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Revista de Folklore número

435



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La participación en asociaciones folclóricas como fuente de competencias culturales y democráticas, valores y habilidades sociales

RODRIGUEZ RAMOS, Paulo Adrián

Publicado en el año 2018 en la Revista de Folklore número 435 - sumario >



Introducción

Este es el momento en el que debo aclarar que este artículo no pretende ser un estudio científico, está simplemente basado en mi experiencia personal como individuo que ha estado desde los 5 años hasta la actualidad, más de 30 años participando de la vida cultural y el folclore de las Islas Canarias en dos agrupaciones socioculturales.

Durante mi niñez, desde los 5 hasta los 12-13 años aproximadamente, aprendí a bailar en un grupo de danzas tradicionales que dependía del AMPA del colegio, posteriormente entre los 12-13 y los 18-20 años participé en un asociación socio cultural llamada Rondalla San José compuesta principalmente por niños/as y jóvenes; y entre los 18-20 hasta la actualidad participo en una asociación socio cultural llamada Chajoigo. Siempre he bailado, pero los grupos a los que he pertenecido tienen tanto un grupo musical, que en Canarias suele ser bastante numeroso, unas 20 personas aproximadamente; y un grupo de baile que suele estar conformado por unas 6 a 10 parejas aproximadamente.

Debido a mi formación y profesión, he estudiado Trabajo Social y Máster en Intervención Social Comunitaria, y por ello tiendo a analizar las situaciones que se presentan, tanto en mi vida como en la sociedad que me rodea, desde una perspectiva social y de integración social. Llevo un tiempo pensando en cómo ha podido influir en mí todos estos años de participación en asociaciones folclóricas y he llegado a la conclusión de qué hay una serie de habilidades sociales, valores y aprendizajes que se pueden llegar reforzar o incluso llegar a adquirir desde cero debido a dicha participación. Entiendo que dichas habilidades sociales, valores y aprendizajes también se pueden reforzar y/o adquirir con la participación en asociaciones culturales, sociales y/o deportivas y que algunas de ellas ya vienen implantándose con la socialización en la familia y en la escuela, pero en este caso me centro en los aprendizajes de dichas competencias sociales y ciudadanas durante la infancia y la adolescencia en una asociación socio cultural de aprendizaje de folclore tradicional (baile, música y canto).

Las competencias sociales y ciudadanas tiene la finalidad de «comprender la realidad social en que se vive, cooperar, convivir y ejercer la ciudadanía democrática en una sociedad plural, así como comprometerse a su mejora», según el Ministerio de Educación y Ciencia (Real Decreto 1513/2006). Por supuesto que esta definición está dirigida a las competencias que se desarrollan en las aulas, pero puede ser totalmente extrapolable a las competencias que se desarrollan en las actividades extraescolares.

Es bien conocido que durante la infancia y la adolescencia se forja buena parte de la personalidad de los seres humanos y es durante estas etapas vitales cuando aprendemos a ser los adultos del futuro.

El momento más apropiado para enseñar competencias de vida es durante la adolescencia, ya que es durante dicho período cuándo los seres humanos debemos enfrentarnos a un conjunto cada vez más complejo de roles a los que nunca antes nos hemos enfrentado, es un momento de aprendizaje vital continuo, además, nos enfrentamos al abandono o modificación de roles que hemos adquirido durante la niñez (Danish et al., 1999) y es por ello que durante esta etapa se aprenderán competencias que pueden ser especialmente significativas durante la vida adulta. Durante esta época son de especial relevancia los contextos extraescolares, que pueden afectar de manera significativa el desarrollo de las/os adolescentes y dotarles de referencias positivas cuando son significativos y eficaces.

El folclore de coros y danzas se ha estudiado ampliamente desde un punto de vista etnográfico e histórico, pero muy pocas veces se ha estudiado como puede afectar a la vida de las personas que lo practican, por lo que, este texto, a pesar de que como ya se ha plasmado con anterioridad, no es un estudio científico, sino que se basa en una experiencia personal. Este texto podría ser la base para realizar un estudio en profundidad de cómo afecta a las personas el aprendizaje del folclore en edades tempranas y los beneficios que aporta.

El artículo se estructurará en tres bloques temáticos, cada uno agrupará una serie de competencias sociales y ciudadanas que responderán al epígrafe inicial que los agrupa, así tendremos un primer bloque de habilidades sociales básicas, un segundo bloque de valores y un tercer bloque de aprendizaje cultural y democrático.

1. Habilidades sociales

Los seres humanos somos seres sociales y pasamos la mayor parte de nuestras vidas relacionándonos con otros seres humanos y con nuestro entorno. La comunicación entre personas es una parte esencial de la actividad humana, por tanto es importante que esta comunicación no sea inadecuada ni infructuosa y para ello es de vital importancia que desarrollemos toda una serie de habilidades sociales. «Las habilidades sociales son las capacidades o destrezas sociales específicas requeridas para ejecutar competentemente una tarea interpersonal» (García, A. 2010). Algunas de las habilidades sociales más importantes que pueden desarrollar los/as niños/as y adolescentes al participar en asociaciones socioculturales dedicadas al aprendizaje del folclore tradicional.

2. Valores

Según Schwartz y Bilsky en Gutierrez 2003, los valores son «conceptos o creencias sobre estados finales o conductas deseables que trascienden las situaciones correctas, guían la selección o evaluación de la conducta y los eventos, y están ordenados por su importancia relativa». Los valores más destacables que se transmiten en un grupo de folclore pueden ser los siguientes.

3. Competencias culturales y democráticas

Conclusiones

Está ampliamente estudiado desde la legislación hasta la teoría de la psicología musical, la importancia de la música para el proceso socialización de los niños, niñas y adolescentes, este proceso de aprendizaje de música y danza favorecerá la adquisición de la competencia socioafectiva y además establecerá vínculos positivos entre iguales. Se fomenta la inteligencia emocional definida por Mayer et. al (2000) como la capacidad para percibir y entender información emocional. Lo que crea niños/as socialmente competentes que muy posiblemente mantendrán dicho aprendizaje para la vida adulta, siendo personas adultas socialmente competentes e inteligentes emocionalmente.

La participación en actividades grupales mejora la autoestima y las relaciones a edades tempranas y además crea vínculos interpersonales que posiblemente perduren durante muchos años, fortaleciendo las redes de apoyo mutuo.

En un mundo totalmente dominado por la tecnología y por la cultura de la inmediatez, el aprender tradiciones, raíces y cultura tradicional permite a los/as más pequeños/as a desconectar de lo digital y volver a lo analógico; aprender que es necesario el esfuerzo y la constancia para conseguir interpretar algo bello y atemporal; disfrutar de lo grupal frente a la individualidad imperante en estos tiempos; pertenecer a un grupo de personas con un fin común y a valorar que la cooperación es el camino que conduce a grandes resultados.

Las habilidades sociales, los valores y las competencias que se han expuesto en este artículo son sólo las más destacables, pero existen otras muchas bondades que se pueden obtener de la participación en entidades culturales desde edades tempranas.

BIBLIOGRAFÍA

Bermell, M., Alonso, V., Bernabé, M. (2016). Impacto de la Educación Musical para la Competencia Social en Educación Infantil. Revista Opcion. Año 32, 8. 104-128.

Danish, S. J. (1999). Learning and teaching life skills through sport. En J.Cruz (Ed.), Psychology Applied to Sport and Exercise. Braga: Sistemas Humanos e Organizacionais, Lda.

García, A. (2010). Estudio sobre la asertividad y las habilidades sociales en el alumnado de Educación Social. Revista de Educación XXI. 12, 225-239.

Gutiérrez, M. (2003). Manual sobre valores en la educación física y el deporte. Barcelona, Paidós.

Mayer, J., Caruso, D., Salovery, P. y Sitarenios, G. (2003). Measuring emotional inteligence with the MSCEIT V 2.0., Emotion, 3 (1), 97-105.

Mehrabian, A. y Epstein, N. (1972). A measure of emotion empathy. American Behaviours Scientist. 44 (1), 10-31.

Ramos, R. (2008). Elaboración y validación de un cuestionario multimedia y multilingüe de evaluación de la autoestima. Tesis para la obtención del grado de Doctor. Universidad de Granada.

Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria. Boletín Oficial del Estado (8 diciembre 2006), núm. 293, pp. 43053-43102.



La participación en asociaciones folclóricas como fuente de competencias culturales y democráticas, valores y habilidades sociales

RODRIGUEZ RAMOS, Paulo Adrián

Publicado en el año 2018 en la Revista de Folklore número 435.

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