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Recuerdo que mi abuela tenía por costumbre hacer una cruz en el aire, o sobre la corteza, antes de cortar las bollas de pan, tartas, tortas, bizcochos o cualquier alimento circular que incluyese harina (exceptuando los de tamaño pequeño, como las galletas).
Esta costumbre, a veces extendida a otros productos como la tortilla española, la pude observar en lugares dispersos de Galicia con el transcurrir de los años. Siempre me pregunté de dónde provendría, aunque barajaba cierta hipótesis.
Mi gran sorpresa fue descubrir recientemente que, en algunos lugares de Asturias bien comunicados con Galicia, también se mantenía la misma costumbre en algunas aldeas, lugares y pueblos rurales. ¿A qué podría deberse esta tradición?
Como nunca he encontrado ninguna fuente que me diese una explicación más o menos plausible, he ido elaborando mi propia hipótesis al respecto y querría plantearla en este pequeño artículo. Por supuesto que una hipótesis solo es eso, una sospecha en cierto modo fundada que exige experimentación para poderse validar, por lo que invito a los lectores a aportar la información de que dispongan o a hacer uso de su sentido crítico ante mi propuesta.
Pues bien, creo que el quid de esta tradición está en la harina.
Como se sabe, en épocas de hambre el precio del trigo se dispara[1]. Teniendo en cuenta que el trigo es el ingrediente principal para fabricar pan, y que el pan es el alimento básico en Europa desde tiempos de Roma[2], se hace obligatorio sustituir su carencia por el producto más similar y más barato del que se disponga a mano, generalmente el centeno.
Este cereal, menospreciado y de mala fama por su tono oscuro, se adapta muy bien a climas fríos y suelos pobres, hecho que le hizo granjearse un sitio como producto de subsistencia hasta la aparición de la patata en Europa[3]. Por poner un ejemplo, ya en el s. xii, el monje benedictino Aymerico Picaud, al llegar a tierras gallegas, escribe: «Escasea en pan de trigo y vino, abunda en pan de centeno y sidra[4]». En una palabra, el pan de trigo, como el vino, era para las épocas de bonanza o para las clases pudientes.
Este dato me dio la clave. El centeno puede ser parasitado por un hongo, conocido como cornezuelo del centeno (ergot o claviceps purpurea[5]), que en condiciones de humedad como las que tiene Galicia, y en campos descuidados, germina. No olvidemos que si nos encontramos en época de bonanza los campos cultivados son los de trigo, mientras que las plantaciones de centeno son dejadas a su suerte. Pues bien; el cornezuelo es un hongo altamente tóxico cuyas consecuencias ya fueron registradas desde la Edad Media y que se le relaciona estrechamente con el Baile de S. Vito[6] y la enfermedad del ergotismo[7], principalmente causados por el alcaloide de la ergotamina. Curiosamente fue Hoffmann quien empleó el cornezuelo del centeno para sintetizar la LSD[8] y, como se sabe, la LSD es el alucinógeno más potente conocido hasta el momento, ya que dosis de 30 microgramos pueden tener unos potentísimos efectos en el organismo humano.
Con esta hipótesis todo me encaja. En el folclore centroeuropeo y gaélico, con el que Galicia ha compartido unas fuertes raíces comunes, se considera que la gente pequeña baila dentro de los círculos mágicos, conjuntos de setas que nacen en forma circular[9]. Setas como la amanita muscaria[10] pueden ser alucinógenas debido al muscimol, componente neurotóxico, de ahí que empecemos a sospechar de la relación existente entre hongos, intoxicaciones, superficies circulares planas y seres feéricos.
Aunando estos datos tenemos una posible explicación a nuestra pregunta. Las clases agrarias, pobres, necesitaban hacer pan con harina de centeno en épocas de escasez. Este centeno, debido al descuido de los campos y condiciones climáticas de humedad, podía verse contaminado con el cornezuelo del centeno que, de consumirse, podía producir intoxicaciones neurológicas (baile de S. Vito) o alucinógenas (aparición de duendes o diablejos). Ante el desconocimiento de dónde provenía todo eso o qué lo causaba, la única protección que las gentes tenían era la de hacer una cruz en el aire (o sobre la corteza del pan) y rogar al dios de los cristianos que velase por ellos.
Dejo en este punto mi artículo. Como no soy un folclorista y, además, estoy tratando una costumbre muy localizada, no he querido hacer un artículo académico que aportase pruebas contundentes recogidas durante años sino más bien, como señalé, plantear una mera hipótesis. Por ello, invito a los lectores a presentar sus pruebas, críticas o conclusiones a fin de que, entre todos, podamos determinar de dónde viene esta curiosa tradición galaico-asturiana.
NOTAS
[1] En este artículo tenemos datos precisos sobre una hambruna que asoló Galicia en el s. xviii y su repercusión en el precio de los cereales (consultado el 14 de Marzo del 2019):
[2] Aunque se trata de un pliego administrativo de condiciones, los datos históricos recogidos a partir de la página 11 son muy valiosos como punto de partida para este estudio y, en concreto, los de la página 14:
[3] J.M Coleto, Teresa Bartolomé y Rocío Velázquez, Historias de plantas (III): La historia del centeno (2016). Consultado el 14 de Marzo del año 2013 en:
[4]Codex Calixtinus, (Pontevedra: Xunta de Galicia, 1992), 523. Se considera a Aymerico Picaud el autor del quinto libro del Códice Calixtino, a donde pertenece la cita mencionada.
[5] https://es.wikipedia.org/wiki/Claviceps_purpurea
[6] https://es.wikipedia.org/wiki/Coreomanía
[7] https://es.wikipedia.org/wiki/Ergotismo
[8] https://es.wikipedia.org/wiki/LSD
[9] Valga recordar una vieja protección contra la Santa Compaña consistente en dibujar un círculo en suelo y meterse en el interior para evitar que te lleve con ella. De esta manera lo mágico queda fuera del círculo y lo real, dentro, invirtiendo las tornas de las cosas. Precisamente, esta inversión de la realidad se produce cuando presenciamos un hecho extraño que rompe toda lógica de realidad (la aparición de la Santa Compaña, por ejemplo), de modo que, creando ese círculo, nosotros pasamos a ser los seres extraños (feéricos) en una situación mágica, que pasa a ser la normal. La explicación lógica y la importancia del círculo protector es la siguiente: si en el mundo real lo que está dentro del círculo es feérico, en el mundo feérico lo que está dentro del círculo es real.
[10] https://es.wikipedia.org/wiki/Amanita_muscaria#Comestibilidad_y_propiedades