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Ciertamente, son numerosos los nombres de advocaciones marianas en toda España, aunque infinidad de ellas sean desconocidas para la mayoría de los devotos católicos, muchos de los cuales únicamente conocen la del pueblo propio y las de municipios cercanos, a pesar de la gran importancia, tanto cultural como folklórica, que su culto representa. Por eso en este trabajo trato de dar a conocer el origen y el significado, así como los pueblos donde se veneran, de algunas de ellas, aunque algunas, más bien pocas, ya resuenen en la mente de ciertas personas.
He aquí algunos de esos nombres:
Agavanzal, del –. Esta imagen se venera en Vega de Tera, Zamora.
El nombre agavanzal es una variante de agavanzo, especie de rosal silvestre conocido también como zarza y escaramujo, que en este caso está relacionado con la aparición de la Virgen, pues cuando el caballero Diego de Bustamante se dirigía a la ciudad de Toro se le presentó una paloma blanca que comenzó a revolotear a su alrededor, como si quisiera ser apresada, pues volaba a tramos cortos, se detenía y cuando el caballero se le aproximaba a ella retomaba de nuevo el vuelo. Hasta que al posarse sobre el matorral que la vez anterior, al fin se dejó capturar, a la vez que se escuchaba una voz sobrehumana que decía: «Agavazal, del Aganzal soy». Sorprendido, don Diego removió entre la espinosa mata hallando, al fin, la imagen de la Virgen.
Araceli, de –. Esta virgen se encuentra en Lucena, Córdoba, de donde es patrona y del campo andaluz. Araceli es un nombre del género femenino cuya etimología proviene del latín Ara cœli: Altar del cielo, de donde pasó a designar el nombre de la Virgen lucentina.
Aránzazu, de –. Esta Virgen se halla en el santuario situado en el municipio guipuzcoano de Oñate, donde se venera como patrona de la provincia. Hay dos versiones sobre su aparición: Una dice que se apareció a una joven llamada María; otra que se había aparecido a un pastor llamado Rodrigo de Balzategui, que descubrió la pequeña imagen de la Virgen con su Hijo en brazos entre una mata de espinos junto a un cencerro. Al verla habría exclamado: «Arantzan zu!», que quiere decir «¡en los espinos, tú!».
Atocha, de –. Nuestra Sra. de Atocha es la patrona de Madrid y se tiene desde el siglo xvi como la protectora de los reyes de España y patrona de la monarquía. Sobre el origen de este nombre se relaciona con el esparto o espartal, que también es conocido en otras regiones españolas como atocha o atochal; palabra –atocha– que según la RAE proviene del mozárabe y árabe hispano attáwča y éste, a su vez, de la voz prerromana *taucia, ‘mata’, ‘matorral’. Otros suponen que el nombre de Atocha pudiera haberse formado a partir de Theotoka, que a su vez sería una adaptación popular del término griego Theotokos, Madre de Dios.
Avellano, del –. El santuario de esta Virgen está situado en el municipio asturiano de Allende. Según la leyenda, unos pastores encontraron una imagen de la Virgen entre las ramas de un avellano y por más veces que intentaron llevarla a la parroquia, la imagen volvía al lugar donde fue hallada, por lo que se decidió levantar en dicho lugar un pequeño santuario.
Barda, de la –. Esta Virgen es la patrona de la villa Fitero, en la Comunidad Foral de Navarra. Sobre esta imagen –que en un principio se llamó Nuestra Señora de los Remedios– cuentan que se cambió a «de la Barda» porque estaba escondida en un lugar secreto durante las guerras habidas en el segundo tercio del siglo xiv entre los reyes de Castilla, Navarra y Aragón. Con el paso de los años los fiteranos fueron olvidando dicho lugar, hasta que unos vecinos vieron salir una luz resplandeciente de un bardal de espinos y encontraron la imagen. Otros dicen que fue escondida cuando por la zona corrió el rumor de que los árabes volvían de nuevo al lugar. Y una tercera versión, que a Ntra. Sra. de los Remedios se le cambió el nombre por el «de la Barda» cuando los vecinos vieron cómo una zarza del olivar se introducía por una de las vidrieras de su altar, y como en la zona a la zarza se le llama barda, la Virgen pasó a llamarse de la Barda.
Bella, de la –. La Virgen de la Bella, oficialmente Nuestra Señora de la Bella Coronada es una advocación mariana venerada en la ciudad onubense de Lepe. Sobre la aparición de la imagen cuenta la leyenda que el 15 de agosto del año 1484, unos frailes franciscanos paseaban por la orilla del río Piedras, en las proximidades del puerto pesquero de El Terrón, cuando vieron cómo se acercaba una barca tripulada por tres marineros, que se acercaron a ellos con una caja de madera, pidiéndoles que se hicieran cargo de ella sin abrirla hasta que regresaran a recogerla. Los frailes aceptaron gustosos el encargo y volvieron al convento, donde permaneció guardada durante algunos años, hasta que un fraile curioso propuso abrir la misteriosa caja en presencia de la comunidad. Así se hizo y todos quedaron maravillados al ver la imagen que la caja ocultaba. «Oh, ¡qué bella! ¡Es como la del cielo!», dijeron. De ahí el título de Ntra. Sra. de la Bella que hoy ostenta.
Bustar, del –. Esta imagen se venera en la localidad segoviana de Carbonero Mayor. Recibe ese nombre porque la Virgen se le apareció a un pastor para decirle que excavara en aquel lugar, un bustar u hoyo destinado a quemar madera para hacerla carbón, porque allí había una imagen suya. El pastor llamó a unos carboneros que trabajaban por la zona, excavaron y encontraron la imagen debajo de unas losas que, a pesar de que parecía llevar allí mucho tiempo, tenía a su lado una vela encendida. Y por el hoyo donde fue encontrada, decidieron llamarla «del Bustar».
Cabeza, de la –. Se trata de la patrona de Andújar, Jaén. Según la tradición que sigue la de otras apariciones marianas, cuando un pastor del granadino pueblo de Colomera, llamado Juan Alonso Rivas, pastoreaba su ganado en la cumbre del Cabezo, en Sierra Morena, empezaron a llamarle la atención una serie de luminosidades que cada noche aparecían cerca de donde guardaba su ganado, acompañadas de un ligero campaneo. Y así hasta que un día decidió subir a la cumbre para encontrarse en el espacio existente entre dos bloques de granito, donde encontró una imagen pequeña de la Virgen quien le expresó su deseo de que allí mismo se le erigiera un templo. Bajó al pueblo y anunció el suceso que no tuvieron más remedio que creer ante el testimonio de su brazo izquierdo curado, porque desde hacía años lo tenía anquilosado.
Carballeda, de la –. Es la patrona de Val de San Lorenzo, provincia de León en la comarca de la Maragatería. Aunque no es nada seguro se cree que la talla de esta Virgen pudo aparecer junto a un carballo o roble cerca de la actual iglesia.
Carbayu, de El –. Esta advocación mariana se encuentra en el concejo asturiano de Langreo, de donde es patrona. Según cuenta la leyenda langreana la Virgen se apareció sobre un roble, carbayu en asturiano, a los obreros que estaban edificando una ermita en un lugar distinto a donde se encuentra la actual. La historia dice que el pan que llevaban para almorzar se convirtió en piedra, de ahí que ese lugar se llame actualmente Pampiedra.
Carrodilla, La – Esta Virgen es la patrona del municipio de Estadilla, en la provincia de Huesca. Su nombre proviene de la carrodilla –carretilla entre los estadillanos– donde los carboneros a los que se les apareció la Virgen con su niño en brazos acumulaban la leña para hacer carbón.
Castañar, del –. Alude a la patrona de la salmantina Béjar y de su comarca. Su advocación proviene de que, a mediados del siglo xiv, se encontró la imagen enterrada junto a un hermoso castaño en el monte Castañar por unos pastores vecinos del pueblo cacereño de La Garganta. Por aquella época la comarca estaba asolada por una gran epidemia de peste, pero la infecciosa enfermedad cesó en cuanto los bejaranos se postraron ante la imagen.
Castañera, de la –. Es patrona de Ernejo, municipio de Cabezón de la Sal, Cantabria. Según la tradición la imagen de esta Virgen fue encontrada por una pastora en lo alto de un castaño, después de una riada del río Saja.
Cinta, de la –. Es una de las diversas advocaciones de la Virgen María. En Tortosa, Tarragona, dicen que la llamaron así porque en cierta ocasión que no pueden concretar la Virgen se le apareció a un sacerdote, de nombre desconocido, y le entregó una cinta. En Huelva dan otra versión sobre su aparición y el porqué de su nombre. Esta versión dice que la Virgen se apareció a un zapatero llamado Juan Antonio, que de camino a casa en el pueblo de Gibraleón sufrió un desvanecimiento con un fuerte dolor en el costado. Ante aquel trance, rezó a la Virgen que se le apareció y le ofreció la cinta que ceñía su cintura para calmarle los dolores. Otra versión dice que mientras rezaba apareció una cinta en el suelo, a la que se agarró, pudiendo llegar así a su casa. Está muy generalizado el tenerla como patrona de las mujeres embarazadas y a Ella se encomiendan para que su embarazo siga su curso normal, sin problemas.
Cortes, de –. Es venerada en Alcaraz, provincia de Albacete. El santuario se erigió en el mismo lugar donde, según cuenta la tradición, se apareció la Virgen a un pastor local llamado Francisco Álvarez que pastoreaba su rebaño cerca de la ermita que por entonces ya existía. «Entre ruidos extraños, esplendores y cantos vio una imagen preciosa sobre una encina». El hecho de llamar a la Virgen como «de Cortes» fue porque en aquel lugar se reunieron en 1265 las Cortes de Castilla y Aragón, con ocasión de una entrevista entre Alfonso X el Sabio y Jaime I de Aragón.
Enebral, del –. Esta Virgen es patrona de Moral de Hornuez, Segovia. Según cuenta una leyenda la Virgen se apareció a un grupo de pastores trashumantes que quisieron hacer fuego para pasar la noche. Tras muchos intentos no pudieron prender ninguna leña, cuando se dieron cuenta de que era la mismísima virgen la que se lo impedía. La virgen se les apareció en forma de talla resplandeciente apagando los fuegos para proteger aquel bosque. También se venera otra Virgen del Enebral en Collado Villalba, Madrid, y una de los Enebrales en Tomajón, Guadalajara.
Espino, del –. La veneración de esta Virgen está muy extendida por diferentes lugares y todas están relacionadas con su aparición sobre un espino. Así, en El Burgos de Osma, Soria, se apareció a un pastor, aunque otra versión habla de una sequía en la que todo se secó menos un espino de cuyo tronco tallaron la imagen; en Sta. Gadea del Cid, Miranda de Ebro, apareció sobre un corpulento espino; en Hoyos del Espino, Ávila, en otro espino para indicar el lugar donde quería que se levantara una basílica; en Membrilla, Ciudad Real, porque, según la leyenda, encontraron la imagen bajo un espino del cerro donde está su ermita; y, por último, en Chauchina, Granada, se apareció a una señora llamada Rosario Granados junto a espino o pincho; en Alcalá de la Selva, Teruel, la construcción del santuario tuvo su origen en una leyenda del siglo viii, según la cual los primeros pobladores escondieron un imagen de la Virgen entre unos espinos y allí estuvo hasta que fue encontrada por unos pastores siglos después. La llevaron a la iglesia parroquial, pero desaparecía de allí y aparecía otra vez en la vega, circunstancia que tuvo lugar durante tres días. Finalmente se erigió un templo en su honor. Esta Virgen también se la conoce como de la Vega; en Los Molinos, devoción promovida en 1962 por la Peña de los casados; en El Pedroso, Sevilla, que llegó al municipio por la trashumancia de los pastores desde Soria.
Falgars, del –. Es la patrona de la Pobla de Lillet, Barcelona. La primitiva imagen desapareció a raíz de alguna de las guerras que tenían lugar por la zona. Y según la tradición la imagen fue encontrada por un pastor de Saus cuando iba con su buey en una cueva entre helechos o falgueres.
Fresnedo, del –. Se festeja en Solórzano, municipio cántabro en la comarca de Trasmiera, de la que es patrona. Cuenta la leyenda que esta imagen apareció en una caverna de la montaña de Fresmedo, en Solórzano. Los vecinos quisieron levantar allí una capilla para venerarla, pero lo que hacían de día desaparecía de noche para aparecer en una pequeña colina que domina el valle y así un día tras otro, hasta que los vecinos comprendieron que era allí donde la Virgen quería que se le erigiera el santuario, llamado del Milagro de Fresnedo.
Guía, de –. En un principio el núcleo aborigen de la población se llamó de Alguía, pasando tras la conquista castellana a llamarse Villa de Guía, que más tarde quedó en Guía de Gran Canaria para distinguirla de otras poblaciones homónimas como Guía de Isora, en la isla de Tenerife. Respecto a la Virgen, cuenta la leyenda que la primitiva imagen de la Virgen de Guía apareció flotando dentro de un cajón en las proximidades de Guía y que a pesar de que quisieron llevarla a la capital grancanaria, resultó imposible pues la imagen volvía siempre a la villa.
Henar, del –. Esta Virgen se venera en las proximidades de Cuéllar, provincia de Segovia. Debe su nombre al topónimo henar, sitio poblado de heno. Según una tradición fue traída desde Tierra Santa y más tarde enterrada para protegerla de los musulmanes, hasta que se le apareció a un niño pastor cercano a Viloria del Henar mientras pastaba su rebaño, al que curó de un brazo pues estaba manco.
Langosta, de la –. Esta Virgen es venerada – además de en el pueblo turolense de Alpeñés– en otras localidades próximas: Cosa, Torre los Negros, Rubielos, Bañón, Villarejo, Barrachina, Cutanda, Olalla, Nueros, Godos, Torrecilla, Villanueva, Vivel, Fuenferrada, La Rambla, Las Cuevas, Portalrubio, Pancrudo, Cervera, Son del Puerto, Rillo, Visiedo, Lidón y Corbatón. La Virgen se llamó originariamente del Rosario en recuerdo de un antiguo pueblo situado en el lugar deshabitado ya en la Edad Media llamado Villagarda, al que estaba unido el también despoblado Langosto. Y por ser una zona angosta, rodeado de montes, le cambiaron más tarde el nombre por Ntra. Sra. de los Angostos, nombre que terminó corrompiéndose en Ntra. Sra. de La Langosta, porque según alguna leyenda sin confirmar, la llamaron así porque por su intervención impidió una plaga de langostas en la zona. En el mes de junio tiene lugar su romería.
Lidón, de –. En valenciano Mare de Déu del Lledó. Esta advocación mariana es venera en Castellón de la Plana, donde se tiene como patrona. Según un cronista del siglo xiv, cuando un labrador llamado Pedro araba con sus bueyes, levantó una piedra junto a las raíces de un almez dejando al descubierto a la imagen. El labrador la llevó a la iglesia parroquial, de donde desaparecía durante la noche, volviendo al sitio donde fue encontrada y así varias veces, hasta que el pueblo comprendió que la Virgen estaba pidiendo que se le construyera un tempo en el mismo lugar donde fue encontrada y venerada como la Virgen de Lidón.
Linarejos, de –. Nuestra Señora de Linarejos es la patrona de Linares, Jaén. Según una versión la Virgen se apareció a un pastor llamado Juan Jiménez en Linares cuando llegaba desde los campos de Albentosa próximos a Linares. Agobiado por el intenso calor, se sentó a la sombra de un lentisco, donde se le apareció la imagen. Otra versión pone a un ermitaño como protagonista de la visión.
Lirios, de los –. Esta Virgen es venerada en Alcoy, Alicante. Según la tradición, en el paraje de la Fuente Roja el administrador de la catedral de Valencia junto con el cura de Confrides encontraron, mientras rezaban, unos lirios blancos entre aliagas. Al examinarlos descubrieron que en sus bulbos se encontraban grabadas imágenes de la Purísima Concepción.
Madroñal, del –. Patrona de Alocén, Guadalajara. Este nombre proviene, según la tradición, porque la Virgen se apareció sobre el tronco de un madroño.
Monte del –. Su nombre oficial es Nuestra Señora María Santísima de los Ángeles del Monte de la Mohedas, en Bolaños de Calatrava, Ciudad Real. Según cuenta una leyenda local esta Virgen se apareció a una pequeña pastorcilla en un pequeño risco o monte conocido como La Moheda, lugar del que tomaron su nombre los bolañegos.
Murta, de la –. Ntra. Sra. de la Murta, patrona de Alcira, Valencia. Su nombre le vine de que la imagen fue esculpida en terracota, es decir, en barro de la Murta, por unos ermitaños que vivían en el valle. Pero cuando los árabes invadieron el lugar la ocultaron, para ser descubierta después de la Reconquista por otros ermitaños del mimo valle que la encontraron oculta entre murta.
Naranja, de la –. Esta imagen se venera en Olocau del Rey, Castellón. Algunos se preguntaban cómo era que en este pueblo, donde no se cultivan naranjos debido a su climatología y a su altura, se veneraba una Virgen con tal nombre. Para explicarlo la tradición oral dice que a Olocau llegó una familia valenciana con un hijo posiblemente tuberculoso que, por lo benigno del clima y de sus aguas, logró su curación. Por ello el padre del muchacho regaló a la iglesia del lugar una talla de la Virgen que se llamó «de la Naranja», por llevar una en su mano derecha.
Nuez, de la –. O Sta. María de la Noguera en aragonés, se venera en el municipio de Bárcabo, provincia de Huesca. Según la tradición esta denominación se debe a que, en ese lugar, cuando se estaba serrando un nogal, apareció en el interior del tronco la imagen de una virgen con una rama verde cargada de nueces en la mano.
O, de la –. Esta advocación se celebra el 18 de diciembre, para conmemorar el parto de la Virgen María y el nacimiento de Jesús, aunque según parece en el X Concilio de Toledo se instituyera con el nombre de Anunciación de Ntra. Sra. y que fue San Ildefonso –Padre de la Iglesia– quien dispuso que la fiesta se llamase de la Expiación del Parto, aunque pronto la Virgen fue más conocida por Ntra. Sra. de la O, porque los de vísperas, se comienza el oficio del breviario con las antífonas marianas, O Sapientia... veni!, y en los días siguientes con expresiones que comienzan también con la exclamación «¡Oh!», en latín: O Adonai!, O Enmanuel; por lo que «... esta circunstancia dio lugar a que, en la catedral de Toledo, ese día una vez acabadas las vísperas, todos los canónigos que asistían al coro repitieran a grandes voces, y sin orden ni concierto, «O, O, O», para manifestar el deseo de que viniese el Redentor del mundo». (Wikipedia). En otros lugares una advocación similar es la de Virgen de la Dulce Espera o La Virgen en Cinta.
Oliva, de la –. Esta Virgen se venera en el monasterio de la Oliva, cerca de la localidad navarra de Carcastillo. Según cuenta la leyenda el origen y el nombre se deben a que un rey navarro cuando luchaba contra los musulmanes resultó herido y fue a morir a los pies de un viejo olivo silvestre, lugar donde después se construyó el monasterio; es patrona de Almonacid, Toledo. También es patrona de Vejer de la Frontera, en la ermita ubicada en la carretera que une las poblaciones gaditanas de Vejer y Barbate; en una ermita de Anchuelos, Madrid, donde según la tradición la Virgen se apareció sobre una oliva, y de Egea de los Caballeros, Zaragoza. Es alcaldesa perpetua del municipio toledano de Recas –de cuya tradición religiosa forma parte–, está asociada o ligada al olivo, que por estas tierras es conocida como oliva. Especialmente una de gran tamaño y frondosidad que los requeños cristianos utilizaron para esconder las imágenes religiosas del lugar ante la invasión árabe; oliva que desde entonces ha estado unida al culto mariano que le ha entregado su nombre.
Además de cómo Virgen de la Oliva se la venera como Virgen del Olivar, en Arasqués, Huesca, porque tras la Reconquista fue hallada entre olivos; en Estercuel, pues según cuenta la tradición la halló el pastor Pedro Nobés en el interior de un olivo, a pocos kilómetros del pueblo; en Lecera, Zaragoza. Y como de los Olivares en Siesso, Huesca, donde cuentan que se le apareció la Virgen a un vecino junto a una carrasca que nunca crecía, hasta que fue cortada durante unas obras de restauración. Y como Virgen de las Oliveras en Sigües, Zaragoza.
Pera, de la, o del Mar –. Esta imagen se encuentra en el retablo mayor de la iglesia de Ledesma, Salamanca. En el primer cuerpo de la calle central del mismo la Virgen María ofrece a su Hijo una pera, de ahí la advocación. Los estudiosos creen ver en esta escena a la Virgen como la nueva Eva que libraría a los mortales del pecado.
Pinarejos, de –. Pinarejos es un municipio segoviano en la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar. Su patrona es la Asunción, conocida también como Ntra. Sra. de Pinarejos, por su clara referencia tanto del pueblo como la Virgen, por clara referencia a la vegetación abundante en el entorno, de ahí que esta comarca segoviana sea conocida como Tierra de Pinares.
Pineta, de la –. Esta Virgen se venera en el municipio oscense de Bielsa. Según cuentan se apareció a un pastor sobre un pino en el valle de la Pineta o Valle Verde. También se dice que había sido trasladada hasta allí por los ángeles desde el valle francés de Barecha y que sus vecinos, al echarla en falta, la buscaron por todas partes, hasta que por fin la encontraron en Pineta. Cogieron la imagen y se la llevaron a su pueblo, pero la Virgen volvió a aparecer otra vez en el mismo pino.
Relacionadas con el pino hay otras advocaciones. Así la soriana Vinuesa cuenta que se apareció en forma de talla en la copa de un pino, cuyas ramas daban al término de Covaleda, mientras el tronco estaba en Vinuesa. Los vecinos de ambos pueblos se pelearon por ella hasta que las mujeres visontinas, armadas con ramas de pino, decantaron la pelea hacia su pueblo. La Virgen de El Pino de El Paso es otra advocación canaria situada en la ladera de la Cumbre Nueva en la isla canaria de La Palma. Según la tradición durante la Conquista de la isla por el Adelantado Alonso Fernández de Lugo, los soldados descansaban a la sombra de un enorme pino cuando uno de ellos tuvo la ocurrencia de subirse en él, quedando sorprendido al encontrar entre sus ramas una imagen de la Virgen, que sería bautizada como «del Pino».
En el municipio de Teror, en la isla de Gran Canaria, también se venera a Nuestra Señora del Pino, patrona principal de la Diócesis de Canarias que engloba a la provincia de Las Palmas, por el mismo motivo, pues fue encontrada en lo alto de un pino.
Regla, de –. Esta Virgen es la patrona de Chipiona, en la provincia de Cádiz, y se dice que es «de Regla» porque ella es quien custodia la regla de los frailes agustinos.
Reposo, del. – Es patrona y alcaldesa honoraria y perpetua de Valverde del Camino, Huelva. Sobre el nombre de esta Virgen existen dos versiones: Una que lo tomaría por ser Valverde un cruce de caminos y parada obligada de los caminantes que iban de Aracena a Huelva o incluso a Extremadura. El segundo sería de carácter bíblico, alusivo a la huida de la Sagrada Familia a Egipto y a las paradas que hicieron para descansar, momento que la Virgen aprovechaba para amamantar a su hijo, tras lo cual Jesús – como cualquier otro niño de pecho– quedaría dormido, en reposo.
Reyes, de los –. La leyenda de la patrona de Sevilla está ligada al rey Fernando III. Cuentan que cuando el monarca asediaba la ciudad y antes de apoderarse de ella, tuvo una visión celestial donde aparecía la Virgen con su hijo en el regazo, quien le comunicó que no tardaría en conquistar la ciudad. Movido por la piedad y la fe decidió esculpir una imagen que fuese lo más parecida posible a la que había visto. Pero ninguno de los escultores que acudieron a su llamada lograron el propósito deseado, pues sus imágenes en nada se parecían a la que el monarca vislumbró en su sueño. La leyenda sigue diciendo que más tarde llegaron tres peregrinos al campamento y se ofrecieron para realizar la obra, aunque bajo una condición: poder trabajar aislados. Para ello le destinaron una torre cercana al lugar. Hasta que cierta tarde una sirvienta que pasaba junto a la torre escuchó cantos y al mirar a través de la cerradura vio cómo los peregrinos cantaban plegarias, noticia que comunicó al rey, quien se acudió personalmente a la torre. Cuando Fernando entró en la torre se encontró ante una talla de la Virgen que tenía una fisonomía similar a la que él había visto, lo que le llevó a sospechar que los peregrinos no podían ser otros que ángeles, y la rapidez con la que fue creada hizo que se considerara como milagrosa y fuese colocada en la capilla del Alcázar, con el nombre con el que aún se la conoce, el de Nuestra Señora de los Reyes.
Robledo, del –. Es la patrona de Constantina, Sevilla. Cuenta la leyenda que en el siglo xvi, cuando el pueblo de Constantina sufría la epidemia de peste bubónica, la Virgen apareció sobre un roble, en la zona conocida por el Robledal, a un pequeño pastor llamado Melchor que pastoreaba sus ovejas por aquel lugar. Y como Virgen del Roure –roble– la veneran en Pruit, Barcelona, en la comarca de Osona.
Romeral, del –. Esta Virgen es venerada en la Aldea de Puy de Cinca, municipio de Secastilla, en la comarca de Ribagorza, Huesca. La leyenda afirma que la milagrosa aparición de esta Virgen se produjo sobre un romero que permanentemente está en flor. Se le atribuyen diversos hechos milagrosos y fue importante en los pueblos de los alrededores, como Monzón y Binéfar. Sobre un romero, de ahí su nombre, se apareció también la patrona del pueblo navarro de Cascante a un pastorcillo cuando su ganado pastaba en el monte conocido como del Romero.
Rosa, de la –. Se venera en una pequeña ermita en La Cuesta, localidad perteneciente a Turégano, Segovia, donde guardan una imagen de la Virgen con un Niño y una rosa en la mano, de donde toma el nombre. Igual sucede con la Virgen de la localidad turolense de Mezquita de Jarque, y la existente en la parroquia de Ntra. Sra. de los Ánteles, en Chulilla, Valencia, donde cabe destacar entre sus obras un lienzo de la Virgen de la Rosa, recientemente restaurado.
Rus, de –. La Virgen de Rus es venerada y tenida como patrona en la localidad conquense de San Clemente. Sobre el origen del nombre de Rus la tradición dice que la Virgen se apareció a unos pastores en el campo, rus-ruris en latín. Según otra versión dicho nombre tendría su origen en el vocablo prerromano arru-gio, como referencia a un canal artificial de agua, de donde evolucionaría a rugio –canal– que a su vez evolucionaría a un rus apocopado.
Sabina, de la –. Esta imagen mariana es venerada en Farlete, municipio zaragozano de la comarca de los Monegros. Debe su nombre a que se apareció a un pastor sobre una sabina. También es venerada en Villaspesa, Teruel.
Salz, de –. Es la patrona de Zuera, Zaragoza. Recibió este nombre porque en lengua antigua aragonesa Salz era sauce, por haber muchos de estos árboles en el sitio donde en torno al siglo xii, según la tradición, se apareció a un caballero de alguna de las órdenes militares de la época que no se especifica.
Sargar, del –. Se encuentra en el pueblo castellonense de Herbés. La tradición cuenta que un pastor encontró la imagen en una cueva rodeada de zarzas, junto a una fuente. Los vecinos se la llevaron al pueblo, pero durante la noche desapareció y la volvieron a encontrar en el mismo lugar donde había aparecido, por ello decidieron construir una pequeña capilla donde colocar la imagen para venerarla.
Con referencia a los sauces –o Salix– están las Vírgenes de Salcedón en Lastras de Cuéllar, Segovia; la de Salgar en La Artesas de Segre, Lérida; la de Sanz o del Sauce en Alhóndiga, Guadalajara, que guarda en su ermita una talla de Nuestra Señora que se apoya sobre un tronco de sauce y de donde brota una fuente; y la de Valdesalce, en Torquemada, Palencia, que debe su nombre al paraje donde se ubica, que es conocido como Valdesalce, o «valle del sauce».
Tejeda, de –. El santuario de esta Virgen está en Garaballa, municipio de Cuenca. Según la tradición se apareció en el siglo xiii sobre un tejo –de ahí la denominación de Tejeda– a un pastor de nombre Juan que apacentaba sus ovejas por la zona. Otros dicen que la encontraron en una cueva. Y otros que la Virgen apareció en la cueva sobre un tejo, unificando así ambos supuestos.
Tremedal, del –. El nombre de la Virgen hace referencia a los humedales comprendidos dentro del término municipal de Orihuela del Tremedal –de aquí su nombre–, localidad turolense en la Comarca de la Sierra de Albarracín. La leyenda cuenta que la Virgen se apareció a un pastor manco llamado Pedro Noves, natural de Tronchón, que cuidaba su rebaño en el tremedal, diciéndole que tenía hambre. Cuando el pastor cogió con su única mano la torta que llevaba en su zurrón, la Virgen le dijo que se la diera con la otra. Tal fue la insistencia de la señora que el pastor metió el muñón en el zurrón y cuando lo sacó Pedro se sorprendió al ver que no era un muñón, sino una mano la que venía con la torta.
Urmella, de –. Se venera en Castejón de Sos, municipio oscense de Ribagorza, en el Pirineo aragonés. El nombre tal vez se deba al olmo común o negrillo por los numerosos olmos que se extienden por todo el término municipal.
Vega, de la –. Con este determinante se la venera en Roa de Duero, donde la tienen como patrona y a la que le dedican dos romerías. Aunque tal denominación se cree como probable que estuviera en un antiguo poblado –hoy desaparecido– que llevaría el nombre de Santa María de la Vega. En Roa tienen la tradición de sentar a los niños en la carroza de la Virgen durante la procesión, como ofrenda a su patrona.
En Torre de Juan Abad, Ciudad Real, también se venera la Virgen de la Vega en una ermita de origen templario ubicada en la extensa vega torreña, donde en el siglo xiii dicha orden habría construido el templo con el privilegio del rey Alfonso X, para salvaguardar la imagen milagrosa de la Virgen que habían hallado en ese lugar. La tradición cuenta que esta imagen estaba enterrada y que, al ser liberada, pidió a los cristianos que le construyeran allí un santuario, aunque los últimos estudios opinan que pudo haber sido construida en el siglo xii y llevada allí por los primeros repobladores. La Virgen de la Vega es también venerada en Salamanca como patrona. Según cuenta la leyenda, un pastor encontró a la imagen soterrada en una colina llamada «La Vega de Salamanca», donde, al parecer, había sido colocada para que no fuera profanada por los musulmanes. El pastor decidió llevarla a una ermita próxima, pero la imagen siempre volvía al lugar donde fue encontrada, suceso que se interpretó como que la Virgen quería proteger a la ciudad y a sus habitantes, pues también se cuenta que la Virgen de la Vega ayudó a los salmantinos defendiéndolos del asalto de las tropas que querían invadirlos en 1706 durante la Guerra de Sucesión Española. Y en agradecimiento por tal protección, se construyó un santuario en la Vega de Salamanca, donde se la venera hasta hoy.
En Serón de Nágina, Soria, construyeron a finales del siglo xvii el actual templo dedicado a la Virgen en el mismo emplazamiento donde existió otra ermita, ésta más antigua. La imagen también fue encontrada por un pastor en el lugar donde había estado escondida largos años para evitar que fuese profanada y donde hoy se levanta el templo. También es patrona de Benavente, Zamora, donde se le tiene gran devoción desde que, según la leyenda, ayudó a las tropas cristianas de Alfonso III en la batalla de Polvoraria, Polvorosa o del Mato, que se produjo en las proximidades de esa localidad, donde fueron derrotadas las tropas musulmanas enviadas por el emir Muhammad. La Virgen, según dicen, apareció en el puente sobre el Esla con su Hijo en brazos y comenzó a lanzar piedras sobre los moros, que huyeron en estampida.
En Alcalá de la Selva o del Espino, localidad de la provincia de Teruel se levanta un santuario dedicado a la Virgen de esta advocación, obra que tuvo su origen en otra leyenda donde se cuenta que, a principios del siglo viii, los primitivos pobladores escondieron un imagen de la Virgen entre los espinos de un arbusto, donde estuvo hasta finales del siglo xii en que la encontraron unos pastores y la llevaron a la iglesia parroquial, de donde estuvo desapareciendo durante tres días para reaparecer de nuevo en la vega. Movidos por esta circunstancia los alcalaínos construyéndole un templo donde ella quería.
Igualmente es venerada en las localidades turolenses de Albarracín y Manzanera; en la zaragozana de Moros y en la cántabra de Vegas de Pas. Y como de Las Vegas en Requijada, municipio perteneciente a Santiuste de Pedraza, en la provincia de Segovia.
Veredas, de las – Esta Virgen es venerada en la localidad cordobesa de Torrecampo, en la comarca de Los Pedroches. Según la tradición, un joven pastor llamado Andrés estaba resguardado del calor que hacía un primero de mayo, cuando su perrillo Lucero comenzó a ladrar, llamando la atención del muchacho, que al acercase a la cueva junto a las veredas que seguían los pastores con sus rebaños, descubrió una imagen de la Virgen y con ella en su rincón bajo del monte por las veredas marcadas por el ganado para llevar la imagen al pueblo. Y fueron estas alusiones al topónimo «veredas» las que dieron nombre a la Virgen.
Vid, de la –. Se halla en el monasterio de Santa María en el municipio español de La Vid y Barrios, en la provincia de Burgos. Este monasterio, hoy de agustinos, fue fundado en el siglo xii sobre el que, según la tradición, fue hallada la imagen, llamada «de la Vid» porque el monasterio se edificó en una finca llamada de la Vid, que Alfonso VII de León había donado a la comunidad premostratense allí ubicada. Como tal es venerada también en los municipios oscenses de Geberdola y Los Corrales.
Viña, de la –. Con esta denominación se venera en las localidades oscenses de San Pelegrín, Adahuesca y Radiquero. Como «de las Viñas» en Tomelloso, Ciudad Real; en Ainsa, Escó y Guaso, Huesca; en Adalia, Valladolid, y en Cariñena y Aguarón, Zaragoza. Y también en las localidades burgalesas de Quintanilla de las Viñas y Aranda de Duero, donde cuentan que, al invadir la comarca las tropas musulmanas, algunos vecinos de Quintanilla se refugiaron en Aranda llevando consigo la imagen de la Virgen, que se apareció a un labrador arandino para señalarle dónde sus antepasados habían escondido su imagen y dónde quería que se construyese la ermita. En un principio en Aranda no creyeron la historia, por lo cual la Virgen proporcionó un racimo de uvas cuando aún no habían madurado. Y como del Viñedo en Vinyet, municipio de Sitges, Barcelona, Castilsabás y Grado, Huesca.
Yedra, de la –. Como tal es tenida como patrona en La Adrada, municipio abulense en el Valle del Tiétar. La actual ermita de esta Virgen fue construida durante el siglo xvi sobre unas ruinas cubiertas de yedra, lugar donde, según la tradición, se aparecía a su sacristán una antigua imagen que se veneraba en la abadía abulense de Burgohondo cuando se dirigía a La Adrada. Se intentó varias veces devolverla a la abadía, pero siempre regresaba a La Adrada, de ahí que los adradenses terminaran acogiéndola como patrona. En Ledrada, Salamanca, también la tienen como patrona y el primer fin de semana de octubre en su ermita se celebra una fiesta que los vecinos denominan como «las bodas de la Virgen».
Zarza, de la –. Como tal es venerada en Muñana, Ávila, y en Aliaga, Teruel. Y, por último, en Málaga, que la portan en un paso de Semana Santa.