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Revista de Folklore número

231



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Un repertorio romancístico de la montaña de Palencia. Victorina Ramasco de Santa María de Redondo (La Pernía)

PORRO FERNANDEZ, Carlos A.

Publicado en el año 2000 en la Revista de Folklore número 231 - sumario >



Existía, dentro del enorme y variado mundo que es el de la tradición oral, una figura fundamental a la hora de la transmisión de los saberes antiguos, del repertorio musical y de los textos ligado a los diferentes momentos de la vida. Esta figura, el "especialista" denominaba a aquella persona, que como si de un oficio se tratara, era conocedora de multitud de romances, tonadas o tradiciones que transmitía oralmente a los de su entorno siendo fiel depositario de la tradición en la que como persona activa participaba. Este carisma, reconocido por toda la comunidad, venía dado por su apego a la tradición (el haber vivido un entorno a su vez de especialistas siendo continuador de la familia) pero principalmente por su memoria, su gracia en la voz o su facilidad para rimar, componer y manifestar artísticamente ese caudal de textos y músicas, así como la afabilidad a la hora de contactar con la gente.

Sólo ya en algunas áreas comarcales de nuestra Península Ibérica, y desgraciadamente cada vez con menos frecuencia, podemos aún hoy en día, entrever algo de esos ecos lejanos del pasado, disfrutar y sorprendernos (cuando cada vez es más corta nuestra capacidad de sorpresa) por la voz, memoria y aptitudes musicales o gestuales de personas, que sin ser conscientes de su fuerza y valía, transmiten a sus ya pocos oyentes unas vivencias y entornos rebosantes de enseñanzas y respuestas valederas en todo tiempo.

A estas páginas traemos uno de estos casos, merecedores siempre de atención por nuestra parte, como el de Victorina Ramasco, representante en verdad de una tradición romancística montañesa que se deshace con el fin de siglo (1). El abundante caudal romancístico aún fluye de vez en cuando por boca de hombres y mujeres, que ancianos ya, se han resistido a dejar olvidar este legado oral, como si en ellos retuvieran, y así es, la experiencia y los valores que les hicieron firmes y cabales en su vida. Los que tenemos la suerte de conocerlo de tiempo atrás y de primera mano disfrutamos menos cada vez de estas vivencias y conocimientos, ante la premura del tiempo que se lleva la memoria y la urgencia de estas catas en los cada vez más ocasionales encuentros y hallazgos de estos rescoldos.

Áreas "privilegiadas" en este sentido son como se puede comprender zonas de montaña y sierra o aisladas de las grandes redes de comunicación. En la provincia de Palencia una de estas áreas es la zona norte, la zona montañosa y de difícil comunicación hasta hace algunos años. De aquí provienen la mayor parte de las informaciones que sobre la tradición oral se han venido publicando en Palencia (excepto el Cancionero de Palencia de Joaquín Díaz y L. Díaz que trata en su estudio la Tierra de Campos principalmente) ya que las obras de J. Díaz, Gonzalo Alcalde Crespo, y el propio Guzmán Ricis abarcan el norte de la Provincia (2) donde incluso su propio hijo, Guzmán Rubio, llegó a encuestar a alguna de las hijas de la protagonista de nuestro artículo, concretamente a Mercedes y Rosario Rueda Ramasco junto a otras jovencitas de Tremaya, quienes contaban en esa época, el año 1959, unos veinticinco años.

Victorina Ramasco, nació en Santa María de Redondo el 5 de septiembre de 1907. Se casó a los veinte años y tuvo cuatro hijas. Su vida transcurrió en su pueblo natal hasta que ya crecidas las hijas hubo de marchar fuera. Desgraciadamente pocos años después, a los veintisiete enviudó. Las vecerías y la agricultura han sido los medios de subsistencia de lo que imaginamos una vida dura, si tenemos en cuenta la situación de una mujer sola con cuatro hijas.

Como muchas de las mozas de su época poseía un repertorio más menos abundante de canciones y coplillas, y era asimismo tocadora del baile antiguo cuando el baile se hacía "a lo pesao" y "a lo ligero". Pero su buena cabeza la permitió desde mozuca el retener en su memoria las largas coplas y romances que oía en casa o a los vecinos del lugar (3).

Los romances y coplas "yo las aprendí de Pedro "el Bruto ", Pedro "el de los romances " que se casó en Celada, uno que era mucho más mayor que yo. Y eso, pues íbamos con las vacas y andaba ya con Cesárea y claro, como se estuvieron una noche allá en la bolera a la orilla el río pues cogió, se puso malo y quedó inválido. Ella iba con las vacas y iba alredor nuestro. Pero fui poco tiempo moza que me casé de muy joven... ".

De él, comenta siempre que, aprendió todos los romances, junto a alguno otro de su padre que a su vez había aprendido de un pobre que vino pidiendo por casa, o de unos familiares de Mazandrero allá por Campóo.

Las versiones de este corpus local y particular al que dedicamos estas líneas lo componen una treintena de completos romances más algunas versiones fragmentarias de todo tipo. Frente a versiones casi únicas en la Montaña o en toda la Provincia del "Nacimiento de Montesinos" o de "La apuesta ganada", aparecen temas conocidos de sobra o más modernos, como "Agustinita y Redondo", "Rosina Encarnada" o "Delgadina". El interés de este "material" radica sobre todo en la aportación (cada vez más urgente y necesaria) de documentos sonoros que nos dé una idea del acervo cultural que ya no se repetirá, básicamente por la despoblación acuciada de la zona y el cambio de valores y mentalidad. El pueblecito de Santa María de Redondo, como la mayor parte de los de la montaña, en invierno, apenas cuenta con media docena de vecinos.

Victorina cantó siempre todos los romances y cada uno de ellos con una melodía distinta, con lo que el saber de esta mujer enriquece además un lenguaje musical tradicional montañés. Solamente repitió melodía en dos ocasiones, concretamente en el romance de "Conde Niño" y "El Rey y la Virgen Romera" en los que utilizaba una misma melodía, que casualmente es la que aún hoy día se utiliza para entonar la Salve que a nuestra Señora de Viarce, patrona de la zona, se canta con ocasión de su festividad. También cantó con la misma tonada "Montesinos" y "Rico Franco" prefiriendo cantar el romance siempre antes que recitarlo.

Al repertorio de esta recopilación de romances habría que añadir otros dos temas más de sobra conocidos en todo el norte y aún interpretados de tarde en tarde. Uno de estos temas, que no es propiamente un romance, es el canto que se interpreta la víspera de las bodas por la mocedad de amigas de los novios, el conocido como "La enhorabuena" o "La despedida de la novia" y que de vez en cuando se canta en las escasas bodas que se celebran en alguno de estos pueblos montañeses. El otro sería un tema de Navidad, un canto petitorio de aguinaldo, que relata la llegada de los Reyes Magos, la adoración del Niño y acaba enumerando los años que vivieron cada uno de ellos. Estos "reyes" los cantaban los mozos la víspera del día seis por las calles, recogiendo en esta cuestación todo lo que se les ofrecía de buena gana. Debido a la popularidad de estos temas en la montaña no los hemos incluido en este artículo a pesar de ser parte del repertorio de esta mujer y de mucha gente de la zona que transmitía estos temas muchas veces de forma escrita, conservándose en cada pueblo en los conocidos "cuadernos de mozas" que contenían multitud de canciones entonadas por las mozas con ocasión de la Semana Santa, para las Flores de Mayo, las Navidades o las bodas.

La gran mayoría de los textos que vamos a transcribir se registraron principalmente en dos encuestas efectuadas en Valladolid. Los temas, todos cantados, fluyeron de la memoria de Victorina como si de un colmado embalse se tratara, embalse que estaba deseando soltar agua a raudales. Uno tras otro fueron corriendo los romances que ella acostumbraba a cantar a sus hijas al amor de la lumbre en las veladas nocturnas, o en las vecerías y los que acaso hacía sesenta años que no cantaba.

En estas dos primeras encuestas de Valladolid, efectuadas el 16 y 23 de marzo de 1995 contaba 88 años de edad y Victorina recordó para nosotros, sin dudar, casi una treintena de romances, a los que añadimos pocos más en otra encuesta del 5 de abril del mismo año. En otra ocasión, en el verano de 1997, el 26 de agosto, coincidimos en un viaje a Santa María de Redondo con la hermana de Victorina, de 83 años de edad y que en esos momentos se encontraba visitando a su familia. Aprovechamos la visita y grabamos algunos romances también a esta mujer, aprendidos en el pueblo como algunos de Victorina y prácticamente idénticos. Sirvió esta encuesta para refrescar la memoria de Victorina ya que recordó para nosotros en esta ocasión algún romance que inició o cantó su hermana.

A partir de aquí las otras ocasiones en que por uno o por otro motivo visitamos a Victorina tanto en Valladolid, como en su casa de Santa María de Redondo se limitaron a recordar uno o dos romances nuevos a lo sumo y principalmente a recordar usos del pasado y a disfrutar de su grata compañía como la de su hija Angeles y su yerno Justo.

En la última visita que realizamos a Victorina en Valladolid, a principios de 1999, la encontramos algo mermada de facultades y fue incapaz de recordar algún romance para nosotros. Tal como habían ido llegando los romances a su boca y cabeza en aquellas dos encuestas primeras así se la habían ido escapando desde entonces. Afortunadamente su memoria, su recuerdo y parte de sus valiosas enseñanzas van a quedar aquí plasmadas para deleite de futuras generaciones.

Buen dao.

EL NACIMIENTO DE MONTESINOS

(78 Hemistiquios)

Se pasean el rey y la reina / por el su palacio real
2 van hablando de Tunillos, / de Tunillos hablando van.
- Tunillos es buen muchacho, / bien le podíamos casar
4 con la nuestra infantita / que no había de estar muy mal.
Tunillos lo estaba oyendo / y ha salido a contestar:
6 - Casen, casen la infantita / buena cuenta los tendrá,
que la infantita está encinta / de siete meses o más.
8 El rey de que esto oye / la ha mandado desterrar
en aquel castillo nuevo / sin consuelo y sin piedad.
10 Pasa tiempo, llega tiempo / y un parto fuerte la da:
- ¡Virgen de la Aparecida!, I ¡Virgen de la Soledad!,
12 ampárame en esta hora / y en este momento ya.
Apenas acaba decirlo / la Virgen está allí ya:
14 -Animo, ánimo, infantita, / que un infante tienes ya.
Dime, dime tú, infantita / si le quieres bautizar.
16 -Bautizarle sí, Señora, / sí le quiero bautizar
Madrina será la Virgen, / padrino será San Juan,
18 Nuestro Señor Jesucristo / le bajará bautizar.
Crece el niño en una hora / más que otros en un año o más
20 y al cabo de siete meses / con su madre va a cazar.
Se suben a aquellos altos / donde suelen merendar:
22 -Mira, París, hijo mio, / mira Francia dónde está,
aquellos castillos nuevos / de tus abuelos serán.
24 - Déjeme ir usted mi madre, / déjeme ir usted ir allá.
- Yo, que tú al rey y a la reina / no los sabrías hablar.
26 - Me deje, que no me deje, / yo tengo de ir allá.
- Buenos días tenga el rey / y la su corona real;
28 buenos los tenga la reina / y los que con usted se están;
a Tunillos no le hablo / porque no le debo hablar.
30 Tunillos de que esto oye / al niño quiere pegar,
- Al niño no se le pega / que es prudente en el hablar.
32 Dime, dime tú, hijo mío, / ¿de qué pueblo?, ¿qué ciudad?
- Nieto soy suyo, señora, / nieto soy suyo carnal,
34 hijo de aquella infantita / que mandaron desterrar.
-Anda, vete tú, hijo mío, / vete y dique venga acá.
36 - Juramento ha hecho, mi madre, / en el vino y en el pan
si no matan a Tunillos / mi madre no viene acá.
38 Unos matan a Tunillos, / otros por la infanta van,
la cabeza de Tunillos / el niño la lleva ya.

LA APUESTA GANADA

(56 Hemistiquios)

-Apostado tengo, madre, / con el rey de Portugal
2 de dormir con Marianita / y antes de gallos cantar.
- ¿Cómo has apostado, hijo, / lo que no puedes ganar?
4 - Déme usted camisa blanca / y en ella un lindo mirar
y a la puerta Marianita / y allí me iré a pasear.
6 -¿De dónde es la señorita / lindamente en el andar?
- Tejedora soy, señora, / que vengo de Portugal;
8 y ahora me falta la trama / que es la que vengo a buscar.
- Sube, tejedora, sube- / Y empezar a devanar
10 y por prisa que se dieron / no lo pudieron acabar.
Ya prepararon la cena / ya se fueron a cenar;
12 ya prepararon la cama / ya se fueron a acostar.
- Y esta noche, Marianita, / conmigo te has de quedar.
14 - No me quedo, no, señora, / que no me puedo quedar,
tengo dos hijos pequeños, / no cesarán de llorar.
16 Los unos pedirán agua, / los otros pedirán pan.
- Esta noche, tejedora, / conmigo te has de quedar.
18 Ya prepararon la cena / ya se fueron a cenar;
ya prepararon la cama / ya se fueron a acostar.
20 Ya eso de la media noche, / Mañanita voces da:
- ¿Qué tienes, la Marianita, / qué tienes que voces da?
22 -La tejedora de anoche / se nos ha vuelto un galán;
- Levántensen, mis criadas / y arreglarle de almorzar
24 y un vasito de veneno / revuelto con "legilgar".
- Quédense con Dios, señores, / con Dios se pueden quedar
26 que ese almuerzo, mi buen rey, / y a un perro no se le dan.
Quédense con Dios, señores, / con Dios se pueden queda,
28 y antes de los nueve meses / y ustés me irán a buscar.

Variantes: 7a "cardadora".

CASADITA DE LEJAS TIERRAS

(78 Hemistiquios)

Recién casadina / de lejas fierras
2 con la escoba barre / con los ojos riega,
con la boca dice: / - ¿Quién fuera doncella?
4 Maridico mió, / si bien me quisieras
y a la tu madrica / y a llamarla fueras.
6 -Levántese, madre, / del dulce dormir,
que la luz del día / ya quiere venir,
8 y la blanca niña / ya quiere parir.
- Si pare que paria / un hijo varón
10 que la reventara / y hasta el corazón.
- Parie, esposa mía, / por la Virgen Santa,
12 que la mi madrica / ya no estaba en casa.
- Maridico mió, / si bien me quisieras
14 yo la tu hermanica / y a llamarla fueras.
- Levántese, hermana, / del dulce dormir
16 que la luz del día / ya quiere venir,
que la blanca niña / ya quiere parir,
18 - Su parie que paria / un hijo varón
que la atravesara / y hasta el corazón.
20 - Parie, esposa mía, / por la Virgen Santa,
que la mi hermanita / ya no estaba en casa.
22 - Marídito mió, / si bien me quisieras
y a la mi madrica / y a llamarla fueras.
24 -Levántese, suegra, / del dulce dormir,
que la luz del día / ya quiere venir,
26 que la blanca niña / ya quiere parir.
- Aguárdate, yerno, / un poco a la puerta
28 mientras que recojo / mis ricas envueltas.
Levántate, pavero, / escógeme un pavo,
30 escógele gordo / que dé buenos caldos-
Ya pasa la noche / a gallos cantar
32 Ya camina el yerno / .......
- dinos, pastorcillo, / que guardas ovejas
34 dinos: ¿por quién tocan / campanas tan bellas?
- De parto murió, / de parto muriera,
36 por malas cuñadas / y peores suegra-
Ya acaban los curas / de decirla misa,
38 ya acaban los frailes / de apagar la vela;
no acaba la madre / de llorar su prenda.

Variantes: 1b "en tierras ajenas"; 10a "que la atrave-
sara".

POR EL RASTRO DE LA SANGRE

(34 Hemistiquios)

Por el rastro de la sangre / que Jesús ha derramado
2 camina la Virgen Pura / y en busca de su Hijo amado,
A las tres leguas que anduvo / una mujer ha encontrado:
4 - Dígame, santa mujer, / si mi Niño has encontrado,
- Sí, señora, le encontré / muy rendido y fatigado;
6 una cruz lleva en sus hombros / de madera muy pesada,
una soga en su garganta / que por ella iban tirando;
8 San Juan y la Madalena / le llevaban de la mano.
- Caminemos, caminemos, / caminemos al Calvario
10 que por pronto que lleguemos / ya le habrán crucificado.
Ya le ponen las espinas / ya le arremochan los clavos,
12 ya le dan una lanzada / en su divino costado,
y unos van para los pies / y otros van para las manos,
14 y otros van para la cruz / donde Cristo está enclavado.
Y el que esta oración dijese / todos los viernes del año
16 saca un ánima de pena / y la suya del pecado;
la de su padre y su madre, / la de todos los hermanos.

EL REY Y LA VIRGEN ROMERA

(42 Hemistiquios)

Estando la Virgen pura / labrando la fina seda,
2 cuando la seda se acaba / de sus cabellos enhebra;
de la seda a sus cabellos / va muy poca diferencia.
4 Viene por allí el buen rey / la dice de esta manera:
- ¿Qué haces aquí Virgen pura ?, / ¿ qué haces aquí Virgen bella?
6 -No estoy sola mi buen rey / que mi compaña atrás queda
que estoy con mi marido / relumbra como una estrella-
S Marcha el rey pa su palacio / y manda poner la mesa,
manda un paje de los suyos / que el mayor no se atreviera.
10 Se atreviera el más pequeño / y a volver en busca de ella.
- Dígame usted, mi señor, / las señas de la romera.
12 Rosario de oro en sus manos, / quince extremos de oro lleva,
una capa tolerana, / una polida barbera,
14 una capa tolerana, / una capa azul cubierta.
Echa tú paje a correr, I corre paje lo que puedas-.
16 Allá la ha ido a alcanzar / a sombras de la alameda.
- Dijo mi señor, Señora, / que la brindaba a su mesa
18 a comer en su merced, / si usted por bien lo tuviera.
- Vuélvete, paje del rey, / vuélvete muy n’horabuena
20 y dirás a tu buen rey / que él reinará en su reinado;
que él reinará en su reinado / yo reinaré cielo y tierra.

Variantes: 18a "en comer con su merced".

BLANCAFLOR Y FILOMENA

(32 Hemistiquios), Versión fragmentaria

Una madre trae dos hijas, / Blancaflor y Filomena.
2 Vino por allí un pastor / de amores la pretendiera.
El quería Blancaflor / y le dan a Filomena.
4 Filomena era muy niña / para ir a tierra ajena.
Y a eso de los nueve meses / vino a ver a su suegra:
6 - Buenos días, mi señora. /- Bienvenido Turquín seas,
y mi hija Blancaflor / ¿tú me dirás cómo queda?
8 -Su hija Blancaflor / para parir estuviera
y ahora le vengo a pedir / a su hija Filomena,
10 Para que ande por allí / mientras Blancaflor atiesa-,
Ha pasao los nueve meses / y ha ido...
12 y en el medio del camino / de amores la pretendiera.
- Estáte quieto, Turquín, / que es el diablo que te tienta-.
14 La ha cogido por el cuello / y viva la sacó la lengua
y la ha dejado tirada / a la orilla la carretera.
16 Y cuando llegó a casa... / - Buenos días...

(y le dijo que mató a su hijo como él mató a su hermana).

LA PEDIGÜEÑA

(40 Hemistiquios)

Un francés entró en España / en busca de una mujer
2 se encontró con una dama / que le supo responder.
- Señorita, si usted quiere / servirme a mi por un año
4 yo la comprara un vestido / y la regalara un sayo.
- Señorito, si usted quiere / de mi hermosura gozar
6 en todo cuanto le pida / en nada me ha de faltar.
Lo primero es una casa / que cueste dos mil doblones
8 que miren para la calle / ciento cincuenta balcones.
Lo segundo es una sala / forrada de carmesí
10 con los asientos de plata / para darme gusto a mí.
El cuarto donde yo duerma / forrado de pino de oro
12 con los asientos de plata / para darme gusto en todo.
Desde mi casa a la iglesia / ha de poner un tablado
14 para cuando vaya a misa / no se me manche el calzado.
Desde mi casa a la iglesia / ha de poner una parra
16 para cuando vaya a misa / no me dé el sol en la cara.
- Quédese con Dios, señora, I con Dios se puede quedar
18 que ese lujo que usted pide / yo no se le puedo dar.
Quédese con Dios, señora, / quédese con Dios usted,
20 y ese lujo que usted pide / busque otro que se lo dé.

LOS NIÑOS EN EL HORNO (fragmentos)

(16 Hemistiquios)

Una madre cría tres hijos, / les cría con mucho esmero.
2 Yo no sé por qué ocasión / la madre les ha reñido
y los niños de temor / en el homo se han metido.
4 Otro día a la mañana / de amasar se la ocurrió,
ha prendido fuego al horno / y no hablaron de temor.
6 Dan parte al señor obispo / y al señor gobernador.
La madre de que esto ha visto / desmayada se quedó.
8 Dan parte al señor obispo / le sacan en procesión.

LOS ESTUDIANTES Y EL ALMA EN PENA

(54 Hemistiquios)

El día de San Andrés / por ser día señalado
2 andaban dos estudiantes / por un estudio nombrado.
El día de Navidad / en Salamanca han entrado
4 preguntan al uno de ellos: / ¿qué hacen aquí los licenciados?
- Buscamos casa en ahueco / y nos han desocupado.
6 - Casa yo os la daré / pero yo os desengaño,
hace dieciocho años / que anda por ella un alano,
8 cargadito de cadenas / y prisiones arrastrando.
- Traiga para acá una luz / que queremos registrarlo-.
10 Miran to los aposentos / y en sin nada se han hallado.
Y a eso de la media noche / y a eso de cantar de gallos
12 se dan en abrir las puertas, / cerraduras y candados.
De las pajas hacen cruces / en cuenta que era el diablo
14 y uno como más valiente / de la cama se ha tirado.
Y al bajar por la escalera / en un sitio retirado
16 le han apagado la luz / y le agarran de la mano.
- Si eres alma de este mundo / valor tengo pa escucharos.
18 - No soy alma de este mundo, / ni espanto ni soy el diablo,
soy el amo de esta casa / que ando por aquí penando.
20 Quité el honor a una doncella / de edad de dieciocho años
su cuerpo tiré a una noria. / Que es lo mucho que os encargo
22 que me la saquéis de allí / y la enterréis en sagrado.
Debajo de la mi cama / tengo un tesoro guardado,
24 la digáis cincuenta misas / con honras y cabo de año.
Y lo demás que os quede / lo repartáis como hermanos
26 y si así no lo hacéis / os seguiré a cada paso
y en la gloria celestial / todos juntos nos veamos.

Variantes de su hermana de este tema: 4b "qué cenáis", 10b "pero nada han encontrado", 3b "creyendo que era", 18a "otro mundo".

EL NIÑO PERDIDO (Fragmentos)

(15 Hemistiquios)

A la puerta llama un niño / más hermoso que el sol bello
2 dice que tiene frío / que ha nacido en el invierno.
Mándale que suba, / se calentará
4 porque en este pueblo / no hay más caridad.
Sube al Niño a la cocina / y hacía que se calentaba
6 le pregunta la patrona / de qué reino y de qué patria,
- Soy de lejás tierras / mi madre en el cielo
8 y yo acá en la tierra.

LAS ENTRADITAS DEL AMOR

(32 Hemistiquios)

La primera entradita / que el amor tiene
2 santas y buenas tardes / tengan ustedes.
Y a su novia se acerca / más al oído
4 y entonces la pregunta: /- ¿Cómo la ha ido?
Y ella le ha contestado: /- Bien, a Dios gracias,
6 sólo me falta / el darte las calabazas.
-Las calabazas, vida mía, / ni espero menos
8 porque sé que te ronda / amo de otro dueño.
- Y ese que a tí te ronda, / quisiera saber yo,
10 pero me falta un ratito / de conversación.
- Y ese ratito, majo, / no te le puedo dar
12 que anoche me riñeron / y me "quison" pegar.
- Si anoche te riñeron / y te "quison" pegar
14 métete religiosa / de la caridad.
- De la caridad, majo, / yo me metiera
16 pero no tengo dote / quien me la diera.
-Y el dote, vida mía. / te le daría yo
18 ya que a mí no me sirves, / sirvas a Dios.
-Y el servir a Dios, majo, / y ha de ser contigo
20 y aunque malos informes / hemos tenido.
- Y esos malos informes / que a tí te han dado
22 te han vuelto la cabeza / de medio un lado.
-Y a mí no me la vuelven / tan fácilmente,
24 si firme estoy ahora / firme estoy siempre,
firme está una muralla, / firme un castillo
26 firme está mi palabra / de hablar contigo.

LA BODA ESTORBADA

(90 Hemistiquios)

Publicadas son las guerras / por la tierra y por la mar
2 y al conde Sol le han nombrado / por capitán general.
Acaba de ser casado / y se tiene que marchar.
4 - ¿Cuántos días, cuántos meses / te vas a estar por allá?
- Deja los meses, condesa, / por años puedes contar,
6 si a los tres años no vengo / viuda te puedes llamar.-
Pasan tres y pasan cuatro, / pasan seis y pasan más
8 y el conde Sol no ha venido / ni nuevas de él pueden dar.
La condesa como niña / no cesaba de llorar
10 y un día estando a la mesa / su padre la empezó a hablar:
-Deja ese llanto, condesa, / nueva vida tomarás
12 duques y condes te piden, / hija te puedes casar.
- No lo querrá Dios del cielo / que yo me vuelva a casar,
14 carta en mi corazón tengo / de que el conde vivo está.
Déme usted licencia, padre, / para salirle a buscar.
16 - Mi licencia tienes, hija, / mi bendición además.-
Se retira a su aposento / no cesaba de llorar;
18 quita la media de seda, / de lana la va a calzar,
se quita el zapato raso / le calza de cordobal,
20 y encima del briol puso / y un hábito de sayal;
coge el cordón en la mano / y se va a pelegrinear.
22 Ha andado siete reinados, / morería y cristiandad,
y no ha encontrado al conde / ni nuevas de él pueden dar.
24 Se ha subido a aquellos altos / y un vaquero vio asomar:
- Usted que guarda las vacas, / de tanto hierro y señal.
26 - Vaquerito, vaquerito, / que guardando vaca estás:
¿de quién son las tantas vacas / cargas de hierro y señal?
28 - Son del conde Sol, señora, / mañana se va a casar,
ya están muertas las gallinas, / ya está amasando el pan
30 gente muy lejas tierras / envitás llegando están-
Jornada de todo el día / en medio la hubo de andar
32 y al llegar frente al castillo / con el conde se va a encontrar.
- Déme una limosna, Conde, / por la Santa Trinidad -
34 Ha echado mano al bolsillo / y un real en plata la da.
- Para tan grande el condado, / poca limosna es un real.
36 - Que pida la romerita / que lo que pida tendrá-
Se ha abierto de arriba a abajo / y le ha enseñado el briol.
38 -Mira si conoces, conde, / mira si conocerás
el briol de seda verde / que me diste al desposar-
40 Al oír estas palabras / ha caído al suelo mortal,
ni con agua ni con vino / no le pueden recordar,
42 sino con palabras dulces / que la romera le da.
Baja la novia corriendo / y al ver al conde mortal:
44 - ¡Malhaya sea la romera! / ¿quién la ha encaminado acá?
- No me la maldiga nadie / que es mi mujer natural.
46 Quédese con Dios la novia / solterita y sin casar
que el que de ajeno se viste / desnudo vuelve a quedar,

EL CONDE NIÑO

(64 Hemistiquios)

Madrugaba el conde Niño / la mañana de San Juan
2 a dar agua a su caballo / a las orillas del mar.
Cantaba un cantar bonito I al caballo hacía parar
4 la reina donde ella estaba / de allí sentía cantar,
- Despierta, hija, despierta / que otro rato dormirás
6 y sentirás cómo canta / la serenita en el mar.
- No es la serenita, madre, / que esa no sabe cantar
8 que es el conde de Riosniño, / que por mis amores va.
- Si por tus amores va / yo le mandaré matar.
10 - Si le mata usted, madre, / a mí me puede enterrar-
El uno muere a las doce, / el otro a gallos cantar;
12 la hija, como hija reina, / la entierran al pie de altar,
el otro, como hijo conde, / una grada más atrás.
14 Del uno salió un olivo, / del otro un verde olivar.
La reina cuando va a misa / allí trabó el delantal
16 y manda a sus cortadores / que le fuesen a cortar.
Dale al uno, dale al otro, / no les fueron de cortar.
18 Del olivo salió sangre, / de la oliva leche real,
de la leche una paloma, / de la sangre un gavilán.
20 A la ventana la reina I allí fueron a posar
y mandó a sus tiradores / que le fuesen a tirar.
22 Tira el uno, tira el otro, / no le fueron de matar
y a la orillita del río / allí fueron a posar,
24 Del uno salió una ermita, / del otro una fuente real
donde tuertos y tullidos / allí iban a sanar,
26 Pasa tiempo y llega tiempo / la reina llegó a cegar
y manda a sus doncellinas / que la llevasen allá.
28 Las doncellinas entraron / la reina no pudo entrar,
- Quítate de ahí, mala reina, / no te queremos curar
30 que fuimos enamorados / y nos mandaste tirar;
cuando fuimos palominos / tú nos mandaste matar,
32 y ahora que ya somos santos / no te queremos sanar.

CELOS Y HONRA

(92 Hemistiquios)

El cielo me dé su gracia / y la Virgen soberana
2 para cantar una historia / que he aprendido en España.
De don Diego y de don Jorge / siendo juntos camaradas;
4 juntos comen, juntos beben, / juntos a las fiestas andan,
juntos se van de a caballo / en una yegua lozana.
6 Don Jorge se enamoró / de una muy bizarra dama;
era hija de un platero / por nombre tenía Juana;
8 no tiene padre ni madre / sólo un hermano la guarda.
Un día sale de paseo / como van las demás damas,
10 entre condas y marquesas / Juanita lleva la gala.
Don Diego de que la vio / y de ella se enamorara:
12 - Dime tú, Juana, querida, / dime tú, querida Juana,
si te hace falta dinero / para comprar de esas galas.
14 - En lo que mi hermano viva / y a mi no me falta nada-
Juanita descuidadla / ha sacado su mano blanca
16 en el dedo una sortija / de plata sobredorada.
- Esa sortija, Juanita, / otras manos poseara,
18 que se la di yo a Don Jorge / siendo juntos camaradas-
Más ella se lo negó, / no se lo niega a su cara
20 que se pone en sus carrillos / como granas encamadas.-
Don Diego de que esto vio / lleno de cólera y ansia
22 ya preguntó por Don Jorge / dijon que cenando estaba.
- Dile que cene y que venga / que en el campino le aguardan;
24 que venga bien prevenido / porque es cosa de importancia.-
Al llegar a cierto sitio / van por la arena pesada,
26 se dan el hombro con hombro / y allí tiraron las capas.
La luna se para y mira, / la luna mira y se para
28 viendo los dos corazones, / viendo cómo se mataban.
Entre las once y las doce / don Jorge muerto quedara
30 y don Diego se volvió / por la calle de la dama;
la tiró tres pedrecitas / del ternor de una avellana.
32 Juanita que no dormía / se ha asomado a la ventana.
-Manchaos vienen los galones / ¿de qué son las finas manchas?
34 -De un gran traidor elevoso / que contigo practicaba.
- Dime por qué le mataste / si no te ofendía en nada-
36 Don Diego de que esto oyó / lleno de cólera y ansia
la ha tirado un trabucazo / que el corazón la trespasa.
38 Al ruido y al alboroto / el hermano despertara.
- ¿Qué tienes, Juana querida?, / ¿qué tienes querida Juana?,
40 pensé que estabas dormida / y vives enamorada.
- Que el picaro de Don Diego I me ha tirao un carabinazo;
42 me ha tirao un carabinazo / que el corazón me trespasa-
Al bajar por la escalera / don Diego muerto quedara
44 y aquella noche murieron / los tres queridos de Lara.
Primero muere don Jorge, / después muere doña Juana
46 y después muere don Diego / pretendiente de la dama.

EL QUINTADO LA APARICIÓN

(60 Hemistiquios)

Todos cantan, todos bailan / todos celebran la fiesta
2 menos el pobre soldado / los ojos puestos en tierra.
Le pregunta el coronel / que por quién tanta tristeza,
4 si es por padre o es por madre / o es por volver a la tierra.
- Ni es por padre, ni es por madre, / ni es por volver a la tierra,
6 es por ver la mi esposita / la dejé viuda y soltera.
- Tres meses te doy de treguas / para que vayas a verla
8 y luego te volverás / debajo de mi bandera...-
Aparejó su caballo / y se fue para su tierra
10 y en el medio del camino / ha hallado a uno de su tierra.
- ¿Dónde vas triste soldado?, / ¿dónde vas triste de ti?
12 - Voy a ver la mi esposita, / tiempo hace que no la vi.
- Tu esposita ya es muerta / que te lo vengo a decir,
14 - Sea muerta, sea viva, / yo a verla tengo de ir-
En el medio del camino / se le ha espantado el ruchín.
16 -No te espantes, caballero, / no te espantes tú de mí
yo soy la tu esposita / que te salgo a recibir.
18 -Si tú fueras mi esposita / tú te abrazaras de mí.
- Ya no tengo aquellos brazos / con que te abrazaba a ti,
20 ni tampoco aquellos labios / con que te besaba a ti,
ni tampoco aquellos ojos / con que te miraba a ti.
22 Los cuatro que me llevaron / todos hermanos de ti;
las ofrendas que me lleva / son de a medio celemín.
24 Si te casas, dueño mío, / cásate en Valladolid
que allí hay chicas de mi gusto / que te convienen a ti.
26 La primer hija que tengas / la has de poner como a mí;
la pondrás flor de las flores / que así me llaman a mí;
28 cuando la llames a ella / pa que te acuerdes de mí.
Quédate con Dios y adiós / que no puedo estar aquí
30 el cuerpo tengo en las andas / y el espíritu está aquí.

RONDADOR DESESPERADO CASAMIENTO Y MUERTE ENFRENTADOS

(84 Hemistiquios)

El sábado por la tarde / por tu calle me paseo,
2 hablo con las tu vecinas / ya que contigo no puedo.
Y las pregunté por tí / y al punto me respondieron,
4 que a la fuente ibas por agua / con el cantarillo nuevo.
A otro día era domingo / fuime a misa el delantero
6 por ver si vía venir / a este resalado cuerpo.
De que te he visto / me tapé con el sombrero
8 porque no diga la gente / que es tanto lo que te quiero.
Y vi que entrastes airosa / con mucho gargo y aseo,
10 tomastes agua bendita / con los dedos del medio.
Luego fuistes y te hincastes / delante del Padre Eterno,
12 estuvistes atenta a misa / y yo, morena, no puedo
porque al verte y al mirarte / todito se me va el tiempo.
14 Se ha concluido la misa / y salido el delantero
para decir a mis padres / que me vistieran de negro;
16 buen zapato, buena media, / buen pantalón, buen sombrero,
con esto si no me quieres / a sentar plaza voy luego.
18 - Asienta plaza, galán, / asienta plaza, mancebo,
que aunque te vistas de seda, / de seda yo no te quiero.
20 - ¡Ay! qué palabras tan tristes / para un gallardo mancebo.
- Dicen que te vas a casar / así lo publica el pueblo.
22 El día que tú te cases / para mí ya no hay consuelo.
Primera amonestación / ya perdí las esperanzas
24 de recrearme en tus brazos, / querida prenda del alma.
Segunda amonestación / que en la iglesia se leyera
26 será el primer paralís / que a mi corazón le diera.
Ultima amonestación / que en la iglesia lea el cura
28 será para echarme / a mí primero la "sepoltura".
En esas tus manos blancas / te pondrán lindos anillos
30 a mi me las atarán / con dos cuartas de hiladillo.
A ti te echarán / las arras en el pañuelo
32 y a mí me echarán / de las andas para el suelo.
A ti te acompañará / el padrino y la madrina
34 ya mí me acompañarán / cuatro velas encendidas.
A ti te acompañarán / toditos los buenos mozos
36 a mi me estarán sacando / gusanos hasta los ojos.
Cuando pases por la losa / rézame un Ave María
38 por aquellas palabritas / que tuvimos algún día.
Cuando pases por la losa / hinca la rodilla y di:
40 aquí está mi enamorado / que de amor murió por mí.
No murió de "plomonía" / ni tampoco de costado,
42 que murió de mal de amores / que es un mal desesperado.

GERINELDO

(64 Hemistiquios)

- Gerineldo, Gerineldo, / paje del rey muy querido
2 ¡cuántas damas y doncellas / quisieran dormir contigo!,
y y o también deseara / de que fueras mi marido.
4 - Cómo se burla, señora, / cómo se burla conmigo.
- No me burlo, Gerineldo, / que de veras te lo digo,
6 - SÍ me lo dice de veras / ¿a qué hora es ser recibido?
- A eso las diez o las once / cuando el rey esté dormido.
8 A eso las diez o las once / a la puerta dio un suspiro.
- ¿Quién es ese el sinvergüenza ? / ¿quién es ese el atrevido ?
10 ¿quién es ese el sinvergüenza / que a mi puerta dio un suspiro?
- Soy Gerineldo, señora, / que vengo a lo prometido.
12 -Si tú eres Gerineldo / tú serás bien recibido.-
Le ha cogido de la mano / en la cama le ha metido;
14 a eso de la media noche / al rey un sueño le vino.
-O ne matan la infantita / o me roban el castillo.-
16 Siete vueltas dio al palacio / y otras siete dio al castillo,
los ha encontrado a los dos / como mujer y marido.
18 - Si le mato a Gerineldo, / le he criado desde niño,
y si mato a la infantita / mi reino queda perdido.
20 Pongo la espada en el medio / que les sirva de testigo.
- Despierta, Gerineldo, despierta, / despierta si estás dormido,
22 que la espada de mi padre / entre los dos ha dormido.
- Será la mia, infantita, / que la tengo yo consigo.
24 - No es la tuya, Gerineldo, / que yo bien la he conocido.
- Levántate, Gerineldo, / lleva a mi padre el vestido,
26 no te se tuerza el color / ni vayas descolorido-
Al subir por la escalera / la color se le ha torcido.
28 - ¿Dónde vienes, Gerineldo, / que vienes descolorido?
- Vengo de correr los moros / que le roban el castillo.
30 - Bien te sabes disculpar / siendo tan pequeño y niño-
El rey tenía una rosa / Gerineldo la ha cogido,
32 - Que la cojas, que la dejes, / ya vos velaré el domingo -

DON BUESO

(56 Hemistiquios)

Una mañana serena / caminé pa morería
2 sentí cantar a una mora / al pie de una fuente fría.
-Apártate, mora bella, / apártate, mora linda,
4 deja beber mi caballo / en esta fuente cristalina.
-No soy mora, caballero, / que soy cristiana cautiva
6 me cautivaron los moros / cuando yo era pequeñita,
- Si quieres venir conmigo, / conmigo te llevaría.
8 - Los pañuelos que yo lavo / ¿dónde yo los dejaría?
- Los de seda y los de lana / tráeles en tu compañía,
10 y los demás que no valgan / la corriente seguirían-
La ha cogido de la mano, / a caballo la ponía
12 y al subir por una cuesta / la dama llora y suspira,
- ¿Por qué lloras tú, mi cielo?, / ¿por qué lloras tú mi vida?
14 - Por aquí venía yo / con mi padre el Aguileno,
con mi padre el Aguileno / y mi hermano en compañía.
16 -¿Cómo se llama tu padre? / - Mi padre se llama Elias
y un hermanito que tengo / se llama José María.
18 - Válgame Dios de los cielos / y la Sagrada María
que pensé traer a una mora / y traigo a una hermana mía.
20 Ábrame las puertas, padre / ventanas y celosías
que aquí le traigo el tesoro / que lloraba noche y día-
22 Su padre la preguntó / con los moritos qué hacía:
- A mí los moritos, padre, / a mí mucho me querían
24 me tenían para cuidar / los pavos y las gallinas.
Voy a escribir a los moros / ya tuve contestación
26 que sí nos vamos con ellos / nos regalan un millón.
Nos regalan un millón / y tres parejas de bueyes,
28 dos de mulas, dos de vacas / y otras dos si nos convienen.

Nota: Añadió al final del todo "era copla".

EL CURA SACRILEGO

(54 Hemistiquios)

Un cura decía misa, / de las ánimas pastor,
2 se enamoró de una niña / desde que la bautizó.
En lo que sus padres vivieron / no la pudo lograr no
4 y después que se murieron / ya la ha logrado el traidor,
Estaba un día Pepita / peinando su pelo al sol,
6 sale por allí el mal cura, / sale por allí el traidor.
- ¡Dame de tu amor, Pepita, / dame de tu pecho amor!-
8 La niña tan pequeñita / no supo decir que no,
la ha cogido de la mano / a su casa la llevó;
10 y la ha cerrado en un cuarto / el más oscuro que halló.
Allí le decía misa / y la daba comunión,
12 la perdona los pecados / los que no perdona Dios.
A otro día la mañana / a decir misa el traidor,
14 al salir de la sacristía / una voz del cielo oyó:
- Detente, cura, detente, / detente, cura traidor,
16 que no puedes decir misa / ni recibir al Señor.-
Ensilla la mula y marcha / y a Turquía caminó
18 y en el medio del camino / un capuchino encontró.
- Quiero confesarme, padre, / écheme la absolución-
20 Le ha echado tres penitencias / todas tres a cual mayor:
El primer es que barriera / desde Madrid a León.
22 - Eso es poco, mi vida, / eso es poco mi amor
eso es poco, mi vida, / pa lo que merezco yo-
24 Le mandó encender un horno / cuando esté al mayor ardor.
Ya estaba para meterse / y una voz del cielo oyó:
26 - Detente, cura, detente, / detente, cura mayor,
que ya puedes decir misa / y recibir al Señor-

LOS SACRAMENTOS DE AMOR. (Las marzas de Campóo)

(32 Hemistiquios)

Los sacramentos de Dios, / moza te vengo a cantar,
2 encorpórate a la cama / si los quieres escuchar.
El primero es el bautismo / ya sé que estás bautizada,
4 que ha bautizado el cura / para ser buena cristiana.
El segundo confirmación, / bien sé que estás confirmada,
6 que te confirmó el obispo, / para ser purificada.
El tercero penitencia, / también me la echan a mí
8 que el poder hablar contigo / no lo puedo conseguir.
El cuarto es la comunión / recíbela con anhelo
10 para que cuando te mueras / vayas derechita al cielo.
El quinto es la extremaunción, / la que dan a los enfermos
12 que cuando yo estuve malo, / también a mi me la dieron.
El sexto es la orden, / yo cura no lo he de ser
14 que en el libro del amor / toda mi vida estudié.
El sétimo matrimonio / y es lo que vengo a buscar
16 que aunque tus padres no quieran / contigo me he de casar.

Nota: Victorina tenía un tío carnal en Campóo, en Mazandrero, y de aquellos familiares lo aprendió. Allí se cantaban habitualmente para pedir las marzas. Los segundos hemistiquios se repiten al ser cantados.

LOS SACRAMENTOS

(50 Hemistiquios)

Baile el cielo de contento / la tierra de regocijo,
2 gloria al espíritu y santo, / gracias al Padre y al Hijo.
Venimos a darle gracias / por la merced que nos hizo
4 de estos siete sacramentos / y el primero es el bautismo.
Segundo, confirmación, / que nos dio el señor obispo
6 para confirmar la fe / de mi Señor Jesucristo.
El tercero, penitencia, / del pecado cometido
8 todo aquel que se confiese / vaya bien arrepentido,
diciendo: Señor, pequé / contra Dios y Jesús mío.
10 El cuarto es la comunión / especie de pan y vino,
bien podían los cristianos / comulgar cada domingo,
12 y recibir en su pecho / el sacramento divino.
El quinto es la extremaunción / cuando el hombre despedido,
14 de las cosas de este mundo / sólo llama a Jesucristo
pues ¿a quién ha de llamar / viéndose en tanto peligro?
16 sino a Cristo y a su madre, / sino a su madre y a Cristo.
El sexto es el sacerdote / que, con sus palabras, cinco,
18 hace bajar de los cielos / a Dios y Hombre Jesucristo.
El "sétimo", matrimonio, / alto misterio escogido
20 si los dos se unen bien / tendrán igual paraíso,
sí los dos se unen mal / tendrán un infierno mismo.
22 Cristianos que estáis atentos / escuchad lo que os digo
que estos siete sacramentos / es la ley de Dios divino.

Nota: "Esos me les enseñó mi padre que les cantaba dice que un ciego que venía con un monaguillo por las puertas. Antes iban muchos ciegos y muchos pobres". Lo acompañaban con "un rabel de esos", añadió al comentario su yerno Justo.


AGUSTINITA Y REDONDO

(60 Hemistiquios)

Y en el pueblo Siete Iglesias / y había una señorita,
2 hija de Antonio Moreno / que se llama Agustinita.
Gustinita tiene un novio / que Redondo se llamaba
4 sus padres no eran gustosos / que con ella se casara.
Sus padres la dan a Cipriano; / la niña se pone mala,
6 mandó razón a Redondo / que viniera a visitarla
Redondo de que lo supo / ala puerta se acercara
8 no le dejaron entrar / y se fue por la ventana,
- Ya sé que estás escuchando / palabritas que yo digo
10 que no me dejan entrar / y a poder estar contigo,-
¡Ay! qué padre tan cruel, t ¡ay! qué madre tan ingrata
12 que antes de morir su hija / ya la habían hecho la caja.
La caja era de cristal, / los encajes de madera
14 que se la había hecho Cipriano / "pa" que Redondo la viera.
-Acuérdese usted, mi madre / de aquel pañuelo de seda
16 el que me trajo Redondo / cuando vino de la guerra.
Acuérdese usted, mi madre, / de aquel pañuelo bordado
18 el que me trajo Redondo / cuando vino de soldado,
Acuérdese usted, mi madre, / del pañuelo de merino
20 el que me trajo Redondo / cuando del servicio vino-
A fuerza de tanto ruego / ya le dejaron entrar,
22 su padre quedó a la puerta / con cara de criminal.
¡Ay! qué padre tan cruel, / ¡ay! qué madre tan ingrata
24 que antes de morir su hija / ya la habían hecho la caja.
La caja era de cristal, / los encajes de madera
26 que se la había hecho Cipriano / pa que Redondo la viera.
Redondo ya no es Redondo, / Redondo ya no es quien era
28 que dejó morir su novia / de sentimiento y de pena.
De sentimiento y de pena / dicen que no muere nadie
30 de sentimiento murió / Gustinita por su amante.

RICO FRANCO

(40 Hemistiquios)

En Madrid hay un palacio, / en el palacio un laurel
2 y en el laurel una chica / que la llaman la Isabel.
Que no la venden sus padres / ni por ningún interés
4 ni por dinero que cuenten / tres contadores al mes.
Una noche la jugaron / a la edad de veintitrés
6 la ha ganado un rico mozo, / rico mozo aragonés,
para sacarla de casa / mató sus hermanos tres,
8 y a sus padres cariñosos / encerrados los dejé.
La ha cogido de la mano / y ha llevado a la Isabel
10 y en el medio del camino / ya suspira la Isabel:
- ¿Por qué lloras tú, mi cielo?, / ¿por qué lloras tú mi bien?
i2 - Lloro por mi puñal de oro / que yo en casa le dejé,
dame tu puñal dorado, / -¿No me has dicho para qué?
14 - Para partir esta pera / que vengo muerta de sed-
El se le ha dado al derechas, / ella le cogió al revés
16 le ha cortado la cabeza / y se la ha puesto a los pies.
- Tú matastes mis hermanos / yo a ti también te maté
18 y a mis padres cariñosos / la libertad los daré-
Aquí termina la copla, / aquí termina el papel
20 aquí termina la copla / de la valiente Isabel.

ROSINA ENCARNADA

(56 Hemistiquios)

Ya venimos de la guerra de África / porque todo lo trae la ilusión,
2 ya venimos de la guerra de África / porque todo lo trae el amor.
-Al marcharme, Rosina Encamada, / me decías que a mime esperabas
4 ahora vengo a casarme contigo / y me encuentro que ya estás casada.
¿No te acuerdas del mantón de grana / que de novios yo te regalé?
6 - Sime acuerdo del mantón de grana / y de varios regalos también,
- ¿Dónde está aquel pañuelo de seda / que de África yo te mandé?;
8 ya que me has olvidado, Rosina, / el pañuelo devuélvemele.
- Sí, es cierto que yo te he olvidado / y mis padres la culpa han tenido
10 me juraron declarar mi muerte / si seguía tratando contigo.
Si tu gastas puñal de dos filos / y la muerte me vienes a dar
12 matarás a una fiel criatura / que en mi vientre inocente estará.
- Yo no mato a una fiel criatura, / es un ángel que vive inocente
14 de que nazca y en el mundo esté / a ti sola te daré la muerte.-
Ya dio a luz la Rosina Encamada / y una niña más bella que el sol
16 y por nombre Rosina la ponen / que su padre así lo mandó.
A los quince días salió a misa / y su novio al encuentro salió:
18 - Buenos días, Rosina Encamada, / y ahora vengo a lograr mi intención.
- Si tú gastas puñal de dos filos / y la muerte me vienes a dar
20 mira, mira, que te llevan preso / con la guardia civil por atrás.
- No me importa que me lleven preso-, / y momento rápido sacó
22 un terrible puñal de dos filos / que en su pecho diez veces clavó.
- Ya me has pagado, Rosina Encamada / y estarme engañando dos años
24 si tus padres la culpa han tenido / tú sólita por ella has pagado.-
Estando en este caso tan triste / su marido al encuentro salió:
26 -Dime, dime, Rosina Encamada, / dime., dime, ¿quién te asesinó?
- Casadina y casada me encuentro / porque todo lo trae el querer,
28 que me casaron mis padres / con un hombre que yo nunca amé.

GALAN QUE CORTEJA UNA MUJER CASADA

(44 Hemistiquios)

Una tarde de verano / cuando salí de paseo
2 he visto una chavalina / y era un angelín del cielo.
Y la he seguido los pasos / por ver dónde caminaba
4 y vi que se dirigía / a la iglesia Santa Clara.
En lo que duró la misa / atento no estuve nada,
6 sólo estuve reparando / aquella linda chavala.
Ya se termina la misa, / ya se termina el sermón,
8 ya se va la mi morena / prenda de mi corazón,
Ya se termina la misa, / ya se va para su casa,
10 yo al subir las escaleras / la dije que si me amaba.
Yo le dije: - No, señor / caballero, soy casada
12 y yo tengo a mi marido / no le faltaré en nada-
El se ha dado media vuelta / y se va para su casa
14 y en el medio del camino / un pajarillo cantaba,
- Canta, pajarillo. canta / que tu canción me consuela
16 que pretendo a una casada / y no puedo convencerla.
Trátela usted con cariño, / trátela usted con firmeza
18 que corazón que sea duro / ya ablandará su dureza-
El caballero hizo / todo lo que el pájaro mandaba,
20 no ha podido conseguir / más que lo que deseaba.
- Clara soy, Clara me llamo, / siendo Clara me enturbié
22 por eso no diré nunca / de este agua no beberé.

DE QUINCE AÑOS

(26 Hemistiquios)

De quince años ya tuve amores / y los quería como el vivir,
2 hasta que un día dicen mis padres / que los tenía que despedir.
A otro día por la mañana / a la ventana yo me asomé
4 le hice señas con el pañuelo, / cogí la ropa me fui con él.
Una moza caritativa / aquella noche me recogió
6 y a otro día por la mañana / por las montañas fuimos los dos.
Por las montañas de un jardinero / a cortar flores de su jardín
8 y yo inocente no comprendía / lo que quería ella decir.
Que tuve un hijo, yo no lo niego, / y como madre yo le crié
10 malhaya el padre que tiene un hijo / y no le quiere reconocer.
Que eres buen mozo, ya lo sabemos, / y que te bañas en el Brasil,
12 como es un pozo de amores lleno / todo lo bueno se baña allí,
como es un pozo de amores lleno / todo lo bueno se baña allí.

LA SERRANA DE LA VERA
(60 Hemistiquios)

Arriba y en aquel alto / hay una serrana fiera
2 matadora de los hombres / ladrona de las haciendas;
cuando tiene ganas de hombre / se sube al alto la sierra.
4 Vio venir a un caballero. /- Caballero venga, venga,
que no le faltará cama / ni tampoco cabecera,
6 tengo una piedra empedrada / donde la hiedra prendiera-
Caballero, muy humilde, / se bajó para la cueva
8 y en el medio de cenar / me atrevíme a pregúntela:
- ¿De qué son los tantos huesos / y las tantas calaveras?
10 - Son de hombres y mujeres / que he matado allá en mi cueva,
como le mataré a usted / cuando mi voluntad quiera-
12 Venga vino sobre vino, / venga vino y borrachera,
con el calor de la lumbre / la serrana se durmiera
14 y yo de que he visto esto / paso a paso salí a fuera,
y en medio de ese momento / despertó la grande fiera.
16 –Ay de mí, que soy cautiva / ahora ya soy descubierta,
por un descuido que tuve / de dormirme yo en mi cueva-
18 Le tiró una piedrecita, / le derribó la montera.
- ¡Oiga, oiga, caballero!, / que atrás deja la montera.-
20 Aunque fuera de oro y plata, / aunque fuera una moneda,
dinero tendrán mis padres / para comprarme otra nueva.
22 - ¡Oiga, oiga, caballero! / no lo diga en Aldeanueva.
- No, señora, no lo digo / hasta la ciudad primera-
24 Llegó a la primer ciudad / parte a la justicia diera,
que allá arriba en aquel alto / haya una serrana fiera,
26 matadora de los hombres / ladrona de las haciendas.
Van doscientos de a caballo, / no se atrevieron con ella
28 solamente un bandolero / por arrodeos que lleva,
la ha pegado un trabucazo / la serrana muerta queda
30 y después al bandolero / buena propina le dieran.

Variante: 6a "tengo una piedra y pedregal",

LA PASTORA Y LA VIRGEN

(46 Hemistiquios)

Estando un día una pastora / en una verde "praería"
2 la pastora se durmiera, / las sus vacas no las vía,
Y las ha visto paciendo / en una verde "praería"
4 se ha subido a quellos altos, / los más altos que sabía.
Y se ha ido a beber agua / y a una fuente que sabía
6 y en el medio de la fuente / está la Virgen María.
- ¿Dónde va la mi pastora, / tan sola y sin compañía?
8 -No vengo sola, Señora, / que yo compaña traía:
el rosario entre las manos / rezando el avemaria.
10 Si quieres venir conmigo, / conmigo te llevaría.
- Las mis vacas por los montes, / lobos me las comerían.
12 Las tus vacas, por los montes, / lobos no las comerían,
los tus perros, por las sierras, / de hambre no se morirían.
14 - ¿Me dejará despedir / de un padre que yo tenía?:
despierte, padre, despierte, / despierte con cortesía
16 dentro de su casa está / y está la Virgen María,
que si me deja ir con ella / con ella en su compañía.
18 - Yo sentir mucho, lo siento, / por una hija que tenía
por ser tan buena señora / vete con Dios hija mía.-
20 Un lunes se mete monja, / un martes ya se moría,
las campanas de Toledo / de alegría retiñían.
22 Unos dicen: ¿quién se ha muerto?, / otros que quién moriría
la devota de Jesús, / la devota de María.

DELGADINA

(89 Hemistiquios)

Un rey tenía tres hijas / todas tres como la plata
2 y la más pequeña de ellas / Delgadina se llamaba.
Un día estando comiendo / su padre la reparaba.
4 - ¿Cómo me mira usted, padre?, / ¿cómo repara en mi cara?
- Delgadina, Delgadina, / tú has de ser mi enamorada.
6 -No lo querrá Dios del cielo, / ni la Virgen Soberana
ser yo mujer de mi padre / madrastra de mis hermanas.
8 -Alto, alto, los mis pajes / a Delgadina encerradla
en un cuarto muy oscuro, / no tenga ni luz ni nada.
10 Hay que darla de comer / las comidas bien saladas;
hay que darla de beber, / agua remojo pescadas -
12 A eso de los cuatro meses / la abrieron cuatro ventanas:
Delgadina con gran sed / se ha asomado a la ventana
14 a donde estaba su madre / en silla de oro sentada:
- Ay, madre, por ser mi madre, / por Dios o por Santa Clara
16 por aquél que está en la cruz, / por Dios un vaso de agua,
que el corazón se me parte / y la vida se me acaba.
18 - Delgadina, Delgadina, / yo no puedo darte agua;
si tu padre el rey lo sabe / la cabeza me cortara -
20 Vuelve la cara pa atrás / con Cristo se consolaba;
Delgadina con la sed / se ha asomado a otra ventana
22 donde están sus hermanas, / paños de Holanda bordaban.
- Hermanas, por ser hermanas, / por Dios o por Santa Clara
24 por aquél que está en la Cruz, / por Dios un vaso de agua,
que el corazón se me parte / y la vida se me acaba.
26 -Delgadina, Delgadina, / no podemos darte agua,
que si padre el rey lo sabe / la cabeza nos cortara.-
28 Vuelve la cara pa atrás / con Cristo se consolaba
Delgadina con la sed / se ha asomado a la ventana,
30 donde estaban sus hermanos / que a la pelota jugaban:
- Hermanos, por ser hermanos, / por Dios o por Santa Clara
32 por aquél que está en la Cruz / por Dios un vaso de agua,
que el corazón se me parte / y la vida se me acaba.
34 - Delgadina, Delgadina, / no podemos darte agua
que si padre el rey lo sabe / la cabeza nos corta ra.-
36 Vuelve la cara pa atrás / y con Cristo se consolaba
Delgadina con la sed / se ha asomado a la ventana
38 a donde estaba su padre / con los moros peleaba:
- Ay, padre, por ser mi padre / por Dios un vaso de agua
40 que el corazón se me parte / y la vida se me acaba.
- Alto, alto los mis pajes / a Delgadina dar agua-
42 El primer vaso que entra / Delgadina ya expiraba,
la cama de Delgadina / de ángeles arrodeada
44 y la cama de su padre
una culebra en el medio / que el corazón le trespasa.

LA VUELTA DEL MARIDO

(56 Hemistiquios)

De paseo doña Juana / por la su huerta arboleda
2 vio venir un soldadito / que venía de la guerra.
Atrevióse a preguntarle / si venía de la guerra:
4 - Sí, señora, de allá vengo / ¿qué tiene usted que la duelga?
- Allá tengo a mi marido / siete años que está en ella,
6 sin escribirme una carta / ni por su mano una letra.
- ¿Qué me dará la señora, / porque su marido venga?
8 -Le tengo de dar cien cabras, / cien cabritiños con ella.
- Más me dará la señora, / que más vale su marido.
10 - Le tengo de dar cien vacas / y entre ellas un toro fino,
- Más me dará la señora / que más vale su marido.
12 - Le tengo de dar cien yeguas, / con ellas cien ruchinillos.
- Más me dará la señora / que más vale su marido.
14 -Le tengo de dar tres molinos / muelen a la orilla el río;
el uno muele azafrán, / el otro molía trigo,
16 el otro puntas de anís / que fumaba mi marido.
- Más me dará la señora / que más vale su marido.
18 - Ya no tengo más que darle / que el palacio donde vivo,
le tengo de dar tres hijas, / mías y de mi marido;
20 la una para que le calce, / la otra le planche el vestido
y la más pequeña de ellas / "pa" que la lleve consigo.
22 - Más me dará la señora / que más vale su marido.
- Ya no quiero nada de eso / de lo que usted me ha ofrecido,
24 lo que quiero yo, señora, / y ese su talle polido-
Al bajar por la escalera / la mujer le ha conocido:
26 - Hijas ya tenéis padre, / yo también tengo marido.
Muchas gracias a Dios Padre, / que con salud ha venido,
28 que lo que hace que está allá / poca suerte hemos tenido.
Todas hacen burla nuestra, / todos nos han aborrecido.-

ROSINA LA CANTINERA

(36 Hemistiquios)

En el jardín de las flores, / al lado de una palmera,
2 allí se hallaba sentada / Rosina la cantinera.
Timoteo, el barrendero, / que al otro lado se hallaba
4 se iba acercando la joven / por ver si la conquistaba.
- Rosina primaveral, / yo no me arreglo en sin ti
6 si no estás enamorada / y enamórate de mí.
Y Rosina le contesta / con la sonrisa en los labios:
8 -Yo no pienso tener novio / sin cumplir treinta y dos años,
y si alguna vez le tengo / no ha de ser un barrendero,
10 que ha de ser un delegado / porque sino no le quiero.
- Eres un marqués, Rosina, / muy a lo alto te vas
12 eres de cabeza loca / no sé si te casarás.
- No lo creas, Timoteo, / que yo me quede soltera,
14 este jardín tan hermoso / no ha de faltar quien lo quiera,
- Ese jardín que tú dices / le suelen dar muchos nombres,
16 también le suelen llamar / la perdición de los hombres,
- La perdición es la tuya / que sabes que no te quiero;
18 este jardín tan hermoso / no le pisa un barrendero.

Nota: Versión cantada también por la hija de Victorina Ramasco, Angeles Rueda Ramasco.

BODA EN SUEÑOS

(48 Hemistiquios)

Soné una noche / que me casaba
1 con una niña / angelical.
Voy a explicarles / todos mis sueños
4 estar atentos, / voy a empezar:
La iglesia estaba / llena de flores;
6 dos mil bombillas / la daban luz,
por todas partes / se la veía,
8 rasas cortinas / de seda azul.
La novia estaba / pálida y bella,
10 con ojos fijos / ante el altar;
yo la miraba, / se sonreía
12 y no cesaba / de suspirar.
Llegó el momento / del sacerdote,
14 dos nuestras manos / llegó a juntar
y la de ella / estaba tan fría
16 que fue el momento / de despertar.
Sueño maldito, / maldito sueño,
18 sueño maldito, / que yo soñé,
pues era el mármol / de la mesita,
20 no era la mano / de mi mujer.
Sueño maldito, / maldito sueño,
22 sueño maldito / que yo soñé,
eso nos pasa / a todos los hombres
24 que aman de veras / a una mujer.

BODA A LA FUERZA

(30 Hemistiquios)

Una niña en Peñafiel / de sus padres se ausentó,
2 los contó lo que pasaba, / les contó lo que pasó,
La niña sin miedo, / se marcha de casa
4 va en casa su tía / y cuenta lo que pasa.
- ¡Ay! si supiera usted tía, / el mal rato que he llevado
6 por la Virgen del Pilar, / por la Virgen del Rosario-
Su tía la dice / con mucho cariño:
8 -No vayas a casa, / quédate conmigo. -
A eso del anochecer / su familia determina,
10 determinaron casarla / con quien ella no quería,
pero el marchar / de su casa vuelve,
12 por ver si sus padres / convencerla pueden.
- A mi no me convencen, padres, / aunque muchas leyes tiene
14 que me ha convencido un chico / que vive en Carabancheles,-
El oso marino se muere de pena / al ver que su hijo calabazas lleva.

LA MUERTE DE SANTA ELENA

(44 Hemistiquios)

Un rey tenía tres hijas / todas tres como la plata,
2 la más pequeñita de ellas / Elenita se llamaba.
Pasan reyes, pasan condes, / él a nadie se la daba,
4 pasó por allí un traidor / que de ella se enamoraba.
No la saca por la puerta, / tampoco por la ventana,
6 la saca por el balcón / en poder de la criada.
Han andado siete leguas / sin hablar una palabra
8 y entre las siete y las ocho / el traidor la preguntaba:
- ¿Cómo se llama la niña?, / ¿cómo se llama la dama?
10 - Ahí en casa de mis padres, / Elenita me llamaban;
ahora aquí, por estos montes, / Elena la desgraciada-
12 La ha cogido por el cuello / y por mortal la dejaba.
De ella se formó una ermita / tan bonita y dibujada;
14 pasa tiempo y llega tiempo / por allí nadie pasaba,
tan solamente un pastor / que las ovejas guardaba.
16 Pasó por allí el traidor / y al pastor le preguntaba
que de quién es esa ermita / tan bonita y dibujada.
18 - Es la ermita Santa Elena, / Elena la desgraciada.
- Si es la ermita Santa Elena / entremos a visitarla.
20 Elena si me perdonas / por ser yo tu amor primero
no te perdonaré yo / ni tampoco Dios del cielo,
22 te estarás para alumbrarme / en el altar de candelero.

Nota: El tema fue cantado por otra de las hijas de Victoriana Ramasco, Mercedes Rueda de unos 55 años de edad, y registrado en Tremaya el 26 de agosto de 1997.

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NOTAS

(1) En el artículo que escribí en la Revista de Folklore (n.° 162, pp. 189-200, 1994) daba una visión general de la situación de los estudios romancísticos en esta provincia así como un balance de la tradición oral actual en la Montaña observada tras las numerosas encuestas efectuadas en la zona desde 1992. En esas encuestas, en verdad afortunadas en el norte (logramos recopilar hasta la fecha más de ciento sesenta romances en cuatrocientas versiones y casi el doble de temas -setecientas cincuenta melodías- de folklore musical de todo tipo, que esperamos ver en próximas publicaciones) que ponían de manifiesto la relativa vigencia de la tradición oral entre mujeres y hombres de sesenta y sesenta y cinco años, que habían vivido una tradición oral muy rica en la zona hasta hacía pocas décadas. Todavía llegamos a entrevistar a las generaciones mayores que estas personas de mediana edad, ya octogenarios o nonagenarios, que conservaban una rica tradición más antigua con un repertorio diferente, en cuanto estilo de canto, antigüedad de los romances y las tonadas.

(2) DIAZ, Joaquín: Cancionero del Norte de Palencia, publicaciones Tello Téllez de Meneses, Excma. Diputación Provincial de Palencia, 1980; ALCALDE CRESPO, Gonzalo: Colección La Montaña Palentina, Tomo I "La Lora", Tomo II "La Braña", Tomo III "La Pernía", Tomo IV "Fuentes Carrionas", Obra Sociocultural de la Caja de Ahorros de Palencia, 1980; Voces Nuevas del Romancero Castellano Leonés, AIER, dirigido por Diego Catalán, Seminario Menéndez Pidal, ed. Gredos, Madrid, 1982; Obra Musical del Maestro Guzmán Ricis, Caja de Ahorros de Palencia, 1981.

(3) No es frecuente que se publique la obra o repertorio de los informantes de manera más o menos íntegra aunque hay casos de "especialistas" que por su interés han sido objeto de un cierto estudio por parte de numerosos investigadores. Al respecto puede conocerse la obra de algunas de estas personas, bien a través de grabaciones discográficas temáticas, libros o artículos monográficos. Véase entre otros, algunos de los discos de M.a Dolores Fernández Geij



Un repertorio romancístico de la montaña de Palencia. Victorina Ramasco de Santa María de Redondo (La Pernía)

PORRO FERNANDEZ, Carlos A.

Publicado en el año 2000 en la Revista de Folklore número 231.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz