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¿Qué es una "carraca" ? El nombre parece prestarse a chanza y no despierta un especial respeto. Es curioso observar cómo este término, junto con el de "matraca", no es empleado con la debida propiedad incluso en textos dedicados específicamente a instrumentos musicales; suelen ser el farolillo rojo de una relación más o menos larga y completa de idiófonos. Es injusto y poco científico el desprecio habitual que afecta a esta categoría organológica que en muchos casos alcanza un alto grado de sofisticación mecánica. Su antigüedad es enorme, como demuestra la desvalorización que ha conducido estos objetos musicales al ámbito de los juegos infantiles, lugar de encuentro de todos los viejos ídolos derrocados.
La precisión terminológica y la investigación lexicográfica son fundamentales para cualquier investigación o texto especializado en organología (*). Hay que distinguir claramente entre la denominación, que suele ser ambigua y circunstancial, y la tipología, de carácter más científico y unívoco.
"Matracas", "tabletas" y "carracas" son denominaciones que reciben de manera indiscriminada y popular, pero no injustificada, diversos instrumentos que coinciden fuertemente, tanto en los aspectos contextuales (simbólicos, sociológicos e históricos), como en los propiamente musicales (sonido, determinantes corporales, utilización), pero que desde el punto de vista morfológico presentan la enorme variedad que se puede contemplar en las ilustraciones que acompañan a este texto. Siguiendo a REQUEJO (1729), que llama a la matraca crepitaculum ligneum, utilizaré esta expresión para referirme a nuestra especial y heterogénea categoría organológica de ruidófonos, cuyos componentes se caracterizan precisamente por su sonido de madera continuo y trepidante, y también por su simbología y utilización concreta. Desde un punto de vista científico, no basta con llamar "matraca" o "carraca" a cualquier artilugio que sirva a estos fines. Es necesario precisar tipológicamente a qué aparato nos referimos en particular y una imagen oportuna puede ahorrar muchas explicaciones. Incluso la famosa clasificación de Hornbostel y Sachs (Berlín, 1914) resulta insuficiente, organográficamente, cuando se refiere a esta familia. Los instrumentos tipo carraca tienen la entrada 112.24 (idiófonos -golpeados-indirectamente-raspando una rueda), y los que son tipo matraca o tableta (véanse las ilustraciones) se agrupan junto a otros diversos instrumentos en la categoría 112.121 (idiófonos-golpeados-indirectamente-sacudiendo-un bastidor-del que cuelgan objetos móviles = sistros). Nuestra familia queda poco definida y, además, divorciada en apartados lejanos. Por ejemplo, entre los instrumentos tipo matraca podemos encontrar seis variedades claramente diferenciadas, pero estrictamente pertenecientes a la familia del crepitaculum ligneum en unión a las carracas y tabletas.
Todos estos instrumentos tienen tres tendencias claramente marcadas (las tabletas, menos):
1ª Tendencia a la proliferación de elementos sonoros.-EI sonido obstinado y machacón, amén de potente, despierta en el usuario unas irresistibles ganas de crecer la bulla y algarabía, multiplicando los elementos sonoros por medio de los mecanismos más imaginativos, para aumentar así el poder del instrumento. Hay que advertir que con ello no se incrementa la sensación de sonoridad propiamente, sino la intensidad de la crepitación. La primera crece con el logaritmo del estímulo, y por ello de forma casi imperceptible, mientras que la segunda aumenta por la aplicación del principio de alternancia entre los elementos sonoros multiplicados.
2ª Tendencia al gigantismo. -El objeto persigue dar una clara imagen visual y simbólica de su alto contenido potencial de estrépito sonoro. Sin embargo, conviene recordar que sus propiedades mágicas proceden, en parte, de la sorprendente disociación existente entre lo visual y el resultado sonoro. En todos los casos son idiófonos de acción indirecta; es decir, que el movimiento del tañedor no se corresponde con el que origina el ruido.
3.ª Tendencia a la mecanización, como consecuencia de las dos tendencias anteriores. Esta tendencia destaca la acción indirecta, resaltando la disociación acústico-visual. Además, se ayuda al tañedor a conseguir un sonido más continuado. Sin embargo, en algunos casos la mecanización elimina el movimiento corporal, restando así el efecto mágico y ritual correspondiente. Los movimientos festivos y circulares necesarios para voltear las carracas desaparecen en la versión más seria y sofisticada dotada de manubrio, que pierde por eso una gran parte de su encanto primitivo.
Estas tendencias determinan la aparición de la amplia tipología que a continuación expongo, sin más aclaración que el cuadro arbóreo y las correspondientes ilustraciones, contando de antemano con la comprensión del lector. Una imagen vale más que mil palabras, y aunque algunos detalles puedan pasar desapercibidos, éstos no son decisivos para la clasificación que propongo. Demasiadas veces a los textos de organología les falta precisamente el imprescindible apoyo visual.
Y de este modo reivindico las carracas, matracas y tabletas (o tablillas de San Lázaro), y con ellas una organología más científica.
(*) Me refiero a la ciencia que estudia los instrumentos musicales. A la que trata más concretamente de los órganos, prefiero llamarla organería, siguiendo un criterio conscientemente personal. Por organografía entiendo una parte descriptiva de la organología
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(1) Garreu de caña de Sarroca de Belleza (VIOLANT ,1954).
(2) Carraca del Burgo de Osma, Soria (colección del autor).
(3) Carraca de Ciudad Rodrigo, Salamanca (colección de José Ramón Cid Cebrián, V. DIAZ 1986 b y AICED).
(4) Carraca de Muga de Sayago, Zamora, colección de José Manuel Fraile Gil (DIAZ 1986 b y AICED).
(5) Carraca heteroglótica (colección del autor).
(6) Carraca de Tierra de Campos, Valladolid (DIAZ 1986 a).
(7) Trich trach (BONANNI) muy similar a los roncadors de Sant Pere de Torelló, Barcelona (VIOLANT 1953 a).
Los perfiles se refieren a modelos de estos últimos.
(8) Carraca "abierta" de Cardeñajimeno, Burgos (PALACIO 1982).
(9) Carraca de plástico (colección del autor).
(10) Carraca del siglo XVIII (colección de Mariano Pérez).
(12) Carraca de concierto (PEINKOFER y TANNIGEL 1981).
(13) Carraca de Yugoslavia (DIAGRAM GROUP 1976).
(14) Carraca de Valladolid (AICED).
(15) Carraca de concierto (GROVE 1980).
(16) Carraca de Valladolid (DIAZ 1986 a).
(17) Carraca de Valladolid (DIAZ 1986 a).
(18) Carraca de Tierra de Toro, Zamora, colección de José Alonso (DIAZ 1986 b).
(19) Rueda infantil de plástico (colección del autor).
(20) Carraca carretilla de Velká Vrbka en Straznice (Museo Nacional de Praga (BUCHNER 1956).
(21) Matraca de la Cofradía de las Siete Palabras, Valladolid (DIAZ 1986 a).
(22) Matraques de Barcelona (VIOLANT 1953 a).
(23) Matraca de la S.I. Catedral de Orihuela, Alicante, con diseño campaniforme.
(24) Crepitacolo per le chiese (BONANNI 1723).
(25) Matraca de Mucientes, Valladolid (AICED).
(26) Matraca de Zamora, colección de José Luis Coomonte (DIAZ 1986 b y AICED).
(27) Matraca del Museo de Cultura Popular de Priao, León. Información amablemente cedida por Héctor Luis Suárez.
(28) Matraca de Muga de Sayago, Zamora (colección de José Manuel Fraile Gil, DIAZ 1986 b y AICED).
(29) Tinebres de Sarroca de Bellera (VIOLANT 1953 a y b).
(30) Matracon de Gusendo de los Oteros (TRAPERO). Esta información se la agradezco a Lothar Siemens.
(31) Matraca de Mucientes, Valladolid (AICED).
(32) Matraca de Valladolid (AICED).
(33) Trich Trach (BONANI 1723).
(34) Matraques de Barcelona (VIOLANT 1953 a).
(35) Klacker (MARTINI) 1980).
(36) Carrau pallarés de Isabarre, Lérida. Instrumento mixto, mitad carraca y mitad matraca, recogido por Joan Lluis de Rialb en 1950 para el Museo de Industrias y Artes Populares de Barcelona (VIOLANT 1953 a y b).
(37) Carraca de la Catedral de Jaen (FERNADEZ LABRADA 1980).
(38) Carraca de la torre de la S.I. Catedral de Orihuela, Alicante.
(39) Tenebres del campanario del antiguo monasterio de Santa Mª de l'Estany, Bages (BASTARDES 1983).
Fuentes iconográficas
AICED: Archivo Iconográfico del Centro Etnográfico de Documentación, Valladolid, dirigido por Joaquín Díaz, a quien agradezco muy especialmente su generosa colaboración, sin la cual no hubiera sido posible la realización de este estudio. 3, 4, 14, 25, 26, 28, 31 y 32.
1983 BASTARDES, Gloria, CASALS, Ricard, y GARRICH, Montserrat: Instruments de Música Tradicionals Catalans, Caixa de Barcelona, Obra Social, 1983. 39.
1723 BONANNI, Filippo: Antique Musical Instruments and Their Players, 152 Plates from Bonanni's 18th Century Gabinetto Armonico, with a new Introduction and Captions by Joan RIMMER, Dover Publications Inc., New York, 1964. 7, 24 y 33.
1956 BUCHNER, Alexander: Musikinstrumente im Wandel der Zeiten, ARTIA, Praga, 1956. 20.
1976 DIAGRAM GROUP: Musical Instruments of The World an Illustrated Encyclopedia, Paddington Press, 1976. 13.
1986 a DIAZ, Joaquín: Instrumentos populares, Cuadernos Vallisoletanos nº 5, Obra Cultural de la Caja de Ahorros Popular, Valladolid, 1986 a. 6, 16, 17 y 21.
1986 b DIAZ, Joaquín, PAYNO, Luis A. y SANCHEZ DEL BARRIO. Antonio: Instrumentos Musicales de Castilla :Y León. Casa de Cultura de Zamora. 1986. 3. 4. 18. 26 y 28.
1980 FERNANDEZ LABRADA, Manuel: Una Carraca en la Catedral de Jaén, con fotos y varios dibujos, inédito, Archivo del Seminario del Folklore (1-50) del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, curso 1979-1980. 37.
1980 GROVE: The New Grove Dictionary of Music and Musicians, ed. by Stanley SADIE, Macmillan Publishers, London, 1984. 15 (see "Ratchet").
1980 MARTINI, Ulrich: Musikinstrumente-erfinden. bauen, spielen, Ernst Klett. Stuttgart, 1980. 35.
1982 PALACIO, Rosa y TEMIÑO. María Jesús: "El último carraquero de Cardeñajimeno" en ABC, sábado 12 de junio de 1982. 8.
1981 PEINKOFER, Karl, TANNIGEL, Fritz: Handbuch des Schlagzewg. segunda edición ampliada, Schott's Söhne, Mainz, 1981. 12.
1981 TRAPERO, Maxirniano: "Tradicionalismo y liturgia en la Semana Santa de Gusendos de los Oteros (León) " en Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, tomo XXXVI, CSIC, 1981. 30.
1953 a VIOLANT i SIMORRA: El arte popular español a través del Museo de Industrias y Artes Populares, Aymá S. L. Editores, Barcelona, 1953 a. 22, 29, 34 y 36.
1953 b VIOLANT i SIMORRA: La Setmana Santa al Pallars i al Ribagorça, Biblioteca Folklórica Bacino, Vol. VII, Barcelona, 1953 b. 29 y 36.
1954 VIOLANT i SIMORRA: "Instrumentos músicos de construcción infantil y partoril" en Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, tomo X, CSIC. 1954. 1.