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Revista de Folklore número

496



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Esculturas de animales en el arte funerario de los cementerios de la provincia de Alicante

CARBONELL BEVIA, Lola

Publicado en el año 2023 en la Revista de Folklore número 496 - sumario >



1. El volucracio de la escultura en bulto redondo de los cementerios de la provincia de Alicante

En los cementerios de la provincia de Alicante existían muy pocas esculturas representativas de animales, en el año 1993, momento en que la autora realizó el trabajo de campo de su tesis doctoral, visitando todos los camposantos.

Un volucrario es un texto donde se ha recogido una compilación de aves, que en la Edad Media tuvieron una relación directa con la muerte.

En el caso de la paloma, para la tradición religiosa cristiana católica es el símbolo del Espíritu Santo (1), así como de la reconciliación, de la paz fecunda, prometedora de nuevos horizontes; y del alma humana que asciende tras la muerte hacia el cielo, en la búsqueda del paraíso (2).

1.1. La paloma del cementerio de San Jaime de Benidorm

Sobre una sepultura de familia del cementerio de San Jaime de Benidorm descansa una paloma, de tamaño natural, -realizada en material de color blanco-, cuyo cuerpo está perfectamente trabajado con pequeños relieves que configuran las plumas, al igual que los ojos.

1.2. La paloma del cementerio de Cocentaina

Sobre un pequeño pilón rectangular que decora el cerramiento de una sepultura de familia, se halla una paloma, -de tamaño natural-, realizada en piedra, que el paso del tiempo ha manchado y enmohecido.

1.3. Las palomas del cementerio viejo de Villajoyosa

El cementerio viejo de Villajoyosa contiene dos palomas realizadas en bulto redondo, de tamaño natural.

La primera de ellas se halla en una sepultura de familia, picando un dedo de la mano de una mujer joven, portadora de una flor de adormidera. La paloma tiene el ala izquierda extendida y levantada. Y el cuerpo está perfectamente decorado con un bajorrelieve que da forma a las plumas, pico y ojos.

La segunda de las palomas de dicho cementerio, también se halla en una sepultura de familia, en la que hay representado un brazo con una mano abierta boca arriba sobre la que descansa una paloma, con las alas abiertas, como si estuviera dispuesta a alzar el vuelo. La paloma, igualmente, de tamaño natural, tiene decorado el cuerpo con un bajorrelieve que forma el plumaje, los detalles de las plumas de las alas, el pico y los ojos.

2. El bestiario de la escultura en bulto redondo de los cementerios de la provincia de Alicante.

Al igual que el volucrario, un bestiario es un texto donde se ha recogido una compilación de cuadrúpedos, que en la Edad Media tuvieron una relación directa con el mal, el bien y la muerte.

A los lobos, la religión cristiana católica los relacionó con Satán y por tanto, los perros, herederos de los lobos, también fueron significados como aliados de Satán (3).

Pero las representaciones de perros correspondientes a los cementerios de Novelda y Relleu, no tienen dicha connotación, sino que aparecen representados como amigos y guardianes del ser humano que se encuentra en la sepultura.

2.1. Los perros del grupo escultórico de Novelda

El cementerio de Novelda contiene un grupo escultórico diferente y curioso. Se trata de un catafalco realizado en piedra, decorado con lacerías, sobre el que descansan cuatro perros de caza, pointers, -dos a cada lado del catafalco-, que están recostados en posición de guardia, con los ojos abiertos. Sobre el lomo de los perros, a su vez, descansa un ataúd, revestido por una tela.

Posiblemente, el finado o finada tuviese perros de caza y dejó constancia de que los perros le acompañasen en la muerte. De ahí, que el escultor tomase la idea para representarlos en la sepultura.

2.2. El perro del grupo escultórico de Relleu

En el cementerio de Relleu, existe un grupo escultórico de sobresaliente belleza, que fue realizado en el año 1895 por el escultor alicantino Vicente Bañuls Aracil (1866-1935), destacando por encima de todas las esculturas de animales existentes en los cementerios de la provincia de Alicante.

Se trata de un perro de raza pointer, que se halla junto a las piernas de su propietario Virgilio Soler Pérez, al que mira con amor. En este caso, sí que se sabe con certeza que el difunto tenía un perro perteneciente a la familia (4) y al parecer, bien porque el escultor Vicente Bañuls conoció al animal cuando le fue encargada la sepultura y se inspiró en este para esculpir la obra; o bien, le fue comunicado que lo representara junto a su propietario por los familiares vivos, como recuerdo.

3. El bestiario y volucrario de la escultura en altorrelieve, en el cementerio viejo de Villajoyosa

En el caso de los lagartos y dragones, ha ocurrido algo similar como en el de la lechuza, que el paso del tiempo ha cambiado su simbolismo, pasando de ser un elemento negativo relacionado con el mal, a oscurantista relacionado con las corporaciones de médicos y farmacéuticos. Desde hace muchos siglos hasta nuestros días, las agrupaciones de base iniciáticas han retenido en su simbolismo la ficción del dragón defensor y su título de «guardar del umbral» ha pasado a su vocabulario. Esotéricamente el mito del dragón significa la lucha del iniciado contra el «dragón del umbral». De modo, pues, que es la muerte ficticia de ese dragón guardián lo que permite acceder al sanctasanctórum de la agrupación y participación en la vida y los conocimientos de los grandes iniciados (5).

En el caso de la lechuza y el búho, éstas fueron designadas en su momento como aves de mal agüero, tan sólo por ser aves relacionadas con la nocturnidad y la oscuridad (6). El simbolismo de la lechuza ha variado desde la Edad Media, pasando de ser un ave de mal agüero, a un ave cuya mirada puede atravesar la oscuridad de la noche, paralelismo que se ha relacionado con que puede cruzar el tránsito de la muerte y ver en el más allá, atravesando la oscuridad de la muerte y llegando a la luz espiritual donde se halla Dios (7).

3.1. El lagarto

Realizado en piedra y de tamaño natural, existe un lagarto que trepa por el roquedo de una sepultura de familia, en el cementerio viejo de Villajoyosa. La obra escultórica fue realizada por el escultor de Villajoyosa Jaime Lloret Lloret (1890-1969), que fue apodado con los sobrenombres de «el pedrapiquer», «lectorante» y «manos de plata» (8).

Su autor quiso colocar un lagarto en la sepultura de un médico, por lo tanto fue esculpido –a conciencia a sabiendas de que era un emblema utilizado por las corporaciones de alquimistas, médicos y farmacéuticos–, junto a una hoja de acanto y capullos de adormidera (9).

Para su realización, vio pasar un lagarto cerca de la sepultura de familia en la que trabajaba, al que cogió y le ató un hilo, para que no escapara, mientras lo observaba como modelo para plasmarlo en la piedra. El lagarto muestra perfectamente todos los pliegues de su piel, la forma aplanada de su cráneo, así como las garras, las uñas y los pequeños ojos.

3.2. La lechuza

En el centro del tímpano ciego de un panteón de estilo Neoclásico, se encuentra la escultura el altorrelieve de una lechuza, apoyada sobre un tronco de árbol, cuya cabeza está girada mirando al frente. El cuerpo del ave está perfectamente trabajado formando el plumaje y las alas, del que salen las dos patitas, con sus dedos, garras y espolón. Igualmente, el rostro del ave muestra el pico y ojos característicos de una lechuza.

4. Conclusiones

La escultura funeraria de animales en los cementerios de la provincia de Alicante es minoritaria, existiendo tan solo en el año 1993, ocho obras, de las cuales, cinco corresponden a aves: Una paloma en el cementerio de San Jaime, de Benidorm; una paloma, en el cementerio de Cocentaina; dos palomas en el cementerio viejo de Villajoyosa y; una lechuza en el cementerio viejo de Villajoyosa.

Cuatro, a perros de raza pointer, formando parte de un grupo escultórico en el cementerio de Novelda; y un perro pointer que forma parte de un grupo escultórico en el cementerio de Relleu; y un lagarto, en el cementerio viejo de Villajoyosa.

De todas estas esculturas, tan solo se tiene conocimiento de su autoría, a la correspondiente al lagarto del cementerio de Villajoyosa, cuyo autor fue Jaime Lloret Lloret (1890-1969), un escultor vilero. Y la perteneciente al cementerio de Relleu, realizada por el escultor alicantino Vicente Bañuls Aracil (1866-1935).

Destacar que de todas las esculturas tanto las realizadas en bulto redondo, como en altorrelieve, fueron realizadas por sus autores, a tamaño natural.

En cuanto a la simbología de las mismas, las palomas simbolizan la elevación espiritual del alma del difunto que se dirige hacia el plano espiritual. La lechuza representa el alma que atraviesa la oscuridad y tinieblas de la muerte, para dirigirse hacia la luz en la que se halla Dios.

El lagarto representa el emblema del corporativismo médico y farmacéutico, al que perteneció el difunto para quién el escultor realizó la sepultura.

Y los perros, dejaron de tener una simbología maléfica relacionada con Satanás, originaria del cristianismo católico primitivo, mantenido en la Edad Media, para representar al fiel amigo del finado, que se mantiene a su lado como guardián, durante la eternidad.

En Villajoyosa (Alicante).

A 13 de agosto, 2020.




Citas bibliográficas

(1). CARBONELL BEVIÁ, Lola. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa. Villajoyosa. 2015. www. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa.pdf Publicado en: Lola Carbonell Bev.blogspot.com Página 210. 10.4.11. La paloma. «(…) La paloma es uno de los símbolos representados en la emblemática funeraria. Los evangelios apócrifos ya hicieron constancia de la simbología ligada a esta ave» (490): «(…) Y como el niño había sido circuncidado, ofrecieron dos tórtolas y dos jóvenes palomas (…)».

(491): «(…) estando presente el Espíritu Santo en forma de paloma blanca (…)».

(492): «(…) Jesús dijo: Los fariseos y los escribas recibieron las claves de la gnosis y las ocultaron. No entraron en ella y además impidieron el paso a quienes quisieron entrar. Más vosotros, sed cautos como las serpientes y cándidos como las palomas (…)». (490) PLA, Roberto. «El hombre templo de Dios vivo. Exégesis oculta de la religión de Cristo. A partir de comentarios al Evangelio según Tomás». Málaga. Sirio. 1990. Evangelio del Pseudos Mateo. Página 52. (491). Ibídem. Evangelio Árabe de la Infancia. Página 145. (492). Ibídem. El Evangelio según Tomás (gnóstico). Página 300.

(2). CARBONELL BEVIÁ, Lola. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa. Villajoyosa. 2015. www. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa.pdf Publicado en: Lola Carbonell Bev.blogspot.com Página 212. 10.5.2. Volucrarios. «(…) Los “Volucrarios” concentraron dos tipos de aves relacionadas directamente con la muerte: la paloma portadora del bien. Y la lechuza y el búho, representantes del mal».

La paloma significó (499): «(…) reconciliación (…) y de paz fecunda, prometedora de nuevos horizontes (…)».

«(…) La paloma es otra de las aves representadas habitualmente en iglesias y catedrales cristianas. Además del tradicional simbolismo relacionado con el espíritu santo, trasmite también otros mensajes». / (Página 213)

«La paloma sirve también para representar la naturaleza del alma de los hombres, plasmada en el vuelo del ave y su ascensión. Las aves en general, y la paloma en particular, son símbolo del ansia del espíritu por separarse de lo terrenal y la búsqueda del Cielo y el Paraíso (…)». (499). FERNÁNDEZ BUENO, Lorenzo. Gótica. Secretos, leyendas y simbología oculta de las catedrales. Madrid. Aguilar. 2005. Páginas 85 y 489.

(3). CARBONELL BEVIÁ, Lola. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa. Villajoyosa. 2015. www. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa.pdf Publicado en: Lola Carbonell Bev.blogspot.com Página 205. 10.4.2. La representación del mal: Perros, cuervos, dragones y serpientes. «(…) Fue en este momento histórico de los primeros siglos del cristianismo cuando surge la simbología sobre el mal, y para ello los evangelistas utilizan a los reptiles y perros como aliados de Satán» (476):

«(…) los demonios empezaron a salir de su boca, huyendo en forma de cuervos y de serpientes (…)».

«(…) Satanás (…) Siempre que intentaban sujetarla con cadenas o cuerdas, rompía las ligaduras y huía desnuda a lugares salvajes. Se situaba en las encrucijadas de los caminos y entre los sepulcros, acometiendo a la gente con piedras y causando a sus familiares males sin cuento (…)».

«(…) Vivía también allí una jovencita que era atormentada de continuo por Satanás. El maldito se le aparecía con frecuencia en forma de un dragón que se disponía a engullirla y le chupaba la sangre (…)».

«(…) la joven solía quedar sometida a la acción diabólica, se le apareció el maldito en forma de un dragón terrible (…)». / (Página 206)

«(…) Más de repente salió Satanás del endemoniado bajo la forma de un perro rabioso (…)».

«(…) salió el reptil con todo rendimiento. Entonces le dijo Jesús: «Mira, ven y chupa todo el veneno que has inoculado a este niño». La serpiente se fue arrastrando hacia él y chupó todo el veneno. Después de lo cual, Jesús fulminó una maldición sobre ella y al instante reventó (…)».

(477): «(…) Jesús dijo: Los fariseos y los escribas recibieron las claves de la gnosis y las ocultaron. Jo entraron en ella y además impidieron el paso a quienes quisieron entrar. Más vosotros, sed cautos como las serpientes (…)». (476). CARTER, Joseph. Evangelios Apócrifos. Málaga. Sirio. 2004. (5ª edición, diciembre). Evangelio Árabe de la Infancia. Páginas 116, 118, 132, 133, 134 y 139. (477). Ibídem. El evangelio según Tomás (gnóstico). Página 300.

(4). CARBONELL BEVIÁ, Lola. Vanitas vanitatum, omne est vanitas. Sepulturas de la nobleza en los cementerios de la Marina Baja (Siglos xix y xx). Villajoyosa. 2019. www.Vanitas vanitatum, omne est vanitas. Sepulturas de la nobleza en los cementerios de la Marina Baja (Siglos xix y xx).pdf Publicado en: Lola Carbonell Bev.blogspot.com Página 86. 7.3. Errores en la emblemática funeraria de la sepultura de familia de Relleu: El caso del falso marqués Virgilio Soler Pérez.

«(…) La sepultura de familia de Virgilio Soler Pérez es el mejor grupo escultórico existente en los cementerios de la Marina Baja, digno de su visita, donde aparece representado el difunto Virgilio Soler Pérez –ataviado con levita–, de pie, junto a su perro, que lo mira con ojos amorosos. En la base de la sepultura, una leyenda dice textualmente (928):

24 setiembre 1895.

Virgilio.

¡No has muerto no!

Vives en la memoria de tus hermanos.

Faustino Loericia.

Mientras que en la puerta de hierro forjado que da acceso al jardín donde se encuentra la sepultura de familia, existe la inscripción epigráfica, que dice: “24 setiembre 1895”, sobre una corona de la dignidad de marqués». / (Página 87)

«A priori, podría pensarse que allí se encuentra enterrado un marqués muerto el 24 de septiembre de 1895, llamado Faustino Loericia. Pero la realidad es muy distinta. El sepulcro se hizo en varias partes. La primera de ellas fue la escultura del sarcófago, ubicada sobre la escalera que baja a la sepultura y al osario. El autor era un trabajador de la piedra de Relleu, llamado Vicente Cortés (929). La primera persona que enterraron en esa sepultura se llamaba Milagros y para ella hicieron la sepultura.

«Virgilio Soler Pérez era un hermano del bisabuelo del historiador relleuense José Daniel Senabre Soler. Y Faustino y Loericia fueron los hermanos del difunto Virgilio Soler Pérez. Cuando murió Virgilio, se encargó al escultor alicantino Vicente Bañuls Aracil, –cuyo taller se hallaba bajo de la Casa Sacerdotal de Alicante–, la escultura de Virgilio y de su perro, del cual lo único que sé sabe es que éste, pertenecía a la familia (930).

«Y sobre el trabajo de la verja de forja de hierro de la puerta, José Daniel Senabre Soler, señala que la hizo otra persona y que se inspiraría en el adorno de la corona como decoración: “Porque en mi familia no había nobles, sí que pertenecieron a la burguesía de Relleu, pero no fueron nobles” (931).

«En cuanto al escultor Vicente Bañuls Aracil (1866-1935), recibió el encargo de la familia relleuense de realizar una escultura que representase fidedignamente al difunto Virgilio Soler Pérez, siendo la única escultura de carácter funerario firmada por el premiado y laureado escultor (932) (…)».

(5). CARBONELL BEVIÁ, Lola. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa. Villajoyosa. 2015. www. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa.pdf Publicado en: Lola Carbonell Bev.blogspot.com Página 231. 10.7.5. Bestiarios: Lagartos y dragones. «(…) En el caso de los lagartos y dragones, ha ocurrido algo similar como en el de la lechuza, que el paso del tiempo ha cambiado su simbolismo, pasando de ser un elemento negativo relacionado con el mal, a oscurantista relacionado con las corporaciones de médicos y farmacéuticos» (535): «(…) A decir verdad, este simbolismo, como tantos otros, no parece haber traspasado los límites del circulo de alquimistas, galenos y boticarios, cuyos cenáculos o corporaciones, sobre todo hasta el Renacimiento, eran más que discretos con sus secretos y tradiciones profesionales (…)».

«(…) Desde hace muchos siglos hasta nuestros días, las agrupaciones de base iniciáticas han retenido en su simbolismo la ficción del dragón defensor, y su título de “guardar del umbral” ha pasado a su vocabulario. Esotéricamente el mito dragonítico significa la lucha del iniciado contra el “dragón del umbral”. De modo, pues, que es la muerte ficticia de ese dragón guardián lo que permite acceder al sanctasanctórum / (Página 232) de la agrupación y participación en la vida y los conocimientos de los grandes iniciados.

«Por eso en un cenáculo intelectual de París, muy independiente, este tema simbólico se ha formulado así: el dragón de los antiguos centros iniciáticos es una imagen de Jesucristo. Sólo dándole muerte pudo abordar la humanidad caída el umbral de la vida eterna. Así como el dragón guardián defiende la entrada del camino de dicha con garras y dientes, así Cristo, con su doctrina y moral tan severas, con sus rigurosos mandamientos, hace difícil acceder a la morada de la dicha sin fin, cuyo estrecho sendero, que solo los valerosos pueden abordar, el mismo ha trazado y construido (…)». (535). CHARBONNEAU – LASSAY, Louis. El Bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media. Nº 44. Traducción de Francesc Gutiérrez. Volumen I. Barcelona. Sophia Perennis. 1997. 2ª edición. Páginas 392, 396 y 397.

(6). CARBONELL BEVIÁ, Lola. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa. Villajoyosa. 2015. www. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa.pdf Publicado en: Lola Carbonell Bev.blogspot.com Página 212. 10.5.2. Volucrarios. «(…) Los “Volucrarios” concentraron dos tipos de aves relacionadas directamente con la muerte: la paloma portadora del bien. Y la lechuza y el búho, representantes del mal».

«(…) Por el contrario, la lechuza, y el búho ya fueron designadas en su momento como aves de mal agüero, tan sólo por ser aves relacionadas con la nocturnidad y la oscuridad» (500): «(…) Ya en la Antigüedad, el búho, como animal nocturno que se mueve y desenvuelve entre tinieblas, fue una criatura considerada maligna, demoníaca, portadora de malos presagios e incluso vinculada a episodios sobrenaturales. Sin embargo, los antiguos solían distinguir entre el carácter maléfico del búho y los atributos benéficos de la lechuza a pesar de que esta rapaz desarrolla su actividad también en los negocios de la noche (…)».

«(…) el búho y la lechuza son las aves nocturnas por excelencia (…). La tradición judía la percibe como ave del demonio femenino de la noche, Lilith (…). La creencia popular les asigna un significado negativo debido a su nocturnidad, que los relaciona con fuerzas oscuras y seres del inframundo. Pero, en contrapartida, también se les ha otorgado, felizmente para ellos, algunos atributos positivos al representar a los seres que permanecen en la oscuridad de la ignorancia, mientras aguardan pacientemente, como el creyente, la salida del sol, la luz que los despertará a un nuevo día y a un nuevo estado del ser. Vigía en la noche, es símbolo de protección y a pesar de que el cristianismo lo incluyó entre los seres tenebrosos de la oscuridad, aparecieron en su momento significados opuestos a los tradicionales, indicando que esta ave nocturna esperaba con anhelo la luz espiritual del amanecer que simboliza a Jesucristo (…)». (497). FERNÁNDEZ BUENO, Lorenzo. Gótica. Secretos, leyendas y simbología oculta de las catedrales. Madrid. Aguilar. 2005. Páginas 85 y 489. (500). Ibídem. Páginas 82, 496 y 497.

(7). CARBONELL BEVIÁ, Lola. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa. Villajoyosa. 2015. www. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa.pdf Publicado en: Lola Carbonell Bev.blogspot.com Página 230. 10.7.4. Volucrarios: Las aves de la noche. «(…) El simbolismo de la lechuza ha variado desde la Edad Media, pasando de ser un ave de mal agüero, a un ave cuya mirada puede atravesar la oscuridad de la noche, paralelismo que se ha relacionado con que puede cruzar el tránsito de la muerte y ver en el más allá» (534): «(…) La idea de Sabiduría se añade aquí a la Ciencia y la de Prudencia: una es a menudo fuente de la sabiduría, y la otra es su consecuencia. Los griegos, que fueron pensadores profundos, vieron un emblema de estas tres ideas en el aire que conoce, de noche, lo que escapa a todos los demás y que, sabiéndose acosada por ellos, tiene el sentido común y la prudencia de mantenerse oculta todo el día fuera del alcance de su vista. Por eso le atribuyeron a la casta diosa de la Sabiduría, Atenea, salida del cerebro del dios supremo, pues «el ojo de la lechuza brilla en las tinieblas como la gloria del sabio en medio de la multitud imbécil», dice un texto antiguo. (…) Pese a algunos significados desfavorables que varios autores de la Edad Media hicieron interpretar a la lechuza –tal vez por confusión con el búho–, el simbolismo de esta ave siguió rígido sobre todo por la pervivencia de las ideas que los antiguos relacionaron con ella: en los / (Página 231) monasterios, sobre todo, la lechuza, que en todo el día no abandona su refugio de la muralla o del árbol hueco, se tomó como ideograma de la meditación, porque, ¿qué se puede hacer en una celda monástica en las horas de “recogimiento”, o en la sala de estudio, si no es meditar y estudiar? La lechuza, pues, representó al meditativo, al estudioso que durante el día y durante las largas veladas escruta las cuestiones profundas de las “cosas de Dios” y alcanza así a penetrar mejor que los demás misterios de que se rodea Aquel del que decía Isaías en su tiempo: Vere tu es deus absconditus, Deus Israel Salvador (…)».

«(…) La lechuza fue el emblema medieval de la meditación (…) por eso algunos de ellos relacionaron la lechuza con el simbolismo de los siete “Dones del Espíritu Santo”, los dones de la Sabiduría, Inteligencia, Consejo, Fuerza, Ciencia, Piedad y temor de Dios (…)».

«(…) Pese a algunos autores de la Edad Media que le hicieron simbolizar, junto con el búho, varios vicios, la lechuza tuvo el honor de ser comparada al Cristo divino. Eustato, arzobispo de Salónica en el siglo xii, reflejando la opinión de su tiempo, dice comentando a Homero que si la lechuza puede ver en un medio de la noche más oscura es porque sus ojos tienen una fuerza luminosa que disuelve por si sola las tinieblas. Asimismo Cristo, dijeron los místicos, por la virtud de su divinidad, todo lo ve, siempre y en todas partes: no existe el misterio para él; y por la virtud de ese conocimiento de todas las cosas en la tierra y en los cielos fue su Evangelio una revelación para este mundo, una enseñanza de principios nuevos, inauditos: él es el maestro de la exomología, pues sólo él podría desvelar a todos todas las cosas ocultas (…)». (534). CHARBONNEAU – LASSAy Louis. El Bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media. Nº 44. Traducción de Francesc Gutiérrez. Volumen I. Barcelona. Sophia Perennis. 1997. 2ª edición. Páginas 463, 464 y 465. CARBONELL BEVIÁ, Lola. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa. Villajoyosa. 2015. www. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa.pdf Publicado en: Lola Carbonell Bev.blogspot.com Página 234. 11. Emblemática funeraria en el cementerio viejo de Villajoyosa. «(…) Por un lado que la muerte ha segado la vida de la persona enterrada en dicho panteón. Y en segundo lugar, que la llama que sale de la antorcha, simboliza la vida eterna (546), y al estar entrecruzada con la guadaña, su significado es que supera a la muerte. Por otro lado, la lechuza (547), –en la realidad de la naturaleza–, es un animal que puede ver en la oscuridad. Por lo tanto, su significado simbólico, sumado al ideograma anterior, reside en que el alma de la persona que falleció y se encuentra enterrada en el panteón, superó la muerte física, dirigiéndose hacia la vida eterna, atravesando las tinieblas y llegando a la luz espiritual de Jesucristo (…)». (546). FERNÁNDEZ BUENO, Lorenzo. Gótica. Secretos, leyendas y simbología oculta de las catedrales. Madrid. Aguilar. 2005. Página 146. (547). Ibídem. «(…) lechuza, indicando que esta ave nocturna esperaba con anhelo la luz espiritual del amanecer que simboliza a Jesucristo (…)». Páginas 82, 496 y 497.

(8). CARBONELL BEVIÁ, Lola. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa. Villajoyosa. 2015. www. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa.pdf Publicado en: Lola Carbonell Bev.blogspot.com Página 179. 9.2. La obra arquitectónica y escultórica de Jaime Lloret Lloret (1890-1969). «(…) Fue denominado por los marmolistas alicantinos que habían trabajado con él como “manos de plata”. Jaime Lloret Lloret, nacido en 1890 en Villajoyosa, y fallecido en 1969, a los 79 años, en su población natal, se encuentra enterrado en un panteón, –construido por él–, y presidido por un gran Cristo crucificado, del que una leyenda local asegura que la posición de su cabeza, hace referencia a una disposición corporal satánica, / (Página 180) como refiere su nieto Ángel Lloret Mauri, –Arquitecto Técnico, de profesión–, en su Estudio actual y propuesta de intervención del panteón: El Cristo Crucificado».

«Jaume Lloret Lloret fue conocido por sus dos apodos “El Pedrapiquer”, o “Lectorante”. Era hijo de un chocolatero, pero él no quiso seguir los pasos de su padre, debido a su destacada maestría en el dibujo, especialidad que desarrolló en el taller de los “Zaragoza”, ya que comenzó a trabajar de aprendiz junto a José Zaragoza, a la edad de 16-20 años: “Mi padre trabajaba sólo, no tenía ayudantes. Trabajaba siempre en el cementerio, excepto las figuras que las hacía en casa –calle Colón nº 2–, y luego las llevaba al cementerio para su colocación. Tardaba un mes en hacer una escultura, o un poco más. Se levantaba tempranísimo, sobre las seis de la mañana para trabajar, e incluso el propio sepulturero tenía que dejarle las llaves del cementerio escondidas para que no lo abriera el mismo. Antes de la guerra mi padre se pudo comprar un coche Ford, que fue el segundo que entró en Villajoyosa, pero cuando entró la Guerra Civil se lo quitaron, y luego iba a trabajar en bicicleta, por todos los pueblos de la zona. Durante un tiempo, –antes de la Guerra–, con mi padre trabajó un primo hermano mío, Juan Bautista Lloret Ferrer, que tiene quince años más que yo, como marmolista, pero dejó de trabajar con mi padre, debido a un susto que le dieron los enterradores en el cementerio cuando estaban construyendo un panteón de grandes dimensiones que está situado a la izquierda de la entrada del cementerio. Justo delante del panteón, había una zona de sepulturas de niños pequeños, y el sepulturero desenterró a una niña porque necesitaban el sitio para enterrar a otro, y la niña apareció vestida con un traje blanco y todavía con pelo. Y para hacerle una gracia a mi primo, el enterrador cogió el cuerpo de la niña y lo puso de pie tocando la espalda de mi primo, que cuando se giró y la vio, salió corriendo del cementerio, y nunca más quiso trabajar de marmolista en el cementerio”» (363).

«Jaume “El Pedrapiquer”, buscó siempre la colaboración del transportista vilero “Toni, la Palla”, para sus desplazamientos hasta Monóvar y Novelda para adquirir la piedra. Allí cargaban y la traían hasta el taller de Jaume Llorca. Igualmente, para llevar las esculturas hasta el cementerio –ya que habían sido trabajadas en el taller de su propiedad–, buscaba la colaboración de dicho transportista.

«Cuenta su hijo Juan Lloret Ferrer, quien ayudó a su padre en las labores de escultor funerario, cuando sus estudios de ingeniería agrónoma se lo permitían, que: “En los días de lluvia o de mal tiempo, mi padre y yo comíamos dentro del sepulcro cuando lo estaban construyendo, pero cuando el tiempo era bueno, salíamos fuera del cementerio a comer”» (364). / (Página 181)

«Jaume Llorca Llorca, no trabajó sólo para el cementerio de Villajoyosa, sino para otras poblaciones de la comarca de la Marina Baja, como fueron los cementerios de Benidorm, Finestrat, y Callosa d´En Sarriá.

«Las obras realizadas en Villajoyosa fueron firmadas con las siglas de J.LL; o J. Lloret; pero cuando sus trabajos iban destinados a otras poblaciones, junto a la firma, añadía el topónimo “Villajoyosa” (365).

«En el cementerio-museo funerario de Villajoyosa se pueden observar las obras de Jaume Lloret Lloret, realizadas en bulto redondo, y altorrelieve: “El Corazón de Jesús”, “San José y el Niño”, “Cruz Latina sobre montículo de piedras”, “El Lagarto junto a hojas de adormidera” –único vestigio de reptil funerario existente en toda la provincia de Alicante–, y que fue realizado mediante el retrato de un auténtico lagarto que cogió Jaume Lloret Lloret, por los alrededores, el cual ató a un palito para que no se moviera, y así poderlo copiar. Su nieto Ángel Lloret Mauri, añade: “años más tarde y durante cuatro años consecutivos, el antiguo sepulturero me contó, que un reptil visitaba la tumba, permaneciendo quieto a las pies del panteón, como esperando que se moviese el de piedra” (366).

«Así como panteones de casetones, fundamentalmente de estilo Neogótico, siendo su gran obra maestra el perteneciente a la familia “Beneito”.

«Cita Lloret Mauri, que (367): “(…) La mayor parte de las obras que hoy perduran, las realizó en la década de los 60 (…). Son fáciles de distinguir todas sus obras, si bien ha empleado siempre la misma piedra, también tiene otros distintivos como son: Caligrafía: Empleaba una caligrafía característica suya, a partir de unas plantillas que se había fabricado propiamente [en las que son muy característicos la grafía de los números 4 y 5; y de las letras mayúsculas ‘A, M, S, T, Z’]. Zócalos: Empleaba zócalos del mismo pétreo en los panteones de caseta y en lugares singulares como son escalones dentro del panteón o peana. Esta loseta es una caliza macrocristalina, que podía estar acabada superficialmente con un abujardado que era lo más común. Firma: En las imágenes anteriores hemos visto los tres tipos de firma que empleaba. J. LL; J. Lloret Villajoyosa; o J. LL. Villajoyosa (…)”». (363). LLORET FERRER, Juan. Nacido el 17 de enero de 1934. Hijo del marmolista y escultor vilero Jaime Lloret Lloret. Entrevista realizada el 25 agosto, 2009. Villajoyosa. (364). Ibídem. (365). LLORET MAURI, Ángel Tomás. Nacido el 6 de mayo, 1979. Nieto de Jaume Lloret Lloret. Entrevista realizada el 25 agosto, 2009. Villajoyosa. LLORET MAURI, Ángel Tomás. Arquitecto Técnico. Estudio del estado actual y propuesta de intervención del panteón: El Cristo Crucificado. Villajoyosa. Mayo 2004. (366). Ibídem. (367). LLORET MAURI, Ángel Tomás. Arquitecto Técnico. Estudio del estado actual y propuesta de intervención del panteón: El Cristo Crucificado. Villajoyosa. Mayo 2004. Página 24.

(9). CARBONELL BEVIÁ, Lola. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa). Villajoyosa. 2015. www. Emblemática funeraria y artes industriales en el cementerio viejo de Villajoyosa.pdf Publicado en: Lola Carbonell Bev.blogspot.com Página 232. 11. Emblemática funeraria en el cementerio viejo de Villajoyosa. «(…) Como se ha visto en el capítulo anterior, fue en el siglo xix cuando se produce un despertar de la emblemática y simbología medieval, a través de movimientos artísticos como el Neogoticismo y Neoclasicismo.

«En el caso concreto del cementerio de Villajoyosa, la llegada en el año 1898 del artista funerario José Zaragozá Martínez, marcó un hito en la representación de la emblemática funeraria en el camposanto de Villajoyosa. José Zaragozá había estudiado Bellas Artes en Valencia, titulación que le hacía conocedor de las tendencias artísticas funerarias europeas del momento, y quizás también del concepto simbólico de los elementos que representó.

«Pero no todas las representaciones emblemáticas del cementerio fueron obra suya, sino que fueron encargadas también a otros marmolistas.

«¿Pero, la pregunta es la siguiente: fueron conocedores el resto de artistas funerarios que trabajaron para el cementerio de Villajoyosa del simbolismo de sus representaciones?

«Parece ser, que en algunos casos muy puntuales, sí, como es la representación del lagarto o dragón de pequeño tamaño, que reposa junto a una hoja de acanto y capullos de adormidera, y se halla ubicado en la sepultura de un médico.

«No es un hecho anecdótico que el artista funerario esculpiera un pequeño dragón o lagartija en el enterramiento de un galeno. El escultor conocía en el momento de realizar su obra, que la figura del reptil fue utilizada por las corporaciones de alquimistas, médicos y farmacéuticos (536). Pero tampoco hace suponer que la hoja de acanto y los capullos de adormidera surgieran al libre albedrío del escultor. ¿Por qué? Porque el acanto tiene un significado funerario: las tentaciones terrenales (537). / (Página 233)

«Mientras que la adormidera simboliza el consuelo en el letargo, ya que dicha flor induce al sueño (538).

«¿Por qué el autor representó la trilogía dragón-acanto-adormidera? Porque el concepto que quiso trasmitir era el de una persona perteneciente al corporativismo médico, que en el trance de la muerte tuvo que hacer frente a la dualidad existente entre las tentaciones terrenales –que le sujetaban a la vida física– y el consuelo del sueño eterno. Quizás este mensaje se dirigía más, hacia los familiares y amigos del difunto, cuando acudiesen a visitar su tumba (…)». (536). CHARBONNEAU – LASSAY, Louis. El Bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media. Nº 44. Traducción de Francesc Gutiérrez. Volumen I. Barcelona. Sophia Perennis. 1997. 2ª edición. Páginas 392, 396 y 397. «(…) A decir verdad, este simbolismo, como tantos otros, no parece haber traspasado los límites del circulo de alquimistas, galenos y boticarios, cuyos cenáculos o corporaciones, sobre todo hasta el Renacimiento, eran más que discretos con sus secretos y tradiciones profesionales (…)». (537). MUSQUERA, Xavier. Ocultismo medieval. El mensaje de los constructores. Colección Año/Cero. Madrid. América Ibérica S.A. 2003. Página 53. (538). CIRCULO DE LECTORES. El lenguaje de las flores. Ilustrado por Kate Greenaway. Barcelona. Círculo de Lectores. 1983. Sin paginar. Introducción.



Esculturas de animales en el arte funerario de los cementerios de la provincia de Alicante

CARBONELL BEVIA, Lola

Publicado en el año 2023 en la Revista de Folklore número 496.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz