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Revista de Folklore número

487



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Ritual performático retomado, el Güije de la Bajada en San Juan de los Remedios, Cuba

HERNANDEZ MARICHAL, Yusmany

Publicado en el año 2022 en la Revista de Folklore número 487 - sumario >



Las leyendas: entre mitos y realidades

Aun cuando no existe una definición exacta sobre el concepto de leyendas, de manera general, se consideran como auquellas historias con elementos reales que tienen como objetivo la narrativa de hechos con aspectos que hacen alusión a lo extraordinario, sorprendente y sobrenatural: duendes, diablos, fantasmas, entre otros. Detrás de ellas, existe la posibilidad de que prevalezcan uno o varios mitos, por ello son transmitidas, de manera oral, de acuerdo a las particularidades de cada contexto sociocultural (Molina 2018).

Debido a la estrecha relación que guardan con el folklore, se insiste en investigar los saberes locales: leyendas, historias y mitos. Se necesita ir a sus particularidades, las relacionadas con figuras míticas o con elementos simbólicos que sucedieron tiempo atrás; por lo que «es tarea de la antropología y las ciencias afines de mostrar la otredad y la diversidad cultural como elementos constitutivos que nos definen e identifican» (Vera 2018, 26).

Como parte del proceso de colonización en Cuba, la mayoría de sus pueblos poseen fábulas, cuentos, mitos e historias. San Juan de los Remedios cuenta con un rico patrimonio oral, muestra de ello son las leyendas, las cuales se trasmiten de generación en generación y se mantienen vivas como parte del imaginario colectivo. Por sus características, una de las más destacadas lo constituye el Güije de la Bajada.

El presente escrito tiene como objetivo general: Analizar la leyenda el Güije de la Bajada como un ritual performático retomado en las Fiestas de San Juan Buatista. Algunas de las interrogantes que alimentan el trabajo son: ¿Qué características tiene el Güije de la Bajada en San Juan de los Remedios que se convierte en un ritual performático retomado en las Fiestas de San Juan Buatista?, ¿Qué relación guardan drama social y performance en este ritual?

Se utilizó el método etnográfico y las siguientes técnicas: observación participante, entrevistas semiestructuradas, testimonios y análisis de documentos. La investigación es resultado de una experiencia de trabajo de campo en la villa, como parte de la tesis de maestría. Se inicia el trabajo con una descripción etnográfica sobre las Fiestas de San Juan Bautista como marco general y después un análisis de la leyenda como un elemento importante en la festividad.

Las Fiestas de San Juan Bautista, reencuentro de tradiciones y leyendas

En Cuba, muchos son los pueblos que conservan la tradición española de realizar la celebración de las fiestas patronales. Los días 23 y 24 de cada año, en decoro al santo patrono San Juan Bautista, se celebran dichas festividades en Remedios, considerada la Octava Villa de Cuba, las cuales de origen religioso fueron asimiladas por la población local que les adjudicaron un carácter popular.

Aunque para varios especialistas entrevistados, el San Juan en el pueblo data de 1722, según la historiadora de la ciudad María Victoria Fabregat Borges: «Estos júbilos comenzaron desde mucho antes. Después del triunfo de la Revolución el 1ro de enero de 1959 hasta la actualidad, esta festividad no ha dejado de celebrarse».

El 23 de junio de 2018 me levanté bien temprano con el sobresalto de esperanza como investigador de que, coincidentemente durante mi trabajo de campo, se realizarían las Fiestas de San Juan. Temprano en la mañana partí al Centro Histórico Urbano (CHU) para observar la preparación y luego el desempeño de dichas fiestas sanjuaneras.

Al llegar, observé cómo construían siete casas en cada esquina del parque de la ciudad. Un palo se erguía hasta una altura de seis metros aproximadamente, un puerco ensebado gritaba dentro de una jaula, más de diez sacos se encontraban puestos en la banqueta de la Galería de Arte, y una soga se tendía desde el centro cultural La Tertulia hasta un arco del parque José Martí que sostendría un ganso amarrado por las patas cabeza abajo.

Se sentía la euforia de los pobladores porque llegaran las 10:00 pm, hora en que comenzaría la gala que daría comienzo a la festividad. Inició a la hora prevista y como de costumbre, el cielo estaba nublado y algunas lloviznas caían, algo que nunca deja de acontecer como hecho mítico: la Leyenda de Patricio, según los pobladores.

Se interpretaron canciones de compositores del pueblo y se escenificaron las leyendas centenarias de la villa, hasta que llegadas las doce de la noche se llevó a cabo la captura del güije unido a la quema de las siete casitas, como símbolo de ahuyentar los demonios de diversas épocas que transitan el pueblo y perturban a sus habitantes.

El 24 de junio amanece y me preparo para asistir a las fiestas. A las tres de la tarde comienzan las actividades, hombres encima de caballos y otros en motos se alistan para ver quién de ellos, a rápida velocidad, arrancase el pescuezo del ganso. Solo se podía pasar debajo del animal una vez por concursante. Muy atento observé que en el intento número trece, un joven de aproximadamente 30 años se llevaba el triunfo.

Al terminar esta actividad, habitantes y extranjeros empezaron a disputar el triunfo en las carreras de sacos donde hombres y mujeres, juntos todos, saltaban cincuenta metros aproximadamente hacia la meta como botín de que el nombre del ganador estuviese inscrito en el olimpo de los triunfadores de los juegos de las fiestas sanjuaneras.

Terminada la carrera, todo el pueblo presente en la plaza, esperaba a que se abriera la jaula donde un cerdo negro lleno de cebo fuese el objetivo de captura como parte de esta actividad. Muchos pobladores y extranjeros se lanzaban para capturarlo y dicho animal se les resbalaba dentro de las manos, hasta que veinte minutos aproximadamente luego un hombre lo capturó.

Solo faltaba subir el palo encebado, el cual este año no hubo quien retirara la bandera de su cima como símbolo de triunfo. Terminado los juegos aproximadamente a las 7:00 pm, muchas personas partían a sus casas y otras se quedaban en los alrededores de la plaza en el festejo junto a familiares y amigos que aún vivían en el pueblo y otros que habían emigrado dentro y fuera del país pero que regresaban a su terruño en tan emblemática fiesta.

El Güije de la Bajada, performance y drama en un ritual

Victor Turner, exponente de la metáfora dramática y performativa en la Antropología Inglesa y considerado el antropólogo del ritual por antonomasia, se interesa por determinar el significado del ritual en general. A partir de esto, en su experiencia de trabajo de campo, para Turner los dramas sociales tienen una doble impresión: artística y científica. Esta última perspectiva, le revela a Turner las relaciones taxonómicas entre los actores y las relaciones más informales; desde un punto de vista artístico resaltan las habilidades retóricas, estilos personales y las diferencias estéticas y morales que le permiten observar el poder de los símbolos en la comunicación humana (Turner 1974, 1988, 1996).

Turner para describir los procesos que observa en la vida cultural, indica que muchos de estos tienen una forma dramática. Expresa que esos procesos en términos de drama, rompen con una de las convenciones de la antropología: la utilización de metáforas o modelos basados en las ciencias naturales; discordia que lo ubica dentro de los antropólogos interpretativos (Turner 1974).

Mediante la elaboración del concepto de drama social, que se incorpora al campo de la sociología y la antropología posmoderna, Turner explora los aspectos psicológicos y subjetivos de la cultura; donde a través de ello crea una particularidad de análisis: análisis procesual, indiscutiblemente opuesto al análisis estructural-funcional, ya que el primero expresa la dinámica (Turner, 1974). De manera general, en sus observaciones aboga por la dinámica social, donde incluye el aspecto cultural.

A diferencia de sus antecesores interesados en el orden y el equilibrio, privilegia a la liminalidad (antiestructura) ya que concibe al mundo de vida, de cierta forma, inestable, proclime al cambio, repleto de momentos que, muchas veces, desestablizan estructuras y producen divisiones (Turner 1974).

Por su parte, Rodrigo Díaz visualiza al ritual para pensarlo, analizarlo y describirlo desde una perspectiva metafórica: «una forma donde se vierten contenidos…» (Díaz 2000). Lo observa como un medio de expresión, lo cual dice y significa. El autor hace énfasis en las maneras en que comunica, donde a partir de esto, ya empieza la acción performática de los rituales: «cómo lo dicen, cómo reordenan, dan continuidad a la experiencia» (Díaz 2000).

La noche San Juan es para los pobladores y extranjeros, la fiesta donde se palpan experiencias performáticas a partir de una escenificación de leyendas y tradiciones que han sobrevivido en el decursar de los siglos. La villa como anfitriona, enseña sus galas ancestrales para el deleite que se repite cada año.

En Remedios, se da un ritual de gran importancia para los pobladores, la llegada del güije de la bajada a las Fiestas de San Juan, un personaje que vive en el agua y que nació de una leyenda campesina de hace aproximadamente 200 años (Batista 2015).

¿Cómo vivir ese ritual?

Como forma de conducta, Schechner plantea que el performance tiene una estructura básica que engloba las diversas modalidades tanto del drama estético como del ritual y el drama social. Este modelo básico del performance se compone de una secuencia de comportamientos que se inicia con la reunión de un conjunto de individuos en torno a un centro o alrededor de un suceso inesperado, en el cual se ejecutan acciones, y tras la experiencia de ese acontecimiento, reflexionan sobre lo acontecido. Esta transformación se puede dar en la estructura social de los participantes, en los actores que experimentan un arreglo temporal de sus personalidades o en la percepción u opiniones de los asistentes a un drama estético (Schechner, 2006).

En la noche del 23 de junio, la leyenda más distintiva y que siempre se repite aunque otras se escenifiquen es la captura del güije, la más amada por los pobladores remedianos, representada por un personaje burlesco y velludo, como si fuese un demonio, perseguido y capturado por siete jóvenes primerisos nombrados Juan y llevados ante el sacerdote del pueblo, pero siempre escapa hasta su captura el año siguiente. Así, la leyenda el Güije de la Bajada convertida esa noche en la antiestructura denominada por Turner (1974), se covierte en un ritual performático retomado en las Fiestas de San Juan Buatista.

Conclusiones

Las leyendas están arraigadas al folklore y las tradiciones orales, las cuales poseen un valor simbólico y mitológico. Al ser caracterizadas por su multifuncionalidad fortalecen y determinan la identidad cultural de las comunidades, y al estar impregnadas a las costumbres de cada cultura, poseen un carácter geográfico, histórico y etnográfico.

Si bien se han realizado investigaciones sobre las leyendas en San Juan de los Remedios, este estudio se caracterizó por observar cómo el Güije de la Bajada, se convierte en un ritual performático retomado en las Fiestas de San Juan Bautista mediante un juego de: performance, drama, mito, simbolismo, agencia, experiencia, fantasía e imaginación:

Ritual performático retomado

Esta es la hora, el drama de los aparecidos cada verano…

Tiende la vid su corola a remedianos los 23 de junio.

Aptos acogen lo suyo,

el rito diario de una reunión en medio de la plaza,

cuando el cucú canta su nocturno.

Otros días ajenos al convite

la soledad invade los portones altos

pero en la fiesta patronal se retoma…

la hidalguía de los Juanes

en la fallida captura año tras año,

Los primerizos llamados por el mismo mote

poseen a remedianos y le imponen nombre,

como un daguerotipo colgado

que recuerda ciclo de fundación.

Repetido, es la palabra cercana

en el empeño de capturar a un güije,

que siempre escapa

ante siete hombres que lloran su desgracia,

en una reunión que se ha convertido en

ritual de plaza,

símbolo de tradiciones ancestrales.

Estar en la captura,

es ofrenda por la sangre de los que nos antecedieron,

es acto performático de futuro sempiterno.

Yusmany Hernández Marichal
Sociólogo y antropólogo
Universidad Iberoamericana, Ciudad de México




BIBLIOGRAFÍA

Batista, René. «El Güije de la Bajada, una leyenda remediana» Islas, 57, núm.178, pp.296-298. (2015).

Díaz, Rodrigo. «La trama del silencio y la experiencia ritual» Alteridades, 10, núm. 20 (2000).

Molina, Marco Antonio. Leyendas urbanas y tradicionales en el México del siglo xxi. Fantasmas, aparecidos, personajes tradicionales y seres protectores. Historias contadas por estudiantes universitarios. México: Universidad Autónoma Metropolitana (2018).

Schechner, Richard. «Ritual. Performances Studies». An Introduction. London & New York: Routledge (2006).

Turner, Victor. Dramas, Fields and Metaphors. Ithaca and London. Cornell University Press (1974).

____________El proceso ritual. Estructura y antiestructura. Madrid: Editorial TAURUS (1988).

____________ Schism and Continuity in an African Society. Manchester: Manchester University Press (1996).

Vera, Gabriela. «Leyendas de México. Una introducción desde la antropología» En Leyendas urbanas y tradicionales en el México del siglo xxi. Fantasmas, aparecidos, personajes tradicionales y seres protectores. Historias contadas por estudiantes universitarios, editado por Marco Antonio Molina, 19-37. México: Universidad Autónoma Metropolitana, 2018.



Ritual performático retomado, el Güije de la Bajada en San Juan de los Remedios, Cuba

HERNANDEZ MARICHAL, Yusmany

Publicado en el año 2022 en la Revista de Folklore número 487.

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