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Revista de Folklore número

482



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Los efectos que provocó la mortífera pandemia covid-19 en la fiesta de moros y cristianos

GARCIA ARLANDIS, Alfred / MARTINEZ POZO, Miguel Ángel

Publicado en el año 2022 en la Revista de Folklore número 482 - sumario >



Resumen

A través del siguiente artículo profundizaremos en las dificultades y consecuencias que ocasionó el COVID-19 en una de las festividades más internacionales de la Península Ibérica: la fiesta de moros y cristianos.

Palabras clave: Covid-19 | moros y cristianos | rituales festivos | fiesta | tradiciones

The effects of the deadly covid-19 pandemic on the moors and christians festival

Abstract

In the following article we will take a closer look at the difficulties and consequences that COVID-19 had on one of the most international festivities of the Iberian Peninsula: the Moors and Christians festival.

Keywords: covid-19 | moors and christians | festive| rituals | party | tradition

I. Introducción

La tristeza desbordada propia de las pandemias se presenta entre los contrastes de una fiesta genuina y alegre como es la de los Moros y Cristianos. La magia de esta celebración radica en la fusión insólita de afecciones y emociones que expresan magistralmente el sentir de dos culturas enraizadas a su tierra.

Ha cobrado renovada vigencia la preocupación y especulación por las pandemias que ha padecido el ser humano (Pérez, 2020). Desde los inicios de los tiempos, la humanidad ha estado expuesta a todo tipo de transformaciones y azotes biológico-sanitarios y climáticos (Sánchez, 2021:7-13). La historia de la evolución del ser humano nos proporciona numerosa información de las enfermedades infecciosas que ha padecido (Gonzálvez y García, 2013:63-82). Retrocediendo a los tiempos de las primeras civilizaciones quedan testimonios de las plagas que diezmaron sus sociedades. En época antigua aparecieron epidemias como la Influenza, localizada inicialmente en Babilonia (120 a.C.) y seguidamente expandiéndose por territorios asiáticos. También causó verdaderos estragos la pandemia de Atenas (430 a.C.) a la que Tucídides refirió en su crónica (Tucídides, 2013: 430). Más tarde, la peste Antonina (105 d.C.) afectó a todo el Imperio Romano y la peste Cipriana (249-262 d.C.) provocó la devastación en la población del mismo territorio dominado por los romanos.

Ya en el medioevo la primera calamidad sufrida por la sociedad fue la Justiniana (542 d.C.), la cual fustigó Europa y Asia (Sales-Carbonell, 2020). Además, esta pandemia coincidió en el tiempo con otras enfermedades como el cólera, la difteria e incluso la viruela(Carreras, 2010:31). Pero, en efecto, el cataclismo demográfico medieval lo originó la Peste Negra (1347-1382), desplegándose desde Asia al norte de África y Europa, afectando a un total de 60 millones y 25 millones de fallecidos(Austin, 2003), respectivamente. La sociedad del periodo moderno sucumbió a la peste Bubónica (siglos xvi-xviii). Por lo que se refiere a la época contemporánea, la gripe (1918-1919) originaria de Kansas se propagó por todo el globo terráqueo, alcanzando a toda su población (Bordera y Francés, 2008: 91-126). El presente reencuentro con las epidemias lo ha provocado el COVID-19. En fin, tifus, peste, gripe, cólera, fiebre amarilla, etc, por enumerar unas cuantas, supusieron un desastre demográfico y económico para las diferentes sociedades que las sufrieron. Si bien, los procesos de salud pública propiciaron la erradicación de estas enfermedades contagiosas, en muchos casos.

La gran plaga emergente que azotó Asia a finales de 2019 y principios de 2020 se difundió, además con una voraz rapidez, por los países mediterráneos orientales hasta alcanzar a España y afectar, notablemente más tarde, a toda la población mundial en un breve espacio temporal.

El COVID-19 como enfermedad social supuso un gran desastre económico y demográfico para la población mundial. En este sentido, la sociedad española no fue una excepción y sufrió sus consecuencias, afectando en demasía la vida y el día a día del conjunto social del país.

La enfermedad contagiosa del COVID-19 se transmite de un individuo enfermo a otro sano por contacto personal o a través de los objetos utilizados por el enfermo. La infección se inocula por intermedio del aparato respiratorio. Los glóbulos blancos de la sangre y los anticuerpos, fabricados por el propio organismo, actúan contra los microbios para anular sus efectos pero, la infección del COVID-19 es tan voraz que sus microbios logran vencer a todos los mecanismos de defensa, multiplicándose y desarrollándose activamente, liberando gran cantidad de sustancias nocivas para el organismo que afectan a las funciones esenciales y la estructura básica de las vías respiratorias.

Con la rápida expansión del virus, ciertamente, las autoridades sanitarias promovieron la práctica de medidas para combatir la epidemia entre las que destacaron la aplicación de normas de higiene, el control de las aguas residuales y la vacunación general de la población, más tarde.

Sin ningún atisbo de duda, el ser humano a lo largo de la historia ha sabido sobreponerse a cualquier contratiempo, adaptándose a las circunstancias y, asimismo, proponer medidas de control para salir triunfante, aunque con el doloroso desconsuelo de ver como una parte de la sociedad sucumbe a las penalidades de las pandemias. Evidentemente, las catástrofes epidémicas no pueden evitarse pero sí combatirse.

Así bien, la salud y el bienestar han sido una preocupación habitual a lo largo de los siglos y más si cabe en estos últimos tiempos donde predominan las políticas encaminadas a la ecología y protección del medio, del cual somos todos beneficiarios absolutos, repercutiéndonos negativamente las metamorfosis (Sánchez, 2021) que motivamos sobre él, continuamente.

Grosso modo la clave para entender la cuestión que se abordará en este suscinto estudio está en el título, los efectos que provocó la mortífera pandemia COVID-19 en la fiesta de Moros y Cristianos. No es el cometido de esta investigación, por tanto, el de abordar las vicisitudes de cada una de las epidemias que ha sufrido el género humano. En este caso, claramente profundizaremos en las dificultades y las consecuencias que ocasionó el COVID-19 en esta manifestación festiva aquí estudiada.

Vislumbrar la evolución y frecuencia de la aparición de las plagas que, al mismo tiempo, han tenido un grado de difusión especialmente notorio en la sociedad, nos muestra la fragilidad del ser humano en estos tiempos donde se levantan exultantes los medios tecnológicos en contraposición a la vida que desarrollaron nuestros ancestros. Una de las paradojas más sorprendentes de la epidemia radica no únicamente en su afectación negativa de la salud y la demografía, sino en la determinación de un carácter de melancolía donde la ansiedad invade a la población. Es aquí donde la fiesta tiene un papel importante, revitalizando y sirviendo de vehículo para el goce social y colectivo (García, 2020: 53-56) porque esta forma parte de un pueblo que, durante los trescientos sesenta y cinco días del año, trabaja por y para ellas con una ilusión sustentada en la esperanza de poderlas, no solo ver, sino disfrutar y vivir intensamente (Martínez, 2015: 298). Como bien nos dice Barthes, R. «la fiesta es lo que se espera» (Barthes, 1981). Y, a pesar del confinamiento, los pueblos estuvieron quizás más unidos que nunca porque la fiesta actuó como communitas (Turner, 1988). Sea el pueblo que sea, durante los días que coincidían con los festivos locales y que recordaban los momentos en los que las calles debían estar llenas de luz, multicolor y música, se vivió, gracias a las redes sociales, en comunidad.

II. Suspensión de la fiesta de moros y cristianos

La jovialidad entusiasmada de la fiesta de los Moros y Cristianos anima y ocupa una parte importante del calendario festivo de los municipios de la península Ibérica. El ritual festero muestra la efusión con los vínculos históricos de conquista medievales y la coexistencia (García, 2021:108-110) de las culturas en un periodo de transformaciones constantes que fructificaron en la génesis del estado moderno (García, 2021). Y es que, la fiesta de moros y cristianos es hoy un encuentro y diálogo entre culturas y religiones, un recuerdo de diferentes episodios históricos que, reflejados en «el moro» y en «el cristiano» nos han llegado hasta nuestros días (Martínez, 2015-2021). Un ritual que se orienta hacía el entendimiento y hacia la promoción de los valores éticos y cívicos relacionados con el Programa Mundial de los Derechos Humanos establecidos por la UNESCO.

El COVID-19 y, generalmente, las enfermedades infectocontagiosas tuvieron un papel importante en la mortalidad durante los siglos xix, xx y el inicio del xxi. Estas afecciones virulentas han sido las principales responsables de las debacles demográficas en periodos cortos de tiempo, con una alta mortalidad desencadenada por algún tipo de especie morbosa.

La pandemia del COVID-19 conllevó una desestabilización financiera y demográfica para todo el país. Si bien, la hecatombe económica fue el resultado de la anulación del comercio no esencial por las medidas adoptadas por el gobierno de la nación, teniendo como consecuencia indiscutible el cese de la labor de la industria festera. Esta situación provocada por la epidemia fue coyuntural en diversos ámbitos, favoreciendo la subida de precios, cierre de empresas, interrupción de la actividad de los servicios considerados no básicos, etc.

El estado de alarma aprobado por el Gobierno de España, en 2020 ante la crisis sanitaria, ocasionó un vendaval de suspensiones festeras y, además, socavó la moral de los vecinos, las instituciones y las localidades que optaron por posponer las celebraciones. La entidad que agrupa un número importante de municipios que desarrollan estos rituales de exaltación medieval, UNDEF (Unión Nacional de Entidades Festeras de Moros y Cristianos), fue comunicando semanalmente, a través de un documento que subía a redes sociales, el listado de localidades que iban decidiendo la suspensión de su fiesta. Por otra parte, había poblaciones que mantuvieron la esperanza y, o bien no comunicaban su cancelación o anunciaban su aplazamiento, en un primer momento a otros meses.

Los festeros y el sector industrial que abastece las celebraciones fueron los principales damnificados ante la epidemia. Los primeros, por no poder llevar a cabo la fiesta, mientras que por lo que se refiere al segundo elemento, el conglomerado de empresas que nutren la fiesta; artesanos del metal, ballets, alquiler de carrozas, servicios de catering, iluminación y sonido, calzado, bolsos, cinturones, maquillajes, arcabuces y cantimploras de pólvora, fotografía y vídeo, confección y alquiler de indumentaria, etc, vivieron con incertidumbre la situación, viendo además mermadas sus oportunidades de negocio. Es más, hubo empresas incluso que suscribieron y publicaron en redes sociales un comunicado[1] proponiendo, en un primer momento, la no anulación de la fiesta de Moros y Cristianos y su traslado a fechas distintas del calendario habitual. A estos dos componentes iniciales cabría incorporar otro, el de las agrupaciones musicales que vieron mermadas sus actuaciones a lo largo y ancho de la geografía española ocasionando, en algunas de ellas, su actual desintegración.

Bien es cierto que un clima de tristeza invadió el espíritu festero ante las noticias continuadas del COVID-19. La homogeneización en cuanto a las decisiones de posponer las fiestas fue un hecho, con el paso del tiempo, asumiendo todos los participantes en la celebración, las bandas de música y empresas que ante una situación excepcional como la vivida y padecida, las poblaciones e instituciones que organizan y programan en su calendario festivo el desarrollo de los actos tenían que tomar decisiones dolorosas pero necesarias por el bien social colectivo.

III. La génesis de actos sin reconocimiento de oficialidad durante la pandemia y el confinamiento

La fiesta de Moros y Cristianos siguió presente en los momentos más difíciles de la epidemia. La situación sanitaria no mermó, en ningún momento, las motivaciones de los festeros y las festeras. Todos se vieron forzados a estrechar la mano, a firmar treguas y a compartir sus pensamientos. Ciertamente, aunque la exaltación festera no esconde sus imperativos, exigencias y obligaciones, el confinamiento hizo que se desarrollaran todo tipo de actividades de rememoración, desde casa, con la finalidad de suplir la no celebración y el sentimiento de melancolía que invadía a los festeros y las festeras.

En una sociedad tan individualizada como la actual, el vínculo simbólico a través de la red mitigó el sufrimiento y la carestía festera. Un principio de voluntariedad en las relaciones sociales actuó como terapia para combatir el desasosiego. Esto, en gran medida, supuso un contrapeso entronizado a las obligaciones oficiales que conforman el organigrama festivo. Asimismo, confirma que no es posible establecer fronteras a la alegría y tampoco fijar límites a la innovación del ritual festero y es que la fiesta es capaz de mutar, sobrevivir y adaptarse con enardecimiento a una nueva situación. De ahí su capacidad camaleónica (Martínez, 2015: 318).

Los cambios experimentados durante el COVID-19 por la sociedad moderna favorecieron la búsqueda de actividades que no menguaran el sentimiento festero, y al mismo tiempo de tristeza, derivado por la situación pandémica. Si bien, hubo acciones que mostraron que la fiesta es capaz de mutar, sobrevivir y adaptarse con enardecimiento a la nueva situación.

Las actividades desarrolladas durante la pandemia fueron numerosas, además de originales. Tal fue el caso de Llutxent que a menos de un mes para desarrollar su fiesta de 2020 y en la cúspide de la epidemia, tuvo que cancelarla, realizando un nutrido grupo de festeros un acto no reconocido de oficialidad pero sí de emotividad. Desde casa, llevaron a cabo la exaltación al candidato a capitán a través de las redes sociales. Si bien, este acto no obtuvo el reconocimiento de oficialidad, manteniendo, por tanto, el cargo de capitán la misma persona que lo disfrutó en 2019, Carlos Lorenzo. Este, fue uno de los ejemplos de las ganas de regocijarse y mantener viva la celebración. El mismo día, la filá Templaris de Llutxent presentó un vídeo con todos sus miembros caracterizados individualmente en sus hogares y la filá Safires preparó un documento musical donde sus afiliadas desfilaban, una a una, emulando la entrada de las tropas Moras y Cristianas a la población. Además, la entidad que aglutina a todas las filás propuso un programa virtual, ante la imposibilidad de realizar su fiesta en abril. En efecto, en las actividades participaron los embajadores de la fiesta de Moros y Cristianos, el presidente de la Germandat y su directiva. Los actos emitidos por las redes sociales fueron los parlamentos Moro y Cristiano, la entrada de los tropas moras y cristians de 2019 y la ofrenda, pero todo ello de forma audiovisual. Es decir, se editaron los archivos filmados de todos los actos, con anterioridad, y cada día se difundió uno por las redes sociales. Si bien, los oficios religiosos sí se desarrollaron, participando únicamente la directiva de la Germandat de Moros i Cristians de Llutxent.

En la Región de Murcia, Cieza, dedicaron una Semana cultural a diferentes actividades programadas, entre las que destacamos, ciclo de conferencias para conocer la historia de sus fiestas, programa ¡A cocinar! y un cuentacuentos finalizando el día 26 de abril con la interpretación del himno de la Invasión compuesta por Francisco García Alcázar. En cuanto a la población de Abanilla, durante su Medio Año festero, organizó un concurso online sobre conocimientos de la historia de las fiestas adaptado a las diferentes franjas de edades con el fin de hacer partícipe a todas las generaciones.

En el sur peninsular, la localidad granadina de Benamaurel realizó una programación especial donde, desde sus casas y a través de las redes sociales, por medio del canal del Ayuntamiento, se retransmitieron las novenas y misas en honor a su Patrona. A su vez, fueron retransmitidos los desfiles de 2019, la representación del autosacramental «Cautiverio y Rescate de Ntra. Sra. La Virgen de la Cabeza» conocido popularmente como Los Papeles y considerado, junto con Zújar, como la fiesta de moros y cristianos de mayor contenido literario de cuantas se celebran en España (Martínez, 2021), así como desfiles de los años 80 y 90 del siglo xx gracias a la cesión de los mismos por parte de José María Sánchez Fernández. Si bien es de destacar el Gran Maratón Festero presentado por Rafael Troyano y Benicia Hernández que se realizó el sábado 25 de abril desde el Salón de Plenos del consistorio donde contó con la conexión de todos los protagonistas de la fiesta (reinas de fiestas, pregonero, presidentes de las comparsas, hermandad, autoridades, benamaurelenses emigrantes, etc) existiendo entrevistas, vídeos de ediciones pasadas, actuaciones de charangas participantes en la fiesta así como el repique de campanas. Un programa el cual, desde un punto de vista emotivo, acogedor y cercano, fue visto en los cinco continentes teniendo una repercusión mundial y sirviendo para esta población, de menos de 2500 habitantes, en un escaparate a nivel internacional.

Otros núcleos urbanos que siguieron la misma estela que Llutxent fueron Monforte del Cid y el Campello que, a inicios de mayo, propusieron el Medio Año de la fiesta de Moros y Cristianos desde los balcones. La primera localidad adaptó las actividades a las circunstancias del momento, mientras que la segunda desarrolló actos virtuales como la ofrenda floral, la mascletá, la ornamentación de balcones y la emisión de un concierto de música festera grabado. Días más tarde, Biar estrenó el documental en realidad virtual de Judith Samper con el título, Ecos de Fuego y Vida de Moros y Cristianos, una tradición centenaria. El documental en cuestión estaba rodado en 360º y tenía una duración de 14 minutos, aproximadamente. Cabe resaltar que fue editado en castellano e inglés y se estrenó la misma jornada que debió llevarse a cabo la entrada de los ejércitos moro y cristiano a la ciudad. El municipio de Petrer también celebró la festividad desde casa, el 12 de mayo con un variado elenco de propuestas como el homenaje y aplauso a las rodelas desde los balcones, la misa en honor al patrón, la emisión musical del pasodoble Petrer, la decoración de balcones, el concurso de cortos i finalmente el kahoot festero. Asimismo, del 19 al 24 de mayo, la población de Salinas (Alicante) emitió a través de las redes una diversidad de actos de años anteriores como el pregón de 2015 y 2018, la embajada de 2018, la entrada de bandas de 2018 y 2019, la entrada a Salinas 2019, la retreta de 2017 y 2018, las embajadas y entradas Mora y Cristiana de 2013, 2018 y 2019.

En la localidad almeriense de Vera, a finales de mayo principios de junio, dentro de su Semana Cultural realizaron, como aspecto novedoso e innovador, las I Jornadas Internacionales con el fin de extender sus lazos y relaciones con el continente americano contando con la conferencia online «Moros y cristianos, España-América: El caso de los Guancascos (Honduras)» a cargo del antropólogo de la Universidad de Panamá en Honduras D. Mario Andón Mejía. Pero también es de destacar su Ajedrez Viviente Virtual, un evento ya integrado totalmente dentro del calendario de Moros y Cristianos y donde participaban los niños de los cuatro colegios locales. En este 2020 fue emitido en streaming por redes sociales y web, una partida especial entre el bando moro y cristiano pudiendo acceder, a través de un link, a un tablero virtual con fichas modeladas en 3D personalizadas pudiendo interactuar con fichas y tablero y reviviendo la partida con los textos recitados en cada movimiento. Al igual que su localidad hermana de Benamaurel, el 6 de junio de 2020, llevaron a cabo un programa especial siguiendo un mismo estilo.

El 22 de junio, Moraira programó la fiesta virtual de Moros y Cristianos con actividades como el saludo de los capitanes, la conquista mora y cristiana, así como el desfile de gala. A finales de julio, La Vila Joiosa decidió mantener la llama de ilusión festera con la difusión de embajadas de Moros y Cristianos a través de las redes sociales.

Fueron muchas las poblaciones que decidieron reinventarse en los sucesivos meses creando programaciones de actividades entorno a sus días grandes con el fin de mantener viva la llama de la fiesta entre sus vecinos. Por poner algún ejemplo más, citar la localidad gaditana de Benamahoma y la jiennense de Campillo de Arenas las cuales realizaron audiciones de las fiestas y luchas por las calles de su población así como el disparo simbólico de trabucos; en Carchelejo (Jaén) convocaron el I concurso de fotografía de la fiesta, fomentando la participación del pueblo y de aquellos que, renaciendo del mismo y siendo espectadores o agentes activos en la misma, viven fuera, así como diferentes video montajes destacando el de su embajada al igual que se hizo en Molvízar (Granada) donde se utilizaron lugares emblemáticos del pueblo para su grabación y puesta en escena.

En 2021, idéntica labor efectuaron las instituciones festeras con la finalidad de motivar y mantener la esperanza y el ánimo de la fiesta de moros y cristianos. En términos generales, se desarrollaron actividades como las de la localidad valldalbaidina de Llutxent que ante la imposibilidad de realizar su fiesta en abril presentó una programación en la que únicamente participaron los miembros de la Germandat de Moros i Cristians. El repertorio aglutinaba propuestas como la Hissada de Banderes, la misa en honor a los festeros difuntos, la ofrenda a la Santa Faz y el homenaje a los festeros difuntos en el cementerio de la población. En el caso de la localidad de Benamaurel sus actividades fueron idénticas al del año anterior destacando el Programa Especial realizado el 22 de abril. En Alcoy (Alicante) se organizó, entre otros actos, una serie de exposiciones, presentación de la revista, ofrenda floral así como la gala «Alè de festa» en el Teatro Calderón. En Jumilla (Murcia) se hizo el izado de banderas en el castillo y un concierto festero.

Destacar el 5 de junio de 2021, en la Plaza de Toros de Vera donde se realizó un «desfile exhibición de moros y cristianos»; un evento sin precedentes en toda la Península fruto de los datos esperanzadores en los que nos encontrábamos por entonces. Todo ello con aforo muy limitado y reducido, y una participación muy representativa, con muy pocas personas y guardando el distanciamiento establecido. Un acto que contó con una gran repercusión mediática.

Hubo la incorporación de otras poblaciones a las celebraciones de Moros y Cristianos con actos minoritarios que no congregaban un numeroso público. Ontinyent celebró en febrero el Mig Any Fester con una planificación adaptada a las características sanitarias derivadas de la pandemia. Entre las principales realidades festeras desempeñó la exposición virtual, la conferencia festera en streaming, la visita guiada al museu fester, la misa para los difuntos y en agosto del mismo año, un concierto de música festera y actos religiosos. Denia, el 26 de julio programó actos simbólicos para que la fiesta estuviese presente entre sus ciudadanos. Las manifestaciones culturales y festivas fueron numerosas, realizando actividades como el desfile virtual infantil, la colocación de banderas en el castillo, el coloquio sobre los 40 años de fiesta, el concierto de música festera, etc. En Andalucía, gracias a la Asociación para el Desarrollo Rural de Sierra Mágina se elaboró una exposición itinerante de ropas de fiestas de moros y cristianos de distintas localidades andaluzas así como, en octubre, una Jornada Temática sobre la fiesta de moros y cristianos de Jaén con conferencia inaugural y mesa redonda. En Sierro (Almería) y en las poblaciones granadinas de Quéntar, Aldeire y Orce organizaron una serie de conferencias dentro de sus programaciones culturales. En Molina de Segura (Murcia), el último fin de semana de octubre, tuvo lugar el I Simposium Nacional de Arcabucería celebrado en Molina de Segura con un éxito rotundo de participación así como en Lleida tuvo lugar el VI Encuentro de Embajadas de fiestas de moros y cristianos el 13 y 14 de noviembre.

Sí que queremos destacar un aspecto de gran relevancia: la importancia y apuesta que durante el confinamiento se le dio al conocimiento de la fiesta en general y de sus fiestas en particular de cada población a través de juegos interactivos, conferencias y charlas online impartidas por investigadores y especialistas en la materia como se dio en numerosas poblaciones. Un aspecto que desafortunadamente en la normalidad suele estar apartado de las programaciones dándole mayor énfasis a lo lúdico que a lo propiamente cultural e histórico, o más bien, académico.

Como se desprende de los datos expuestos en la investigación, las redes sociales han estado presentes en este tiempo y, al mismo tiempo, han impulsado la fiesta de Moros y Cristianos hacia una confraternidad virtual que ha ayudado a mantener esos lazos festeros entre sus miembros. Y, hablando de las nuevas tecnologías, a partir de la pandemia surgieron dos programas que, retransmitiéndose a través de diferentes canales y redes sociales, unieron la fiesta y dieron a conocer todas y cada una de las poblaciones pero además, pusieron voz e imagen a numerosos compositores, investigadores y artistas que, de manera desinteresada y altruista son personas involucradas con la festividad y todo su conglomerado. De entre todos destacaremos El Raconet Fester, presentado por Aarón, Coleto y Salva cuya primera emisión fue el 6 de abril de 2020 acercando a los oyentes a las Fiestas de la Virgen de los Remedios de Albaida y Fen Festa de David y Alejandro que comenzó once días después, el 17 de abril de 2020 siendo su primera entrevista a la ciudad de Alcoy.

A modo de conclusión de este epígrafe, durante la pandemia hubo que posponer, inicialmente, la asamblea Nacional de la Undef que iba a desarrollarse en Ibi, en el mes de marzo. Ésta se trasladó a septiembre pero la negativa evolución de la epidemia propició su cancelación definitiva. Sin embargo, en 2021 sí se llevó a cabo la Asamblea Nacional de la Undef en la ciudad de Orihuela, el 3 de octubre.

IV. El resurgir de la fiesta de moros y cristianos. La era post covid-19

La fiesta de Moros y Cristianos actualmente despierta de su letargo. Han sido casi dos años durísimos en los que los festeros y las festeras no han desempeñado ningún acto colectivo. Asimismo, existen testimonios de lo presente que estuvo la manifestación en algunos municipios, como se ha desvelado.

Combatir la epidemia de COVID-19 fue posible, como se ha mencionado con anterioridad, en gran medida gracias a las posibilidades farmacéuticas y los estudios de microbiología realizados sobre la transmisión de la enfermedad contagiosa y la búsqueda incesante de vacunas que paliaran los síntomas. Por establecer un hito, se puede considerar que la vacunación y el fin de la virulencia del COVID-19 han permitido que la fiesta resurja y reaparezca pero cumpliendo unas pautas sanitarias. La manifestación festiva de los Moros y Cristianos inicia un nuevo camino no exento de contratiempos pero con la mirada puesta en su resurgir. Así, la UNDEF ha entregado medidas sanitarias, a seguir, a las instituciones festeras con la finalidad que las comuniquen a sus afiliados y, de esta manera, todos los participantes desarrollen los actos festeros de forma segura.

Las opiniones para el desarrollo de la celebración acotada a unas medidas excepcionales condicionadas por el COVID-19 presentan una homogeneización, existiendo dos tendencias significativas. La primera, evidentemente, es la de festejar siguiendo todas las pautas propuestas por los organismos de salud oficiales autonómicos y nacionales. La segunda es la de retrasar la salida de la celebración a la calle hasta que se eliminen todas las medidas sanitarias que obstaculicen el desarrollo habitual del ritual festero. Ciertamente, el éxito de su revitalización se conseguirá a través de la acomodación de las exigencias de las entidades festeras de Moros y Cristianos y sus protagonistas.

El calendario festero, en efecto, será el resultado de las transformaciones impuestas, elegidas y circunscritas por la sociedad. Las presiones a las que está sometida actualmente el festejo no son un capricho sino una consecuencia directa de la situación pandémica grave que ha afectado a toda la estructura social, financiera e industrial del país y por extensión del mundo.

Llegados aquí, singular protagonismo han adquirido los municipios que las han celebrado proponiendo, además, actividades que con anterioridad no se habían desarrollado o que se han transformado si se comparan con las habituales a la prepandemia. Este será el caso de las entradas de Moros y Cristianos en qué sus desfiles se llevarán a cabo en batallón y no en escuadra, codo a codo, hombro a hombro (Lorenzo, 2019: 61), con los compañeros.

En base a los datos recogidos para la elaboración de esta investigación, hasta la actualidad, las primeras poblaciones en sacar la fiesta a la calle, ya sea dentro de sus días grandes o en su Medio Año, han sido Lleida, Crevillente, Torrent, Paterna, Valencia, Catarroja, Albaida, Pobla Llarga, Pobla del Duc, Alcoi y Llutxent en Cataluña y la Comunitat Valenciana, respectivamente y en Válor, Molvízar, Olula de Castro, Carchelejo, Zújar, Benamahoma y Benamaurel en Andalucía. Los actos desempeñados en los distintos municipios han sido variados y se deduce de la información proporcionada que la fiesta de Moros y Cristianos celebrada en estas poblaciones han estado condicionadas por la reglamentación dictaminada por los departamentos de salud y, en consecuencia, no han sido un foco de concentración de personas, sino han servido para paliar el entusiasmo festero que en 2022 continuará con inusitada efervescencia.

Si nos detenemos a considerar el número de municipios que ya han tomado idéntica decisión para desarrollarlas en un momento determinado de 2022 se alcanzará el registro anterior a la situación pandémica. En conjunto, todas las localidades expresarán los ritmos y las emociones que regulan el ciclo anual de su calendario festivo en la actual sociedad española, rompiendo con la rutina de la vida cotidiana.

V. Conclusiones

Como consideración general, ha habido diversas olas que han socavado los ánimos para que la fiesta de Moros y Cristianos aflorara nuevamente a la calle. Sabedores que la movilización social determina la difusión de la enfermedad contagiosa, debemos comprender el entramado y los acontecimientos para que no se desborden fronteras regionales y culturales. A todo esto, habrá que añadir otro factor relevante y es el dictamen favorable de medidas propuestas por las autoridades gubernamentales con el fin de posibilitar el desarrollo de la celebración acotada a una serie de requisitos que evitarán, al mismo tiempo, nuevos brotes y focos de contagio.

Efectivamente, la fiesta ha sabido reinventarse en el periodo pandémico y ha mantenido su fervor a través de las redes sociales. Éstas, se han erigido en el motor a la que los festeros apelaban en un tiempo en el que la prioridad ha sido combatir el COVID-19. Si bien, se han estrechado lazos y se ha difundido la magnificencia de una celebración caracterizada por la solidaridad entre festeros.

Las catástrofes y los brotes epidémicos, junto a las inclemencias meteorológicas y sus carestías, son características de sociedades expuestas a los avatares de un ritmo de vida e industrial frenético. Habrá, por tanto, que canalizar las nuevas devociones populares e institucionales festeras bajo una adscripción en la que la enfermedad contagiosa del COVID-19 no se erija como vencedora y sí como vencida, en un futuro próximo.

La fiesta saldrá, de nuevo, a las calles y será una atracción turística y un espectáculo de masas con readaptación artística y festera. Obviamente, las medidas sanitarias propondrán una reinterpretación y modernización ante los estereotipos anteriores.

En fin, las prácticas sanitarias propuestas servirán para revitalizar las conmemoraciones medievales con auténtica devoción popular. A grandes rasgos, las fórmulas rituales, la religiosidad externa y aparatosa junto con la combinación de una sensibilidad profunda y emocional, multiplicarán el esplendor de los actos de Moros y Cristianos.

Tomando como referencia las redes sociales y el papel que han ocupado durante la epidemia, entendemos que la fiesta ha sabido mutar durante este tiempo y hacer partícipes a todos de esa gran riqueza social y cultural que tiene, la confraternidad, siendo capaz de derribar todas las fronteras y aunar a la comunidad festera.

Alfred García Arlandis
Universitat de Barcelona

Miguel Ángel Martínez Pozo
Universidad de Jaén




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Turner, V.: El proceso ritual: estructural y antriestrutura. Taurus. Madrid, 1988.




NOTAS

[1]Estimados amig@s de las fiestas de Moros y Cristianos. Debido a la crisis sanitaria muchas de nuestras fiestas están siendo aplazadas o anuladas. Ante la incertidumbre existente, muchas organizaciones están precipitándose dando lugar a decisiones que ocasionarán grandes pérdidas económicas en las empresas del sector (muchas empresas van a tener que cerrar). Somos un sector olvidado por nuestro gobierno. Un sector que necesita de vuestro apoyo para continuar. Además, estas prácticas espontáneas y poco meditadas no están siendo consensuadas con los fester@s. Por lo que muchas de las fiestas que en su día se anularon están reubicándolas en el tiempo o incluso aplazándolas sin fecha. Entendemos que se deberían seguir las siguientes pautas organizativas para no estrangular el sector: 1. Nunca anular las fiestasa. 2. Intentar siempre aplazar las fiestas. 3. Consensuar las fechas con las empresas del sector, que son las que más datos tienen. 4. En caso de no tener claro las fechas (debido a la incertidumbre existente) aplazar sin fechas. 5. Para las poblaciones en las que los cargos se puedan ver perjudicados, se recomienda realizar las fiestas sin capitanías, embajadas, alferecías... En este caso se celebrarían las fiestas con aplazamiento solamente de los cargos. 6. Cuando exista dificultad de aplazar fiestas completas, realizar aplazamiento de los actos más representativos (nunca anular los desfiles de Moros y Cristianos). Muchas de las poblaciones que en un principio anularon las fechas, ahora están considerando su decisión y realizando un aplazamiento de las mismas. Las empresas de Villena Abassies y La Embajada promovieron el aplazamiento de las celebraciones. Disponible en: https://portada.info/la-industria-festera-pide-se-aplacen-las-fiestas-no-se-anulen/ , consultado el 7 de octubre de 2021.



Los efectos que provocó la mortífera pandemia covid-19 en la fiesta de moros y cristianos

GARCIA ARLANDIS, Alfred / MARTINEZ POZO, Miguel Ángel

Publicado en el año 2022 en la Revista de Folklore número 482.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz