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Revista de Folklore número

323



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DE LA TRADICIÓN ORAL: LAS COPLAS POPULARES

MIRAVALLES, Luis

Publicado en el año 2007 en la Revista de Folklore número 323 - sumario >



De pronto, en medio de una fiesta, alguien inspirado y estimulado por el yantar y no menos el mejor beber, lanza con buena voz unas frases de fácil rima y graciosa ocurrencia, que los demás corean, jaleando al espontáneo cantor:

El vino en bota
y la mujer en pelota.

No se repara tanto en la melodía como en la letra, muy fácil de retener por la colectividad, que la acepta por considerarla muy oportuna, y acaso con cierta retranca, la cancioncilla hace fortuna y se va repitiendo hasta la saciedad en todas las fiestas, transmitiéndose de pueblo en pueblo, acomodando su decir a las circunstancias, variando una palabra, un nombre, un objeto, un matiz y así de generación en generación se van multiplicando estas coplillas, unas de tema amoroso, otras con un fondo sapiencial, con reflexiones serias nacidas de la experiencia, del duro trabajo cotidiano y también, y por supuesto, las de burla, de sátira contra los pueblos vecinos o para sacar a la luz pública los defectos y vicios de alguien. De este modo nadie en concreto podrá ser acusado como autor, porque todos han intervenido más o menos, en la confección del contenido y del canto. Los recursos expresivos son siempre los mismos, los que más favorecen la memorización de las coplas: palabras que se repiten (anáforas), terminaciones que coinciden (rima) y sonidos muy pegadizos (aliteraciones).

Así dice la copla de fácil recuerdo:

La primera novia que tuve,
todas las “efes” tenía:
Francisca, fresca, fregona,
fea, flaca, floja y fría.

Por otra parte el vocabulario es muy sencillo y muy asequible para todos los vecinos.

En estas cancioncillas están presentes todos los hechos que conforman la vida cotidiana, lo común a todos. Todo ello es lo que constituye el rico patrimonio de las creaciones populares y que expresan la actitud colectiva ante la vida, el amor y la muerte que varían a través del tiempo, de acuerdo con el desarrollo de la sociedad a la que pertenece.

Sería muy difícil inventariar ahora todos los temas de las coplas. No es éste nuestro objetivo. Ya desde la Edad Media existen recopilaciones, en cancioneros, en ocasiones muy satíricas como las coplas de Ay Panadera o las Coplas de Mingo Revulgo, y muchas más que conforman una especie de Codex Gluteo (El Bosco), ironizando contra el clero y la nobleza.

Asimismo tenemos el predominio obsesivo (“machismo”) por vituperar a la mujer:

Compadre, debes saber
que la más buena muger
rrabia siempre por hoder.

Una moçuela de Logroño
mostrado me avía su co…
po de lana negro que hilava.

En la calle de Santiago
una marmota decía
por mucho que tire yo,
tira más la artillería.

La mujer y la sartén,
en la cocina están bien.

Las chicas de Villalpando
tienen las patas de alambre
y un poquito más arriba
un conejo muerto de hambre.

De la costilla del hombre
Dios hizo a la mujer
y como es carne de hueso
es muy mala de roer.

Cuando paso por tu puerta,
TU MADRE ME LLAMA FEO,
si me lo vuelve a llamar
saco la gaita y la meo.

Todas las mujeres tienen
en el pecho dos limones,
y un poquito más abajo
un sargento con bigotes.

Con frecuencia se observa en las coplas auténticamente populares, algunos defectos de expresión y vulgarismos propios de la situación marginal en la que se ha vivido en el medio rural, lo cual no impide, en absoluto, que el pueblo tenga otro tipo de cultura, propio de una riqueza interior y de un saber mucho más profundo, que no se adquiere jamás en los libros, sino en la dureza del trabajo y con la escasez de recursos, con la experiencia.

Del amplio repertorio que existe, hemos seleccionado alguna muestra significativa, comenzando por las coplas que manifiestan cierta rivalidad entre los pueblos vecinos, tratando de ridiculizarse mutuamente:

¡Oh glorioso San Antón!
tú eres santo y yo soy burro,
y todos los que me están escuchando
que me besen el culo.

En Castroverde de Campos
mataron un burro
y en Barcial de la Loma
se lo comieron crudo.

Las mocitas de Villarmentero
llevan las bragas de cuero
y cuando van a mear
llaman al guarnicionero.

Almenara, Bocigas, Puras y Llano
son cuatro pueblecitos de chicha y nabo.

(Hay variantes, frutos de la rivalidad. Así Villarmentero se sustituye por Campaspero, Puente Duero, etc. y la frase del final por: …se las ve el agujero).

De coplas un tanto serias, aunque salpicadas con matices groseros y escatológicos tomamos estos ejemplos:

Todo puede ser dolor y todo puede ser risa,
todo según el olor de la mierda que se pisa.

Cuando el grajo vuela bajo
hace un frío del carajo
y cuando vuela a trompicones
hace un frío de coj…

El culo es muy cristiano
mirarlo es de marranos.

– Yo tengo hedonismo.
– Y ¿eso qué es?
– Un huevo colgando
y el otro lo mismo.

Aunque no abundan las coplas en contra de los hombres, elegimos algunas un tanto despreciativas:

Hombre chiquitín
troterín y bailarín.

Tenía el síndrome de La Bañeza:
muchos pelos en los huevos
y muy pocos en la cabeza.

Cuando más viejo
más pellejo.

Las coplas de tema erótico son de gran predominio, como las de oraciones, aunque a veces muy groseras. Veamos algunas de las más suaves:

Santa Librada, Santa Librada
que sean tan dulce la salida
como fue la entrada.

San Cucufato, San Cucufato
los cojones te ato,
si no encuentro lo que busco
no te los desato.

Capullito, capullito
ya te vas volviendo rosa
y va llegando la hora
de cantarte alguna cosa.

Si tomas Coca–Cola
te crece la pirola
si tomas gas
te crece mucho más
y si tomas vino
te crece como un pino.

Se il vigore é bene
avanti con il pene.
Se il vigore é male
Avanti con le mane.
Se il vigore mingua
Avanti con la lingua
E sé il vigore é nullo
Avanti per il culo,
Ma, sempre, sempre avanti.

También hay coplas que suelen cantarse, como esta de Castroverde de Campos:

Por detrás, por detrás
por detrás, por detrás
entran las palomas
en el palomar.

Una vieja fue a la iglesia
con intención de rezar
y a eso de la media misa
se le ocurre estornudar.

¡¡¿¿POR DÓNDE??!!
…por detrás, por detrás.

Una vieja se enamoró
del tuno del sacristán
porque apagaba las velas
con mucha facilidad.

¡¡¿¿POR DÓNDE??!!
…por detrás, por detrás.



DE LA TRADICIÓN ORAL: LAS COPLAS POPULARES

MIRAVALLES, Luis

Publicado en el año 2007 en la Revista de Folklore número 323.

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