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1. Introducción
Facunda Martínez Landa (Lodosa[1], 1928) es la memoria viva de la localidad que la vio nacer; la cual ha sido su hogar durante toda su vida. Una vida que, vista desde fuera, parece exclusivamente dedicada a su familia. Como todas las personas de su generación. Y, sin embargo, iba haciendo algo más. Iba recuperando parte de ese saber popular que forma el acerbo cultural de una sociedad.
Sus recuerdos. Las historias que ha ido recopilando año tras año. Los cuentos, poemas y canciones que su abuela le narraba, cantaba y contaba siguen igual de actuales en su cabeza como el primer día que las aprendió. Y, como buena guardiana de la memoria de Lodosa, no ha duda ni un solo minuto en transmitir ese conocimiento a todo aquel que quisiera atreverse a conocer. A quien tuviera curiosidad por la historia de Lodosa; que, al igual que la propia Facunda, puede parecer un pueblo más, pero cuando nos adentramos en sus calles, en sus historias y en sus gentes, descubrimos esa singularidad típica de los municipios que constituyen España.
Durante los últimos años, diversos historiadores con repercusión autonómica e incluso nacional, han ido a buscar información sobre la Guerra Civil (1936-1939) a Lodosa, que, tristemente fue la localidad en la que hubo la mayor represión dentro de Navarra. Una vez que se empieza a indagar, investigar o recopilar información, dentro de Lodosa, todas las instituciones (Ayuntamiento e Iglesia) y las personas de la localidad que se han dedicado a recopilar información, acaban derivando a estos a Facunda Martínez Landa. Por lo que sus recuerdos de niñez sobre la Guerra, así como las experiencias de personas que no pueden estar aquí para contarlas, han servido como base de datos para libros, exposiciones y documentales.
Y, a pesar de esta ayuda proporcionada a los investigadores, ninguno de ellos se interesó más allá de estos años de barbarie y fratricidios. Por lo que, gran parte del conocimiento popular de Lodosa, sigue sin ser escuchado.
Este artículo, en pequeña medida, intenta subsanar esa laguna. Se plasmará un poema típico de Lodosa durante la década de 1930, evitando así su perdida, debido a que sólo se conserva en la memoria de Facunda Martínez Landa. Dicho poema habla sobre un asesinato, que podemos clasificar, de violencia de género. Posteriormente se explicará la intrahistoria del poema, completando de esta manera la historia de Lodosa. Entendemos que, al tratarse de la historia criminal de un pequeño pueblo, puede generar controversia e incluso incomodidad a los habitantes de Lodosa. Sin embargo, el romance (o poema), así como el hecho de la transmisión oral en pleno siglo XX, tienen valor etnográfico, que merece la pena estudiarlos. Por último, se ha intentado averiguar si existe alguna fuente de datos que permita corroborar los hechos mencionados en el poema.
2. El Poema
La gran mayor parte del conocimiento popular no se ha transmitido a través de libros, sino que pasaba de padres a hijos. Otro tanto de ese conocimiento, se fue manteniendo a base de romanceros, poemas o leyendas. Y todas, poco a poco, caen en el olvido. Un poema corto y poco pegadizo narra un suceso desconocido. De tarde en tarde, cuando se habla de violencia de género delante de Doña Facunda, esta responde:
El Crimen de Pedro Abos
El día tres de Febrero
un gran crimen pasó
Pedro Abos a su mujer
tres puñaladas le dio.
Tres hijas mocitas tiene
Y al cine se las llevó
él como estaba encantado
al Calvario se volvió.
Entonces, la mató.
El poema popular, sin ninguna autoría reconocida, narra un crimen sucedido en Lodosa. Cuando se le pregunta a Facunda por mayor información, a pesar de no poder acotar el crimen en un periodo determinado, añade información adicional.
3. El crimen sucedió a principios de Febrero en las fiestas de San Blas. En dicha festividad en Lodosa se traían películas de las que se podía disfrutar. Pedro Abós decidió llevar a sus hijas al cine. Una vez allí, con la excusa de haberse olvidado el tabaco, volvió a su casa, en el barrio de «El Calvario». Dicho barrio, en la época del asesinato, era para gente pobre y con pocos recursos. Las casas estaban cerca de la montaña. Una vez en la casa, con la aguja de coser serones[2], apuñaló a su mujer reiteradas veces. Tras el asesinado, volvió al pueblo diciendo que habían asesinado a su mujer. A pesar de haber intentado lanzar las sospechas sobre otros, se le acabó deteniendo y condenando por el crimen.
4. Evidencia
Una vez que se ha escuchado el poema de boca de Facunda, al intentar indagar sobre este asesinato no se encuentra evidencia sobre el mismo. En el Archivo Real y General de Navarra (ARGN), al intentar encontrar la sentencia de Pedro Abós, no se encontró ningún documento que acreditara que se había enjuiciado a nadie con ese nombre o por un asesinato similar en Lodosa durante el primer tercio del siglo xx. Los responsables del ARGN han ofrecido tres explicaciones para la falta de datos:
El expolio acaecido en los archivos de los juzgados durante los primeros meses de la Guerra Civil.
La gran mayoría de la documentación judicial anterior a 1930 no está descrita a nivel de unidad documental; por lo que la mayoría de los expedientes se encuentran guardados de manera conjunta y la búsqueda se torna imposible.
Los documentos anteriores a 1930 están clasificado indistintamente por localidad donde se realizó el crimen o por localidad donde se juzgó. Por lo que a pesar de suceder el crimen en Lodosa puede estar clasificado en Mendavia o Pamplona (dependiendo del juzgado encargado).
A la par, los libros sobre crímenes cometidos en Navarra o sobre la historia de Lodosa durante el siglo xx, no mencionan a nadie con dicho nombre y/o el crimen. Mucho menos se hacen eco del poema.
Sin embargo, a pesar de la falta de evidencia, durante la revisión de la prensa de la época se encontró un pequeño artículo, de pocas líneas, publicado el 27 de Febrero de 1922 en el periódico La correspondencia de España.
Se situó en la esquina inferior derecha de una página par. Un pequeño lugar para un suceso intranscendente. El artículo se titulaba: Parricida Condenado a Muerte.
El artículo así decía:
Ha terminado el juicio contra Pedro Abos, de Lodosa, que ha sido condenado a muerte por parricidio y a diez y siete años de cadena temporal por otro delito de parricidio frustrado.
Pedro Abos arrojó, en enero de 1921, una piedra sobre su mujer, de 25 kilos de peso, sin que lograra alcanzarle, a pesar de haberse situado para cometer el delito en un plano superior al que aquella ocupaba.
Veinte días después premeditó el crimen y para lograr su propósito llevó una noche a sus hijas al teatro, y él se volvió a su casa y mató a su mujer de tres enormes cuchilladas.
Detenido y encarcelado, culpó primero en las declaraciones prestadas a su propio padre y luego dijo que la victima se había suicidado.
Durante el juicio se mostró con cinismo y tranquilidad, a pesar de la prueba abrumadora.
El fallo, aunque se esperaba, ha causado gran emoción.
5. Conclusiones
Hay periodos de la historia que concentran mayor popularidad que otros. Incluso dentro del mismo periodo, ciertos hechos o sucesos son más estudiados, relegando a otros al olvido.
El objetivo de este artículo era, por un lado, subsanar una injusticia con respecto a Facunda Martínez Landa. Su sabiduría popular, que no por ello menos importante, mantiene con vida los usos y costumbres de una Lodosa que ya no existe. Y, por otro lado, era plasmar el poema sobre el crimen de Pedro Abos. Un poema anónimo caído en el olvido. Un poema, a fin de cuenta, que mantiene viva la memoria de un suceso que conmocionó a todo un pueblo.
La evidencia escrita sobre ese suceso es tan escasa que sólo un periodo recoge una pequeña reseña sobre la sentencia. Se da un peso importante a las fuentes escritas, olvidándonos, que incluso esas fuentes no son infalibles.
El ejemplo escrito en este artículo hace que se valore más a Facunda Martínez Landa, la memoria de Lodosa. A día de hoy se ignora el conocimiento que esta mujer tiene sobre el pueblo de manera exclusiva. Por lo menos se ha rescatado un trocito de esta memoria necesaria para entender la historia de Lodosa.
Autor: José Torres
Profesor del Departamento de Ciencias Jurídicas y de la Empresa. Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM)
NOTAS
[1] Lodosa es un municipio en la Comunidad Foral de Navarra, situado a orillas del Río Ebro.
[2] Un serón es una sera alargada sin asa para llevar la carga en la caballeriza. Generalmente están hechos de esparto.