de los que se cantan en Nochebuena..., también puede caer bien...

Dale a la bomba que toque,
verás que bien tocan
los cascabelillos
de la Nochebuena.
Dale a la bomba que suene,
verás de tocar
los cascabelillos
de la madrugá.
Ya apareció la culebra,
la que andaba en el castillo,
la que por su boca echaba
rosas, claveles y lirios.
Eche usté naranjas,
señor naranjero,
eche usténaranjas
en este pañuelo.
Y echeusténaranjas,
le vuelvo a decir,
y eche usténaranjas
en este mandil.
Ya viene la Juana
por el matadero,
delante la burra
y detrás el carnero.
La burra no anda,
el carnero no viene,
ay, la pobre Juana,
sofocada viene.
Ya pasaron la mar
la tortolilla de un vuelo,
también la pasaré yo
toda la noche de un sueño.
Echeusté naranjas,
señor naranjero,
eche usténaranjas
en este pañuelo.
Y eche usténaranjas,
le vuelvo a decir,
y eche usténaranjas
en este mandil.

Ese de los cascabeles, en San Simón(3) estaba, en Nochebuena, y allí le cantamos, en San Simón, varias noches, tocando las zambombas, cantando allí.
Sí, en Nochebuena la he cantaoyo algunas veces...

12. Y viniendo un labrador
“Y viniendo un labrador”..., ese es también de los que cantamos en Navidad.

Y viniendo un labrador
de suya labradoría,(se van repitiendo todos los versos)
se ha encontrado con un pobre
que muy cansado venía;
y le ha pedido por Dios
y por la Virgen María,
que le montara un ratito,
que muy cansado venía.
Se le ha llevado a su casa
y de cena le daría,
y de dos camas que tiene
y una al pobre le daría;
y a eso de la media noche
y el labrador no dormía.
Se levantó el labrador
por ver lo que el pobre hacía,
le vidocrucificado,
la cruz por cama tenía.
¡Oh, quién supiera, mi Dios,
si no mi alma ni mi vida (sic)...!

Es de los que hemos cantaovarias veces, en las Navidades, que no...


IV. CANCIONES RELIGIOSAS

13. El Rosario de la Aurora

Un hermano le dijo a otro hermano:
–Levántate, hermano, vamos a rezar,
no se pierda lo que tanto vale
por la comenenciade no madrugar.
Y el rosario de por la mañana
es para los hombres que se van a arar,
que los ricos se están en su cama
guardando el rocío por no madrugar.


V. CANCIONES BURLESCAS

14. El cebollero
Otro...

Por la calle de Madrid,
tran larán larán,
se pasea un cebollero,
tran larán larán larán lanlero,
vendiendo ricas cebollas,
tran larán larán,
las vendo por el dinero,
tran larán larán larán lanlero. (Así hasta el final)
Se ha asomado una criada:
–Subausté,buen cebollero,
que no está mi ama en casa,
y ahora hago lo que quiero.
Trataron de hacer la cena
de perdices y conejos;
las perdices para el ama,
conejos pa el cebollero.
Trataron de hacer la cama
aquí, en el mismito suelo.
A otro día de mañana,
se despide el cebollero.
Y a eso de los nueve meses,
un niño como un lucero.
Le fueron a bautizar
a la iglesia de Toledo;
y de nombre le pusieron
Nicolás, el Cebollero.

Ese, mi hermana Dolores..., lo aprendí yo también de chico (de su hermana Dolores (4)).
Sí, (lo cantaban) cuando se terciaba...


VI. MURGAS Y ESTUDIANTINAS DE CARNAVAL

15. La capitana
Poseste..., esta es la de Juan Francisco Moreno(5)...

Y vosotros estáis conformes
y también vosotras, damas... no,
Con nuestra querida esposa
corremos el mundo entero,
y ahora venimos a entregarnos,
morena mía,
aquí en Valdecaballeros.
Y vosotros estáis conformes
y también vosotras, damas;
yo bien he de bailar
con mi esposa capitana... (bis)

Esa la han echao hace un montón de años... Julián entonces estaba pequeñete...

16. Diego Corrientes
Y esta de Diego Corrientes, poste digo lo mismo...

Y aquí está Diego Corrientes,
el ladrón de Andalucía,
el que a los ricos robaba
y a los pobres socorría.
Si no lo queréis creer,
preguntárselo a Consuelo,
que la tratamos mubien
y aunque semosbandoleros.
Consuelo, no te apresures
ni tengas penas por nada,
que aquí está Diego Corrientes
con su cuadrilla formada.

17. La perra de Isabel
Ya he cantaotres...; ahora te voy a cantar otro. Eso no sé si fue estudiantina o en los carnavales. Dice:

La perra de Isabel
está criando tres perros,
uno para el coronel
y el otro para el barbero
y el otro que le ha quedado
para Juan, el Carnicero.
Caramba, qué perra
tiene la Isabel,
pasé por su puerta
y me quiso morder.
La agarré del rabo,
la llevé ante el juez,
que pague la pena
que sea menester.
Cortito, pero también bien apuntao...


VII. CANCIONES DE LA MILI

18. El de los oficiales
Si eso, canto otro que aprendí en el servicio militar, marcando el paso...
Voy cantando el de los oficiales..., lo que me quedé allí con ello...

Y al pasar por el cuartel, (bis)
se despista el coronel,
que toma la bota y bebe,
que toma la nota y va. (ídem los demás estrofas)
Por la carretera alante,
se despista el comandante.
Por la carretera atrás,
se despista el capitán.
Y al subirse un pendiente,
se despistaba el teniente.
Que si quieres o no quieres,
se despistaba el alférez.
Y al bajar una vaguada,
se despistaba el brigada.
Como son de cumplimento,
se despistaba el sargento.
Al subir las escaleras,
se despistaba el primera.
¿Paqué queremos reganches,
si van los cabos delante?
¿Paqué queremos la miel,
si se la chupa el furriel?
Con los chuscos en la mano,
se despista el veterano.
Por un cacho de morcilla,
se despistaba Sevilla.
Por un cacho de jamón,
se despistaba Simón.

Sí, esta..., pues allí, haciendo instrucción... En el año 58 fue cuando servimos... Me fui con los 21 cumplidos. Cumplí allí los 22; y los 23 los cumplí ya aquí en casa...Ya ha llovíomucho después, como dice Julián...
Mi hermano Silvestre, de la quinta 50; y yo de la quinta del 57...
(¿Dónde hiciste la mili?) Cuatro Vientos, Primera Compañía de Vías y Obras, Segundo Batallón, Cuatro Vientos, Madrid.
El día que juramos bandera, el teniente me llamó la atención, me dijo:
–Ven acá, Julián, que nos vamos a hacer una fotografía aquí tú y yo.
Y se la hizo conmigo...

(Nos enseña la foto y también una estampa de la Virgen que, por detrás pone: “Agrupación de Zapadores Ferroviarios, mayo del 59. Recuerdo del cumplimiento pascual”)

Esta estampa me la dio el cabo 1.o, la última comunión que tomé allí... La Virgen de Murillo... Que (el capellán) se llamaba don Pedro Sánchez Postigo.
Y claro, tomé allí la última comunión, ya que me vine al poco tiempo con permiso indefinido, me dio la estampa...


VIII. OTRAS

22. El hijo del inclusero
Eran copitos de nieve
lo que del cielo caía,
yo soñé que una madre buena
en sus brazos a mí me dormía.
Cuando disperté
un rosario florecía,
y una monjita ponía
su crucifijo en mi sien.
Yo no he tenido la culpa
de venir al mundo así;
la culpa yo no la tuve,
que yo podía ser feliz,
y por eso a mí me llaman
el hijo del inclusero,
el hijo del inclusero.

Este, el quinto Fernando Jiménez(se lo enseñó), arando con la yunta en el Madroñal(6), me quedé yo con él, que lo mismo podíamos tener 15 años como 16..., que él nació el día 5 de junio y yo el 10 de junio, en el año 1936.

Si me acuerdo de algún otro..., sean nuevos o viejos...
Mañana o pasao, otro día que me acuerde...,
que muchos sí, pero...

---
NOTAS
(1) Los autores, padre e hija, son Catedrático de Educación de Secundaria y Maestra de Educación Especial, respectivamente.
(2) El romance recoge un hecho real: el asesinato de la joven Francisca Durán, natural de Cañamero (Cáceres). La muerte ocurrió el 10 de septiembre de 1928, en el camino de Cañamero a Valdecaballeros. El asesino fue Juan Gonzalvo, apodado “el
Niño”, también natural de Cañamero. El asesinato y el juicio consiguiente tuvieron cierta repercusión en los periódicos regionales de la época.
(3) Se refiere a la finca de San Simón, en el término de Valdecaballeros.
(4) Dolores Gutiérrez, “la tía Carrasca”, es cinco años mayor que su hermano Julián.
(5) Juan Francisco Moreno (Valdecaballeros, 1926) escribió numerosas murgas y estudiantinas para los carnavales de la posguerra. En el año 2005 publicó un libro Versos y consejos de mis pensamientos.
(6) El Madroñal es otra finca de Valdecaballeros.



La tradición oral en personas con leve disminución psíquica: El caso de Julián “el Colorao”

RODRIGUEZ PASTOR, Juan y RODRIGUEZ SANCHEZ, María

Publicado en el año 2010 en la Revista de Folklore número 346.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz