Si desea contactar con la Revista de Foklore puede hacerlo desde la sección de contacto de la Fundación Joaquín Díaz >
A finales del año 2020 se han cumplido 40 años desde la publicación del número 0 de la Revista de Folklore, y en este año 2021 se cumplen 10 años desde que la Revista tomó el camino de la publicación digital para garantizar su continuidad.
A partir del número 349 de Revista comenzamos una nueva etapa donde la Fundación Joaquín Díaz asumió de forma independiente la edición y publicación de todos los números en formato digital, con las ventajas e inconvenientes que esto conllevaba.
La desaparición del formato impreso supuso una evidente pérdida para el público suscrito a la Revista, mucho del cual deseaba coleccionar los ejemplares en su biblioteca personal encuadernados con las tapas duras que, en su momento, se ofrecieron. Pero el paso a la edición digital ha presentado importantes ventajas:
• La llegada del color, que ha permitido que muchos de nuestros colaboradores se hayan decidido a incluir gráficos y fotografías para apoyar sus artículos, dando otra dimensión al contenido de los mismos.
• La eliminación del límite de páginas, que nos permite una generosa flexibilidad para adaptarnos al cambiante volumen de artículos recibidos, aumentando o disminuyendo las páginas por revista según sea necesario y, así, dar cabida a todos nuestros colaboradores.
• Y lo principal y más interesante desde el punto de vista editorial: La difusión de la Revista. Donde antes era una edición impresa limitada a unos pocos cientos de suscriptores, ahora contamos con una lista de correo de casi dos mil suscritos directos, más miles de consultas en la web de la Revista y descargas del ejemplar digital que está disponible para cualquier persona que lo desee.
La página web de la Revista de Folklore se ha convertido en un lugar de referencia para cualquier consulta de corte etnográfico, antropológico y de temáticas relacionadas con el folklore. Su presencia en la red se ha visto favorecida por la diversidad de temas que afrontan nuestros colaboradores, y, con la indexación referenciada de forma muy precisa en los descriptores web, los principales buscadores sitúan en primeros lugares la presencia de la Revista cuando se acude en busca de términos relacionados con la etnografía y la tradición.
Todo esto es posible gracias a una completa base de datos online, con más de 3.400 artículos aportados por más de 700 colaboradores, número que se incrementa continuamente pues no dejan de acudir a la Revista nuevos interesados en publicar sus estudios en el amplio campo del folklore. La creciente difusión de la Revista en el mundo hispano-hablante favorece el aumento de colaboradores, pues sigue creciendo el número de visitas a la web de la Fundación Joaquín Díaz y, en particular, al apartado de la Revista.
Procesar todo este volumen de información es una tarea que requiere perseverancia y atención personalizada.
Usualmente recibimos mensaje por correo electrónico por parte de los posibles nuevos colaboradores, que pueden acudir al enlace de contacto con la Fundación
La respuesta suele ser casi unánimemente positiva, pues en poco tiempo solemos recibir los artículos, e imágenes en su caso, que nos envía nuestro nuevo colaborador con la buena voluntad de la aportación voluntaria y desinteresada. Todo este proceso queda obviado cuando se trata de autores ya conocidos por la Revista, que suelen enviar sus artículos de forma directa bien conscientes de los plazos de edición y normas de publicación que seguimos. Siempre agradecemos los nuevos envíos, pues todo documento de investigación es valioso y aporta nuevos conocimientos al saber colectivo.
Solemos tener un plazo de 4 a 5 meses entre recepción y publicación de artículos, pues habitualmente hay un volumen de documentos pendientes de publicar que nos permitiría mantener la Revista en activo aunque no se recibiese ningún artículo nuevo durante varios meses. Pero no se ha dado el caso. La Revista de Folklore tiene una afluencia continua de nuevo material escrito, nunca se ha dado la circunstancia de que no tuviésemos contenido disponible, lo que habla del interés que despierta y la continuidad y vocación de nuestros colaboradores.
Los artículos solicitamos que sean enviados digitalmente en MS Word u OpenOffice, al ser los procesadores de texto más comunes. Nuestra herramienta de trabajo suele ser un equipo Apple Macintosh iMac, no particularmente reciente pero perfectamente adecuado para la edición. En este equipo tenemos instalada una versión oficial del software de maquetación profesional InDesign de Adobe. También contamos con un equipo Apple MacBook Air algo más moderno y que, con el mismo software, nos permite seguir trabajando cuando estamos fuera de la Fundación. Las imágenes se procesan con el software de licencia pública Gimp (GNU Image Manipulation Program), herramienta bien considerada en el ámbito gráfico y que nos permite hacer las mínimas adaptaciones que puedan ser necesarias.
Pero nuestro criterio es mantener los artículos, tanto los textos como las imágenes, tal cual han sido enviados para reflejar de la manera más personal el espíritu con el cual lo ha creado su autor. Los orígenes diversos de nuestros colaboradores dan pie a formas de expresión muy diferentes, y creemos que las peculiaridades idiomáticas o diversidades culturales también aportan conocimiento y datos valiosos sobre el origen de los estudios y de quienes los realizan.
Según han sido recibidos los artículos procuramos darles salida de forma secuencial en cada ejemplar de la Revista, tan solo procurando no repetir autores en números sucesivos salvo que sean capítulos del mismo artículo. Así se favorece la mayor diversidad y se da cabida a nuevos contenidos. Con el tiempo todos los artículos acaban por ser publicados.
Adobe InDesign es una herramienta eficaz que, por encima de todo, permite un control tipográfico muy preciso. Cada artículo es procesado de forma independiente sobre un formato de revista predefinido, procurando siempre respetar la idea que nos trasmite la lectura previa del artículo, la cual nos da un criterio de maquetación adecuado para la colocación de imágenes y el ritmo de párrafos.
Una vez maquetados de 5 a 10 artículos, dependiendo de su extensión y buscando un número total de 70 a 100 páginas por revista, generamos un índice de contenidos con títulos y autores, y establecemos un orden que suele venir definido por su fecha de recepción. La excepción suele ser el primer artículo de cada número de la Revista, que puede estar relacionado con la temática tratada en la «Carta del Director» que Joaquín Díaz aporta para cada nuevo ejemplar.
Durante un mes, y compaginando la maquetación de la Revista con el trabajo habitual en la Fundación –edición y publicación de libros digitales e impresos, mantenimiento y nuevos contenidos para la página web y otras labores relacionadas con la difusión de los fondos de la Fundación–, vamos dando forma definitiva al número a publicar a finales de mes.
Nuestro director selecciona una portada que, casi siempre, es alusiva al tema tratado en «Carta del Director», y se aplican los hiperenlaces en índice que permitan dirigir cada título a su artículo correspondiente. Paralelamente, y cuando los textos de los artículos ya están colocados en maqueta, se incorporan en formato de texto puro a la base de datos online de la Revista, con el objetivo fundamental de favorecer su indexación por parte de los robots de búsqueda de los principales buscadores web y aumentar su visibilidad en la red. Estos textos puros, sin imágenes y sin maquetación, también pueden ser leidos online, permitiendo su consulta en equipos con un ancho de banda limitado, pero siempre ofreciendo como versión completa el archivo PDF donde se podrá disfrutar de todo el contenido del número de Revista.
El archivo PDF definitivo se exporta directamente desde Adobe InDesign, con una calidad de imágenes de 150 a 200 puntos por pulgada, suficiente para su visualización en pantalla y con un tamaño de archivo manejable para su descarga. El mantener el resultado final en formato PDF tiene el objetivo de ser lo más compatible posible, además de permitir su lectura en todo tipo de pantallas e, incluso, poderse imprimir en hojas A4 si lo desea el lector.
También incorporamos en los últimos años el formato a doble columna con el objetivo de facilitar la lectura en pantallas pequeñas, teléfonos móviles o tabletas de pequeño tamaño, y favorecer el acceso desde cualquier lector electrónico.
Finalmente, y una vez disponible el archivo PDF online, así como cada artículo exportado por separado en la base de datos, se incorporan en otra tabla de contenido los nombres de los nuevos autores y se actualiza el índice web de la Revista para que aparezca el nuevo número en primer lugar. También añadimos en nuestra web la noticia de un nuevo número disponible.
Y como trabajo colateral, pero también laborioso, realizamos un mailing informativo a nuestra lista de correo donde, paralelamente a la publicación del número mensual, enviamos un listado de los artículos disponibles, con su correspondiente enlace al texto web, imagen de portada de la nueva revista y enlace de descarga directo para el archivo PDF, que es, en definitiva, el producto completo y de interés para el lector. Por nuestra parte no utilizamos ningún servicio de mailing comercial, los cuales incorporan seguidores personalizados para crear estadísticas de consulta, y que pueden realizar listados de direcciones de correo susceptibles de ser vendidos para actividades comerciales. Nuestro criterio es realizar el mailing directamente a cada dirección de correo de nuestra lista para que ningún servicio externo comparta y pueda copiar esas direcciones.
Para completar esta descripción del proceso de creación de la Revista de Folklore, no podemos dejar de señalar nuestro agradecimiento a nuestros queridos colaboradores, el auténtico corazón de la publicación que, sin ellos, no existiría. Con muchos de ellos ya nos une una relación de años, con algunos de forma personal y, con todos, en una continuidad de correos donde se establece un contacto directo –aunque no nos conozcamos en persona– que da la medida de las personas y de su generosidad, personas que aportan su formación, su estudio y su magnífico trabajo para aumentar el volumen de la información puesta a disposición del conjunto de la cultura y el saber.