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En muchas localidades de la geografía española, en la mañana de Pascua se representa en forma de procesión el encuentro de Jesús resucitado con su Madre, la Virgen María. Esta interpretación es acompañada por un villancico que narra los acontecimientos y sentimientos vividos por los personajes y por el pueblo allí presente. Aunque se trata de un dato no reflejado en la Escritura, la Iglesia lo ha hecho suyo a través de la Piedad Popular.
En este estudio realizamos una aproximación a esta manifestación a través de una lectura comparada de diversos villancicos que se han recopilado y que se interpretan con este motivo.
Datos bíblicos
Los evangelios refieren varias apariciones del Resucitado, sin embargo en ninguna de ellas se nos dice que Jesús se encontrara con su madre. Este silencio no puede conducirnos a concluir que dicha escena nunca ocurrió; al contrario, invita a los exégetas y teólogos a indagar en los motivos por los que no se refleja.
Quizá, la razón por la que el Nuevo Testamento no refiera este acontecimiento estriba en que aquellos que negaban la resurrección de Cristo podrían haber considerado este testimonio como demasiado interesado y por tanto no merecedor de fe.
Los evangelios relatan varias apariciones de Jesús resucitado, sin embargo no pretenden hacer una descripción exhaustiva de los acontecimientos pascuales. Esto queda puesto de manifiesto al no referir aquella tan notoria en la que se apareció «a más de quinientos hermanos a la vez», como nos recuerda San Pablo (1Co 15, 6). Ello es signo evidente de que otras apariciones del Resucitado, aun siendo consideradas hechos reales y notorios, no quedaron recogidas.
¿Cómo podría la Virgen, presente en la primera comunidad de los discípulos (cf. Hch 1, 14), haber sido excluida del número de los que se encontraron con su divino Hijo resucitado de entre los muertos?
El testimonio de la tradición litúrgica de la Iglesia
Aun no encontrando ningún testimonio bíblico sobre esta escena, el pueblo siempre lo creyó. Entre los «troparios» de la Resurrección que la liturgia bizantina canta cada domingo, «el del tono 6º (plagal 2º) ha conservado también un breve recuerdo al encuentro de Jesús con la Virgen María: “Ángeles bajaron a tu sepulcro, y los guardianes cayeron amortecidos… Saliste al encuentro de la Virgen tú que dabas la vida. ¡Señor resucitado de entre los muertos, gloria a ti!”» (Aldazábal 1992, 20).
Así mismo, una antiquísima ilustración iconográfica se hace eco de esta convicción de los cristianos. El Evangeliario de Rabbula de Edesa, de finales del siglo iv, conservado actualmente en la Biblioteca Laurenziana de Florencia, presenta siempre a la Virgen María con el resto de mujeres que van al sepulcro y a las que Cristo se aparece en la mañana de Pascua. La iconografía de la Virgen está en continuidad con su imagen al pie de la cruz y con la representada en el misterio de las Ascensión (Aldazábal 1992, 20).
En consonancia con las expresiones bizantinas, en la liturgia occidental encontramos una colecta del Oracional visigótico para el día de Resurrección en la que se aplica a María la búsqueda del cuerpo de Jesús en el sepulcro, en lugar de María Magdalena como hace el texto bíblico. El texto dice:
Señor Jesucristo, con qué ardoroso deseo y devoción, buscaba tu bienaventurada Madre por todos los rincones del sepulcro tu cuerpo, cuando mereció recibir del ángel el anuncio para que no te llorara como muerto cuando te iba a ver cuanto antes resucitado… (Vives 1946, 280).
La manifestación de la Piedad Popular
Junto a estos testimonios, debemos citar una manifestación de Piedad Popular que demuestra la antigüedad de la creencia por parte del pueblo de Dios de que María estuvo con su Hijo después de resucitar. En la mañana del domingo de Pascua, en muchos lugares de España se representa en forma de procesión un encuentro entre Jesús y su Madre. Esta escena es acompañada de un canto interpretado por las mozas de la villa (en algunos textos se alude a ellas como «doncellitas») que describe la escena en forma de diálogo.
Generalmente dicha procesión parte del templo donde se dividen hombres y mujeres. Mientras ellos acompañan a Jesús Resucitado por una de las calles del lugar, ellas escoltan a María procesionándola por otra calle diferente, hasta que ambos, Madre e Hijo, hombres y mujeres, confluyen en un punto común donde se representa el encuentro.
El canto suele comenzar con una salutación a María, que en la mayoría de los testimonios recogidos se expresa con la fórmula «Buenos días Virgen Pura», aunque encontramos otros testimonios, como el de Riello de Gallo, donde se canta «venid compañeras mías a darle los buenos días a la Reina de los cielos».
En algunos lugares, los braceros que llevan sobre sus hombros ambas imágenes se colocan a una distancia separada que será recortada por las mujeres ante la invitación que recibe la Virgen de apresurar su paso para encontrar al Resucitado (Cuadros, Castrotierra de Valmadrigal y Arbejal). En este punto, resulta llamativo cómo en varias de las letras de los cantos se indica expresamente que el encuentro acontecerá en la calle denominada «Amargura», en alusión al sufrimiento de la Madre ante la pérdida de su hijo. Esta nomenclatura ha pasado al callejero oficial de muchas localidades que bajo ese nombre o «calle del Encuentro» refieren el espacio donde se representa anualmente esta escena.
La imagen de la Virgen María sale revestida de luto, cumpliendo así con la tradición que, en Europa continental, desde el Imperio Romano se expresaba mediante el uso de prendas de vestir de color negro. En varios de los villancicos (Cuadros, Castrotierra de Valmadrigal y Arbejal) se exhorta, en imperativo, a que María sea despojada de su vestido triste por otro que manifieste la alegría de haber encontrado a su Hijo vivo. Para ello, la imagen que se procesiona viste debajo de la prenda negra otra más colorida que en ese momento queda a la vista de todos.
Encontramos diferentes cantos en los que se dice que Jesús «del Monumento salió» tras su resurrección. La tradición litúrgica del Monumento consiste en la reserva de la Eucaristía que se hace el Jueves Santo en un lugar diferente al sagrario habitual, con el fin de poder comulgar en el Viernes Santo, ya que este día no se celebra la Misa. Al mismo tiempo se presenta como «una invitación a la adoración, silenciosa y prolongada, del Sacramento admirable» (DPPL 2002, n. 141). Antes de la reforma litúrgica llevada a cabo en la Iglesia católica tras el Concilio Vaticano II, el Monumento solía presentarse en forma de sepultura evocando la deposición de Cristo en el Santo Sepulcro, y conectando la devoción eucarística con la pasión y muerte. Así, en el siglo xvii, Sebastián de Covarrubias, en su diccionario expone acerca del Monumento: «Vulgarmente se toma por el túmulo, y aparato que se haze en toda la Yglesia Católica el Jueves, y Viernes Santo, donde puesta un arca en forma de sepulcro, se encierra el Santísimo Sacramento, en memoria del sepulcro en que estuvo aquellos tres días el cuerpo de Nuestro Redemptor Jesu Christo» (1994, 762). Dado que todos los villancicos entonados en la procesión del Encuentro han sido compuestos antes de la reforma litúrgica, la letra vincula la resurrección del Señor con el Monumento colocado en el templo, considerando este como su sepultura.
En los diversos cantos estudiados, llama la atención la alusión a que Jesús fue perdido en el templo. Se trata de uno de los pocos datos que tenemos sobre su infancia (Lc 2,46-48), que para nada está relacionado con la pasión, muerte y resurrección. Quizá la referencia tenga su explicación en que en muchas localidades tan sólo disponían de la imagen de un Resucitado bajo la apariencia de un niño y no de un adulto, que llevaría otras proporciones y por tanto requeriría un presupuesto mayor para su adquisición. Esto condicionaría la temática, llevando a la asociación deliberada entre los dos encuentros. También es cierto que los pasajes de las apariciones de Jesús después de la Pascua suelen ser menos conocidas por el pueblo, con lo cual no es extraña la predilección por episodios más asequibles a la mente humana como es el extravío de un hijo pequeño en una fiesta. En la tradición cristiana y en los apócrifos el Niño juega con cruces de juguete. En algunas parroquias el Niño lleva una cruz de juguete (Cuadros) o en el mejor de los casos la bandera que simboliza la victoria sobre la muerte (Galve).
Tras relatar los hechos acontecidos referentes a la resurrección, el pueblo pide la intercesión de la Virgen ante su Hijo salido del sepulcro, al igual que implora el perdón de los pecados. Resulta curioso observar cómo en varias localidades (Cuadros, Quintanilla, Castrotierra de V., y Arbejal) concretan la falta cometida en el verso: «haber bebido agua de las fuentes cristalinas». En este punto se ha de tener en cuenta que la Semana Santa siempre tiene su fecha al inicio de la primavera, momento en el que el agua de dichas fuentes es bastante pura, sin estar mezclada con el barro que las lluvias de las estaciones anteriores había provocado. Quizá, la entonación del perdón se deba a que estas fuentes estuvieran ubicadas en territorios cuya propiedad pertenecía a algún vecino, y que no era respetada con el fin de surtirse de estas aguas en medio del campo.
El villancico finaliza de forma semejante a los cantos del ramo: implorando la bendición sobre el sacerdote y las autoridades, quienes presidían la procesión, el primero desde un carácter litúrgico, el segundo ocupando un lugar visible en representación del pueblo.
Desde el punto de vista compositivo, la estructura métrica y estrófica responde a una textualidad de corte dramática, que alterna formas y rimas engarzadas en un diálogo melódico, donde los diagramas poéticos y las disonancias formales (cuartetas) están sujetas a la voz escénica de los interlocutores.
Los textos recopilados presentan algún escollo lingüístico y en una lectura comparativa podemos observar variaciones en sus letras. Se trata de un hecho común dado que los cantores en algunas ocasiones intervienen en el proceso evolutivo e innovador del cancionero local a través de la modificación. Los cambios formales, al estar sujetos a normas tradicionales, son perceptibles generalmente a largo plazo y reflejan la evolución de la sociedad en la aparición de nuevos temas, en el nuevo tratamiento dado a los temas tradicionales y en el lenguaje literario (Lizarazu 2002).
La música es repetitiva y cadenciosa. Podríamos considerarla una palinodia ya que la transmisión oral se deja notar en su ritmo. El villancico es cantado por dos coros de voces femeninas que se alternan. Unas partes están dirigidas a la Madre otras al Hijo, y en algunos casos intervienes un tercer coro formado por las tres Marías.
Anexo: recopilación de diversos cantos de la procesión del Encuentro
CUADROS (León)
Qué haces ahí Virgen Pura
madre del Divino Verbo
qué haces en esa calle
cubierta de velo negro
Voy en busca de mi hijo
que me han dicho por muy cierto
que ayer tarde se ha perdido
creo que estará en el Templo.
Contened Dios amoroso
vuestra excesiva alegría
para poder contemplar
el misterio de este día.
Alargue Señora el paso
que reconozco sin duda
Te has de encontrar con tu hijo
en la Calle la Amargura.
A todos cuantos hallabas
preguntabas afligida
si acaso habían hallado
aquel hijo de tu vida.
Ninguno te satisface,
sólo aquellas tres Marías
que apenas rayaba el alba
del sepulcro ya venían.
-Testigos somos nosotras
que Cristo resucitó
pues así nos lo anunciara
aquel ángel del Señor.
Deja ya ese triste manto
y revístete de gala
que viene resplandeciente
el que su muerte llorabas.
Déjate ese manto negro
que es vestimenta de viuda
que en un paso tan amargo
todo se volvió dulzura.
El dolor de vuestra Madre
conviértase en alegría
por haber resucitado
dentro del tercero día.
Ya cesaron vuestras penas
y toda vuestra amargura
ya todo será placer
y eternamente dulzura.
Recibe Jesús amante
nuestros buenos sentimientos
pues por eso hoy de mañana
os salimos al encuentro.
Mil parabienes os damos
un glorioso semejante
por haberos encontrado
con vuestro Hijo triunfante.
Ya se cumplió la palabra
que al tiempo de morir Dios
se estremecieron los guardias
y el Muerto resucitó.
Sábado por la mañana,
del monumento salió
tan alegre y tan gozoso
como Aquel que no murió.
Regocíjate María
y alégrate de corazón.
Y alégrese todo el mundo
de su gran Resurrección.
Abre las puertas del cielo
que el pecado nos cerró.
Aunque es cierto madre mía
que bien caro le costó.
Más no mires el aprecio
mirad nuestra salvación
por lo que tanto anhelaba
y ardía tu corazón.
Pedid Madre venturosa
por nosotros miserables
para que resucitemos
de nuestras culpas y males.
En esta Semana santa
quedamos arrepentidos
por haber bebido el agua
de las fuentes cristalinas.
Adiós princesa amorosa
y alegría de este pueblo
haced que todos cantemos
en el reino de los cielos.
Vámonos con Dios Señor
pues te vas para tu templo
y nosotras doncellitas
vamos en tu seguimiento.
Vámonos con Dios Señora
más hermosa que la luna
échanos la bendición
y también al Señor cura.
Vámonos con Dios Señora
más hermosa que un lucero
échanos la bendición
y a la justicia del Pueblo.
Vámonos con Dios Señora
más reluciente que el sol
Ya tu hijo soberano
nos eche la bendición.
QUINTANILLA DEL MONTE (León)
Buenos días Virgen pura
madre del divino Verbo
¿qué haces aquí en esta calle,
cubierta de velo negro?.
Vengo en busca de mi hijo
que me han dicho, por muy cierto,
que ayer ha resucitado
vengo a salir a su encuentro.
Cesa señora tu llanto
que viene resplandeciendo
más hermoso que el sol mismo
de claro como un lucero.
Contener señora amorosa
vuestra excesiva alegría
para poder comprender
el misterio de este día.
Recibid Jesús amante
nuestros buenos sentimientos
pues por eso hoy de mañana
os salimos al encuentro.
El dolor de vuestra Madre
conviértase en alegría
porque ha resucitado
dentro del tercer día.
Ya cesaron nuestras penas
y toda nuestra amargura
ya todo será placer
y eternamente dulzura.
Resuciten nuestras almas
que hasta aquí estaban dormidas
ojalá que desde ahora
quedemos arrepentidas.
Desde esta Semana Santa
quedemos arrepentidas
por haber bebido el agua
de las fuentes cristalinas.
Alarga Señora el paso
que reconozco sin duda
te has de encontrar con tu hijo
en la calle de la Amargura.
Ayer cruzaba la calle
de aquella ingrata ciudad
anegando el sentimiento
de profunda soledad.
Ninguna te satisface
sólo aquellas tres Marías
que antes de rayar el alba
del sepulcro ya venían.
Deja ya ese triste manto
y revístete de gala
que viene resplandeciendo
el que tú muerto llorabas.
Ya se cumplió la palabra
que al punto de morir Dios
estremeciendo a la guardia
de muerto resucitó.
Mas ya no mires el precio
mira nuestra redención
porque el que tanto anhelabas
dentro de tu corazón
Pedid madre venturosa
por nosotras miserables
para que resucitemos
de nuestras culpas y males.
Cambia nuestros corazones
y borra nuestras ofensas
esta es la resurrección
que os pedimos contentas.
Camina con Dios María
tú te vas para tu templo
y nosotras doncellitas
vamos en tu seguimiento.
Regocíjate María
Y alegra tu corazón
alégrese todo el mundo
de su gran Resurrección.
A todas las que con gozo
escuchan nuestros acentos
también allá los escuchen
en el reino de los cielos.
Aquí puestas de rodillas
con humilde corazón
pedimos a todos estos
de nuestras faltas perdón.
Buenas Pascuas, buenas Pascuas
tengan todos los presentes
el señor cura el primero
porque mejor las merece.
A la Justicia leal
también la felicitamos
Dios quiera que nos juntemos
aquí de hoy en un año.
CASTROTIERRA DE VALMADRIGAL (León)
Buenos días Virgen Pura
madre del Divino Verbo
qué haces ahí en esa calle
cubierta de velo negro.
Vengo en busca de mi hijo
que me han dicho por muy cierto
que ayer tarde se perdió
creo que estará en el templo.
Contened Dios amoroso
vuestra excesiva alegría
para poder comprender
el misterio de este día.
Recibe Jesús amante
nuestros buenos sentimientos
pues por eso hoy de mañana
os salimos al encuentro.
El dolor de vuestra madre
conviértase en alegría
por haber resucitado
dentro del tercer día.
Mil parabienes os damos
y gloriosa semejante
por habernos encontrado
con vuestro hijo triunfante.
Ya cesaron vuestras penas
y toda vuestra amargura
ya todo será placer
y eternamente dulzura.
Resuciten nuestras almas
que hasta aquí estaban dormidas
y ojalá que desde ahora
quedemos arrepentidas.
En esta Semana Santa
quedamos arrepentidas
por haber bebido el agua
de las fuentes cristalinas.
Alargue señora el paso
que reconozco sin duda
te has de encontrar con tu hijo
en la calle la amargura.
Deja ahí ese triste manto
y revístete de gala
que viene resplandeciente
el que tu muerte lloraba.
Deja ese manto precioso
esa vestimenta de viuda
que en un paso tan amargo
todo se volvió dulzura.
Ya se cumplió la palabra
que al tiempo de morir Dios
se estremecieron los guardias
y el muerto resucitó.
El viernes por la mañana
del monumento salió
tan alegre y tan gozoso
como aquel que no murió.
A todos cuantos hallaban
preguntabas afligida
si acaso habían hallado
aquel hijo de tu vida.
Ninguno te satisface
sólo aquellas tres Marías
que apenas rayaban el alba
del sepulcro ya venían.
Regocíjate María
y alégrate el corazón,
alégrese todo el mundo
de tan gran resurrección.
Abre las puertas del cielo
que el pecado las cerró,
aunque es cierto Madre mía
que bien caro le costó.
Ya mas no miréis el precio
mirad nuestra redención
por lo que tanto anhelabas
ardía tu corazón.
Pedid madre venturosa
por nosotros miserables
para que resucitemos
de nuestras culpas y males.
Adiós princesa amorosa
alegría de este pueblo
haced que también cantemos
en el reino de los cielos.
Quédate con Dios Señora
más hermosa que la luna,
échanos la bendición
y también al Sr. Cura.
Quédate con Dios Señora
más hermosa que el lucero
échanos la bendición
y a la justicia del pueblo.
Vámonos con Dios Señora
más reluciente que el sol
y tu hijo soberano
nos eche la bendición.
Quédate con Dios Señora
pues te vas para tu templo
y nosotras doncellitas
vamos en tu seguimiento.
Vamos compañeras vamos
ninguna se queda atrás
que según huelen las rosas
cerca vamos del rosal.
El camino de la Iglesia
le hemos hallado florido
por ser mañana de Pascua
la Virgen le ha florecido.
Ya repican las campanas
ya se oye el esquilón
alégrese todo el mundo
de tan gran resurrección.
La Virgen tiene un rosario
y en el rosario una cruz
adoradla pecadores
que en ella murió Jesús.
Tenemos agua bendita
que es excelso remedio
para llegar a las gradas
de nuestro patrón San Pedro.
Qué es aquello que se ve
por detrás de la custodia
es el Hijo de María
que nos viene a dar la gloria.
MATALLANA DE VALMADRIGAL (León)
Jesús que triunfante entró
domingo en Jerusalén
por Mesías le aclamó
y todo el pueblo en tropel
a recibirle salió.
Jueves por la noche fue
cuando Cristo enamorado
con todo el pecho abrasado
quiso darnos a comer
su cuerpo Sacramentado
El espíritu elevemos
hasta el trono del Señor
felicitándole el triunfo
de su gran Resurrección.
Viendo Cristo que llegaba
la hora de su partida
llamó a su Madre querida
y de esta suerte le hablaba
con penas muy repetidas.
GALVE (Teruel)
Postrados aquí a tus pies
con humilde corazón
te pedimos, Virgen pura
nos eches tu bendición.
Para que te acompañemos
para tu hijo ir a buscar
que del sepulcro glorioso
ha resucitado ya.
Vamos, vamos, compañeras,
a la grada del altar,
que está la Virgen María,
nos la vamos a llevar.
Coged, mozos, las banderas,
el estandarte y la cruz;
y las mozas a María;
los solteros a Jesús.
Ya repican las campanas
ya sale la procesión
que ha resucitado Cristo,
nuestro divino Señor.
Acompañemos a la Virgen
todos en la procesión,
para buscar a su hijo,
que hoy es la resurrección.
¡Oh, que mañana de Pascua!
¡Oh, que refulgente aurora!
Ya ha resucitado Cristo,
su madre de gozo llora.
¡Oh, que mañana de Pascua!
¡Oh, que mañana de flores!
Ha resucitado Cristo,
el redentor de los hombres.
Por allí viene Jesús,
por aquí llega su madre;
hágase la gente a un lado,
que vienen a visitarle.
Por aquí viene Jesús,
por aquí llega su madre;
que hace que no se han visto
desde el jueves por la tarde.
Aparte, aparte la gente
aparte, con humildad,
que viene el Rey de la Gloria
y todo lo llenará.
Quitadle el velo a María
que es un velo muy pesado,
y ponle el de la alegría
que su hijo ha resucitado.
Quítale el velo a María
quítale ese velo negro,
y ponle el de la alegría
que ya cantan en el cielo.
¡Qué contento va Jesús
con su madre a la azucena!
Nosotros vamos detrás
dándole la enhorabuena.
Alégrate Virgen pura
porque tu hijo ha triunfado,
y como gran capitán,
bandera lleva en la mano.
Convertid el llanto en gozo,
y a convertir los gemidos,
santos padres que a ti, Dios,
nuestros lamentos han sido.
Frecuestros padres de alecias,
cura de esta parroquia,
las buenas pascuas les damos,
lo primero y principal.
Pues para la religión,
abrazando en caridad,
que quiso llevar el cielo
a las almas sin cesar.
Al Alcalde de este pueblo
y a todo el Ayuntamiento
felices pascuas les damos
con alegría y contento.
Hombres, niños y mujeres,
hijos de nuestro Señor,
las buenas pascuas les damos
por parte del redentor.
Dios les de lo que desean
para cantar ¡Aleluya!,
y después la gloria eterna,
cuando la vida concluya.
Ya hemos llegado a la iglesia
mis compañeras y yo;
postrémonos de rodillas
pidiéndole a Dios perdón.
Ya está el ramo en la capilla
todo lleno de verdores;
al lado de esta Señora
sus hijos se vuelvan flores.
¿Cómo nos despediremos
del santísimo sacramento?
¿Cómo nos despediremos?
rezándole un padrenuestro.
¿Cómo nos despediremos
de Jesús y María
¿Cómo nos despediremos?
rezando un Avemaría.
Adorable sacramento,
de los cielos dulce prenda,
ángeles y hombres te adoran
en el cielo y en la Tierra.
ARBEJAL (Palencia)
Buenos días Virgen pura
Madre del divino verbo
qué haces aquí en esta calle
cubierta de velo negro.
Voy en busca de mi Hijo
que me han dicho por muy cierto
que ayer ha resucitado
creo que estará en el templo.
Cese Señora tu llanto
que viene resplandeciendo
más hermoso que el sol mismo
de claro como un lucero.
Contiene Dios amoroso
nuestra excesiva alegría
para poder comprender
el misterio de este día.
Recibe Jesús amante
nuestros buenos sentimientos
por eso tan de mañana
os salimos al encuentro.
El dolor de vuestra Madre
conviértase en alegría
porque habéis resucitado
dentro del tercero día.
Mil para bienes os damos
gloriosos y semejantes
por haberos encontrado
con vuestro hijo triunfante.
Ya cesaron vuestras penas
y toda vuestra amargura.
Ya todo será placer
y eternamente dulzura.
Resucita nuestras almas
que hasta aquí estaban dormidas,
ojalá que desde ahora
quedemos arrepentidas.
Desde esta semana santa
quedemos arrepentidas
por haber bebido el agua
de las fuentes cristalinas.
Alarga señora el paso
que reconozco sin duda.
Te has de encontrar con tu hijo
en la calle de la amargura.
Ayer cruzaba las calles
de aquella ingrata ciudad,
anegado el sentimiento
de profunda soledad.
Ninguno te satisface,
solo aquellas tres marías
que antes de llegar el alba
del sepulcro ya venían.
Deja ya este triste manto
y revístete de gala,
que viene resplandeciendo
el que tu muerto llorabas.
Ya se cumplió la palabra
que al tiempo de morir Dios
estremeciendo la guardia,
de muerto resucitó.
Abrió las puertas del cielo
que el pecado la cerró.
Aunque es cierto madre mía
que bien caro le costó.
Más ya no mires el precio,
mira nuestra redención,
por la que tanto anhelaba
dentro de tu corazón.
Pedid Madre venturosa
por nosotros miserables,
para que resucitemos
de nuestras culpas y males.
Conserva nuestro corazón
y borra nuestras ofensas.
Esta es la resurrección
que os pedimos tan contentas.
Camina con Dios María,
tú te vas para tu templo,
y nosotros todos juntos
vamos en tu seguimiento.
SAELICES DE MAYORGA (Valladolid)
Buenos días, Virgen Pura,
Madre del Divino Verbo,
¿Qué haces ahí en esta calle
cubierta con velo negro?
Voy en busca de mi Hijo
que me han dicho, por muy cierto,
que ayer tarde se ha perdido,
creo que estará en el templo.
Ya se cumplió la palabra
que al tiempo de morir Dios
se estremecieron los guardias,
glorioso resucitó.
Hoy domingo de mañana
del monumento salió,
tan alegre y tan gozoso
como el que nunca murió.
Ayer cruzabas las calles
de aquella ingrata ciudad,
abnegada en sentimiento
y profunda soledad.
A todos cuantos hallabas
preguntabas afligida,
por si acaso habían hallado
aquel Hijo de María.
Ninguno te satisface,
sólo aquellas tres Marías,
que apenas raya el alba
del sepulcro ya venían.
Testigos somos te dicen
que Cristo resucitó,
porque así lo ha anunciado
aquel ángel del Señor.
Ya cesaron nuestras penas,
todas nuestras amarguras,
y todo será placer
y eternamente dulzura.
Alarga, María, el paso,
que reconozco sin duda
te has de encontrar con tu Hijo,
en la calle la amargura.
Deja, María, ese manto
y revístete de gala,
que viene resplandeciendo
el que su muerte llorabas.
Virgen Santa del Rosario,
de luto te sales llena
y te vistes de alegría,
al ver a tu Hijo tan cerca.
Gloriosa resurrección
os damos en este día,
de haberos aparecido el ángel
y estar en su compañía.
Mil parabienes os damos,
Gloriosas y semejantes,
por haberos encontrado
con vuestro Hijo triunfante.
Camina con Dios, María,
camina gozosa al templo
y nosotros todos juntos
vamos en tu seguimiento.
Recibe, Jesús amante,
nuestros tiernos sentimientos,
por eso hoy de mañana
te salimos al encuentro.
El dolor de nuestra Madre
conviértase en alegría,
para poder celebrar
el misterio de este día.
Contener, Dios amoroso,
nuestra excesiva alegría,
para poder celebrar
el misterio de este día.
Regocíjate, María,
y alégrate el corazón
y alégrese todo el mundo
de la gran Resurrección.
Abre las puertas del cielo
que el pecado las cerró,
aunque es cierto, Madre mía,
que bien caro nos costó.
Pero no mires el precio
mira nuestra redención,
por la que tanto amabas
y ardía tu corazón.
Pedid, Madre venturosa,
por nosotros miserables,
para que resucitemos
de nuestras culpas y males.
Resuciten nuestras almas
que hasta aquí estaban dormidas.
Quiera Dios que desde ahora
quedemos arrepentidas.
En esta Semana Santa
quedamos arrepentidas,
por haber bebido el agua
de las fuentes cristalinas.
Y a todos los que conozco
escuchan nuestros acentos,
allá también nos escuchen,
gozando de sus portentos.
Benignamente te mira
la afición de los mortales,
espero con viva fe
el consuelo de tus males.
A la entrada de la iglesia
me dio un salto el corazón,
al ver a la Virgen Pura
tan llena de resplandor.
Muy poco puede, Señora,
nuestra pobre devoción,
y recibe bondadosa
todo nuestro corazón.
Estas velas te traemos,
las traemos ofrecidas
ça Cristo Resucitado
y a su Madre peregrina.
A su Madre, Virgen Pura,
para que por su intercesión
nos alcance acá la gloria
y después la salvación.
Hombre, niños y mujeres,
todos los que hayan estado,
pedimos que nos dispensen
las faltas que hayan hallado.
(Todos a la salida de misa)
Buenas Pascuas, buenas Pascuas,
a los señores presentes,
y también al señor cura,
porque también las merece.
Al señor predicador
también le damos las gracias,
y que Dios le de salud
para otra Semana Santa.
VILLANUEVA DE ODRA (Burgos)
Ya tornean las campanas,
ya sale la procesión...
ya sale la cruz de plata,
y en ella, el Hijo de Dios.
Vedle allí, por donde viene
el Redentor de las almas...
Viene vestido de blanco,
trae bandera colorada (*).
En la cruz ya se han juntado
María y el Redentor...
en la cruz ya se han juntado...
¡Pascuas de Resurrección!.
Buenos días tengáis, Madre...
santas pascuas Reina mía...
Erais Vos la que lloraba
hace tres o cuatro días...
Descubre Virgen el manto,
pues ya ha descubierto el sol
ese rostro santo y bello
que le llena el resplandor.
Con ese manto de seda
y esas perlas de oro fino,
parece la Emperatriz
Madre del Verbo Divino.
Quitadle el manto de luto,
mayordomas de María (*),
quitadle el manto de luto,
y dejadle el de alegría.
A todos damos las pascuas,
y al señor cura el primero,
que nos enseña doctrina,
y nos instruye en lo bueno.
A todos damos las pascuas
estas hijas de María,
también a los de justicia,
con muchísima alegría.
Aquí estamos vuestras hijas
todas juntas en unión,
a darte felices pascuas,
porque eres Madre de Dios.
Adiós, glorioso San Pedro (*)
patrón de la cristiandad,
tú nos abrirás las puertas
de la patria celestial.
Regina coeliletare (*),
aleluya te han cantado.
alegría, Virgen Pura,
que Cristo ha resucitado.
Camine toda la gente,
camine con devoción,
que llevamos a María
y a su Hijo en procesión.
SAN ESTEBAN DE NOGALES (León)
Buenos días, Virgen Pura,
Madre del divino Verbo,
¿qué haces sola en este valle
cubierta de manto negro?
(Solista) -Vengo en busca de mi hijo
que me han dicho muy de cierto
que resucitó glorioso
vengo a salirle al encuentro.
¡Ay qué trago de amargura!
¡Ay qué vida tan amarga!
pasaste Virgen María
toda la Semana Santa.
Quítate Virgen María
de tu cuerpo el negro manto
cambia Madre ese luto
por otro que sea blanco.
Enjuaga esos bellos ojos
que tanto y tanto han llorado
y esa cara de tristeza
y esos ojos tan nublados.
Vuelva la paz y alegría
en gozo se torne el llanto
no ves Madre del amor
que todo está hoy acabado
que todo está bendecido
al autor de lo creado.
Mira tu Hijo, María,
y cesa ya tu quebranto
abrázale que es Jesús,
Jesús que ha resucitado.
Hoy ya no tiene verdugo
pues de todos ha triunfado,
hoy no le azotan ni escupen
ni le llevan maniatado.
Mira las llagas, ¡oh!, Madre,
que tiene en sus pies y manos
y la abertura profunda
de su divino costado,
son emblemas de victoria
contra el horrible pecado.
Pero, déjame María
llegar hasta tu hijo amado
condúceme Virgen Santa
y llévame de tu mano,
que participe mi alma
de ese placer tan sagrado.
Ya tocan a lumbre nueva,
ya repican las campanas,
que cantan el aleluya,
nuestro Dios resucitara.
RIELLO DE GALLO (Guadalajara)
Venid compañeras mías (Coro I)
de rodillas por el suelo,
A darle los buenos días (Coro II)
a la Reina de los cielos.
Venid compañeras mías (Coro I)
a las gradas del altar,
Que aquí está la Capitana (Coro II)
que venimos a buscar
a la Virgen del Rosario
nos venimos a llevar.
Venid compañeras mías
a estas voces celestiales,
Todos llegamos a una
sin llegar ninguna tarde.
Oh Virgen de la Carrasca
que estás en altar Mayor,
Saca tu mano derecha
y échanos tu bendición.
Coged mozos las banderas
es estandarte y la Cruz,
Los solteros a María
los casados a Jesús.
Vayan las cruces delante
dándoles a los pendones,
Que llevamos a María
de su palacio de flores.
Vámonos Virgen María
a tomar la delantera,
Que está la gente aguardando
a esta linda compañera.
Virgen pura y consagrada
no salgas tan triste y negra,
Que el hijo que tu perdiste
resucitado lo encuentras.
Y no lo conoceréis
que ha mudado de venera,
Con dos infinitas flores
dos hermosas primaveras.
Repíquense las campanas
con contento y alegría,
Que ha resucitado Cristo
en los brazos de María.
Por allí viene Jesús
por aquí traemos su Madre,
Hágase la gente a un lado
que pasen a visitarse.
Días ha que no se han visto
el buen Jesús y su Madre,
Días ha que no se han visto
desde el jueves por la tarde.
Ya se juntan los dos soles
el cielo bien relumbrado,
Ya se juntan los dos soles
María y Jesús amados.
Niño florido y hermoso
hermoso del sol que sale,
Coge un ramillete de ese
y envíaselo a tu Madre.
Recibirlo Virgen pura
recibirlo con amor,
Que tu hijo te lo envía
estando en la procesión.
Un pajarillo ha venido
las aleluyas cantando,
Y nos han traído la nueva
que Cristo ha resucitado.
Resucitado y glorioso
en tan alegre mañana,
Vamos a darle las Pascuas
a la Reina Soberana
que ha salido de su trono
de su celestial morada.
Arrimaros los cristianos
hacia una paloma blanca,
Quitarle el manto pesado
que quede como de pascua.
Oh que mañana de Pascuas
hasta el sol ha madrugado,
Al ver al hijo de Dios
glorioso y resucitado.
Oh que mañana de Pascuas
oh que mañana de flores,
Oh que mañana de Pascuas
que ha amanecido señores.
Pensaría el falso Judas
que por vender al Señor,
Que no resucitaría
en Pascuas de resurrección.
Hasta las aves parletas
publican en alta voz,
Pues hoy ha resucitado
el que todo lo creó.
Con el mayor entusiasmo
y regocijo sin par,
Vamos a darles las Pascuas
al ministro del altar.
Sois ministro del Señor
y sois el eco del Cielo,
Sois enviado por Dios
a predicar su evangelio.
Sois el Moisés quien rige
este pueblo en el desierto,
Sois el que vida le dais
a aquel que sin culpa ha muerto.
Las pascuas debemos dar
al señor cura el primero,
Nos enseña la doctrina
y nos guía para el Cielo.
D. Domingo Castiblanque
cuando sale a celebrar,
Los Ángeles le acompañan
con música angelical.
Señores maestros de escuelas
faro y guía de los niños,
Tengan las felices Pascuas
con alegría y cariño.
El mayordomo de iglesia
lleva la brillante cruz,
Dios quiera que los vamos
acompañando a Jesús.
El secretario y alcalde
con todo su ayuntamiento,
Tengan las felices Pascuas
con alegría y contento.
Al alguacil del alcalde
que no lo dejamos sólo,
Dios quiera que lo veamos
abrir las puertas del trono.
A los vecinos del pueblo
las pascuas debemos dar,
Que le han puesto las velas
para el Señor alumbrar.
Los mozos de las banderas
les debemos advertir,
Que no las arrastren por el suelo
que nos darán que sentir.
Esas cuatro jovencitas
que levan Nuestra Señora,
La Virgen les de salud
y las corone de gloria.
Esos cuatro jovencitos
que llevan al Niño Dios,
La Virgen les de salud
y les eche su bendición.
Échanos la bendición
vuestro hijo por esos campos,
Danos cosechas colmadas
de los frutos que hay sembrados.
Camine la procesión
caminen las blancas velas,
Dios quiera que al cielo vayan
el alma de estas doncellas.
Caminemos pues señores
donde la Virgen estaba,
Cantando las aleluyas
salveregina letrada.
Pues salve reginacoeli
aleluya hermoso sol,
Pues hoy ha resucitado
el que todo lo creó.
Quien es aquella Señora
que la llevan por el olmo,
Es la Virgen del Rosario
que la vuelven a su trono.
Las doncellas de este pueblo
todas salen al recibo,
Al ver la aurora vestida
de raso verde amarillo.
Repiquen las campanas
y vuélvase a repicar,
Que ha resucitado Cristo
en las gradas del altar.
Las portadas de esta iglesia
debieran ser de cristal,
Que por ella entra y sale
nuestra Madre Celestial.
Tomemos agua bendita
digamos la confesión,
Hinquémonos de rodillas
ante el divino Señor.
La despedida a la Virgen
no se la quisiera echar,
Porque ella no me despide
cuando la voy a buscar.
Adiós palomita blanca
adiós azucena hermosa,
Adiós y pide perdón
a tu hijo por nosotras.
Adiós palomita blanca
adiós almendro florido,
Mis compañeras y yo
con esta nos despedimos.
RIBERA DE ARLANZA (Burgos)
Entrad compañeras mías
entrad si queréis entrar
que aquí está la Capitana
que venimos a buscar.
Tomemos agua bendita
mis compañeras y yo
tomemos agua bendita
vamos al Altar Mayor.
Hinquémonos de rodillas
mis compañeras y yo
hinquémonos de rodillas
digamos la confesión
hinquémonos de rodillas
pidamos a Dios perdón.
Ya hemos llegado a la Pascua
con alegría y contento
digamos en alta voz
¡viva el Santo Sacramento!
Ya hemos llegado a la Pascua
con contento y alegría
digamos en alta voz
¡viva la Virgen María!
Esta noche han florecido
las flores en las alturas
así florezca señores
la gracia en el señor cura.
Esta noche han florecido
las flores en la arboleda
así florezca señores
la gracia en estas doncellas.
Cojamos cuatro doncellas
estas andas con cuidado
que va la Virgen María
en busca de su hijo amado.
Echad un vuelo palomas
de esta mesa de nogal
echad un vuelo palomas
demos la vuelta al lugar.
Ya tornean las campanas
ya sale la procesión
ya sale la cruz de plata
y el encarnado perdón
ya salen las seis hermanas
que han pedido para el Señor.
Afuera, afuera señores
afuera de la carrera
que nuestra madre María
se va a pasear por ella.
Estas puertas son de pino
y los goznes de metal
que por ella sale y entra
su Divina Majestad.
Por dónde la llevaremos
a la gloriosa María
por dónde la llevaremos
que a su hijo encontraría.
Vedle ahí por donde viene
tan galán y tan bizarro
con banderas descubiertas
defendiendo a sus vasallos.
¡Oh, qué capitán famoso!
¡Oh, qué valiente soldado!
¡Oh, qué camino del cielo!
Recibidle sin pecado.
La resurrección triunfante
se ha encontrado con María
contemplemos, contemplemos
por ser Pascua de alegría.
En la cruz ya se han juntado
María y el Redentor
en la cruz ya se han juntado
Pascua de Resurreción.
Regina «la vi» concepta
Aleluya te han cantado
alegría Virgen Pura
que Cristo ha Resucitado.
Quitad el manto a la Virgen
y veremos su belleza
no es digno que esté de luto
día de tan grande fiesta.
La Virgen está en novena
y en qué procesión la sacan
sus hermanas y cofrades
la han de volver a su casa.
¡Oh, quién fuera poderosa!
como son muchas casadas
Yo regalaré a la Virgen
un ramito de esmeraldas.
¡Oh, quién fuera poderosa!
como son muchas doncellas
Yo regalaré a la Virgen
un ramillete de perlas.
Tengan felices pascuas
el señor cura el primero
alcalde y regidores
y vecinos de este pueblo.
Florezcan todas las flores
florezcan las del rosal
tengan felices pascuas
a todos en general.
De plata tiene la corona
y de seda es el vestido
adiós Virgen del Rosario
que hasta otro año me despido.
Vayan ustedes por ahí
con el lucero del día
nosotras caminaremos
con la Gloriosa María.
Échenos la bendición
con esas manos tan bellas
por si acaso no volvemos
a cantar estas doncellas.
Salga, salga el señor cura
salga de la sacristía
salga a oficiarnos la misa
porque lo requiere el día.
Salga, salga el señor cura
salga de la sacristía
salga vestido de blanco
que Cristo ha resucitado.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aldazábal, José, Pascua/Pentecostés, 1992, CPL Barcelona.
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia, 2002, BAC Madrid.
Covarrubias y Orozco, Sebastián, Tesoro de la Lengua Castellana, 1611, Madrid, (ed. de Felipe C. R. Maldonado, 1994, Castalia Madrid).
Lizarazu, Mª Asunción, Música popular tradicional en la provincia de Guadalajara: análisis del proceso de innovación y cambio cultural, 2002, Tesis Doctoral UCM Madrid.
Vivés, José (ed.), Oracional visigótico, 1946, Balmesiana Barcelona.