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Revista de Folklore número

511



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Cantares a la Virgen del Pinarejo. Aldeanueva del Codonal (Segovia)

DIEZ PASCUAL, José Luis

Publicado en el año 2024 en la Revista de Folklore número 511 - sumario >



Según la tradición, la Virgen se apareció en ese pueblo en el año 1400. El 15 de julio de 1671 se constituye la Cofradía de «Esclavitud de Nuestra Señora del Pinarejo»[1]. La devoción a esta imagen se ha mantenido a lo largo de los años.

En la actualidad su fiesta se celebra el siguiente domingo a Pentecostés (fiesta de la Santísima Trinidad). El día 2 de mayo, fiesta de San Segundo se lleva en procesión la imagen de la Virgen desde su ermita hasta el pueblo. En los días que permanece en la iglesia se le reza el Rosario por las tardes. Nueve días antes se celebra su Novena que consiste en una Misa con homilía. Al final de la Misa es tradicional cantar a la Virgen. A continuación, aparecen algunos de esos «cantares», como se llaman en Aldeanueva del Codonal a la Virgen.

Estas breves estrofas se suelen componer por quienes los cantan, o se repitan las composiciones de años anteriores. Los que aquí se recogen son de las siguientes personas: Pedro Cabrero Llorente, Jerónimo Pascual Gallego y María Concepción Pascual Gallego. La temática puede ser de petición, de acción de gracias o de alabanza.

Ante tus pies virgen pura

yo tomé la comunión

y desde aquel mismo día

te llevo en el corazón (bis).

Tu eres la más poderosa

eres la reina del cielo,

eres la madre de Dios

la patrona de este pueblo (bis).

Muchos de los que cantaban

ya no están entre nosotros.

Yo vengo a hacerlo por ellos

Madre del Amor Hermoso (bis).

Hasta las aguas del río

se detienen al pasar

para rezar el rosario

y luego continuar (bis).

Más de cuarenta años llevo

por esos mundos de Dios,

pero siempre te he llevado

grabada en mi corazón (bis).

En la fuente del Sotillo

que cerca del Voltoya está

te apareciste un día

y nos trajiste la paz (bis).

La luna alumbra de noche

y el sol lo hace de día

y tú que tanto nos quieres

nos proteges noche y día (bis).

Pena me da Madre mía

que esto se esté acabando,

pero mientras pueda

yo te seguiré cantando (bis).

De año en año venimos.

A mí me da mucha pena

no poder estar, Madre mía,

todos los días en tu novena (bis).

Las campanas de tu ermita

hoy vuelven a repicar,

porque llega su Patrona

que asoma por el pinar (bis).

Yo no sé qué tienen Madre

esos tus ojos tan bellos,

sólo sé que al contemplarlos

se me graban en el pecho (bis).

Hicieron tu santuario

en las cumbres del Voltoya

donde sus aguas se ríen

y su murmullo te arrolla (bis).

Aquellos santos varones

que tu santuario hicieron

qué gloria estarán gozando

en el reino de los cielos (bis).

¡Oh Virgen del Pinarejo!

¡Qué acompañadita estás!

a un lado tienes a San Frutos

y al otro a San Nicolás (bis).

Eres Consuelo del triste

Auxilio del labrador,

Madre de Misericordia.

Échanos tu bendición (bis).

Cuando yo era pequeñito

me enseñaron a cantarte

¡Oh Virgen del Pinarejo!

Yo nunca podré olvidarte (bis).

Van cargados de emociones

a cantarte sus pesares

te piden por su familia

y te rezan una Salve (bis).

La otra tarde vi a unas niñas

bellas flores van cogiendo.

Decían son pa´ la Virgen,

la Virgen del Pinarejo (bis).

Tu eres Estrella del mar,

Refugio de los pecadores.

A tus plantas de rodillas.

Yo te pido mil perdones (bis).

El día de San Segundo

vienes al pueblo, María.

La gente sale a tu encuentro

a darte la bienvenida (bis).

Hicieron tu santuario

en un hermoso pinar,

donde los pájaros cantan

y te alaban sin cesar (bis).

¡Oh Virgen del Pinarejo!

¡Oh relumbrante Señora!

que brillas más que un lucero

al aparecer la aurora (bis).

Tu eres la imagen más Pura,

eres la imagen más bella,

eres el faro que alumbra

a todos los de Aldeanueva (bis).

En la Iglesia, tus novenas

y en tu ermita romería.

Allí todos nos reunimos

con la Virgen: alegría (bis).

Cuando yo era pequeñito

me enseñaron a cantarte

¡Oh Virgen del Pinarejo,

yo nunca podré olvidarte! (bis).

El que nace en este pueblo,

aunque muy lejos se marche,

siempre llevará en su pecho

el recuerdo de tu imagen (bis).

Eres consuelo del triste,

Auxilio del labrador,

Madre de Misericordia,

échanos tu bendición (bis).

Tú que también eres madre,

sabes lo que es el dolor.

Te pido pa´ estas madres

pa´ todas tu bendición (bis).

En la espiga de la torre

por las tardes brilla el sol

y tu color a María

brilla con más resplandor (bis).

Hoy te pido por los médicos,

te pido con devoción,

porque pasan su vida

ayudando a los demás (bis).

Bendice Madre a esos campos

que tanto trabajo dan

para llevar a la mesa

ese trocito de pan (bis).

Esos niños que en tus andas

sus madres siempre ponen.

Yo te pido con cariño

que nunca los abandones (bis).

Virgen del Pinarejo,

¡qué emoción sentirás, Madre!

Tus hijos en tus novenas

Al escuchar tus cantares (bis).

Cuando vengo a tu novena

vengo con gran alegría,

y me voy con mucha pena.

Hasta otro año, Madre mía (bis).

Vienes a esta iglesia, Madre

y todo el año en tu ermita,

y todos nos acordamos luego

de hacerte alguna visita (bis).

Tengo un dolor en el pecho

que no se puede curar,

pero con tu ayuda, Madre

yo consigo caminar (bis).

¡Oh Virgen del Pinarejo,

quiero pedirte un favor!

Que no te vayas del pueblo

sin darnos tu bendición (bis).

Las campanas de la torre

van a empezar a sonar,

porque te vas a tu ermita

que cerca del Voltoya está (bis).

Tengo una nieta, María

que va a empezar la carrera.

Yo te pido que la ayudes

para alcanzar su meta (bis).

Celebraremos tu fiesta

con amor y devoción

pidiendo para tu pueblo

una especial bendición (bis).

Te marchas a tu ermita

y triste queda tu pueblo.

Hasta otro año cuando vuelvas

¡Oh Virgen del Pinarejo! (bis).

Ancianos y enfermos

que no se pueden valer,

dales tu mano piadosa

y en tu manto acógeles (bis).

Ayuda, Madre a esos niños

que ayuda te están pidiendo.

Sus padres no tienen nada

y no pueden mantenerlos (bis).

Hasta otro año, Madre mía

que nos volvamos a ver.

Vendré con mucha alegría

a cantarte aquí otra vez (bis).

Tengo el corazón herido

y no se puede curar.

Dame esa luz, Madre mía

para volverte a cantar (bis).

Los pajarillos del campo

hoy han ‘dejao’ de piar,

porque ha empezao’ tu Novena

y te vienen a cantar (bis).

Desde donde vivo yo

hay un camino muy largo.

Yo lo recorro con gusto

para venir a cantarte (bis).

Yo te he traído un regalo.

Le traigo con humildad,

porque eso es muy poco Madre

para lo que Tú me das (bis).

Yo te rezo noche y día.

No te dejo de rezar,

y en mis rezos yo te pido

que no me olvides jamás (bis).

Cuando yo estoy sola, María;

yo no dejo de pensar

que se acabe el terrorismo

pa´que vivamos en paz (bis).

Recopilación: José Luis Díez Pascual




NOTAS

[1] Cuesta Jorge, Luis, Martín Rodríguez, María Teresa y Agüero Bartolomé: «Nuestra Señora del Pinarejo, su Cofradía y su ermita». Imprenta Comercial. Segovia, 2003. Pág. 19.



Cantares a la Virgen del Pinarejo. Aldeanueva del Codonal (Segovia)

DIEZ PASCUAL, José Luis

Publicado en el año 2024 en la Revista de Folklore número 511.

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