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Revista de Folklore número

434



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La Causa General: documentación para el estudio de la campanería española en el siglo XX

HERNANDEZ LUIS, José Luis

Publicado en el año 2018 en la Revista de Folklore número 434 - sumario >



Para Carlos Antonio

A menudo los estudiosos desconocen las fuentes archivísticas que, más allá de los libros de fábrica, podrían contribuir al estudio de las campanas. Una de estas fuentes es la Causa General, conjunto documental formado durante la Guerra Civil Española (1936-1939) y la Posguerra, que recoge información sobre la desaparición de tales bienes, amén de otros muchos aspectos. El propósito de estas líneas es dar a conocer la fuente entre todos aquellos interesados en la investigación de la campanería española durante el siglo xx. A tal fin, hemos estructurado el trabajo en dos bloques. El primero, de carácter introductorio, analiza el papel simbólico de las campanas en relación con el anticlericalismo de comienzos del siglo xx. El segundo, por su parte, describe la génesis de la Causa y los tipos documentales más apropiados para el estudio del tema.

La voz de Dios y la revolución

Como ocurriera en otras latitudes, la España del siglo xix y primer tercio del xx sufrió el enfrentamiento del catolicismo con el liberalismo y con el movimiento obrero. Para los liberales republicanos la Iglesia Católica era un puntal de la monarquía de la Restauración. Para las organizaciones de izquierda, en cambio, la Iglesia estaba aliada con la patronal, ya que les combatía a través del sindicalismo católico. Estas controversias se sumaban, en opinión de Caro Baroja, a un arraigado poso anticlerical presente en la sociedad tras siglos de dominación (Caro Baroja 1980, 237).

A pesar de los cambios sociales, la Iglesia española conservaba a comienzos de los años 30 de la pasada centuria un importante papel en la vida social, gracias al control de la transmisión de los valores que reforzaban el orden establecido (Thomas 2011, 53-55). No es de extrañar, por tanto, que la modernizadora Segunda República (1931-1936) pusiera especial empeño en la separación de la Iglesia y el Estado (Flórez Miguel 2003, 95-97, 101-114 y 148). La eliminación de fiestas religiosas, los cambios en los nombres de calles, la implantación del matrimonio civil y del divorcio; la secularización de los cementerios, la limitación de la presencia de las órdenes religiosas en la educación y la retirada de los símbolos religiosos en la escuela pública fueron algunas de las medidas que se adoptaron para reducir la influencia eclesiástica (Flórez Miguel 2003, 59-64). La política secularizadora provocó la desafección y radicalización de amplios sectores del catolicismo, que convirtieron muchas ceremonias religiosas en demostraciones políticas (Flórez Miguel 2003, 59-60). Como contrapartida, y ante la pasividad de las autoridades republicanas, grupos de exaltados la emprendieron contra los bienes eclesiásticos ya desde los primeros meses de vida de la república, más tarde con ocasión de la Revolución de 1934, después durante la Primavera Trágica y, finalmente, a raíz de la revolución desencadenada por el golpe militar de julio de 1936 (Flórez Miguel 2003, 50-51 y 65-69). Entre estos bienes se encontraban las campanas, claro ejemplo de la presencia pública hegemónica de la Iglesia.

En efecto, la campana ha sido considerada tradicionalmente «la voz de Dios» (Alonso Ponga 2008, 83), elemento emisor de mensajes religiosos y, por tanto, representante del poder espiritual. Era, además, una herramienta de control del tiempo público, en su dimensión individual y colectiva. Sus toques articulaban la jornada y las épocas del año según el calendario litúrgico. También anunciaban los momentos más significativos de la vida individual y comunitaria (Gómez Pellón 1997, 45-46, 49 y 53-59). Elemento inseparable del paisaje, la campana ha jugado el rol de símbolo identitario, tanto de los núcleos rurales como de las colaciones urbanas (Alonso Ponga 2008, 86-91). Incluso ha llegado a ser considerada un objeto sagrado, un talismán que ahuyentaba determinados males (Alonso Ponga y Sánchez del Barrio 1997, 63-64 y 68).

La Causa General

Buena parte de la destrucción de bienes y símbolos eclesiásticos por motivos políticos en el periodo que va de 1931 a 1939 ha quedado reflejada en el conjunto documental denominado «Causa General».

La instrucción de la Causa fue un intento de legitimación de la sublevación militar de julio de 1936, mediante la criminalización de la Segunda República. Se trataba, en suma, de inventariar los supuestos desórdenes ocurridos desde su proclamación y, especialmente, desde las elecciones de febrero de 1936 que otorgaron el poder al Frente Popular[1].

Su origen se remonta a la Orden 246 de 27 de septiembre de 1936, que dispuso la apertura de informaciones por parte de las auditorías de guerra nada más ser ocupado militarmente un territorio. Estas averiguaciones se integrarán en la Causa General a raíz de su creación por decreto de 26 de abril de 1940[2]. Aunque las actuaciones finalizaron hacia 1946, la Causa no fue cerrada definitivamente hasta el Decreto-ley 10/1969, que dispone la prescripción de los (supuestos) delitos (Magán Merchán, López Escaso y Martin Arnesto 2009, 20-33).

El conjunto fue transferido en 1980 desde la Fiscalía General del Estado al Archivo Histórico Nacional. Un cuarto de siglo más tarde (2007) comenzarán los trabajos de descripción y digitalización (Magán Merchán, López Escaso y Martin Arnesto 2009, 20). Finalmente, en 2011, la documentación ingresó en el Centro Documental de la Memoria Histórica, donde se encuentra en la actualidad.

Los documentos que constituyen la Causa pueden agruparse en dos grandes conjuntos: las piezas que generó la instrucción y la documentación republicana compilada como prueba.

En las provincias que estuvieron bajo control republicano durante la guerra la instrucción fue mucho más prolija que en aquellas otras bajo dominio nacionalista. En las primeras suele encontrarse la Causa ordenada de manera temática en las siguientes piezas:

Pieza principal o primera.

Pieza segunda. Del alzamiento nacional.

Pieza tercera. Cárceles y sacas.

Pieza cuarta. Checas.

Pieza quinta. Justicia roja.

Pieza sexta. Prensa roja.

Pieza séptima. Actuación de las autoridades gubernativas locales.

Pieza octava. Delitos contra la propiedad e informes de las cámaras oficiales de comercio e industria.

Pieza novena. Banca.

Pieza décima. Persecución religiosa.

Pieza undécima. Tesoro artístico y cultura roja.

Mientras que en las provincias donde triunfó la sublevación al comienzo del conflicto, normalmente solo llegó a instruirse la pieza principal o primera. Por lo que respecta a la documentación republicana que fue reunida como prueba, pertenece al periodo bélico y está formada en su mayor parte por documentos emanados de órganos judiciales, junto a importantes materiales de prensa y propaganda (Ledesma 2005, 213-216). El recuento de víctimas y destrucciones que contiene la Causa General inspiró durante la Posguerra diversas obras propagandísticas que sirvieron de base para la construcción ideológica del franquismo (Espinosa Maestre 2005, 15-16). Desde el punto de vista científico, la Causa presenta indudables problemas metodológicos que provienen de la escasa organización de los materiales republicanos y del indudable carácter tendencioso del conjunto. Aun así, constituye una fuente excepcional para el estudio de las prácticas represivas en ambos bandos y para los estudios locales o monográficos (Ledesma 2005, 217-220).

Documentación para el estudio de las campanas en la Causa General

Dentro de este extenso conjunto documental encontraremos diferentes tipologías que nos pueden servir para el estudio de las campanas. Nos vamos a detener, fundamentalmente, en la pieza principal, en la de persecución religiosa y en la correspondiente al tesoro artístico.

Tabla 1

Documentación de interés para el estudio de las campanas

(signaturas de cajas)1

Provincia

Pieza principal o primera

Pieza décima. Persecución religiosa

Pieza undécima. Tesoro artístico y cultura roja

Álava

1337

1337

1337

Albacete

1015

1016

1016

Alicante

1395-1396

1397

1397

Almería

1038-1039 y 1157-1158

1164

1164

Ávila

1309

Badajoz

1052-1054

1056

1056

Barcelona

1584-1629

1674-1677

1678

Cádiz

1061

1061

1061

Castellón

1398-1405

1406

1406

Ciudad Real

1027-1030

1033

1033

Córdoba

1044

Cuenca

1062-1063

675

675

Girona

1431-1438

1441

1441

Granada

1042-1043

Guadalajara

1071 y 1261-1262

1070

1070

Guipúzcoa

1334-1336

1336

1336

Huelva

1041

Huesca

1408-1412

1415

1415

Islas Baleares

1458

1459

1459

Jaén

1005-1009 y 1026

1009

1009

León

1345

1345

1345

Lleida

1460-1467

1471-1472

1472

Madrid

1502-1512 y 1560

1557

1557

Málaga

1057-1059

1060

1060

Murcia

1065-1066

1068

1068

Oviedo

1338 y 1936

1343

1343

Santander

1582-1583

1583

Sevilla

1040-1041

1041

1041

Tarragona

1443-1449

1457

Teruel

1416-1420

1422

1422

Toledo2

1045-1049

1049

1049

Valencia

1366-1388

Vizcaya

1332-1333

1333

1333

Zaragoza

1423-1426 y 1430

1429

1429

1 Para más información remitimos a la descripción existente en el Portal de Archivos Españoles: http://pares.mcu.es/ParesBusquedas/servlets/Control_servlet?accion=11&idAgrupacionSel=2600914&novedades=false#A2600914 [consultado 20/4/2016]. A través del Portal se pueden consultar los documentos digitalizados, introduciendo en el cajetín de signatura (pantalla de búsqueda avanzada) el prefijo FC-CAUSA_GENERAL, y el número de caja, sin espacios (seleccione signatura incompleta). De estas signaturas se suprimirán próximamente las siglas FC por corresponder al Archivo Histórico Nacional.

2 También puede constar información de interés entre la documentación que se encuentra en la caja 619, no integrada en ninguna de las piezas de la provincia de Toledo.

Fuente: Portal de Archivos Españoles.

La base de la pieza principal o primera está formada por los estadillos que rellenaban los municipios a petición de los fiscales instructores de la Causa General. El estado número uno contiene la relación de residentes supuestamente asesinados o desaparecidos durante el periodo republicano. Por su parte, en el número dos figuran los no residentes fallecidos de manera violenta. Pero nos interesa sobre todo el estado número tres donde constan, entre otros asuntos, los supuestos saqueos, destrucciones y profanaciones de edificios religiosos.

El estadillo se compone de cinco columnas que recogen la fecha en que se cometió el hecho, el nombre y domicilio del perjudicado, las personas sospechosas de haber participado y, finalmente, su paradero. A través de esta información podemos rastrear la cronología de la destrucción, los lugares, la finalidad o motivación, etc. En ocasiones figura la destrucción o robo de campanas, aunque en otras muchas refieren estos hechos en relación con objetos de culto en general, por lo que habría que completar esta información con la que arroje la documentación parroquial (libros de fábrica) y diocesana.

En la pieza décima, sobre persecución religiosa, se reseñan agresiones a eclesiásticos y daños en sus bienes. Esta información aparece en informes que redactaron párrocos y vicarios; ayuntamientos, Guardia Civil y Falange local. También aparecen tasados los bienes, muebles e inmuebles, dañados o saqueados. Incluso es posible encontrar informes de arquitectos, proyectos de reconstrucción, documentación republicana y fotografías.

Por último, la pieza propiamente sobre tesoro artístico reúne documentos sobre patrimonio cultural y sobre la enseñanza en la etapa republicana, que son complementarios de los que contiene la pieza anterior. Junto a los consabidos informes y relaciones que emitieron instituciones eclesiásticas y consistorios, se pueden consultar otros redactados por los comisarios del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional y diversas instituciones educativas, ilustrados a veces con interesantes fotografías relativas a los daños en los bienes culturales.

Además de estas fotografías, se encuentran otras entre los materiales de prensa y propaganda republicanos que reflejan las tareas de recogida de campanas para emplear el metal en la industria armamentística (véase imagen 1).

Consulta de la documentación

La Causa General puede ser consultada a través del Portal de Archivos Españoles (http://pares.mecd.es), donde se encuentran descritas y digitalizadas las piezas de cada provincia.

Por otro lado, el Centro Documental de la Memoria Histórica ofrece a los usuarios diferentes servicios en relación con esta documentación: orientación, certificación de copias para trámites, reproducción de alta calidad para uso público y préstamo con destino a exposiciones. A estos servicios se accede de manera presencial o telemática (cdmh@mecd.es).

Todo ello con la finalidad de facilitar el acceso a la información a los interesados en el estudio de las campanas durante uno de los periodos más convulsos de nuestra historia.



BIBLIOGRAFÍA

Alonso Ponga, José Luis. Las campanas. León: Edilesa, 2008.

Alonso Ponga, José Luis, y Antonio Sánchez del Barrio. La campana: patrimonio sonoro y lenguaje tradicional. La colección Quintana de Urueña. Valladolid: Fundación Centro Etnográfico Joaquín Díaz, 1997.

Caro Baroja, Julio. Introducción a una historia contemporánea del anticlericalismo español. Madrid: Istmo, 1980.

Espinosa Maestre, Francisco. «Agosto de 1936. Terror y propaganda: los orígenes de la Causa General». Pasado y Memoria: Revista de Historia Contemporánea 4 (2005): 15-25.

Flórez Miguel, Marcelino. Clericalismo y anticlericalismo. Las venganzas de 1936. Burgos: Dossoles, 2003.

Gómez Pellón, Eloy. «El tañido del tiempo». En Las campanas: cultura de un sonido milenario. Actas del I Congreso Nacional, 41-66. Santander: Fundación Marcelino Botín, 1997.

Ledesma, José Luis. «La “Causa General”: fuente sobre la represión, la Guerra Civil (y el franquismo)». Spagna Contemporanea 28 (2005): 203-220.

Magán Merchán, Carmen, Isabel López Escaso y Juan Magín Martín Arnesto. «Causa General: la represión de “los más perversos ideales”». En Cuartas Jornadas Archivo y Memoria, 19-33. Madrid: Fundación de los Ferrocarriles Españoles-Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2009.

Thomas, Maria. «Disputing the public sphere: anticlerical violence, conflict and the Sacred Heart of Jesus, april 1931-july 1936». Cuadernos de Historia Contemporánea 33 (2011): 49-69.



NOTAS

[1] Según Espinosa Maestre el origen primero debemos buscarlo en la propaganda realizada por los nacionales al comienzo de la guerra para contrarrestar la divulgación de las matanzas que se perpetraron en Andalucía Occidental y Extremadura. Cfr. Francisco Espinosa Maestre, «Agosto de 1936. Terror y propaganda: los orígenes de la Causa General», Pasado y Memoria: Revista de Historia Contemporánea 4 (2005): 17-19.

[2] El Centro Documental conserva de las auditorías de guerra el llamado «Fichero de criminalidad», que se organiza por provincias y a su vez por localidades. Las poblaciones pueden tener fichas generales y personales. Para el tema que nos interesa tenemos que reparar en las fichas generales, que suelen reseñar los menoscabos ocasionados al patrimonio eclesiástico.



La Causa General: documentación para el estudio de la campanería española en el siglo XX

HERNANDEZ LUIS, José Luis

Publicado en el año 2018 en la Revista de Folklore número 434.

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