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A la vista de las diversas publicaciones aparecidas que documentan la fiesta de San Antón, en varias localidades españolas (1), y al observar la continuidad de ciertos rasgos nos hemos animado a citar las manifestaciones que con motivo de esta fecha se dan en La Rioja.
El estudio recoge datos sobre la fiesta a lo largo de toda la Comunidad Autónoma de La Rioja. No se ha realizado ninguna encuesta específica para esta festividad, sino que los datos han surgido al estudiar la religiosidad popular en La Rioja. Con este trabajo pretendemos mostrar que existe una repetición de ciertos ritos que se dan en Castilla, Aragón, Extremadura, etcétera, y que hay otros que son particulares de La Rioja. En definitiva, se trata de facilitar información para posibles estudios comparativos posteriores.
San Antón abad, nació en Egipto el siglo IV. "Históricamente, sin embargo, poseemos referencia que pueden situar el origen de su abogacía en el siglo XI. En aquel momento, ante la multitud de peregrinos que acudieron al Santuario francés de San Antonio de Viennois, que custodiaba las reliquias del santo, para buscar remedio a la citada enfermedad, los monjes se vieron obligados a comprar algunos cerdos para alimentarlos. Finalmente, al establecerse pasaron a estar bajo la protección del Santo" (2).
En La Rioja la mayor parte de las actividades relacionadas con este santo se deben a manifestaciones de religiosidad popular. Son escasas las iglesias parroquiales dedicadas a este santo, y en la iconografía religiosa riojana aparecen pocas representaciones del santo, con algunas excepciones, como el retablo hispano-flamenco del siglo XV de la iglesia parroquial de San Miguel de Brieva de Cameros, o la imagen de San Antón de Enciso del siglo XIV, así como algunas ermitas de pequeño formato y pobre factura.
En la toponimia aparecen términos dedicados a este santo, y existe una aldea prácticamente abandonada en Ezcaray bajo su advocación. En el callejero de algunas localidades aparecen calles con su designación, y era corriente en el pasado el nombre de Antón en los Registros Civiles.
No obstante, y pese a que muchas localidades lo citan como patrón y que, como se verá, hay diversos ritos realizados en su fecha, la religiosidad oficial le ha dedicado poco espacio en sus retablos y poca solemnidad en sus misas. Este santo, que en el devocionario rural aparece junto a San Roque, San Miguel y San Martín, goza de gran prestigio en La Rioja, debido a su especial protección y a las diversas manifestaciones que en su fecha se realizaban y que en la actualidad prácticamente han desaparecido, por lo que la mayor parte de los datos nos los han proporcionado personas de edad, por medio de encuestas.
La fecha de celebración es el 17 de enero, dentro de la más cruda época invernal. El refranero nos recuerda:
El veinte de enero San Sebastián, el primero.
Detente, varón, que primero es San Antón.
Mira lo que dices, que primero es San Felices, añadiendo en La Rioja a este último santo, que fue maestro de San Millán de la Cogolla.
Pese a las diversas precisiones que se hacen tanto en la iconografía como en el refranero y otras manifestaciones orales, se producen confusiones entre San Antonio de Padua y el santo que nos ocupa, como ya se ha citado en otras zonas de Castilla (3). Además, los dos santos son protectores del ganado, y se les encarga su cuidado; así en diversas zonas de Cameros, al cerrar el corral o al concluir alguna práctica veterinaria, se dice: "San Antón te guarde" o "San Antonio te sane".
A San Antonio le encargan especialmente la búsqueda de animales perdidos, recitando esta fórmula recogida en Cornago:
San Antonio de Padua
en Padua naciste
en Portugal te criaste
ande vos predica, predicaste.
Te vino la novedad de que iban a ahorcar
a tu padre.
Fuiste y vinistes
en el camino perdistes
el rosario y lo encontraste.
San Antonio bendito,
todo lo perdido sea hallado.
De lobo a lobo
de toda la begaña
que en el campo se cría.
San Antón guarda el ganado (4).
No obstante, los más escépticos dicen: "A la oveja que es del lobo, no hay San Antón que la guarde", y otras veces dudan de la guarda de San Antonio.
Donde no se producen confusiones, quizá por las diferencias de edades de estos santos, es en la narración del milagro que San Antonio de Padua realizó en su infancia, y que en toda la región se atribuye a este santo, sin confundirlo con "el de las barbas". Lo citamos aquí por la riqueza ornitológica que describe y que se adapta perfectamente a las variedades de pájaros existentes en la zona.
Antonio divino y santo
suplícale a Dios inmenso
que por tu gracia divina
alumbre mi entendimiento
para que mi lengua
refiera el milagro
que en el huerto diste
a la edad de 8 años
Desde niño fue criado
con mucho temor de Dios
de sus padres atractivo
y de toda admiración
fue caritativo y perseguidor
de todo enemigo con mucho rigor
su padre era un caballero
honrado, bueno y prudente
que mantenía a sus hijos
con el sudor de su frente
y tenía un huerto en el que cogía
cosechas de frutos que el tiempo traía.
Se marchó su padre a misa
y en la iglesia se sentó
ven acá Antoñito, ven acá hijo amado
que tengo que decirte que tengas cuidado
mientras yo me voy a Misa
buen cuidado has de tener
mira que los pajarillos
todo lo echan a perder
entran en el huerto, pican el sembrado
por eso te encargo que tengas cuidado.
Se marchó su padre a Misa
y en la iglesia se sentó
quedando Antonio cuidando
y a los pajaritos llamó.
Venid, pajaritos, dejad el sembrado
que mi padre ha dicho
que tenga cuidado
y para que yo pueda
cumplir con mi obligación
voy a encerraros a todos
dentro de esta habitación
y los pajaritos alegres cantaban
y ellos muy humildes
en el cuarto entraban
vino su padre de Misa
y le empezó a preguntar
qué tal Antoñito
qué tal hijo amado
has cuidado bien
de todo el sembrado.
Padre para que yo pueda
cumplir con mi obligación
a todos los tengo encerrados
dentro de esta habitación
su padre que vio milagro tan grande
al señor Obispo trató de avisarle
Ya vino el señor Obispo
con todo acompañamiento
quedaron todos confusos
al ver tan grande portento
abrieron ventanas, puertas a la par
por ver si las aves querían marchar.
Antonio les dijo así:
Señores, nadie se agravie
pues los pájaros no salen
hasta que yo no les mande.
Se puso en la puerta y les dijo así
vaya pajaritos, ya podéis salir
salgan cigüeñas con orden
águilas, grullas y garzas
gavilanes y avutardas
lechugas, mirlos y grajos
salgan las urracas, tórtolas, perdices
palomas, gorriones y codornices
salga el cuco y el milano
burlapastor y andarrios
canarios y ruiseñores
Todos los pájaros mirlos.
Salgan verdelones y las carnalinas
y las conjuradas y las golondrinas.
Una vez que salen todas
allí juntitas se ponen
escuchando a San Antonio
para ver lo que dispone
Antonio les dijo:
Dejad el sembrado
idos por los montes, riscos y los prados.
Al tiempo de alzar el vuelo
cantan con dulce alegría
despidiéndose de Antonio y
de toda la compañía.
Antonio divino
por tu intercesión
que todos merezcamos
la tierna mansión.
Una vez vistas las relaciones y diferencias entre los dos santos, nos centraremos en "San Antón de enero, San Antón verdadero".
La víspera de esta fecha se encienden hogueras en muchas localidades riojanas. El ciclo de las hogueras en La Rioja es invernal y comienza en Todos los Santos, para acabar con las de Semana Santa. En muchos pueblos reciben estas hogueras el nombre propio de "marcha", "marcharas" y "marchos".
En Alfaro, en Alcanadre, en Villamediana, en Hornillos y en otros pueblos se encienden hogueras a la puerta de las casas y se asan patatas, que se consumen entre los vecinos más próximos.
Las fechas invernales, sobre todo el menguante de enero han sido las recomendadas para efectuar en La Rioja la matanza del cerdo, también llamada en la zona de montaña: "Moragas" y "remojones".
Coincide esta actividad con que San Antón se representa en la iconografía junto a un cerdo. En el tríptico de Brieva de Carneros, este animal lleva un pequeño cencerro o campanilla, que nos recuerda la costumbre castellana "del cerdo que andaba solo por el pueblo, a veces con una campanilla al cuello y otras sin distintivo especial; todo el mundo lo conocía y lo respetaba" (5).
Esta representación del cochino ha hecho del santo, patrono y abogado de estos animales, aunque también hay referencias de protección de plantas y vegetales; así, en Villaverde se bendice el cochinillo de madera que está junto al santo, para que diera buena suerte y abundancia en las cosechas. .
En las fechas de la matanza en La Rioja se ofrece un trozo de cerdo a amigos y parientes o a las personas a las que se les debe algún favor, esta costumbre recibe el nombre de "matapuerco" o "presente", y se relaciona también con nuestro santo:
"San Antón tiene un lechón
y no lo quiere matar
por los muchos presentes
que tiene que regalar."
En la tradición oral aparecen referencias en las que se unen al santo y a su animal representativo. En el discurso satírico del día del santo en Nájera, del que hablaremos más tarde, el orador comenzaba:
"Devotos de San Antón
vida y esperanza nuestra
mataréis vuestro lechón
y adornaréis las despensas
con patas, morros y orejas.
Ave María Purísima."
En esta y en otras localidades se subastaba o rifaba un cerdo en esta fecha. En el siglo XVIII era costumbre común el dar de limosna a San Antón: "cavezas y caretas".
El cantar nos relaciona el nombre del santo, con las variantes dialectales del cerdo:
"Hubo seis platos
en la boda de Antón,
cerdo y cochino,
puerco y marrano,
guarro y lechón."
Pasemos a describir los ritos festivos que se celebran en esta fecha en La Rioja, que en algunos casos están en relación con la matanza del cerdo.
En muchas localidades se bendecían los animales, y en otras, como en San Millán de la Cogolla, se bendecía la cebada. En Berceo también se bendicen cereales y se daba un refresco, el que se casa en ese año ponía media cántara de vino y el que pasaba de los 25 años siendo soltero pagaba una cuartilla de vino. Veamos otras celebraciones relacionadas con los equidos. "Entre las diversas celebraciones de esta fiesta que tiene lugar en los pueblos de la cuenca, destaco la que se celebra el día 17 de enero en la aldea de San Antón, que por ser su santo titular tiene gran solemnidad, con asistencia de los vecinos de las aldeas cercanas, pero algunos años las nieves se encargan de suspenderla. Ese día no se cargan las caballerías, y sus dueños las llevan a dar vueltas alrededor de la iglesia, devoción que alcanza a las de otras aldeas" (6).
En esta misma cuenca se repite la costumbre en Santurdejo llevando las caballerías a dar vueltas alrededor de la iglesia el día de San Jorge. Según nuestras encuestas, el objeto de dar las vueltas es el de proporcionar salud a las caballerías, pero sobre todo evitar el aborto de las yeguas. Este mismo objeto tenía la costumbre de "San Adrián de Apellaniz (Alava), ermita desaparecida; se daba tres vueltas con la yegua alrededor de la ermita y tendrá buen embarazo o parto" (7). En Santurdejo, después de dar las vueltas, se pedía al santo que les librara de la rabia.
En Brieva de Cameros hay una ermita dedicada a San Antón del siglo XVIII y curiosamente hay un retablo dedicado al santo y un cuadro representando a San Antonio de Padua. Alrededor de esta ermita, en el pasado también se daban vueltas con las caballerías, y se metían los burros a la iglesia, donde daban vueltas.
En la fecha del Santo de Valdeperillo, aldea de Cornago, se iba en caballerías con las mozas acomodadas en la grupa y se daban tres vueltas alrededor de la iglesia. En Laguna de Cameros se daban vueltas a caballo alrededor de la ermita del Santo.
En el pasado hubo una antigua costumbre en Santo Domingo de la Calzada, relacionada con el tema que nos interesa, aunque no coincida con las fechas de nuestro santo Antón: "quedó de aquí y por memoria de este milagro una ceremonia, y loable costumbre; y es que en el día diez de mayo, que es dos días antes de la fiesta del Santo, los labradores todos de la ciudad, con gran fiesta, danzas y música traen carros de ramos verdes, tirados de bueyes (no de mulas) y entrando los bueyes y carros en la Santa Iglesia Catedral, dan vueltas por toda ella, y los ofrecen al santo y con ellos se enrama su capilla" (9). Esta costumbre no debía gustar mucho a los canónigos, y el Obispo la prohibió bajo pena de excomunión en 1780.
Siguiendo con la fecha de San Antón, en Munilla se hacía una carrera de caballos dando tres vueltas al barrio de San Miguel. En todos estos rituales aparece repetido el hecho de las vueltas alrededor de un centro, costumbre que se da universalmente desde los primitivos hasta nuestros días.
El hecho de que sean los caballares el objetivo de estos rituales, nos demuestra la importancia de estos animales en la actividad agrícola, aunque en muchas localidades como las del Valle del Oja haya sido el buey el animal utilizado para la labor y el transporte.
La visita a ermitas en esta fecha es hecho repetido en la región; en muchos casos, a esta romería se llevan alimentos relacionados con la matanza. Así, la comida ritual tiene también aspectos importantes, recordando el refrán : "San Antón, comilón, poca carne y mucho ollón." En Nieva de Cameros en esta fecha se acudía a la ermita del santo y se asaban chorizos. En Villaverde se hace una hoguera en la ermita y se comía "el morcillón" o morcilla dulce de gran tamaño, que se había preparado en las matanzas, hechas días antes.
En esta fecha los pastores de varias aldeas de Ojacastro se reunían en un lugar preciso, un mojón, y comían habas con tocino, plato muy común en la región y que se repartía también en otras fechas como, por ejemplo, en San Benito (21 de marzo), en que "el monje de Santa María de Hubaga daba puchero con habas y tocino a todos los pobres de Ezcaray y sus aldeas que allí se congregaban" (8). En Cervera del río Alhama en esa fecha se hacían "hormigos", pasta hecha de agua, harina y azúcar, a la que se le añadía canela. En Igea, la Cofradía de San Antón, invitaba a nueces, olivas y vino.
Estas comidas de San Antón se han dado en otras localidades, pero las referencias son muy vagas, aunque siempre los menús eran de legumbres y productos cárnicos de cerdo.
Otra costumbre que se repite en otras localidades es la de "los sermones". Las citas referidas a tierras castellanas son diversas. "Antes de Misa se pasean los caballos y los borricos y se "echa la relación", en la cual el recitante le cuenta en romance al santo los favores o disfavores que le han hecho en el ganado, entreveradas estas pecuarias peripecias con sucesos picarescos acaecidos en el pueblo durante el año" (9). En Urueña de Valladolid se recitaban versos del mismo estilo a la puerta de la iglesia (10). La costumbre se da en La Rioja en otras ocasiones, como, por ejemplo, en la interesante romería masculina a la cueva de San Millán; pero sobre todo era tradicional en la fecha de San Antón en Nájera "el sermón" que cada año recitaba una persona, como lo demuestra este suelto de una revista local: "El joven Luis Ojeda fue este año el encargado del sermón de San Antón, que se celebró, como siempre, por los jóvenes" (11). Veamos cómo se desarrollaba esta fiesta najerina, que se suprimió por los desmanes que provocaba, en 1948. "Básicamente, consistía en que por la fecha comentada, un personaje revestido con los hábitos de un reo inquisitorial, por el capuchón y la capa que portaba, de largas barbas postizas, caballero en un burro iba recorriendo las principales calles de la ciudad. En lugares ya prefijados, a manera de Vía Crucis pagano, se detenía el extraño jinete y los comparsas que Componían su cortejo desenrollaban solamente un a modo de pergamino y comenzaba el recitado de unas jocosas estrofas.
A continuación, con los ripios que aportaba el ingenio popular, la vena poética iba poniendo en solfa los acaeceres más chuscos que se habían sucedido en el lugar a lo largo del año y, asimismo, iba destacando con variado humor y acierto los defectos de personas conocidas por todos. Al final de la declaración, de acuerdo con el tono de parodia religiosa que revestía la función, se aspergeaba a los asistentes con paja que el encargado del sermón sacaba de un morral.
Como el sentido mordaz de las rimas no siempre era bien tomado por los interpelados, hubo ocasiones en que incluso se llegó a las manos. Debido a ello, por los desórdenes y enemistades que tal costumbre provocaba a veces, pese a la previa censura municipal, se prohibió, como se ha dicho ya, para el año 1948" (12).
Nos hemos extendido en la descripción de este hecho porque lo consideramos de interés. Es difícil recopilar los versos de esos discursos o sermones, ya que constaban de rimas establecidas relacionadas con el santo, pero la mayor parte surgían al momento, creadas por el ingenio de la persona que dirigía el sermón.
Otro hecho importante en diversas fiestas riojanas, y en particular en la de San Antón, ha sido las subastas de diversos productos. Los más característicos en esta fecha eran los provenientes de la matanza del cerdo, como patas, orejas y otras partes del apreciado animal, que se salaban y adobaban, guardándose para las comidas de las duras tareas estivales de la recolección y la trilla. También se subastaban roscos y otros postres de repostería, e incluso se remataban perros y gatos que la gente ofrecía al santo con objeto de reunir fondos para su cofradía o para arreglar su ermita. Curiosamente, en Cornago, en la subasta que se celebra en la fecha de San Antonio de Padua (13 de junio), se ofrecen muchos productos procedentes de la matanza anual, y que relacionan de nuevo a los dos santos protectores.
Una costumbre relacionada con este santo es la imposición de "la rama de San Antón", que el mozo de gaita, elegido a votación, recibía en la fiesta del santo, en la aldea de Valdeperillo. Este joven iniciaba la jota del baile y danzaba con la moza que él elegía. Esta costumbre, relacionada con "las mocerías", nos recuerda la autoridad de un mozo dentro del grupo de los no casados, llamado en otros tiempos "alcalde de mozos", que se solía elegir a comienzos de cada año.
En relación con las mocerías, y en esta fecha, en San Millán de la Cogolla los mozos ponían paja a la puerta de la casa de las mozas. En algunas, y debido a su comportamiento afectivo con algunos de los mozos, se le colocaban "huesarrones" o calaveras y otras partes óseas de animales en señal de desprecio; en otras localidades les llaman "zancarrones", y poco tienen que ver con "zaharrones o zancarrones", que, según Menéndez Pidal, "eran una clase especial de actores callejeros que divertían al público con funciones grotescas y chocarreras" (13). En la localidad anterior también las mozas obsequiaban a los mozos con paja y hojas de berza.
Otra costumbre de esta fecha invernal es la tirada al gallo, que se celebraba en muchas localidades serranas y de la que nos queda noticia en Laguna de Cameros, donde en el año 1927 todavía se tiraba con escopeta a este animal, que en otras localidades riojanas y en otras fechas se corría con caballos, como en Nalda.
En la población de Munilla era tradicional en estas fechas invernales un juego de azar que ha arruinado a muchas familias y de ahí le viene el nombre: "Los porretones", que consistía simplemente en un juego de tabas o huesos de astrágalo, que se lanza al aire con dos posibilidades. Se juega en los días de San Antón, San Vicente, San Sebastián, San Tirso y Santa Apolonia, y el cantar recuerda que es juego masculino y arruinador:
San Sebastián y San Tirso,
San Vicente y San Antón,
han dejado a mi marido
sin camisa, en porretón.
Hasta aquí la descripción de las diversas manifestaciones que se observaban en la fecha de San Antón, en épocas pasadas, pero inmediatas. Tomando La Rioja como una unidad geográfica, ya que es la zona de la que hemos obtenido los datos, y comparando con otras regiones de España, podemos sacar algunas conclusiones.
Partiendo de la época en la que se celebra la fiesta, la debemos encuadrar lógicamente en las fiestas de invierno, con manifestaciones específicas como las de las hogueras. Relacionado directamente con la fecha, están todos los ritos en los que aparece el cerdo, animal que debido a las condiciones climatológicas, debe sacrificarse en esa época y que coincide con el santo que lleva a este animal como enseña personal.
Se observan también en las manifestaciones festeras citadas referencias a ritos que buscan la protección de animales, en especial de los caballares. Algunos autores le han buscado antecedentes en la cultura romana, y así citan "los actos que tenían lugar durante las Consualia; eran los siguientes: los animales de tiro, caballos, asnos y mulos, no debían trabajar en ese día y eran coronados de flores, también había carreras de caballos e incluso de mulos" (14).
Las vueltas a un centro o aun lugar sagrado dadas por personas, como en Lomos de Orios (Villoslada de Cameros) o en Ambas Aguas, buscan la protección, hecho este que se practica con los animales en la festividad de San Antón; o también bendiciendo a estos o bien suministrándoles alimentos bendecidos en ese día, como la cebada o la sal.
Algunos de los ritos que se efectúan en esta fecha tienen carácter carnavalesco; no obstante, algunos autores incluyen el día de San Antón dentro del período de Carnaval. "Que se considere que empieza (el Carnaval) en San Antón, como indica el mismo Covarrubias. Esto ha sido muy común, al parecer. Don Basilio Sebastián de Castellanos, erudito del tiempo de Isabel II, afirmaba, por ejemplo, que "antiguamente" en Madrid se consideraba que San Antón era el primer día del período de Carnaval. Algunos refranes castellanos reflejan esta costumbre: "Por San Antón, las Carnestolendas son", "Desde San Antón, máscaras son" (15).
Como ejemplo claro de un aspecto carnavalesco de esta fecha, tenemos en La Rioja los sermones que se dan en el San Antón najerino, pero también se declamaban en otras localidades durante los carnavales, como nos lo recuerda el dicho:
En Bezares,
los carnavales pasaron
con muy poca diversión;
las máscaras ya no cantan
ni aquel burlesco sermón.
De la misma forma se celebraban sermones satíricos en Mansilla de la Sierra.
También el consumo de ciertos alimentos recuerda a las meriendas y otras comidas petitorias que se desarrollan durante el Carnaval. De la misma forma los juegos de azar, duramente criticados en la sociedad rural, por las ruinas económicas que ocasionaban, se permiten en las fechas aledañas a San Antón y al Carnaval.
Las subastas se enmarcan dentro de diversas festividades, y no es sólo en San Antón, sino también en San Blas, San Isidro, San Antonio, San Roque, San Andrés, etc., fechas en las que las subastas tienen lugar en La Rioja. Estas subastas rituales complementan a la subasta de bienes y servicios como forma de acceso a la propiedad en muchas localidades riojanas (16).
Hasta aquí las diversas manifestaciones que se observan en La Rioja durante la festividad de San Antón. A modo de conclusión, debemos decir que, comparando nuestros datos con los publicados en otros artículos, se observa una continuidad en los ritos de esta fiesta, ya que existe coincidencia en la mayor parte de las manifestaciones, especialmente en lo que se refiere a Castilla-León.
Veamos un esquema de los ritos más representativos:
CASTILLA-LEON
Confusión Antón/ Antonio.
Protección animales.
Importancia del cerdo.
Echar refranes.
Vueltas en caballerías.
Refranes amorosos.
GENERAL (CARO BAROJA)
Rey de puercos.
Rey de porqueros.
Corridas de gallos.
Cuestaciones.
Comienzo de Carnaval.
LA RIOJA
Confusión Antón / Antonio.
Bendición de animales.
Importancia del cerdo y su matanza.
Hogueras.
Subastas.
Vueltas en caballería.
Tiro a los gallos.
Juegos de azar.
Comidas rituales.
Intercambio productos entre mozos.
Sermones burlescos.
Importancia de la mocería.
Como se puede observar, las manifestaciones se repiten, y con la región castellano-leonesa y la riojana se puede hablar de una cierta unidad en lo referido a esta fiesta.
Podemos decir que en ella se unen diversas manifestaciones festeras en un sincretismo perfecto. En la fecha de San Antón se compendian ritos procedentes de las fiestas invernales, como las hogueras; otros surgen de la propia actividad ganadera, como todo lo relativo a la matanza. Por otra parte, se observan las manifestaciones religiosas y propiciatorias que son comunes a muchas celebraciones del santoral.
En esta misma fecha, a los ritos citados hay que añadir otros de carácter carnavalesco, como los sermones burlescos o el intercambio de productos jocosos entre los grupos de edad de distinto sexo. En este apartado hay que incluir el tiro al gallo y los juegos de azar.
Por todo esto podemos concluir diciendo que en la fiesta de San Antón se unen ritos procedentes de las fiestas invernales, de las religiosas cristianas, de manifestaciones paganas y del período de Carnaval, y todos estos se unen y complementan el 17 de enero.
En La Rioj a la emigración, la regresión de las comarcas serranas y la evolución de la sociedad agrícola han hecho perderse las manifestaciones de esta fiesta, que hoy se reduce exclusivamente a la reunión nocturna en torno a las hogueras.
__________
(1) FERNANZ CHAMON, Angel: La fiesta de San Antonio Abad en Navalvillar de Pela. Narria (Madrid), 25-26, 1983, págs. 42 y ss.; AWNSO PONGA, José Luis: "Manifestaciones populares en torno a San Antón en algunas zonas de Castilla y León", Revista de Folklore (Valladolid), 2, pág. 3; ORMAECHEVERRIA, Ignacio, Fr. O. F. M.: San Antón de Urkiola y el misterio de los caminos viejos, "Bol. de la Soc. Vasca de Amigos del País", año XIV, cuad. 2; LERA DE ISLA, Angel: "El folklore campesino: La fiesta de San Antón", Revista de Polklore (Valladolid), 13, pág. 21; MARTINEZ GONZALFZ, Montserrat: La sanantonada de Mirabel. Introducción a su estudio, "Rev. Teruel", 63, 1980, pág. 65; CASTELLANOS, B.S. de: Costumbres españolas. De la romería titulada las vueltas de San Antón, Museo de las Familias, VI, Madrid, 1848, págs. 19-20.
(2) FERNANZ GHAMON, op. cit., pág. 44.
(3) ALONSO PONGA, op. cit., pág. 3.
(4) G. MANRIQUE tiene publicada una interesante variante, recogida en Fuentebella (Soria), en la Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, tomo VIII, 1952, cuaderno 3, pág 505.
(5) ALONSO PONGA, op. cit., pág. 6.
(6) MERINO URRUTIA, j. j. Bautista: El rio Oja y su Comarca, Logroño, 1968, pág. 220.
(7) MUGARZA, Juan: Tradiciones, mitos y leyendas del País Vasco, Bilbao, s. f., tomo I, pág. 246.
(8) PEREZ ALONSO, A. : Historia de la Real Abadía de Nuestra Señora de Valvanera, Gijón, 1971, pág. 91.
(9) CARO BAROJA, j.: El Carnaval, Madrid, 1979, pág. 81.
(10) LERA DE ISLA, Angel: "La vena poética en el folklore rural, Retlista de Folklore, Valladolid, nº 10, pág. 13.
(11) Revista El Najerilla, Mansilla, 1922.
(12) DE LA IGLESIA DUARTE, J. I.: Nájera y sus cosas, Logroño, 1982, pág. 42.
(13) CARO BAROJA, J., op. cit., pág. 227.
(14) FERNANZ CHAMON, A., op. cit., pág. 44.
(15) CARO BAROJA, J., op. cit., pág. 44.
(16) ELlAS PASTOR, L. V.: Apuntes de Etnografía Riojana, Madrid, 1981, tomo I.