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Continuando con los artículos que ya hemos dedicado en la Revista de Folklore a diversos aspectos de la arquitectura de varias localidades de El Bierzo[1], y siguiendo la línea de incluir en ellos fotografías nuestras de los elementos analizados, nos centraremos en la presente ocasión en fechas que aparecen inscritas en casas, dividiendo los ejemplos estudiados en función del material sobre el que se encuentra la datación escrita: la piedra y el metal.
Comenzamos por los ejemplos realizados en piedra, y nos fijamos, en la presente ocasión, en el marco cronológico del siglo xix. En su magnífico libro titulado La ornamentación en la arquitectura tradicional de la Ribera del Duero D. Arturo Martín Criado estudia este aspecto, indicando que a lo largo del siglo hubo épocas con mayor o con menor realización de casos, habiendo pocos, por ejemplo, hasta 1820, abundando entre 1850 y 1869, y volviendo a escasear a partir de 1870[2]. Los ejemplos de los pueblos bercianos que analizamos, ubicados en dinteles, encajan con esto. Así, encontramos en Viñales una muestra de 1808 (FOTOGRAFÍA 1[3]), mientras que entre 1850 y 1869 se encuentran varios, con fechas de 1854 (FOTOGRAFÍA 2) y 1858 (FOTOGRAFÍA 3) en San Esteban del Toral, 1859 en Santa Marina del Sil[4] (FOTOGRAFÍA 4) y 1861 en San Román de Bembibre (FOTOGRAFÍA 5). En 1900, el último año del siglo xix, encontramos un ejemplo en Bembibre (FOTOGRAFÍA 6) no ya en el contexto de una casa de arquitectura popular, sino de vivienda burguesa, donde la factura de la inscripción y su decoración con la escritura caligráfica de unas siglas[5] manifiestan unas características muy diferentes a los ejemplos anteriores.
Con respecto al metal, nos centraremos en la misma cronología decimonónica pero ampliándola hasta mediados del siglo xx, no solo porque haya interesantes ejemplos de las primeras décadas de la pasada centuria sino porque, de esta manera, vamos a poder comprobar un aspecto interesante desde el punto de vista histórico: el hundimiento económico que se vivió durante la posguerra se reflejó en el empeoramiento de la calidad de alguna de las muestras conservadas respecto a la de momentos pretéritos.
Los ejemplos de rejería artística conservados son numerosos, especialmente en la villa de Bembibre, aunque también en algunas otras localidades cercanas. Aunque nos vamos a centrar en los ejemplos que contengan fecha, no podemos dejar de mencionar que hay casos de gran belleza, donde artesanía y arte se funden, y, si bien no vamos a reproducir aquí todos, por obvias razones de limitación de espacio, no nos resistimos a recoger, a modo de sencilla muestra, la imagen de algunos balcones de gran interés, conservados en viviendas burguesas de Bembibre, con tipología variada, desde la hermosura derivada de las formas dadas al metal (FOTOGRAFÍAS 7 y 8) a la utilización de máscaras metálicas decorativas[6] (FOTOGRAFÍAS 9-10, en este último caso en coincidencia temática con otra máscara en otra parte de la fachada de la vivienda).
Centrándonos ya en los casos con fecha, comenzamos con dos ejemplos del mismo año, 1878, que, por sus características, parecen realizados por la misma mano (FOTOGRAFÍAS 11-12). Este segundo ejemplo nos da pie a realizar una pequeña reflexión. La fotografía 12 fue tomada en febrero de 2020. El edificio en el que se encontraba amenazaba ruina y en julio del mismo año ya había sido derribado (FOTOGRAFÍA 13). Trabajos como este sirven no solo para dejar testimonio gráfico del patrimonio cultural que pueda servir para futuros estudios, sino también para mostrar cómo la conservación del mismo en nuestros pueblos y villas es manifiestamente mejorable y no se puede esperar más en no pocos casos para tomar medidas que eviten su desaparición o, al menos, para documentar gráficamente sus características.
Seguimos. También probablemente de la misma mano o taller es el siguiente ejemplo, de 1888 (FOTOGRAFÍA 14); en la fachada de la vivienda se encuentran otros dos balcones, a ambos lados del mostrado en la fotografía 14, en los que aparecen unas iniciales, probablemente correspondientes a los dueños de la casa en la fecha indicada (FOTOGRAFÍAS 15-16). Al igual que en las inscripciones de fechas en piedra, también en ocasiones aparecen las iniciales, y con un marcado carácter decorativo, fácilmente comprobable por el trazado caligráfico de las letras. Es una tipología habitual, que, por lo que se refiere a la provincia de León, se llega a documentar incluso en la misma capital; así, por ejemplo, en el barrio de Las Ventas, en la zona norte de la ciudad, se conservan dos balcones en la fachada de una casa, donde aparecen, respectivamente, la fecha, 1885[7], y las siglas del dueño (FOTOGRAFÍAS 17-18). Volviendo a Bembibre se observa algún caso en el que la decoración del balcón presenta las letras iniciales de un nombre, pero sin fecha (FOTOGRAFÍA 19), aunque no es la tipología que estamos analizando en el presente trabajo.
Los ejemplos, desde el punto de vista cronológico, continúan en el siglo xx. A comienzos del mismo, concretamente a 1904, corresponde la siguiente muestra, conservada en San Román de Bembibre, consistente en dos balcones de la misma casa en los que, en ambos, se repite como motivo decorativo la misma fecha (FOTOGRAFÍAS 20-21).
El siguiente ejemplo, de Bembibre, situado no en un balcón sino sobre la puerta de entrada de una vivienda burguesa, es, en nuestra opinión, de gran interés. La fecha inscrita, 1919 (FOTOGRAFÍA 22), también aparecía, aunque no en metal, en la parte superior de la muy decorada fachada, aunque actualmente se encuentra deteriorada, por lo que es la muestra metálica la que sigue proporcionando la información cronológica. Como indicamos es una muestra de interés por varias razones; la primera, porque nos indica cómo, en la zona geográfica estudiada en el presente artículo, también se realizaban inscripciones caladas sobre metal, y la segunda porque se aprecia un motivo floral que, por lo que respecta a la misma localidad, se repite con frecuencia en rejas de balcones, como se aprecia en uno en el que se destacó con pintura (FOTOGRAFÍA 23).
Nos acercamos al final de este trabajo, con dos ejemplos, ambos de decoración sobre puertas, uno un poco anterior a la Guerra Civil, en concreto de 1934, de Santibáñez del Toral (FOTOGRAFÍA 24) y otro de plena posguerra, de 1947 (FOTOGRAFÍA 25), de Bembibre. La comparación entre ambas muestras imágenes manifiesta la evidente peor calidad de la segunda muestra (a pesar de contener siglas), probablemente como reflejo de la extrema pobreza del momento histórico en el que se realizó.
Como ya hemos mostrado en el presente artículo, algunas muestras de artesanía/arte siguen desapareciendo y otras se encuentran en mal estado de conservación. Ojalá artículos como este sirvan no solo para conservar y transmitir materiales visuales que sirvan a los estudios sino también para concienciar a todos/as de la necesidad de apreciar y preservar el patrimonio cultural de nuestras zonas rurales.
NOTAS
[1] LORENZO MARTÍNEZ ÁNGEL, «Coladeras en El Bierzo Alto (Santibáñez del Toral y San Román de Bembibre): un detalle de la arquitectura tradicional»: Revista de Folklore, 462 (2020) 4-9.
ÍD., «Arquitectura tradicional de entramado en El Bierzo Alto (Viloria, Bembibre, San Román de Bembibre y Santibáñez del Toral)»: Revista de Folklore, 460 (2020) 63-65.
[2] ARTURO MARTÍN CRIADO, La ornamentación en la arquitectura tradicional de la Ribera del Duero, Ávila 2008, p. 136: «El siglo xix se caracteriza por la irregularidad en cuanto a la cronología de las inscripciones; épocas de abundancia alternan con otras de escasez, coincidiendo, en general, con los avatares de la historia económica y política española. Tras dos décadas iniciales más bien pobres, se percibe una cierta recuperación en los años veinte, para volver a disminuir en la década de 1830; la recuperación de los años siguientes culmina en dos décadas, de 1850 a 1869, de extraordinario auge constructivo. A partir de 1870 las inscripciones van disminuyendo, si bien, en aquellos pueblos que se construyó mucho en piedra, se concentran en buena cantidad, mientras que, en otros, parece que la construcción con piedra fue escaseando…».
[3]Queremos indicar, en relación al presente trabajo, que, en unos casos, las fotografías las centramos en concreto en las inscripciones y, en otros, en los ámbitos en los que se encuentran, para mostrar mejor el contexto de las mismas.
[4]Agradecemos a D. Antonio Gómez Marqués, gran conocedor de la historia y la geografía de El Bierzo Alto, el habernos llevado a Santa Marina del Sil para conocer la localidad.
[5]También en alguno de los casos de tipología más popular se observa la inscripción de siglas de los propietarios de las viviendas (v. g. FOTOGRAFÍA 3).
[6] D. Arturo Martín recoge en su citado libro un ejemplo de balcón decorado con máscara de 1885 (o. c., p. 283).
[7]Época, dicho sea de paso, en el que el barrio de Las Ventas presentaba, a pesar de pertenecer a la ciudad de León, ciertas características rurales.