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A mi abuelo y mi tío
Introducción
La localidad de Valencia de Alcántara se encuentra situada en el extremo más occidental de la provincia de Cáceres, a una distancia de 90 km de la capital provincial y a, tan solo, 14 km de la frontera portuguesa. A ella se accede por la carretera N-521 (Madrid-Lisboa) desde Cáceres y la carretera EX-110 desde Badajoz.
Dentro de su amplio término municipal (tercero más extenso de toda la provincia de Cáceres) encontramos las últimas estribaciones de la Sierra de San Pedro que enlaza, por su parte oeste, con Sierra Fría, la cual se ubica muy cercana a la vecina Sierra de San Mamede (Portugal).
Valencia de Alcántara, debido a su situación geográfica y estratégica, presenta una rica historia y conserva, a pesar de los avatares y conflictos bélicos que sufrió, numerosos monumentos histórico-artísticos de gran relevancia (desde su conjunto megalítico conformado por más de medio centenar de dólmenes hasta su casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico[1], pasando por edificios medievales y renacentistas). Además de su riqueza patrimonial, la localidad cacereña ha conservado importantes tradiciones de carácter religioso. Recordar que han existido hasta veinte[2] cofradías a lo largo de los últimos 500 años y doce existentes en el siglo xix: San Antonio, Ánimas, San Lázaro, Misericordia, Santo Cristo, Santísimo Sacramento, Soledad, Los Remedios, Vera-Cruz, Valbón, San Pablo, y Hospital-Caridad[3].
A partir de estas líneas, nos centraremos en las fiestas celebradas durante el mes de mayo. Un mes que se festeja todo el esplendor de la vegetación y del amor, como diría Caro Baroja[4], y que en todo el país se celebran multitud de festividades ligadas a las cosechas, los ritos, las romerías y fiestas relacionadas con los santos patronos. En el caso de la localidad cacereña de Valencia de Alcántara no será una excepción.
1. Fiesta de «Los Mayos»
Una tradición que se remonta a la Guerra de la Independencia[5] y que posee una carga de simbolismo autóctono que le confiere un significado diferente según la zona donde se celebre. Algunos han asociado esta fiesta con la fertilidad, la llegada de la primavera y la recogida de la cosecha. Sin embargo, se relaciona con el mundo mitológico griego, con la ninfa Maya que representa a la fertilidad.
Los Mayos es una fiesta que se celebra en Valencia de Alcántara el primer día del mes de mayo. Un mes muy relacionado, desde la tradición cristiana, con la figura de la Virgen María. Se impregna, así, de costumbres paganas en las que la mujer adquiere protagonismo surgiendo elementos esenciales que forman parte de la simbología de los diferentes festejos como la Cruz, las flores o los árboles. Será en torno a estos últimos donde el ser humano situaban monigotes o peleles que simbolizaban el invierno y el mal que, tras ser quemados, ahuyentaban los malos pensamientos y vibraciones.
Estos monigotes, con el paso del tiempo, pasan de ser algo secundario a protagonizar la fiesta, recreando escenas cotidianas, agrícolas o de oficios singulares. Ejemplos de estos podemos encontrarlos en localidades extremeñas como en Villar del Rey, La Codosera[6], Olivenza con su fiesta de las muñecas de San Juan (también en Cheles o Villanueva del Fresno), los Mastros en Alconchel o los Compadres de Ribera del Fresno, por citar solo algunos ejemplos de la quema de estos peleles.
Los Mayos de Valencia de Alcántara, tradicionalmente, se realizan con una estructura de escobas y retamas que constituyen el esqueleto completándolo con harapos, espumas, paja y papeles que conforman el relleno[7]. Los muñecos presentan vestimentas con ropas usadas y en la cabeza, en ocasiones, un estropajo que simboliza el cabello y una tela para pintarle ojos, boca y orejas con rotuladores, aunque antiguamente se utilizaban tizones apagados. Las manos se forman con guantes de lana o de goma rellenos de espuma, mientras que los brazos y las piernas son maleables con el fin de colocarlos según la posición que uno desee.
En un principio, estos muñecos se situaban en las puertas de las casas de manera solitaria, pero luego cambió para ir acompañados con cartulinas, tablas o cartones donde iba una serie de comentarios escritos a mano relacionados con temas de actualidad o mensajes reivindicativos, siempre con un toque de humor y un sentido satírico. La temática es libre y no tiene porqué ser una crítica negativa solamente, también podemos encontrar aspectos positivos.
Se trata de una festividad y una tradición muy arraigada en la población, reflejada en la tradición oral[8] pero que fue perdiendo importancia durante la Guerra Civil y primeros años de la Dictadura. Lógicamente, durante el régimen franquista se prohibió todo tipo de manifestación o reivindicación, a lo que hay que sumar la dificultad de reunirse en asociaciones, por lo que Los Mayos siguieron realizándose ya que se veían como una forma de criticar de manera cómica y no tan agresiva, por lo que pasó la censura.
Ya en Democracia, las asociaciones culturales locales y centros educativos siguieron esta costumbre, además de particulares. El ayuntamiento de la localidad, para intentar incentivar y estimular esta tradición convoca un concurso con premios, tanto para Mayos realizados por adultos como por infantiles.
2. Las Cruces o Cruz de Mayo
Otra de las festividades arraigadas en Valencia de Alcántara es la Cruz de Mayo, al igual que en muchos puntos del país y de Extremadura, en particular. El origen de esta fiesta hay que buscarlo en el hallazgo por Santa Elena, madre del emperador Constantino, de la Cruz en su peregrinación a Jerusalén. Otros autores remontan la fiesta al culto al árbol, muy común en la religión europea precristiana. Lope de Vega, en su obra La mejor enamorada, la Magdalena, una copla dedicada a la Cruz de Mayo[9]:
Esta sí que se lleva la gala,
que es la cruz en que Dios murió,
éste sí que se lleva la gala,
que los otros árboles no.
Como el objetivo, tradicionalmente, era la exaltación de la llegada de la primavera, el elemento primordial es una cruz realizada o cubierta de flores. En el caso particular de la fiesta en Valencia de Alcántara, que se celebra el 3 de mayo, es instalar esas cruces por las calles de la localidad, rodeada de objetos y adornos relacionados con la tradición, tales como calderos de cobre, braseros, cántaros, almireces, pañuelos de colores, paños, mantas, etcétera.
Estas cruces se ubican fuera de las viviendas aunque las realizadas por asociaciones locales y/o alumnos de los centros educativos de la localidad se colocan en lugares céntricos del municipio.
Nunca hay que olvidar que el origen y el carácter de esta fiesta es el religioso, los actos comienzan con la celebración de una misa en la Plaza de la Constitución (Plaza Mayor) de la localidad que, tras finalizar, los visitantes y vecinos pueden realizar el recorrido (antes incluso de la propia celebración litúrgica) para ver las numerosas cruces instaladas.
Una costumbre, al visitar las cruces por las diferentes calles de Valencia de Alcántara, es ser abordado por niños (algunos portando cestos pequeños de mimbre o, incluso, cruces hechas con flores de pequeño tamaño) que piden algo de dinero diciendo la siguiente frase: «Una monedita para la Cruz de Mayo (si no, no me callo)».
Al igual que con otras tradiciones de la localidad, asociaciones locales instalan casetas adornadas con elementos etnográficos para poder beber y comer, y tómbolas alrededor de la Plaza de la Constitución, la cual se convierte en punto de encuentro durante toda la jornada. Por la tarde se realizan bailes típicos a cargo de los grupos infantiles del Grupo de Folclore de la localidad, «Juéllega Extremeña», a lo que se sigue entrega de premios para las mejores cruces realizadas, tanto por adultos como por infantiles, culminando todo con una verbena popular.
3. San Isidro Labrador
La apoteósica fiesta de San Isidro de Valencia de Alcántara tiene lugar el 15 de mayo siendo una de las que cuenta con una mayor participación popular. Su origen hay que remontarse a finales de los años 40 del siglo pasado por el apoyo de un grupo de agricultores y ganaderos y de la Cámara Agraria. En un principio, la celebración religiosa en una de las iglesias de la localidad (la de Nuestra Señora de la Encarnación, ubicada en un lateral de la Plaza de la Constitución) era el centro de la festividad, celebrándose una misa con gran solemnidad a la que seguía una primera ofrenda por parte del presidente de la, entonces, Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos, y numerosas ofrendas al santo realizadas por personas ataviadas con el traje tradicional. Tras la ofrenda, los trabajadores del campo portaban a hombros en procesión a la imagen por las calles de la localidad.
Con el paso del tiempo, se fueron sumando a la procesión personas montadas a caballo con el traje regional, burros, carretas arrastradas por bueyes y tractores engalanados representando escenas del campo en sus diferentes épocas, léase huertas, eras, campos sembrados...
En 1958, la Hermandad responsable del festejo decidió crear actos nuevos como crear concursos de carrozas e, incluso, invitar a poblaciones vecinas tanto de la comarca como de Portugal para participar, cuyo objetivo no era otro que impulsar de manera especial la romería. Una década después se fue ampliando las actividades: bailes de grupos de coros y danzas de las pedanías de Valencia de Alcántara, competiciones deportivas y/o becerradas[10].
Ya en 1980 se cantará por primera vez la misa, a cargo del grupo de música y danza local, Juéllega Extremeña, a la vez que durante esos años se convirtió el 15 de mayo como Fiesta Local. Además, se cambió la ubicación de la celebración de la misa tradicional a media mañana a uno de los parques de la localidad, al Parque de España. Esta misa es presidida por las autoridades locales y regionales y cantada por el grupo folclórico, anteriormente citado.
En la celebración litúrgica, este grupo canta, entre otras canciones, este himno en honor a San Isidro:
Patrono de los campos españoles,
Isidro Labrador,
este pueblo a tus plantas hoy postrado
te invoca con amor,
te invoca con amor.
Eres señor del campo valenciano
y todo en él te canta y te implora.
La copla del trigal y de la fuente
y el alma que a tus pies te reza o llora.
La copla del trigal y de la fuente
y el alma que a tus pies te reza o llora.
Patrono de los campos españoles,
Isidro Labrador,
este pueblo a tus plantas hoy postrado
te invoca con amor,
te invoca con amor.
Fiel protector te aclama tu Valencia
La flor perenne de sus rubios campos.
Tu imagen, la flor de sus espigas
Y tu fiesta, el más bello sol de mayo.
Tu imagen, la flor de sus espigas
Y tu fiesta, el más bello sol de mayo.
Patrono de los campos españoles,
Isidro Labrador,
este pueblo a tus plantas hoy postrado
te invoca con amor,
te invoca con amor.
Alrededor de este parque, aprovechando que se trata de un espacio de gran amplitud, podemos encontrar numerosos romeros, jinetes y carrozas que, tras la celebración de la misa, inician un desfile acompañando al Santo por las distintas calles del pueblo. Durante este desfile de personas montadas a caballo ataviados con trajes típicos y carrozas engalanadas son objeto de admiración y atractivo visual por parte de una gran afluencia de público. Terminada la procesión, por la tarde se organiza un espectáculo taurino en la plaza de toros, ya sea corridas de toros o rejones.
Año tras año va aumentando el número de asociaciones, peñas o grupos que preparan sus caballerías y sus carrozas para acompañar al Santo. Esa alta participación junto a sus valores culturales y la particularidad de tratarse de una romería urbana, hará que la fiesta de San Isidro de Valencia de Alcántara fuera declarada, por la Junta de Extremadura, Fiesta de Interés Turístico Regional el 13 de junio de 1989.
En definitiva, aunque no se trate del patrón de la localidad[11], la fiesta de San Isidro es una de las más arraigadas con una gran implicación de vecinos y asociaciones, realizando y preparando durante una semana antes no solo el diseño de carrozas, si no también la decoración de las caballerías con complementos de la tradición extremeña o los trajes locales de labrador o espigadora que llevan los romeros y romeras. A lo que hay que añadir numerosas actividades durante los días previos de exposiciones, gymkanas, concursos relacionados con temas agro-ganaderos, pasacalles o bailes populares, culminando con la romería propiamente dicha el día 15 de mayo.
4. Ofrenda floral a la Virgen de los Remedios
Durante todo el mes de mayo es tradición ir a la ermita[12] que alberga la imagen de la patrona de Valencia de Alcántara[13], que culmina con su ofrenda floral el 31 de mayo.
Se trata de otra fiesta que los devotos esperan con gran ilusión aunque se trate, la ofrenda floral como tal, de una iniciativa por parte de la Asociación de Amas de Casa «Santa María de Rocamador» que comenzó en 1984.
Los actos comienzan con una misa celebrada en la escalera que da acceso a la puerta principal del santuario, presidida por la imagen de la Virgen de los Remedios en sus primitivas andas engalanada con flores, mientras que las personas que van llegando depositan sus ramos de flores en las amplias escaleras que sirven ese día de altar. Al terminar la liturgia, se realiza una pequeña procesión por los alrededores de la ermita. La primera procesión tuvo lugar el 31 de mayo de 1996 con motivo del 50 Aniversario de la ampliación de la ermita, siendo el primer año que se realizó y, desde entonces, se sigue realizando todos los años[14].
Tras la procesión de la imagen de la patrona, tiene lugar unos bailes por parte de los grupos infantiles del grupo folclórico local, Juéllega Extremeña.
Álvaro Vázquez CabreraNOTAS
[1] Declarado, con la denominación de «Barrio Gótico» por la conservación de más de media centena de portadas góticas u ojivales, como Bien de Interés Cultural como Conjunto Histórico-artístico el 18 de marzo de 1997, mediante el DOE, nº 36, 38/1997.
[2] Estas cofradías son: Jesús Nazareno, Jesús del Calvario, Santísimo Cristo, Santísimo Sacramento, Vera-Cruz, Virgen de los Remedios, Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora de la Soledad, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora de Valbón, San Lázaro, San Pedro Apóstol, San Pedro de Alcántara, San Antonio de Padua, San Pablo, San Blas, Ánimas, de la Misericordia, Hospital-Caridad y Venerable Orden Tercera.
[3] Jesús Martín Domínguez, Valencia de Alcántara desde Rocamador (Valencia de Alcántara, Ayuntamiento de Valencia de Alcántara,1996), 78-115.
[4] Julio Caro Baroja, La estación del amor. Fiestas populares de mayo a San Juan (Madrid, Taurus, 1979)
[5] Eustasio López Jiménez, Historia, Arte y Turismo de Valencia de Alcántara (Valencia de Alcántara, Ayuntamiento de Valencia de Alcántara, 1994), 150.
[6] José Luis Olmo Berrocal, La Codosera. Un pueblo con raíces y costumbres rayanas (Valencia de Alcántara, Ayuntamiento de La Codosera, 2012)
[7] En ocasiones se utilizaba tan solo una escoba rodeada de paja, espuma y periódicos o, incluso, una almohada vieja.
[8] La frase «Va hecho un Mayo» se utiliza para indicar lo descuidado y extravagante que va una persona.
[9] Lope de Vega, «La mejor enamorada, la Magdalena», en Obras de Lope de Vega. Obras Dramáticas, ed. Emilio Cotarelo y Mori, (Madrid, Real Academia Española, 1916), Estrofas 1978-1981.
[10] Algunas impresiones sobre el origen y evolución de la fiesta, las podemos encontrar en un artículo del presidente de la Asociación de San Isidro. José Silverio Núñez, «San Isidro», Guía de Feria y Fiestas de San Bartolomé, (1996).
[11] El patrón es San Bartolomé, siendo su día el 24 de agosto. Su origen se remonta al privilegio concedido por el rey Alfonso XI, siendo maestre Gonzalo Martínez, de celebrar feria anual, extendiéndose esos beneficios a los vecinos de Esparragal, que era una aldea de Valencia. Ese privilegio fue concedido el 20 de enero de 1338. Alonso de Torres y Tapia, Crónica de la Orden de Alcántara, (Madrid, 1763), Tomo II, 18.
[12] Ermita ubicada en el Cerro de San Ginés, a tan solo un km al noroeste de la población. Ocupa el solar donde existió otro santuario, de finales del siglo xiii dedicado a San Ginés, destruido por las tropas portuguesas durante el ataque de 1664 a Valencia de Alcántara. La construcción de la ermita actual comenzó a finales del siglo xvii, fundamentando su cronología debido a una inscripción lateral exterior datada en 1682 y otra en la clave del arco de la capilla de San Bartolomé donde aparece la fecha de 1697. Álvaro Vázquez Cabrera, «Valencia de Alcántara durante el siglo xvii. Desde la Guerra de Restauración portuguesa a final de siglo», Boletín de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, Tomo XXI, (2023), 361. José Bueno Rocha, Notas para la historia de Valencia de Alcántara, (Cáceres, Institución Cultural El Brocense, 2000), 23.
[13] La Virgen de los Remedios es patrona de la localidad desde 1881, siendo hasta entonces la Virgen de Valbón, ubicada en la ermita homónima (origen siglo xiv) de su nombre a unos 3 km al sureste de Valencia de Alcántara. La imagen de la antigua patrona era trasladada, el 8 de septiembre, para el Novenario a la Iglesia de Nuestra Señora de Rocamador y, otras veces, al convento de monjas clarisas de la localidad. La imagen tuvo que desaparecer entre los últimos años del siglo xix y principios del siglo xx, ya que tras el Inventario de 1910 no aparece en la documentación. Eustasio López Jiménez, «Valbón, un expolio y un desafío», Guía de Ferias y Fiestas de San Bartolomé, (1991), 14. Jesús Martín Domínguez, Op. cit. 80-89.
[14] Sobre la Hermandad de la patrona de Valencia de Alcántara Vid. Ángel Melara Silva, Nuestra Señora de los Remedios, Patrona de Valencia de Alcántara. La Hermandad,la Ermita y la Virgen, (Badajoz, 2000).