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Julio-Senador fueron sus nombres y Gómez Maestro sus apellidos. Nació en Cervillego de la Cruz (Valladolid) en 1872 y estuvo considerado el último pensador regeneracionista. En sus obras, principalmente en Castilla en escombros (1915. Imprenta y librería de la viuda de Montero. Valladolid) y en La canción del Duero, criticó las prácticas agropecuarias perjudiciales para el medio ambiente, como la indiscriminada tala de árboles en beneficio del monocultivo cerealista y la ganadería extensiva. Esto lo censuraba Julio Senador a principios del xx cuando aquellas críticas estaban prohibidas por el gobierno, razón por la que fue considerado un escritor comprometido y, por ende, famoso e influyente.
Llamarse Senador (que suena a apellido más que a segundo nombre) le perjudicó sobremanera a quien muchas veces firmaba como lo que era: ‘El notario de Frómista’. San Senador, obispo de Milán, muerto en el 480, fue enviado por el papa León Magno a Constantinopla como legado de la Iglesia.
Julio-Senador Gómez cursó Derecho en la Universidad de Valladolid, donde se licenció en 1895. Su vinculación con la ciudad y la provincia fue constante.
Todo lo antedicho viene a cuento de la siguiente cuestión: La totalidad del archivo de Julio Senador fue entregado a la Universidad de Salamanca, que le buscó alojamiento en la Casa Museo Unamuno, donde es consultado por los investigadores. En el citado archivo se reunió no sólo su obra literaria sino también sus cerca de mil artículos publicados en los periódicos y revistas más afamados junto con la correspondencia que cruzó con políticos y escritores coetáneos.
Confío en que algún estudioso de la obra de Julio Senador Gómez se haya percatado de la importancia de su correspondencia. Téngase en cuenta que cruzaba cartas con políticos e intelectuales de su tiempo, pero también con gente modesta que sufría las consecuencias de la política agraria, escribiéndose con labradores, periodistas, ingenieros de montes y otros técnicos cuyas gestiones impuestas hacían que los vaivenes fueran constantes. Entre los nombres más conocidos con los que se carteó Julio Senador recordaremos los nombres de Indalecio Prieto, Pablo Iglesias el Viejo, Alejandro Lerroux, Luis Companys, Ramón Carande y, claro, don Miguel de Unamuno.
Sorprende que el legado documental del escritor vallisoletano se haya distanciado algo más de cien kilómetros del lugar en que, en buena lógica, por nacencia y formación profesional, debería haberse depositado: en la Universidad de Valladolid.
El periodista Roberto Jiménez, que ejerce nuestra profesión de forma brillante en la agencia Efe y es paisano del escritor, me hizo ver que Julio-Senador, pese a su vinculación profesional como notario en pueblos de la provincia de Palencia, era vallisoletano de origen y corazón. Me hace llegar el acta bautismal del futuro escritor, donde se dice que nació en Cervillego de la Cruz el día 26 de septiembre a las diez de la mañana, siendo bautizado en la parroquia de San Juan Bautista el 1 de octubre de 1872; se le pusieron los nombres de Julio Senador, hijo legítimo de Sergio Gómez, natural y vecino de esta villa y de Serapia Maestro, natural de Pozaldéz.
En el margen interior del documento, escrito de mano del párroco, se hace la siguiente anotación: «Don Julio Senador Gómez Maestro contrajo matrimonio canónico en la parroquia de San Isidro de Venta de Baños, provincia de Palencia, con doña Saturnina Alba Rodríguez el día 10 de junio de 1911».
En el libro Cervillego de la Cruz. Villa de señorío secular, escrito por el ingeniero de minas Jesús Manuel Jiménez Hernando, éste dedica un amplio capítulo al escritor y paisano y dice cosas muy interesantes, algunas de las cuales traemos aquí: Que Julio Senador nació en una casa de la calle llamada de Fuente el Sol (pueblo vecino) que en la actualidad lleva su nombre. Que fue el primogénito de los nacidos del segundo matrimonio de su padre con una prima oriunda de Pozaldéz (la citada Serapia). «Le llamaron Julio, nombre que se complementó, como era costumbre en la época, con el del santo del día (Senador), motivo por el cual, habitualmente, se ha venido confundiendo este su segundo nombre con el primer apellido, Gómez, tanto en anuarios como en enciclopedias».
Castellano por los dieciséis costados, como diría Unamuno, Julio-Senador tuvo a su padre y abuelos paternos naturales de Cervillego; y la madre y los abuelos maternos, de Madrigal de las Altas Torres (Ávila), mientras que el padre y los abuelos paternos de Serapia Maestro, procedían de Rodilana, y la madre y los abuelos maternos, de Pozaldéz.