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El estudio de la religiosidad popular es una parte indiscutible de la Etnografía que presenta diversas facetas para su investigación. En esta línea se inscribe el presente trabajo, que se centra en un libro, titulado «EXERCICIO COTIDIANO. ORACIONES PARA LA CONFESION Y COMUNION, Y PARA EL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA, CON OTRAS DEVOCIONES»[1]. En la portada, debajo del título que acabamos de citar, se indican los datos de publicación:
VALENCIA:
EN LA IMPRENTA DE ESTEVAN.
AÑO 1814.
Se hallará en la misma imprenta frente el horno de Salicofres.
En los siglos xviii y xix (indicamos estos porque, siendo una obra de comienzos del siglo xix la que en este artículo analizamos, sería leída –mayoritariamente–, y también compuesto e impreso, por personas nacidas en la centuria dieciochesca) eran muy frecuentes este tipo de libros[2]. ¿Qué tiene este, por tanto, que hace que lo consideremos interesante para estudiarlo en el presente trabajo? La respuesta es una serie de ilustraciones, en número de 25, en referencia a la Misa, en las que se representa cada uno de sus momentos, con dos acólitos, celebrando junto al altar, y sobre este se representa un retablo con un cuadro de temática religiosa, principalmente (aunque no sólo) momentos de la vida de Cristo. Estas ilustraciones llevan la firma de su autor, indicada con sus siglas, «B. T. F.» o «B. T.»[3] (esta segunda manera es la que más utilizó). A modo de muestra, reproducimos uno de estos grabados.
Antes de seguir, queremos indicar que, si bien las ilustraciones son las que llamaron nuestra atención, también nos animó a realizar el presente trabajo el hecho de que, habiendo buscado en los catálogos de la Biblioteca Nacional de Madrid y de la Biblioteca Valenciana, no hemos encontrado referencias a este libro, y tampoco lo hemos hallado digitalizado en Google Books, lo que indica que para los investigadores probablemente no sea fácil el acceso a esta obra. Y ello a pesar de que la impresión fue realizada en una imprenta de una importante familia de tipógrafos valencianos, de apellido Estevan, bien conocida por los historiadores, tanto que, incluso, es sabido el año en el que se asentó en la ubicación indicada en la portada del libro que aquí analizamos[4] Que no se conserven ejemplares en las bibliotecas anteriormente mencionadas no significa, obviamente, que sea una obra absolutamente inencontrable o desconocida en el mundo bibliográfico[5].
Volviendo a las ilustraciones, debajo de cada una de las 25 ilustraciones hay una frase; algunas aluden directamente a la temática de la imagen del retablo, como se podrá ver. Citamos aquí cada una de las frases, con la indicación de la página, siguiendo el orden en el que aparecen en el libro:
P. 36: «Cristo cargó sobre sí nuestros pecados, y satisfizo por ellos».
P. 38: «Los santos Padres deseaban la encarnación del Verbo Eterno».
p. 40: «Se pide á la Santísima Trinidad tres veces misericordia».
P. 42: «Ángeles y Serafines cantaban en el nacimiento del Hijo de Dios».
P. 44: «Dios se manifiesta á las gentes en la adoración de los tres Reyes».
P. 46: «Los Apóstoles predicaron penitencia».
P. 48: «Cristo predicó su doctrina por todo el mundo».
P. 50: «Fruto del Evangelio el confesar la boca lo que cree el corazón».
P. 52: «La doctrina de Cristo causa la fe, y las obras son el testimonio de ella».
P. 54: «Cristo entró en Jerusalen –sic– y los judíos entonaron alabanzas».
P. 56: «Principio de la pasion –sic– de Jesucristo nuestro bien».
P. 58: «Se acabaron ya las antiguas sombras y figuras».
P. 60: «Cristo fue levantado en la cruz despues –sic– de crucificado».
P. 62: «Cristo derramó por nosotros su preciosa sangre».
P. 64: «Cristo estuvo tres horas pendiente en la cruz».
P. 66: «Continuación de la pasión de Cristo y su muerte».
P. 68: «Las siete palabras de Cristo en la cruz».
P. 70: «Jesucristo baxó al limbo, y libertó los Santos Padres».
P. 72: «Al bendecir el pan en Emaús, los Discípulos le conocieron».
P. 74: «Jesus –sic– resucitado aparece á sus Discípulos, y les da la paz».
P. 76: «Cristo dió –sic– poder a sus Discípulos para perdonar los pecados».
P. 78: «Cristo comió con sus Discípulos antes de su ascensión».
P. 80: «Jesucristo subió á los cielos con su propia virtud».
P. 84: «Cristo, segun –sic– su promesa, envió al Espíritu Santo».
P. 86: «Explica la divinidad y humanidad de Jesucristo».
Nos hemos centrado, dentro de cada representación, en la parte del retablo con la imagen religiosa correspondiente; hemos colocado juntas las 25 (en la primera fila de la 1 a la 5, en la segunda de la 6 a la 10, y así sucesivamente) en una composición. El autor realizó las representaciones de modo que en una parte de las mismas el lector las ve de frente, mientras que en otra las escenas se muestran bien desde el lado derecho, bien desde el izquierdo, lo cual puede observarse especialmente en la inclinación del borde inferior. La composición es la de la fotografía de la siguiente página.
El montaje gráfico que hemos realizado es, en cierto sentido, la simulación de un «retablo de retablos» (dado que son imágenes que el autor de los grabados situaba en los retablos de sus representaciones), de ahí el título del presente trabajo.
De esta manera, proporcionamos a los estudiosos de la religiosidad popular una serie de representaciones de comienzos del siglo xix que podrían ayudar a conocer mejor el arte tipográfico al servicio de las devociones de personas de hace algo más de 200 años.
Para finalizar, no queremos dejar en el tintero que en el ejemplar en concreto que hemos consultado aparece en el vuelto de la portada un texto manuscrito, con escritura que bien puede corresponder a esas primeras décadas del siglo xix:
Me acuso de la soberbia, vanidad, ira, venganza, vanagloria, juicios temerarios, palabras ociosas, falta de dolor, propósito de la enmienda y más que podía y debía haber hecho en el servicio de Dios; de todos estos y demás pecados me acuso no como perdonados sino como cometidos en la vida presente y para que así sea vos, Padre mío espiritual, imponedme la penitencia que tengáis por conveniente.
Esto se dice al último de la Confesión[6].
Este tipo de oraciones era frecuente en la literatura religiosa popular de aquella época[7].
NOTAS
[1] No aparecen tildes en las palabras que componen el título. En nuestra transcripción reflejamos tal ausencia.
[2] Por ejemplo, en el mismo año, y también en Valencia, aunque en otra imprenta, se editó otro, con título parcialmente coincidente: Exercicio cotidiano, de diferentes oraciones para antes y después de la confesión y comunión. La Santa Misa, traducida del latín al castellano y la de difuntos recopilado de varios autores, Valencia: Imprenta y Librería de López, 1814. Citamos la referencia a partir del catálogo de la Biblioteca Valenciana.
[3] Las siglas B.T. corresponden a «Baltasar Talamanca», siendo B.T.F. «Baltasar Talamanca Fecit». Agradecemos a la Fundación Joaquín Díaz la información.
[4] JOSÉ MARÍA TORRES PÉREZ, «Pliego suelto fechado en 1781»: Revista General de Información y Documentación, 18 (2008) 147-159, concretamente p. 158: «José Estevan Dolz tuvo buena imprenta desde 1743, continuada por su hijo Estevan y Cervera».
J. E. SERRANO MORALES, Reseña histórica en forma de diccionario de las imprentas que han existido en Valencia desde la introducción del arte tipográfico hasta el año 1868, con noticias biográficas de los principales impresores, Valencia 1898-1899, p. 138-140: «ESTEVAN Y CERVERRRA, José / Hemos dicho en el artículo anterior, que las últimas obras que conocemos estampadas por José Estevan Dolz son de 1776; pero tres años antes de esa fecha hallamos impresiones de José Esteban y Cervera, á quien suponemos hijo de aquél y hermano de Miguel Estevan…» […] «Nació José hacia 1747…» […] «Estas últimas señas lleva al final la Gazeta de Valencia desde el núm. I, publicado el 7 de Junio de 1808, hasta el correspondiente al 7 de Noviembre de 1809 en que se insertó el siguiente
“Aviso. La imprenta de Josef Estevan, y el Despacho principal de este Periódico, se ha trasladado á la plazuela del Emperador Vich, enfrente del horno de los Salicofres, casa número I, donde se admitirán suscripciones…”».
[5] En repertorios bibliográficos aparecen referencias a sus ediciones de 1813 y 1814. Por ejemplo:
-VICENT SALVÁ, Catalogue of Spanish and Portuguese books, London 1826, p. 87.
[6] En la transcripción de este texto manuscrito en concreto actualizamos la ortografía, manteniendo el uso de mayúsculas que aparece en el original.
[7] Puede verse una similar, por ejemplo, en JOSEPH V. P., Perfecto diario del christiano, Madrid 1795, p. 664.