Revista de Folklore • 45 años

Fundación Joaquín Díaz

Si desea contactar con la Revista de Foklore puede hacerlo desde la sección de contacto de la Fundación Joaquín Díaz >

Búsqueda por: autor, título, año o número de revista *
* Es válido cualquier término del nombre/apellido del autor, del título del artículo y del número de revista o año.

Revista de Folklore número

525



Esta visualización es solo del texto del artículo.
Puede leer el artículo completo descargando la revista en formato PDF

Calificativos personales extremeños

RODRIGUEZ PLASENCIA, José Luis

Publicado en el año 2025 en la Revista de Folklore número 525 - sumario >



Es de suponer que en casi todos los lugares del mundo, si no en todos, existan calificativos alusivos a las características particulares o peculiares de determinadas personas, distintivos que, una vez mencionados por algún gracioso o perspicaz vecino, no tarda en pasar bajo cuerda por todo, o casi todo, el pueblo dando lugar a motes, algunos de ellos que la inquina popular convirtió en familiares, perdurando la mayoría hasta nuestros días pues fueron pasándose generación tras generación. Entre los digamos apodados los hay que se molestan cuando ese apelativo se les suelta directamente en la cara –también influye la forma como se le dice– y otros que muestran una total indiferencia porque arguyen que «eso se lo dijeron a mi bisabuelo o a mi abuelo y yo mismo desconozco por qué lo llamaron así».

Por cierto: En los pueblos alto-extremeños se usa el término crismar para poner motes o sobrenombres que, de buen o mal grado, deben soportar los motejados. Según señala la Gran Enciclopedia Extremeña –tomo 3ª– «la fuente denominadora de que se surte el hábito de ‘crismar’ es de naturaleza variopinta: Defectos o peculiaridades físicas (canete, barriguita, manomanca), defectos morales (peneque, almanegra, pocasangre); apodos alusivos a la fauna y flora locales (víboro, mogón, seroja); apodos humorísticos e hiperbólicos (cincopollas, rajamanta), tumbaviones); apodos de oficios (machaclavos, pinchaculo, lucero), etc.»

En Extremadura, pues, son muchos los calificativos o apodos familiares o individuales que han llegado hasta nuestros días, de los cuales incluyo aquí una pequeña muestra.

*Acariciachochos. Ginecólogo, la forma solapada con que sus amigos se dirigían a él. «¡Qué! Cuántos chochos has acariciado hoy». Él no contestaba, pero siempre había alguno que insistía: «¿Y cuál era el más grande? ¿Estaba pelado? ¿Nunca has tenido la intención de acariciarlo… ya sabes?»

*Aceitera, La. El apodo le vino de su abuelo, que se dedicaba a comprar aceite en Portugal y traerlo a España.

*Achaparrá, La. Era una mujer muy caída de hombros.

*Agarbao. Andaba encogido, agachado.

*Ajilao. Era una persona excesivamente delgada.

*Alacrán. Era muy amigo de picar para meter cizaña en el trato con los demás.

*Almorchón. Grandullón, bruto.

*Amogonao. Tenía el aspecto de estar eternamente adormilado, amodorrado.

*Amulá, Tía. Era una mujer bruta, de mal carácter.

*Andoba, Tío. Se le aplicó este apodo por ser un aprovechado desaprensivo.

*Ansionis, Paco. Ansioso, que nunca se saciaba con lo que tenía o poseía y quería más.

*Añejina. Estaba muy pegada a lo antiguo, tanto en sus gustos como en sus costumbres.

*Alacrán. Era una persona malintencionada, especialmente cuando hablaba de los demás.

*Azampataramas. En Cañamero y la Oliva, salir corriendo rápidamente e ir muy deprisa.

*Bailón, San Luis. Su nombre era Luis. Lo de Bailón le vino porque a pesar de su avanzada edad, no dejaba de bailar en las reuniones del Centro de Mayores o en cualquier celebración familiar o de amigos.

*Bejino. Se enfadaba mucho y hablaba gritando.

*Bigoteblanco. Por su mostacho grande y blanco.

*Birubirú. Decía muchas tonterías.

*Bocanegra. Había perdido todos los dientes y la boca cuando la cerraba parecía un hoyo negro.

*Bocatorcía, El. Por el defecto que tenía en la boca, que se la deformaba hacia uno de los lados.

*Boquirrucia. Era muy escrupulosa para comer.

*Cagarrucio. Estaba poco desarrollado físicamente y además comía poco.

*Canchúa. Era una mujer con mucho pecho.

*Cansuto. Era una persona falto de ánimo y desgano en general.

*Cenutrio. Domingo el. Era un hombre muy tosco.

*Censo. Era un hombre de poca valía, torpe, apocado

*Casera, Pepe. Era el representante de esa bebida gaseosa en la comarca de Coria.

*Cauchín. Se le tenía por una persona de poca credibilidad en sus afirmaciones.

*Chibiringue, El. Tenía poco carácter.

*Chichirivaina, El tío. Se le consideraba una persona de poco juicio y formalidad.

*Chinchifaina, Tío. Era muy endeble de cuerpo.

*Chinchorrero. Le gustaba meter cizaña en las disputas y reyertas.

*Chiona, El. Solía hablar mucho y contar todo lo que oía.

*Chiriche, Tío. Tenía poca lucidez mental.

*Chiripa, Tío. Tuvo suerte y ocupó su cargo sin tener méritos para ostentarlo.

*Chispas, El. Era electricista.

*Chispoleta. Se le apodó así porque era una mujer muy inquieta, rápida de movimientos y porque hablaba mucho.

*Chocante. Tenía acuerdos y ocurrencias cuando hablabas.

*Chochúa. Era una hembra que estaba muy buena.

*Chuli. Se llamaba Jesús, pero le apodaron así por presuntuoso.

*Conejos, Los. Eran muchos hermanos y decían que esa familia procreaba como los conejos.

*Cigüeña, La. Era una joven de piernas altas, muy delgadas.

*Cocinillas, Tío. Le gustaba mucho meterse en las cosas de las mujeres.

*Comino, La. Era muy poca cosa físicamente.

*Cornúpeta. Por cornudo.

*Colorá, La. Tenía el pelo muy rojo.

*Coldorao, El. Por lo rojiza que tenía la cara de tanto beber vino.

*Cutubío, Pepe El. Era una persona de poca envergadura y enclenque.

*Desbarrigado, El. Llevaba siempre la camisa por fuera de los pantalones.

*Desgalamío. Era una persona falto de espíritu para el trabajo.

*Destripachao, Mariano El. Siempre iba mal arreglado en su vestir.

*Engarnio. Era una persona de poca valía.

*Entrequedente, Favio El. Era una persona de poco humor y poco aguante para las bromas.

*Eschambarilá. La motejaron de este modo por su extraña manera de andar.

*Eschapetao, Pepe El. Le apodaron así por ser una persona de poco juicio.

*Esparragucho. Por ser muy alto, delgado y desaliñado.

*Estilosa, Manuela La. Era una muchacha muy presumida y procuraba siempre ir a la moda.

*Felucho. Despectivo de Felito y de Rafaelito>Rafael.

*Farraguas. Era un tipo que siempre iba mal vestido.

*Fusique, Pablo. El apodo se lo pusieron por ser una persona de poco aplomo y poca seriedad.

*Garitero, Amancio El. Era una persona que no paraba mucho tiempo en un mismo sitio, yendo de una parte a otra constantemente.

*Gorruño. Era muy tacaño.

*Guardaespaldas, El. Cuando llegó un maestro nuevo al pueblo se pegó a él y no lo dejaba ni a sol ni a sombra.

*Jandalón, Paco. Se le dijo por ser un fanfarrón redomado, amigo de engrandecerse ante los demás.

*Julijuli. Se llamaba Eduardo, pero le apodaron de ese modo porque era una persona de mucha ligereza para todo.

*Kinito. Se llamaba Joaquín, y de Joaquinito, Kinito.

*Lagarto, El. Por astuto. Su padre también se apodó así, era contrabandista.

*Licantinero, Antonio El. Era un tipo de poca seriedad en su trato y con mucho cuento.

*Machopingo, Antonia La. Era una mujer con aspecto de hombre.

*Machote. Tenía fama de ser muy valiente y arriesgado.

*Manguto, Tío. Era un hombre poco habilidoso para trabajar, muy inútil.

*Mecha, El. Tenía mucha facilidad para perder los encendedores de mecha.

*Mezucón. Su debilidad era meterse en todo, aunque no le concerniese.

*Manejantona, La. Era una mujer que le gustaba meterse y manipularlo todo.

*Monja, La. Después de llevar casi dos años de vida monástica abandonó el convento para casarse. Ahora tiene un hijo y una hija y tres nietos.

*Moquicaío, Aurelio El. Ese apellido le fue aplicado por ser una persona falta de ánimo.

*Morral. Se usaba para indicar que alguien es una mala persona, no se comporta debidamente, va desaliñada e incluso que es ignorante y grosera en la expresión. «Eres un morral».

*Obispo, El. Se le apodó de ese modo por la gran coronilla en forma circular que tenía, tan grande como un solideo episcopal.

*Panguato. Era una persona inútil.

*Papelón. Era una persona que con actitud fingida elogiaba y daba coba a las personas con tal de conseguir algo de ellas.

*Pardala. Era una moza de mucho cuidado.

*Pejiguera, Tío. Resultaba pesado en su trato con los demás.

*Pelo púas. Por la forma de su pelo y como se lo peinaba.

*Pepino. Viene de Pepe –José, su nombre– y Pino, su apellido.

*Perritranca, Carmen La. Se la apodó así porque era una muchacha muy perezosa.

*Perro, Juan. No hacía nada por trabajar. Siempre que salía de casa iba murmurando «que no me salga nada, Dios mío, que no me salga…» –trabajo, claro–. Y añadía: «Si me sale, no voy».

*Pincho, Tío. Andaba muy estirado, afectando altivez, arrogancia.

*Pito. Se llamaba Serapio, que degeneró en Serapito y, finalmente, en Pito.

*Pollo mantúo, Eduardo El. Este apodo le venía de su abuelo que, como él, fue una persona falta de ánimo y de aspecto triste.

*Portu, El. Era de ascendencia portuguesa.

*Putaperros. Ejerció de prostituta hasta que uno de sus clientes, de avanzada edad, se casó con ella. El marido murió, pero a ella se le veía y se les ve a todas horas por las calles «tirando» de cuatro perros.

*Quemada, La. Se había quemado la cara.

*Quili. Su nombre era Aquilino.

*Rechuplosa, La. Hablaba con mucha desenvoltura y salero, dando así la sensación de saber mucho.

*Remellao, El. Porque tenía su párpado inferior izquierdo muy caído.

*Resucitao, El. Le dieron por muerto tras un ataque al corazón.

*Romancuela, Federico. Era una persona muy sabida de los chismorreos locales.

*Rusputit. Porque parecía ser el doble de Vladímir Putin, el presidente de Rusia.

*Rutaera. Era una mujer que hablaba mucho y se entretenía con cuantas personas se encontraba por el camino.

*Sanguto, Juan. Era un hombre excesivamente delgado.

*Serrucho. Era traumatólogo. Además es apellido.

*Tecloso, El. Estaba considerado como una personas excesivamente delicada e intransigente.

*Tipo lápiz, María. Era una mujer muy delgada.

*Tripagorda, El. Por su enorme barriga, que casi le daba la vuelta a toda la cintura.

*Trompitalega, El. Se le tenía por ser poco cuidadoso con las cosas.

*Tronchaspastos. Era una persona bruta y poco cuidadosa en sus quehaceres.

*Truchas, Las. Eran dos hermanas que hubieran sido fáciles de «pescar» por cualquiera que les hubiera echado el «anzuelo».

*Turulito, Juan. Este apodo le provino de lo despistado que era.

*Vacilante, La. Porque cuando andaba se balanceaba a derecha e izquierda, y no porque estuviese borracha.

*Verruga, El. Tenía una bien gorda en un lado de la cara.

*…Y tal… Cuando hablaba y hacía relación de algo, cuando se le acaba la correlación, siempre terminaba diciendo… «Y tal…»

*Zalampierno, Amancio El. Era un hombre tosco, escaso de educación y delicadeza con sus vecinos.



Calificativos personales extremeños

RODRIGUEZ PLASENCIA, José Luis

Publicado en el año 2025 en la Revista de Folklore número 525.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz