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Revista de Folklore número

521



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Guitarreros en la Zaragoza del siglo XIX

ARIZA BARRA, Fernando

Publicado en el año 2025 en la Revista de Folklore número 521 - sumario >



La guitarra española, tal y como la conocemos en la actualidad, es el resultado de un largo proceso de transformaciones físicas que tenían como objetivo el mejorar su capacidad musical. Esta evolución también se manifestó en el ambiente social en el que se utilizaba el instrumento, oscilando entre el ambiente culto/cortesano, y el de las clases más populares.

El origen de la guitarra tenemos que buscarlo en cuatro instrumentos que eran muy utilizados en la Edad Media: el laúd, la guitarra morisca, la vihuela y la guitarra latina[1]. Los dos primeros fueron introducidos en España por los arabes, y así como el laud evolucionó y adquirió una gran aceptación en Europa, la guitarra morisca desapareció en la Baja Edad Media. La vihuela tuvo su momento álgido en torno al siglo xvi, de forma similar a una guitarra, pero con curvas menos pronunciadas, contaba con seis órdenes de cuerdas dobles afinadas al unísono. Sus amplias posibilidades musicales hacían que se usara en ambientes cultos y cortesanos. La guitarra latina tenía cuatro órdenes de cuerdas, tres dobles y uno simple, que era la cuerda más aguda, conocida como «prima». Era de un tamaño pequeño y tenía cinco o seis trastes de cuerda atada. Sus menores posibilidades musicales hizo que quedara relegada al uso de las clases más populares.

A partir del siglo xvi a la guitarra se le comenzó a añadir un quinto orden de cuerdas, el más agudo solía ser simple. Era un poco más grande que la de cuatro órdenes pero seguía teniendo la cintura poco pronunciada. Es la conocida como guitarra barroca, que tuvo un gran auge en Europa durante los siglos xvii y xviii[2].

La segunda mitad del siglo xviii fue un momento clave en la evolución de la guitarra. Se añadió un sexto orden, más grave, al instrumento y los ordenes dobles se sustituyeron por ordenes simples. La caja aumenta de tamaño y se acentúa la forma de la cintura, tomando la forma de «ocho» con la que actualmente la conocemos. Otro importante cambio fue el uso de trastes fijos metálicos, en vez de los de cuerda atada.

Estos cambios introducidos en la estructura del instrumento no se realizaron de forma simultánea en los diferentes paises y regiones. Fue un largo proceso que culminó a mediados del siglo xix, cuando el guitarrero almeriense Antonio de Torres Jurado (1817–1892) fijó un nuevo concepto en el modelo de guitarra. Las principales modificaciones que introdujo fueron: amplió el tamaño de la caja, añadió refuerzos que permitían mayor tensión, montó clavijero mecánico, alargó el tiro, ensanchó el mástil y añadió trastes hasta la caja. A Torres se le conoce como el padre de la guitarra actual, tal y como la conocemos.

El primer constructor de guitarras del que se tienen datos en Zaragoza, fue Juanico de Fuentes (natural de Paniza), quien en 1580 firmó un contrato de seis años de duración como aprendiz de Pedro Picaz (o Picaza), «maestro de hacer vihuelas». En el testamento de su esposa, María de Salazar, fechado en 1608, Juanico de Fuentes figuraba como «guitarrero». Es un dato importante, ya que en aquella época los constructores de vihuelas, conocidos como «violeros» o «vigoleros», seguramente construirían otros instrumentos de cuerda como las guitarras. Es en los documentos del siglo xvii, cuando aparece explícitamente el término «guitarrero»[3]. Respecto a esta palabra, es clarificadora la definición que aparece en el «Diccionario de la música» de Luisa Lacal[4]: «Guitarrero: El que hace, vende ó compone guitarras. En lo antiguo se les llamó violeros».

Hasta el siglo xix los gremios de artesanos de Zaragoza estaban agrupados en ciertas calles, que en ocasiones recibían el nombre de la actividad que realizaban. Como por ejemplo los armeros, que estaban en la calle de las Armas, o los aguadores en la calle Aguadores. No es el caso de los tamborileros y guitarreros, que se concentraban en las calles Albardería y Cedacería, espacio que compartían con los fabricantes de aparejos de caballerías y de cedazos respectivamente[5]. La calle Albardería cambio su nombre a Cerdán, y Cedacería a Escuelas Pías. En el año 1977 ambas calles desaparecieron y sus edificios fueron derribados, el motivo era crear una ancha avenida que culminara en el Mercado Central. Actualmente ese tramo se conoce como Avenida de César Augusto.

A los constructores de instrumentos de un territorio concreto se les suele denominar con la expresión «escuela», ésto define que existen unos rasgos comunes y distintivos en su obra. En la relación de guitarreros del siglo xix que más abajo se exponen, hay tanto constructores como otros que probablemente sólo fueron vendedores o reparadores. De algunos es difícil saber su ocupación concreta ya que la información es escasa. Es por este motivo que no he usado la definición «escuela zaragozana de guitarreros». Se han ordenado cronológicamente, según la primera referencia que se ha podido localizar sobre su actividad laboral en Zaragoza. Dicha fecha no se ha ceñido exclusivamente al siglo xix, ya que algunos mantuvieron su actividad entre dos siglos.

Abad (activo en 1799):

En el Diario de Zaragoza del 8 de diciembre de 1799 se podía leer el siguiente anuncio: «En casa del Guitarrero Abad, que vive en la calle de la Albardería, se vende un salterio con su caxa».

Joaquín Bellido (activo en 1805):

La información proviene de un pleito civil del año 1805 con el siguiente título: «Inventario de Juan Constante y Josefa Navarro, cónyuges vecinos de la villa de Loarre, de bienes, alhajas y dinero hallados en poder de Joaquín Bellido, guitarrero, vecino de Zaragoza»[6].

Manuel Pérez (activo entre 1843 y 1844):

Viajó por la isla de Cuba y numerosas provincias españolas. En el año 1835 presentó a S.M. la reina madre una guitarra de ébano cuyos adornos constaban de 4000 piezas. Era un experto en el trabajo del mosaico de madera[7]. Unicamente se han encontrado datos, de su actividad laboral en Zaragoza, entre los años 1843 y 1844.

Constructor de guitarras y compositor de violines, contrabajos, etc. En agosto de 1843 atendía al público en la calle de las Armas n.º 81, cuarto principal. Su trabajo fue reconocido en Cuba, Málaga, Granada, Córdoba, Sevilla, Cádiz, Valencia y Madrid. Construyó guitarras para Crucet y Tostado, en la Habana; Carnicer, en Sevilla; Cano, Ayala y Aguado, en Madrid.

Vendía sus guitarras de concierto por un precio desde 800 reales (como las que usaron Cano y Damas para dar un concierto en el Teatro del Príncipe de Madrid) hasta 20000 reales. También las rifaba con cupones, como dos que ganaron Fernando Mansebo, capitán de Francos de Córdoba, y Luis de Santandaren, de Valencia[8].

En noviembre de 1843, Manuel Pérez se ofrecía para enseñar a construir guitarras «a la moderna» a todo carpintero o ebanista que estuviera interesado. Eran instrumentos que costaban entre 120 y 1000 reales, y que se aprendían a construir en dos meses. Los interesados tenían que pagar 240 reales al final del aprendizaje, la obra quedaba a beneficio del maestro[9].

En diciembre de 1843, Manuel Pérez se ausentaba de la ciudad y anunciaba la venta de guitarras con precios rebajados. Las más caras, de 800 reales las rebajaba a 400 reales, y las más económicas, de 160 reales, las dejaba a 120 reales. En aquel momento vivía en la calle de las Armas 86, segundo[10].

En agosto de 1844 anunciaba la venta de cuerdas para guitarra y violín, así como «hermosas guitarras», en su casa: calle del Agua n.º 129, principal[11]. Este es el último dato que he podido encontrar de Manuel Pérez en Zaragoza. En un artículo publicado en el Diario de Zaragoza del 24 de agosto de 1849, se contaba que había montado con unos socios un vasto taller para trabajar a gran escala el mosaico de madera. Estaba ubicado en la calle Carretas n.º 11, pero no se cita la localidad. En Zaragoza no existía ninguna calle con ese nombre.

Antonio Royo López (1810-14/04/1890; activo entre 1846 y 1887):

El dato más antiguo recopilado, sobre la actividad como constructor de guitarras de Antonio Royo, data del año 1846. Se trata de una guitarra que en el año 1960 estuvo expuesta en la Biblioteca Central de Barcelona. La asociación «Amigos de Tárrega» fueron los organizadores de la exposición, dedicada a las guitarras fabricadas en España. El propietario de dicho instrumento era el guitarrista granadino Luis Sanchez Granada (1900-1979)[12].

En agosto de 1847 se anunciaba como profesor y fabricante de guitarras. Decía que había fabricado una compuesta de más de dos millones de piezas. El instrumento se podía ver en la calle Arco de Toledo n.º 8[13]/[14].

Otra curiosa guitarra que fabricó Royo, en el año 1854, y que reparó el lutier Sergio Solaz (Zaragoza), tenía «cutaway» para llegar sin dificultad hasta el traste 18. La guitarra era de palo santo de india, con tapa de pino abeto, el mango de arce y el diapasón de ébano. Llevaba decoración de chapas negras y blancas en boca y costados[15].

En un artículo publicado en septiembre de 1860, se describía la guitarra que Antonio Royo había fabricado para regalar a la reina Isabel II. Estaba compuesta por más de 18 millones de piezas (sic), de variado mosaico, con las que formó la dedicatoria para la reina, los nombres de los guitarristas más célebres, los signos musicales, castillos, leones, liras, grecas y demás caprichos que adornaban la guitarra. En su interior se veía una maquinaria, invención de Royo. El puente era de marfil, ébano y nacar, los trastes de plata y las clavijas de ébano y marfil. La guitarra estaba expuesta en su taller, en la calle de la Albardería[16]. Entre los días 7 y 13 de octubre de 1860 los reyes visitaron Zaragoza, fue cuando Antonio Royo regaló a Isabel II la guitarra. No fue la única que recibió, ya que el guitarrero Sr. Fuentes le obsequió con otra[17].

En julio de 1860 Royo anunciaba que rifaba una guitarra compuesta por 18 millones de piezas y valorada en 30000 reales. En su taller de la calle Cerdán 40 (antigua c/ Albardería) vendía los billetes[18]. El instrumento era tan espectacular que la gente se apiñaba a todas horas en la acera, impidiendo la entrada al establecimiento. Llegó a tal extremo la situación, que Royo se vio obligado a retirarla. La boca estaba adornada con guitarritas de 1000 piezas cada una, enlazadas con otras tantas liras de 1500 piezas (sic), estando éstas adornadas con grecas. En el puente destacaban dos estrellas, alrededor del mismo había una greca arabesca formada de casas de campo, escudos y castillos, cada uno formado por 500 piezas. Entre el puente y la boca se leían los nombres de los principales guitarristas, constando cada letra de 140 piezas. Rodeaban la tapa armónica multitud de estrellas adornadas con dos plumillas. El canto de la guitarra se componía de un cordón que daba la vuelta al mástil. Los aros estaban adornados con dos cenefas. En el fondo del instrumento se observaba una pirámide sostenida por tres globos, formando arcos de mayor a menor, teniendo por final la cruz de San Fernando. En los espacios que dejaban los arcos había estrellas dispuestas también de mayor a menor. En el centro de la columna castillos con las armas de Aragón, adornando las orillas del fondo ondas de filetes y otros caprichos. El mástil mostraba cintas entrelazadas y la cabeza también estaba cubierta con adornos[19].

Al mes siguiente se publicó un artículo en el que Francisco Carrión, que afirmaba tener experiencia en la materia, dudaba de la veracidad de lo que Antonio Royo había escrito sobre el instrumento. Decía que los 22 meses que había invertido en su fabricación eran demasiados, ese trabajo se podía completar en 6 meses. Que estaba sobrevalorado su precio, como máximo valdría 15000 reales. Y que 18 millones de piezas eran un despropósito, no podían ser tantas[20]. Dos días después la esposa de Antonio Royo, Ambrosia Pueyo de Royo, escribió una réplica en la que comentaba que su esposo estaba de viaje, que nadie emitiera juicio hasta que regresase a la ciudad[21]. El 23 de agosto Antonio Royo contestó a Francisco Carrión, le invitaba a visitar su taller para conocer la guitarra, y también a que, dada la experiencia que acreditaba tener Carrión, presentara a juicio público su obra tal y como hacía él[22]. Parece ser que así quedó zanjada la polémica.

La guitarra de 18 millones de piezas se expuso, durante el mes de diciembre en la tienda «Al Precio Fijo», en la Puerta del Sol de Madrid[23]. Allí se depositó hasta el día 23, fecha del sorteo. Los boletos costaban 2 reales y el número ganador tenía que coincidir con el premio mayor de la lotería. En la rifa iban incluidos todos los instrumentos de la rondalla aragonesa: bandurria, guitarro y requinto.

El que dos constructores como Royo y Fuentes coincidieran en activo durante unos años, debió generar cierta competencia entre ellos. Muestra de ello es un artículo que se publicó en junio de 1866, en el que se contestaba a Royo porque se quejaba de que la prensa elogiaba más al trabajo de Fuentes que al suyo. El texto terminaba así: «Y si las obras del Sr. Royo son mejores o peores que las del Sr. Fuentes nada nosotros tenemos que decir; allá se las compongan estos dos artistas»[24].

En noviembre de 1867 recibió la medalla de plata de la Exposición del Ateneo Zaragozano, por una guitarra de mosaico[25].

Antonio Royo fue adquiriendo tal renombre como constructor, que incluso el guitarrista y pedagogo Tomás Damas (1817-1880), en su «Método completo y progresivo de guitarra», publicado en 1867, citaba las condiciones tan especiales de sus instrumentos, junto con las de otros constructores como Carracedo (hijo), González, Campos, Llorente y Torres (de Sevilla)[26].

En la primera Exposición Aragonesa, que tuvo lugar entre el 15 de septiembre y el 31 de octubre de 1868 en Zaragoza, Royo participó con varias guitarras, una de ellas de papel, cuyo sonido sorprendió a los profesores del instrumento. Su tapa armónica también tenía un secreto, que no ha sido desvelado[27]. Por sus guitarras fue premiado con la medalla de cobre de la exposición[28].

En la segunda Exposición Aragonesa, celebrada en Zaragoza entre septiembre de 1885 y julio de 1886, Royo recibió la medalla de tercera por dos guitarras y varias bandurrias[29].

Los últimos datos que he podido encontrar sobre su actividad de guitarrero, datan del año 1887. Ese año estaba incluido como constructor de guitarras y bandurrias en el «Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración»[30]. Un segundo dato proviene de una guitarra que llevaron a reparar al lutier Carlos Juan Busquiel (Elda, Alicante). En la etiqueta del instrumento se podía leer: «Fábrica de guitarras de Antonio Royo. Premiado en varias exposiciones. Cerdan, 40, Zaragoza. Año 1887»[31].

Antonio Royo López falleció el 14 de abril de 1890 a los 80 años de edad[32].

En el «Diccionario de Guitarras, Guitarristas y Guitarreros»[33], de Domingo Prat, decía de Royo «El Maño Guitarrero» que su hija le ayudaba en el trabajo. Al parecer llegó a tal grado su afición que, cuando Royo era anciano, ella fue la que continuó con el trabajo de fabricación de guitarras. No he podido encontrar ninguna información que confirme esta tésis, pero hasta el año 1894 Antonio Royo apareció en el «Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración»[34] como constructor de guitarras y bandurrias. Queda en el aire resolver la duda de si realmente fue su hija la que continuó la actividad, o si se trata de un error en la actualización del anuario.

Pedro Fuentes (activo entre 1858 y 1887):

El primer dato encontrado, sobre su actividad como constructor de guitarras, es del año 1858. Fuentes fue premiado en la Exposición Artístico-Industrial del 7 de febrero por dos guitarras mosaico[35].

En el año 1860 Fuentes construyó una guitarra para el Príncipe de Asturias. En la boquilla tenía una corona real compuesta de más de 2000 piezas, colocada sobre un óvalo, que en su centro mostraba una tarjeta de caprichoso dibujo, con 5562 piezas, en cuyo interior estaba colocado el nombre del Príncipe. En el suelo se hallaban dos saetas cruzadas por su centro y enlazadas con una cinta azul en la que estaba el nombre del señor Fuentes, también en letras de mosaico[36]. Entre los días 7 y 13 de octubre de ese año los reyes visitaron Zaragoza, fue cuando Pedro Fuentes entregó una guitarra a la reina y un guitarrito al Príncipe de Asturias. El guitarrero Antonio Royo también obsequió con otra guitarra a la reina[37].

En el año 1862 la guitarrería de Fuentes estaba situada en el número 32 de la calle Albardería (esta calle cambió posteriormente su nombre a Cerdán)[38].

Al año siguiente se anunciaba en la calle Cerdán 46, en el local también había una «Academia vocal e instrumental, bajo la dirección de una sociedad de profesores». Daban clases de solfeo, de guitarra (por música o cifra), de bandurria, violín, octavilla, piano y cítara española. Las clases de guitarra costaban 20 reales al mes, las del resto 40. La academia comenzaba las clases el 15 de noviembre, de 8 a 12 y de 18 a 20 horas. Pedro Fuentes vendía cuerdas e instrumentos musicales con los siguientes precios: guitarras de seis órdenes a 20, 30, 40, 50 y 60 reales. Las de concierto con sobrepunto, puente y clavijas de ébano por 80 reales y 100 en adelanto. Bandurrias a 20, 30, 40, 50 y 60 reales, las de concierto a 80. Las cítaras y octavillas al mismo precio. Violines a 60, 80, 100 y 120 reales[39]. De la academia vocal e instrumental situada en el establecimiento de Fuentes he podido encontrar publicidad hasta el año 1867. Entonces cobraban las clases a 30 reales el mes. También vendían partituras para guitarra y bandurria (1 y 2 reales), e instrumentos musicales (guitarras, violines, bandurrias, octavillas, ...)[40].

En mayo de 1866 Pedro Fuentes dirigió el trabajo de construcción de dos guitarras que realizó Anselmo Fuentes, tardaron 22 meses en acabarlas. Estaban compuestas de más de seis millones de piezas, que formaban 40 dibujos, todos diferentes. Ambos instrumentos se enviaron a la Exposición Universal de París del año 1867[41], pero antes, a finales de septiembre, estuvieron expuestas en su establecimiento[42]. En el catálogo general de la Exposición Universal de París figuraba Pedro Fuentes como constructor[43], pero en otros medios se menciona a Anselmo Fuentes[44]. Viendo esto, es posible pensar que quizás en el expositor figuraran ambos como los creadores de las guitarras.

La última vez que apareció Pedro Fuentes como fabricante de guitarras y bandurrias, fue en el «Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración» del año 1887[45]. Ese mismo año se podía leer un anuncio de la Vajillería de Ariño, indicando que se habían trasladado al local de la antigua guitarrería de Fuentes, en la calle Cerdán 46[46].

Marcelo Ceperuelo (activo entre 1858 y 1864):

Poca información se ha podido recopilar de él. En julio de 1858 se anunciaba como «guitarrero, aneguero y encargado de la oficina de aferición de pesos y medidas del Ecmo. Ayuntamiento de Zaragoza». En esa fecha se trasladaba de la calle Albardería 73 a Cedacería 12, donde tenía toda clase de medidas aferidas y bien construidas[47].

La ultima referencia de su actividad proviene de «El Indicador de España y de sus posesiones ultramarinas» del año 1864. Marcelo Ceperuelo figuraba como constructor de guitarras pero como dirección se indicaba la calle Albardería[48].

Juan Luna (activo en 1864):

Figuraba como constructor de guitarras en «El Indicador de España y de sus posesiones ultramarinas» del año 1864. Como dirección se indicaba la calle Cedacería.

Anselmo Fuentes (1849-15/09/1886; activo entre 1866 y 1867):

En mayo de 1866 acabó de construir dos guitarras bajo la dirección de Pedro Fuentes. Tardaron 22 meses en realizar el trabajo. Estaban compuestas de más de seis millones de piezas, que formaban 40 dibujos, todos diferentes. Ambos instrumentos se enviaron a la Exposición Universal de París del año 1867[49], pero antes, a finales de septiembre, estuvieron expuestas en el establecimiento de Pedro Fuentes[50]. En el catálogo general de la Exposición Universal de París figuraba Pedro Fuentes como constructor[51], pero en otros medios se menciona a Anselmo Fuentes[52]. Viendo esto, es posible pensar que quizás en el expositor figuraran ambos como los creadores de las guitarras.

En junio de 1867 Anselmo Fuentes terminó una guitarra que quería regalar al príncipe imperial de Francia. Estaba compuesta de millones de piezas casi microscópicas (sic). En ese mismo momento tenía expuestas otras dos guitarras en la Exposición Universal de París[53].

En noviembre de 1867 recibió la medalla de plata de la Exposición del Ateneo Zaragozano, por dos guitarras y un cuadro de mosaico[54].

Anselmo Fuentes falleció joven, a los 37 años, el día 15 de septiembre de 1886[55].

Juan Ciércoles Macipe (nacido en 1845[56]; activo entre 1878 y 1880):

En la inauguración del Casino Artístico de Zaragoza, que tuvo lugar el 22 de diciembre de 1878, el guitarrista Juan Pargas realizó un concierto con una guitarra fabricada por Juan Ciércoles. Ciércoles era vocal dentro de la junta directiva del Casino Artístico[57].

En el «Anuario-almanaque del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración», del año 1879, figuraba entre los fabricantes de bandurrias y guitarras[58]. Ese mismo año construyó un instrumento de cuerda que tenía las mismas cuerdas que una bandurria. El objetivo de Ciércoles era hacer un adelanto en la bandurria[59]. En dicho año tenía su establecimiento en la calle Manifestación 34[60].

En el año 1880 figuraba entre los fabricantes de guitarras y bandurrias del «Anuario-almanaque del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración». Este es el último dato localizado sobre su actividad de guitarrero[61].

En mayo del año 1894 sufrió un grave accidente, en los dedos, con una máquina de serrar madera[62]. Ciércoles quedó imposibilitado para realizar su trabajo y comenzó a trabajar de dependiente en el Casino Artístico de Zaragoza. En el año 1896 donó una guitarra para la rifa de la tómbola de El Ruido[63]. El ganador del instrumento fue Rodolfo Goucer[64].

Eusebio Carceller López (1843-28/04/1928[65]; activo entre 1883 y 1928):

En el año 1883 Carceller aparece en el «Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración» como fabricante de guitarras y bandurrias. Su establecimiento estaba en la calle Armas n.º 30[66]. En el año 1886 cambió su local a la calle Antonio Pérez n.º 3[67].

De nuevo en el año 1894 aparece en otra dirección su establecimiento, en la calle Escuelas Pías n.º 29[68]. Seis años después, en 1900 traslada su establecimiento a la calle Pignatelli[69].

La última vez que aparece Eusebio Carceller como fabricante de guitarras y bandurrias fue en el «Anuario industrial y artístico de España» del año 1929[70], pero falleció el 28 de abril de 1928 a los 85 años de edad.

Basilio Marín Ferrer (1862-02/07/1926; activo entre 1885 y 1926):

Basilio Marín Ferrer nació en Sástago en el año 1862, fundó su fábrica de instrumentos de cuerda en el año 1885[71]. Construyó guitarras para interpretes como Monforte, Tárrega, Arcas, Minguella, ...[72]

En el año 1889 construyó una guitarra de 11 cuerdas para Antonio Jiménez Manjón[73][74], dicho instrumento sirvió de base para la creación de su modelo «guitarra Manjón», que se podía ver expuesta, en marzo de 1890, en el comercio de modas de Severo González. En aquella época Marín tenía su taller en la calle Fuenclara n.º 7[75].

Un ingenioso instrumento que construyó, en el año 1891, resultó de montar en la misma caja una guitarra y una bandurria. Se podía manejar uno u otro instrumento sin molestia para el interprete. Lo expuso en el escaparate del establecimiento de González Gros. Por aquel entonces, Marín tenía ubicado su taller en la plaza de San Braulio n.º 12, principal[76]. Ese mismo año también construyó una guitarra portuguesa, que se podía ver expuesta en la tienda «La Moda Elegante»[77].

En el año 1892 Basilio Marín trasladó su establecimiento de guitarrería a la calle Manifestación n.º 45[78]. En esa calle permaneció hasta su cierre.

La Torre Nueva era un torre mudejar construida en el siglo xvi, que se elevaba sobre la plaza de San Felipe. Poco después de su construcción comenzó a inclinarse, motivo por el cual en 1892 el Ayuntamiento de Zaragoza tomó la polémica decisión de derribarla. Para sostener su campana existía un robusto madero, elemento que aprovechó Basilio Marín para construir varios instrumentos. Uno de ellos fue una bandurria para el violinista, compositor y director de orquesta Teodoro Ballo Tena (Zaragoza; 1866-1962). Otro fue una guitarra de pequeño tamaño para el cantador, pedagogo y estudioso de la jota Santiago Lapuente (Fuentes de Ebro; 1855-1933). En esa guitarra había una etiqueta que decía: «A Santiago Lapuente. Estas maderas de un fino abeto pertenecieron al segundo tramo de la Torre Nueva de Zaragoza»[79].

En mayo de 1893 construyó una mandolina napolitana que de nuevo se podía ver expuesta en la tienda «La Moda Elegante». Un instrumento del que la prensa se hizo eco, resaltando el excelente trabajo de incrustación y sus cualidades sonoras[80].

Basilio Marín tenía su taller en la planta baja del edificio situado en la calle Manifestación n.º 45 y vivía en el segundo. Dicho edificio era propiedad de Juan Alvarez, un platero que tenía su negocio en la misma calle. El día 9 de octubre de 1895, a las 20:30 horas, se declaró un incendio en el piso de Marín. El fuego se propagó al resto de la finca, y aunque los bomberos acudieron rápidamente a sofocarlo, los tres pisos superiores se derrumbaron. Pasada la medianoche se consiguió apagar totalmente el incendio, pero fueron tales los daños que una sección de ingenieros militares derribó las paredes que quedaban en pie porque amenazaban inmediato derrumbamiento. Basilio Marín perdió todas las maderas que tenía para construir instrumentos de cuerda[81].

En febrero del año siguiente (1896) Marín anunciaba en prensa su guitarrería, estaba situada en la calle Manifestación n.º 64. Fabricaba guitarras de 6, 7, 9 y 11 cuerdas, bandurrias, laudes, mandolinas, banjos, cítaras, arpas, guitarras portuguesas, guitarros, requintos, y cualquier otro instrumento de cuerda que se pida, por raro y difícil que sea (sic)[82].

En el año 1900 Basilio Marín era el representante para Zaragoza de las nuevas clavijas por presión «Sistema Terraza»[83].

En la «Exposición de pequeñas industrias» que se realizó en Zaragoza en el año 1901, Marín presentó varios instrumentos de cuerda, entre ellos un banjo, una mandola y una mandolina[84]. Por ellos y por unos estuches para guitarra y bandurria recibió la medalla de plata[85].

En enero de 1902 Marín dono un laud que tenía incrustaciones de nácar y clavijero mecánico a la Real Junta de Obras de Nuestra Señora del Pilar[86]. El instrumento estuvo expuesto en los escaparates de los señores Andrés Hermanos, en la calle Alfonso I[87]. Ese mismo año volvió a participar a la «Exposición de pequeñas industrias», presentó una guitarra, una mandolina y una bandurria con maderas de color y adornos en nácar, todos con sus correspondientes estuches[88]. Por estos trabajos recibió la medalla de plata sobredorada o de primera clase[89].

Otro curioso instrumento, que fabricó en el año 1904, fue un «guitarrón». Era como una guitarra pero con caja de gran tamaño y de mucho fondo. Tenía cuatro cuerdas afinadas de un modo especial, con el fin de destacar el bajo fundamental de las armonías. Las cuerdas se tuvieron que encargar a Valencia, pues eran de bordones de seda que no existían en Zaragoza. Lo construyó bajo la dirección técnica de José Oros[90] para la «Rondalla Zaragoza»[91].

Basilio Marín participó con sus guitarras en la Exposición Hispano-Francesa de 1908[92]. Sus instrumentos se podían ver en el edificio de la Caridad[93]. En una de las ocasiones que el rey Alfonso XIII visitó la exposición, le tributó elogios muy entusiastas. Marín le obsequió con una guitarra, pero le pidió que le permitiera retenerla hasta la finalización del certámen. El rey aceptó, con la condición de que se la enviara con un buen tocador para apreciar su sonido. Por esa guitarra, Basilio Marín recibió el gran premio de la Exposición Hispano-Francesa[94]. El día 23 de diciembre a las 9 de la noche Alfonso XIII lo recibió en Palacio, Marín viajó junto a su hijo Basilio y el guitarrista Arturo Santos, que interpretó varias piezas, a petición del rey, ante la familia real. No fue el único lugar en el que hicieron audiciones, también estuvieron en casas de distinguidas familias. Curiosamente en una de ellas, la de la marquesa viuda de Argelita, el hijo de Basilio Marín (Basilio Marín Sancho) conoció a Josefina Núñez del Prado y Retortillo, descendiente de la marquesa. Ambos se casaron en febrero del año 1909[95].

En marzo del año 1909 Marín recibió el nombramiento de Caballero de la Orden de Isabel la Católica, al serle concedida la Cruz de Isabel la Católica, en recompensa de sus artísticos trabajos[96].

En la Exposición Industrial realizada en Zaragoza[97] en el año 1913, Basilio Marín recibió el diploma de honor por sus guitarras[98].

La variedad de instrumentos de cuerda que fabricaba Marín era muy grande, en un catálogo del año 1917 se podían ver desde guitarras de 6 y 14 cuerdas hasta guitarros, requintos, instrumentos de doble mástil (guitarra-bandurria), laudes, bandurrias, mandolinas españolas y milanesas, mandolinos napolitanos, violines, etc. En su catálogo decía que era capaz de construir cualquier instrumento por raro o difícil que sea.

Basilio Marín Ferrer falleció el 2 de julio de 1926 a los 64 años[99]. En septiembre de ese mismo año se anunciaba la liquidación de los géneros procedentes de su guitarrería[100]. El día 4 de octubre, en el local que ocupaba la guitarrería, se inauguró el establecimiento «Confecciones Pujol»[101].

Eladio Hernández Serrano (nacido en 1865[102]; activo en 1894):

En el «Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración n.º 2» del año 1894 figuraban los hermanos Hernández como constructores de bandurrias y guitarras en la calle Azoque n.º 1[103]. Pero en el BOP de Zaragoza, en ese mismo año, solo figuraba como guitarrero Eladio Hernández[104].

Raimundo Gimeno Ros (nacido en 1861[105]; activo en 1894):

En el «Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración n.º 2» del año 1894 aparece como constructor de bandurrias y guitarras, tenía su establecimiento en la calle Cerdán n.º 33[106].

Emilio Fernández Carilla (nacido en 1873; activo entre 1901 y 1935):

En el «Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración» del año 1901, aparecía como constructor de guitarras. Tenía ubicado su establecimiento en la calle Escuelas Pías n.º 44[107].

El último dato localizado en el que aparece como guitarrero es el BOP de Zaragoza del 5 de enero de 1935[108].

Ramón García (activo en 1909):

El único dato localizado es del BOP de Zaragoza del 30 de octubre de 1909, donde aparecía como guitarrero. Estaba ubicado en la calle Miguel Servet n.º 6[109].

***

Al margen de estos constructores, en el siglo xix también se ha encontrado información sobre la existencia de algun comercio en el que vendían guitarras, como la guitarrería y juguetería que regentaba Carlos Ferrer en 1875, ubicada en la calle Escuelas Pías n.º 29, donde también se podían comprar cuerdas, jabones y perfumería[110].

En el primer tercio del siglo xx comenzaron a aparecer comercios de guitarras y bandurrias como el de los Hermanos Soto en Escuelas Pías 29[111], González en Coso 70[112], Ernesto Galardón en A. Aragón 43 (dos años después se trasladó a Méndez Núñez 27-29), Viuda de Perales en Jaime I 29-31[113], Leoncio Gracia en Torre Nueva 40, José Grasa en Coso 10-12, Estanislao Luna en Alfonso I 29, o el de Paraíso y Ariznabarreta en el Pasaje del Pilar[114]. Establecimientos que poco a poco fueron tomando el relevo a nuestros históricos guitarreros.




BIBLIOGRAFÍA

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Quiero agradecer a los luthiers Paul Janssen, de Holanda, y Miguel Mateo, de Zaragoza, la cesión de imágenes y su siempre amable colaboración.




NOTAS

[1] Ignacio RAMOS, Historia de la guitarra y los guitarristas españoles (Alicante: Editorial Club Universitario, 2005), 17-22, 31, 35 y 39-40.

[2] Tomás BADÍA y Julio COCA, Los instrumentos de cuerda pulsada su origen y evolución (Borja: Centro de Estudios Borjanos, Institución «Fernando el Católico», 2013), 23-24, 42-43, 50-51 y 54-58.

[3] Pedro CALAHORRA, La Música en Zaragoza en los Siglos xvi y xvii, II; Polifonistas y Ministriles (Zaragoza: Institución «Fernando el Católico», 1978), 323 y 327-330.

[4] Luisa LACAL, Diccionario de la música: técnico, histórico, bio bibliográfico (Madrid: Est. tip. de San Francisco de Sales, 1900), 219.

[5]Diario de Zaragoza, 7 de agosto de 1878, 2.

[6] DARA Archivo Histórico Provincial de Zaragoza (ES/AHPZ - J/014445/000003; consultado el 1 de febrero del 2025), https://dara.aragon.es/

[7]Diario de Zaragoza, 24 de agosto de 1849, 3.

[8]Diario Constitucional de Zaragoza, 17 de junio de 1843, 4.

[9]El Liberal aragonés, 13 de noviembre de 1843, 4.

[10]El Liberal aragonés, 14 de diciembre de 1843, 4.

[11]Diario de Avisos de Zaragoza, 20 de agosto de 1844, 2.

[12] Foro Guitarra.artepulsado.com: Guitarra Antonio Royo 1887- Julio Gimeno, consultado el 1 de febrero del 2025, https://guitarra.artepulsado.com/foros/index.php?threads/guitarra-antonio-royo-1887.20510/. «The first national exhibition of guitars – ancient and modern», Guitar News núm. 52 (1960): 8.

El dato aparecía en la revista Guitar News nº 52 (marzo/abril de 1960), página 8. (Consultado el 1 de febrero del 2025): https://www.digitalguitararchive.com/2019/11/guitar-news/

[13]Diario de Zaragoza, 22 de agosto de 1847, 2.

[14] Como Arco de Toledo se conocía popularmente a la Puerta de Toledo, que estaba situada en la calle Manifestación, cerca del Mercado Central. Dicha puerta estaba en estado ruinoso y fue derribada en el año 1942. Maria Isabel FALCÓN, Zaragoza en el siglo xv: morfología urbana, huertas y término municipal (Zaragoza: Institución «Fernando el Católico» y Ayuntamiento de Zaragoza, 1981), 28.

[15] Sergio SOLAZ, «Reparación de guitarra Antonio Royo 1854», Revista de Música y Cultura Popular de la Asociación Gaiteros de Aragón, núm. 19 (2003): 15.

[16]El Saldubense, 27 de septiembre de 1860, 3.

[17]El Saldubense, 25 de octubre de 1860, 4.

[18]El Anunciador, 17 de julio de 1864, 4.

[19]El Anunciador, 14 de julio de 1864, 2.

[20]El Anunciador, 14 de agosto de 1864, 1.

[21]El Anunciador, 16 de agosto de 1864, 2.

[22]El Anunciador, 23 de agosto de 1864, 3.

[23]El Reino: Madrid, 9 de junio de 1864, 3.

[24]La Perseverancia Diario Católico, 3 de junio de 1866, 4.

[25]Diario de Zaragoza, 18 de noviembre de 1867, 1. Era una exposición de productos agrícolas, industriales y artísticos, que tuvo lugar entre el 3 de marzo y el 10 de noviembre de 1867. Fue el antecedente de la primera Exposición Aragonesa que se celebró el año 1868. El Ateneo de Zaragoza es una asociación civil, cultural y artística, fundada en 1864, que aún permanece en activo hoy en día. Esta es su página web: https://ateneodezaragoza.com

[26] Tomás DAMAS, Método completo y progresivo de guitarra (Madrid: Calcografía de B. Eslava, 1867), 1.

[27]El Estandarte: Madrid, 18 de noviembre de 1868, 4.

[28]Exposición Aragonesa de 1868: Catálogo de los Expositores premiados a propuesta de la Junta General del Jurado, (Zaragoza: Tipografía de Calisto Ariño, 1868), 14.

[29]Diario de avisos, 18 de abril de 1886, 32.

[30]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1887), 1900.

[31] Carlos Juan BUSQUIEL, «Guitarra Antonio Royo 1887», Flickr Cajuan, consultado el 1 de febrero del 2025, https://www.flickr.com/photos/cajuan/albums/72157632284402726/

[32]Diario Mercantil de Zaragoza, 15 de abril de 1890, 3.

[33] Domingo PRAT, Diccionario de guitarras guitarristas guitarreros (Buenos Aires: Casa Romero y Fernández, 1934), 386. En esta publicación se atribuye erroneamente a Antonio Royo la construcción de una guitarra con madera de la Torre Nueva de Zaragoza, realmente fue Basilio Marín quien la construyó (ver más adelante la información sobre Basilio Marín), además la Torre Nueva se comenzó a derribar en 1892 y Royo falleció en 1890.

[34]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración n.º 2 (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1894), 2332.

[35]El Saldubense, 10 de febrero de 1858, 1.

[36]El Saldubense, 7 de octubre de 1860, 2.

[37]El Saldubense, 25 de octubre de 1860, 4.

[38]El Saldubense, 1 de agosto de 1862, 4.

[39]Diario de Zaragoza, 15 de noviembre de 1863, 4.

[40]El Eco de Aragón, 27 de octubre de 1867, 4.

[41]La Perseverancia Diario Católico, 22 de mayo de 1866, 4.

[42]Diario de Zaragoza, 27 de septiembre de 1866, 3.

[43]Exposition universelle de 1867 à Paris : catalogue général; 2e édition, revue et corrigée (Paris: E. Dentu, 1867), 263.

[44]Journal des débats politiques et littéraires, 19 de octubre de 1867, 1.

[45]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración n.º 2 (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1887), 1900.

[46]Diario de Zaragoza, 5 de mayo de 1887, 1.

[47]Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza: número 114-1858 julio 18 (Zaragoza: Imprenta y Litografía del Comercio, 1858), 2.

[48]El Indicador de España y de sus posesiones ultramarinas (Barcelona: Viñas y Campi , 1864), 626.

[49]La Perseverancia Diario Católico, 22 de mayo de 1866, 4.

[50]Diario de Zaragoza, 27 de septiembre de 1866, 3.

[51]Exposition universelle de 1867 à Paris : catalogue général; 2e édition, revue et corrigée (Paris: E. Dentu, 1867), 263.

[52]Journal des débats politiques et littéraires, 19 de octubre de 1867, 1.

[53]Diario de Zaragoza, 30 de junio de 1867, 3.

[54]Diario de Zaragoza, 18 de noviembre de 1867, 1.

[55]La Derecha: Diario Democrático, 16 de julio de 1886, 3.

[56] «Proyecto de Censos y Padrones en Aragón Siglo xix y comienzos del xx», Asociación de Genealogía
e Historia de Aragón, consultado el 15 de febrero del 2025, https://aragongen.org/public/

[57]Diario de Zaragoza, 23 de diciembre de 1878, 3.

[58]Anuario-almanaque del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere, 1879), 1228.

[59]Diario Democrático de Zaragoza, 19 de noviembre de 1879, 8.

[60]Diario Democrático de Zaragoza, 4 de diciembre de 1879, 12.

[61]Anuario-almanaque del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere, 1880), 1466.

[62]Diario Mercantil de Zaragoza, 26 de mayo de 1894, 3.

[63]Heraldo de Aragón, 7 de noviembre de 1896, 5.

[64]La Derecha: Diario democrático, 25 de noviembre de 1896, 2.

[65] Estos datos están extraidos de su sepultura, en el cementerio de Torrero de Zaragoza (cuadro 58, fila 0, número 1). Sus restos descansan junto a los de su mujer, Isidra Bues, y su hijo, Jose Carceller Bues.

[66]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1883), 1664. En dicho anuario indicaba la dirección en el número 20, pero en la etiqueta de la guitarra restaurada por el luthier holandés Paul Janssen ponía número 30.

[67]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1886), 1885.

[68]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración n.º 2 (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1894), 2332.

[69]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1900), 2527.

[70]Anuario industrial y artístico de España - Tomo 2 (Madrid: Editorial Rivadeneyra, 1929), 3346.

[71] Esta fecha sale en un catálogo de instrumentos de Basilio Marín del año 1917 que estuvo en venta en la web de compra/venta Todocolección, https://www.todocoleccion.net/

[72] Archivo Municipal de Zaragoza (Código de referencia: ES. 50297. AM 04.01.03.03 Sobre 04676, consultado el 15 de febrero del 2025), https://www.zaragoza.es/sede/portal/usic/archivo/

[73]Diario de Zaragoza, 14 de diciembre de 1889, 2.

[74]Diario de avisos, 23 de enero de 1891, 6.

[75]Diario de avisos, 12 de marzo de 1890, 3.

[76]Diario Mercantil de Zaragoza, 23 de enero de 1891, 3.

[77]Diario Mercantil de Zaragoza, 2 de julio de 1891, 3.

[78]La Derecha: Diario democrático, 15 de noviembre de 1892, 3.

[79]El Noticiero, 27 de febrero de 1958, 2.

[80]La Derecha: Diario democrático, 5 de mayo de 1893, 3.

[81]Diario de avisos, 10 de octubre de 1895, 3.

[82]Heraldo de Aragón, 19 de febrero de 1896, 4.

[83]Heraldo de Aragón, 8 de octubre de 1900, 7.

[84]El Noticiero, 18 de octubre de 1901, 3.

[85]Diario de Zaragoza, 31 de octubre de 1901, 2.

[86] La Junta de Obras financió varias de las obras de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar. Entre el año 1903 y el 1907 se levantó la segunda de las torres (hasta ese momento solo tenía una). Allí se colocó la campana de la derribada Torre Nueva.

[87]Diario de avisos, 23 de enero de 1902, 2.

[88]El Mercantil de Aragón. Diario independiente, 29 de octubre de 1902, 1.

[89]Diario de Zaragoza, 7 de noviembre de 1902, 3.

[90] José Orós Ramo (Zaragoza; 1865-1939) fue un magnífico violinista y compositor, muy vinculado a la música popular aragonesa. Dirigió y fundó grupos como la Estudiantina Pignatelli, la Rondalla Aragonesa, la Rondalla Pignatelli, la Rondalla Zaragoza o la Rondalla Orós.

[91]Diario de avisos, 31 de agosto de 1904, 4.

[92] La Exposición Hispano-Francesa se celebró en Zaragoza entre mayo y diciembre de 1908, como conmemoración del primer centenario de los Sitios de Zaragoza. Participaron más de 5000 expositores.

[93]El Gancho, 1 de octubre de 1908, 11.

[94]Heraldo de Aragón, 14 de diciembre de 1908, 8.

[95]Heraldo de Aragón, 21 de febrero de 1909, 2.

[96]Heraldo de Aragón, 8 de marzo de 1909, 8.

[97] Se realizaron Exposiciones Industriales los años 1901, 1902, 1908 y 1913. Tenían como fin el dar a conocer el trabajo de los obreros artesanos que realizaban en las pequeñas industrias de la ciudad.

[98]El Noticiero, 17 de noviembre de 1913, 3.

[99]El Noticiero, 3 de julio de 1926, 2. Su tumba está en el cementerio de Torrero de Zaragoza (Manzana 00C, número 120, fila 3). Sus restos descansan junto a los de su mujer, Agueda Sancho Sanz, su hijo, Manuel Marín Sancho, y la mujer de su hijo, Luisa María Ferrer Gutierrez.

[100]El Noticiero, 26 de septiembre de 1926, 8.

[101]Heraldo de Aragón, 3 de octubre de 1926, 7.

[102] «Proyecto de Censos y Padrones en Aragón Siglo xix y comienzos del xx», Asociación de Genealogía
e Historia de Aragón, consultado el 15 de febrero del 2025, https://aragongen.org/public/

[103]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración n.º 2 (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1894), 2332.

[104]Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza: número 25-1894 enero 30 (Zaragoza: Imprenta del Hospicio, 1894), 167.

[105] «Proyecto de Censos y Padrones en Aragón Siglo xix y comienzos del xx», Asociación de Genealogía
e Historia de Aragón, consultado el 15 de febrero del 2025, https://aragongen.org/public/

[106]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración n.º 2 (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1894), 2332.

[107]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1901), 2542.

[108]Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza: número 4-1935 enero 5 (Zaragoza: Tip. Hogar Pignatelli, 1935), 125.

[109]Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza: número 257-1909 octubre 30 (Zaragoza: Imprenta del Hospicio, 1909), 3.

[110]Diario de Zaragoza, 6 de julio de 1875, 4.

[111]El Noticiero, 16 de octubre de 1903, 4.

[112]Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración (Madrid: Librería Editorial Bailly-Bailliere e hijos, 1906), 3836.

[113]Anuario industrial y artístico de España - Tomo 2 (Madrid: Editorial Rivadeneyra, 1929), 3346.

[114]Anuario industrial y artístico de España - Tomo 2 (Madrid: Editorial Rivadeneyra, 1931), 4043.



Guitarreros en la Zaragoza del siglo XIX

ARIZA BARRA, Fernando

Publicado en el año 2025 en la Revista de Folklore número 521.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz