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Revista de Folklore número

431



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Un manantial de romances. La tradición judeoespañola en el Extremo Sur de América

NOGA ALBERTI, Eleonora

Publicado en el año 2018 en la Revista de Folklore número 431 - sumario >



Trabajo presentado en forma de video en el Simposio «El Romance en América» V Simposio de Literatura Popular, organizado por la Fundación Joaquín Díaz, Urueña, 8 y 9 de julio de 2014.

Iniciar una investigación sobre el Romancero Sefardí fue consecuencia de una característica de mi personalidad, la curiosidad por saber. Continuarla, la pasión que puse en ella.

Nunca hubiese imaginado, cuando se me encomendó un trabajo universitario que habría de abarcar una parte importantísima de mi vida como cantante y musicóloga. Menos aún que sería años más tarde mi Tesis Doctoral.

Elegí entonces rastrear –a sugerencia del Prof. Bruno Jacovella, titular de cátedra de Etnomusicología– el Romancero Hispánico. La intención primera fue lo que numerosos inmigrantes españoles afincados en Buenos Aires pudiesen recordar, pero más tarde y a partir de algunas entrevistas de prospección, decidí orientarme al ámbito sefardí.

Mis conocimientos sobre el judaísmo, la posible existencia de bibliografía sobre el asunto o la presencia de inmigrantes sefardíes en Buenos Aires eran nulos y sólo recordaba haber cantado[1] el Romance de Delgazina, tomado de la colección de «Coplas Sefardíes» de Alberto Hemsi.

Afortunadamente pude llegar a algunos libros fundamentales sobre el tema y un grupo muy bien dispuesto de señores que se entusiasmaron con la idea de transmitir sus cantos. Ese fue el punto inicial que me conduciría hacia otros informantes. El período de documentación fue extenso y abarcó aproximadamente veinticinco años con algunas interrupciones. Sobre los contenidos de mi archivo he dado cuenta en varios artículos[2]. Pasaré al tema principal de esta comunicación: el Romancero.

La mayor parte del material lo recogí directamente en entrevistas a inmigrantes que vivían en Buenos Aires, Asunción del Paraguay y Santiago de Chile. Todas mis entrevistas fueron realizadas en los sitios donde solían cantar, sus hogares o algún centro comunitario. Desde el principio –y con excepción de los cantos litúrgicos– fue mi intención grabar in situ. En muy pocos casos recuperé ejemplos de discos 33rpm existentes en algún archivo[3] –del que más tarde desaparecieron– o de grabaciones documentales hechas por algunas familias como recuerdo[4]. Por esa razón hay ejemplos, cuyo sonido ambiente es imposible neutralizar. De algunos pocos documentos no pude establecer datos del origen, de el o la informante, ni del colector.

Un porcentaje importante de nuestros informantes fueron amas de casa, pocas profesionales, y excepcionalmente hombres, sobre todo en el caso del Romancero.

Del total de 541 cantos en judeoespañol recuperados durante mis encuestas 58 son romances. De los informantes un buen porcentaje habían llegado de Jerusalén, Estambul (Constantinopla)[5], Esmirna, Bulgaria, Rodas y Bulgaria y otros de Marruecos, Melilla y Tánger.

Los temas del romancero de los cuales he recuperado cantos son: Adúltera (372[6]-Melilla, 522-Tánger, 154-Jerusalén), La Infantina (403-Tánger), Abenámar (378-Melilla), Don Bueso y su hermana (514-Tánger), El conde alemán y la reina (538-Bulgaria, 151-Jerusalén, 498-Salónica), La vuelta del marido (155-Jerusalén, 494-Jerusalén, 534-Esmirna, 504-Jerusalén, 398-Tánger, 240-Constantinopla), Delgadina (252-Constantinopla), Rico Franco (354-Esmirna?), Búcar sobre Valencia (370-Melilla), El juicio de Salomón (384-Tánger), Don Bueso y su hermana (248-Constantinopla, 236-Constantinopla), El caballero burlado (385-Tánger), La mujer engañada (70-Esmirna, 366-Melilla, 174-Melilla), El Bonetero de la trapería (45-Salónica), El sueño de la hija (480-Esmirna?), Landarico (259, 239), Diego León (367-Melilla), Fray Pedro (521-Tánger), Las hermanas reina y cautiva (368-Melilla, 508-Salónica), El conde Niño (262-Sidi bel Abés), La doncella guerrera (156-Jerusalén), La muerte del duque de Gandía (241-Constantinopla), Demandas (56-Jerusalén), Vos labraré un pendón (369-Melilla), La consagración de Moisés (373-Melilla), Melisenda insomne (499-Bulgaria, 402-Tánger [?]), El Polo (176-Melilla, 263- Sidi bel Abés), ¿Por qué no cantáis la bella? (400-Tánger [?]), Sancho y Urraca (261-Sidi bel Abés), La vuelta del hijo maldecido (238 y 249-Constantinopla), Hero y Leandro (51, 71 y 483-Esmirna, 349-Esmirna [?]), Espinelo (541-Melilla), La guirnalda de rosas (536 y 55-Bulgaria, 216, 218 y 223-Rodas, 355-Esmirna [?]), Venganza de la novia rechazada (162-Jerusalén).

En la primera de mis entrevistas documenté sólo cuatro versos del Romance de La Pedigüeña. Cantó Silvio Cabelli, un comerciante de 60 años. Fueron suficientes para recuperar con ellos la música de esta versión. Más tarde habría de comprobar que era habitual repetir la melodía cada dos versos, cuatro hemistiquios. Es interesante observar la presencia de palabras ajenas al español, uno de los rasgos característicos del judeoespañol del Mediterráneo Oriental, a saber: 1) tresalir, derivada del francés, tressaillir = enloquecer y 2) šarši, del turco = mercado

56 - ME DEMANDA UNAS DEMANDAS (Jerusalén[7])[8]

Me demanda unas demandas que me hacen tresalir

me demanda baño ‘n casa y ventanas para el šarší.

La siguiente versión del Romance de Hero y Leandro presenta algo muy frecuente entre los sefardíes, el agregado del expletivo ¡El amor! que también encontramos en otras versiones del mismo romance. Me llamó la atención la similitud que había entre varias versiones de este mismo romance y supongo que fue debida a la gran influencia que tuvo Mary Chicourel de Algazi, entre las mujeres de la comunidad sefardí de Buenos Aires, tanta como para que «su» versión se volviera «modelo».

51 - TRES ERMANICAS ERAN (Esmirna)[9]

Tres hermanicas eran, tres hermanicas son,

las dos están casadas El amor! la chica empedrisió (*)

Su padre con vergüenza a Rodes (*) la ‘nvió (*)

en medio del camino El amor! castillo le fraguó.

De piedra minudica (*), šešico (*) alderedor (*),

ventanas altas le hizo El amor! que no suba varón.

Varón el que lo supo a nadar ya se echó,

nadando y navegando El amor! al castillo arrivó.

L’echó sus estrensados (*) arriva (sic) lo suvió (sic),

ya le quitan y a comeres (*) (y) El amor! pišcado (*) con limón.

Ya le quita y a beveres (*) vino de treinta y dos (*)

ya le quitan mezeliques (*) (y) El amor! almendras de Estambol.

Ya le hace y la cama, de pluma y de pavón (*)

a fin d’a (*) medianoche El amor! agua le demandó (*).

Agua no havía (sic) en caza, la fuente la mandó.

Al son de los tres churricos (*) El amor! la niña se durmió.

Por allí pasa un cavallero (sic), tres besicos (*) le dió.

Uno de cara a cara (*) (y) El amor! otro de corazón.

Al besico de al cavo (*) la niña se despertó.

-Qué hiciteš (*) caballero? El amor! matada merezco yo!

Si el mi amor lo sabe matada merezco yo,

matada con un puño (*) El amor! que dos no quero (*) yo.

-No te espantes mi querida que el tu amor soy yo!

Se toman mano con mano (y) El amor! a la casa se volvió.

Empedrisió = se perdió; Rodes = la Isla de Rodas; ‘nvió = envió; minudica = menudita; alderedor = alrededor; estrensados = trenzas; quitan y a comeres = le sirven para comer; pišcado = pescado; quitan y a beveres = le sirven para beber; vino de treinta y dos = vino de muy buena calidad; quitan mezeliques = del turco mezé, le sirven bocados de aperitivo; pavón= pluma fina; d’a = de la; demandó = pidió; churricos = chorritos; besicos = besitos; cara a cara = en las mejillas; de al cavo = del final, último; hiciteš = hicisteis; quero = quiero.

En general las melodías de los romances se adaptan a una forma poética de versos regulares de dos hemistiquios de ocho sílabas. Por ese motivo es común que quien canta adapte la misma melodía a otros romances. Eso hizo Victoria Fresco de Levy al cantar los Romances de La vuelta del hijo maldecido y La vuelta del marido[10].

249 - TODAS LAS NAVES DEL MUNDO (Constantinopla)[11]

Todas las naves del mundo vayan y vuelvan en paz

y la nave de mi hijo (*) vaya y no vuelva más!

Pasó un tiempo y vino el tiempo escariño (*) le fue a dar.

Asomóse a la ventana la ventana que da al mar

y vió venir naves francas (*) navegando por el mar.

Así viva el capitán y así escapes d’este mar

-Dime si viste a mi hijo (*), a mi hijo Caronal (*)?

-Yo ya vide (*) a tu hijo en la guerra muerto está,

la piedra por cabesera (*), la arena por cubierta.

Esto que oyó la su madre a la mar se quiso echar

-No vos eches madre mía, ni vos dejo yo echar!

-Yo soy tu hijo, soy tu ijo Caronal,

créeme que yo soy tu ijo soy tu ijo Caronal.

-Si tú eres mi hijo, qué señas me vas a dar?

-Debašo del pecho izquierdo (*) ayí (*) tenés un buen lunar

kon tres caveyitos (*) de oro paresido (*) al Caronal.

hijo = hijo, con la pronunciación judeoespañola de la «j» intervocálica, como en el francés jamais; escariño = nostalgia; francas = occidentales; hijo, yo, izquierdo, cabeyitos = palabras con influencia del español moderno, en judeoespañol, hijo, io, siedro, caveyicos; Caronal = Carolán, referencia a Carlomagno, según la informante; vide = forma antigua de «vi»; cabesera y paresido = con ortografía que responde a la fonética de la informante; ayí = allí.

240 - YA VENIA EL CAVAYERO (Constantinopla)

Ya venía el cavayero (*) de la guerra para holgar,

y ya vido (*) a la dama aparada (*) en el portal.

-Cavayero, cavayero, que de la guerra venís,

si viteš (*) a mi marido, a mi marido el Amadí (*).

-Yo lo vide (*) a su marido, su marido el Amadí.

Que das vos la mi señora si yo vo’ lo traigo aquí?

-Daba yo mis tres cavayos (*) tres cavayos de Amadí, (1)

daba yo mis tres cavayos tres cavayos de Amadí.

El uno para la guerra, el otro para servir,

el más chquitico de eyos (*) para holgar y durmir (*)

-Que más da la mi bulisa (*) si yo se lo traigo aquí?

-Daba yo mis tres palasios (sic)(*), tres palasios de Amadí.

El uno para la gala, el otro para servir,

el más chiquitico de eyos (*) para holgar y durmir.

-Que más da la mi bulisa si yo se lo traigo aquí?

-Daba yo mis tres donzeyas(*) tres donzeyas de Amadí.

La una para la mesa, la otra para servir,

la más chiquitica de eyas, para holgar y durmir.

-Que más da la bulisa si yo se lo traigo aquí?

dabas vuestro bel (*) ermozo, vuestro bel de Amadí?

-Malaño (*) a tal cavayero que tal pasó por aquí!

-No maldiga mi bulisa que yo so› su Amadí.

-Que señas da el cavayero de que es mi Amadí?

Debašo (*) del pecho siedro (*) tenéš un lunar (2) maví (*)?

Ya se bezan, ya se abrasan ya se meten a jadrear (*)

ya se bezan, ya se abrasan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

cavayero, cavayos = caballero, caballos; vido, vide = forma arcaica de: vió, vi; aparada = de pie, la «a» protética es muy común entre los sefardíes del Mediterráneo Oriental; viteš = visteis; Amadí = mención a un personaje histórico, rasgo frecuente en el Romancero; eyos = ellos; bulisa = (del turco) señora, esposa; palasios = palacios; donzeyas = doncellas; bel = cintura, talle; debašo = debajo; siedro = izquierdo; maví = (del turco) azul; bezan = besan; abrasan = correspondería abrazan; jadrear = jugar, hacer mimos.

(1) Repite el verso completo.

(2) la hermana dice que debe ser ben, pero quien canta contesta: ... pero eso es palabra turca.

Comparemos las versiones anteriores con la siguiente del Romance de La vuelta del marido que cantara Nelly Cohen Toledano de Cohen, proveniente del Marruecos Francés.

398 - SOLDADITO, SOLDADITO (Tánger)[12]

-Soldadito, soldadito! si de la guerra venís,

-De la guerra, sí, señora, de la guerra del inglés.

-Si habéis visto por fortuna, a mi marido alguna vez.

Mi marido alto y rubio, rubio como la miel.

-Su marido, sí señora, muerto y enterrado es

y me ha dicho que me case, que me case con usted.

-No permita Dios (*) del sielo (sic) (*), ni permita yo también,

siete años le he esperado y otros siete yo le esperaré.

Si a los siete no viniera, monja yo me haré,

monja de Santa Clara, monja de Santa Inés.(*)

Dios: lo habitual es en el Norte de África evitar la «s» final, Dio´; entre los sefardíes de Marruecos la pronunciación y el seseo son muy similares a los de Andalucía.

Los elementos cristianos del texto en esta versión, son habituales en algunos casos.

Apenas comencé la investigación sentí que estos cantos tenían un encanto particular. De entre los romances sefardíes hay algunos que encuentro muy bellos. Como ejemplo, estos dos que me cantara Mary Israel de Levy, procedente de Melilla: Romance de El Polo.

176 - PENSATIVO ESTABA EL POLO (Melilla)[13]

Pensativo estaba el Polo malo y de melancolía

comidiendo iba y pensando en su gala y valentía,

Que lo que gana en un año todo se le iba en un día

en comidas y en bebidas y en amigas que él tenía.

Fuérase a la mar salada, por dar descanso a su vida

Vido(*) ‘star a un pajecito que de en ca’ del rey venía.

-Por tu vida pajecito, así Dio´ te guarda tu amiga

que si la tienes en Francia, Dios (*) te la traiga a Sevilla

y si no la tienes paje, Dios te la procuraría

-Por tu bien hablar el Polo, un cuento te contaría:

que se pensaba la reina, que honrada hija tenía

con ese conde Bergico tres veces parido había.

Con el que en el cuerpo tiene, el de los cuatro sería.

Decíanselo a su madre, su madre no lo creía.

Cobijóse manto de oro, fue a ver si es verda’ (*) o mentira.

-En buena hora estéi›(*) la infanta! - Bien vengadei’(*) madre mía!

-Un dicho me habían dicho, un dicho que no creía.

-Ay! hija si tú estás libre, reina serás de Castilla.

-Ay! hija si no lo fuere’, en mal fuego seas ardida.

-Tan libre estoy, la mi madre, como a vuestros pie’ nasida.

Y ella en estas palabra’, lo’ dolore’ la daría,

colore’ de la su cara, se la iban y la venían.

-Qué tienes si tú la infanta, que te veo yo amarilla?

-Madre cené mucho anoche, me dio dolor de barriga.

Tomó almohadita en mano, y subióse a una sala arriba,

y entre almena y almena un hijo nacido había.

Y asomóse a la ventana por ver quien.. . . . (1)

vide pasar a Bergico las cosas que bien amaba.

-Ay! Bergico de mi alma, Ay! Bergico de mi vida,

aquí te ha nacido un hijo como la leche y la grana.

No se te naná (?) mi alma, no ‘sté nada mi vida, (2)

que el que ha criado los tres al de los cuatro criara.

Enforróle en seda y grana y arrojóle a la ventana.

Verda´ = verdad; estéi´ = estéis; vengadei´ = vengáis; fuerei´= fuereis.

(1) duda.

(2) verso confuso.

Y el Romance de Diego León:

367 - EN LA CIUDAD DE GRANADA (Melilla)[14]

En la ciudad de Granada y en la ciudad de Toledo,

ahí se ha criado un mancebo que Diego León se llama.

Delgadito de cintura mozo criado entre damas,

de una tal se enamoró de una muy hermosa dama.

Se miran por una reja, también por una ventana

y el día que no se ven, no les aprovecha nada.

Ni los aprovecha el pan, ni el agua de la mañana,

ni los aprovecha el dinero, donde León negociaba.

Un día se vieron juntos, dijo León a su dama:

-Mañana te he de pedir, no sé si es cosa cercana.

Lo que la dama contesta, lo que al mozo le agradara

y otro día en la mañana con don Pedro se encontrara.

De rodillas en el suelo, [15] los buenos día’ le diera,[16]

-Don Pedro, déme a su hija y a su hija doña Juana.

-Mi hija no es de casar, porque aún e’ (*) chica y muchacha.

-Hija, León te ha pedido, ¡vayas en hora muy mala!

que el que mi yerno ha de ser ha de menester que traiga

de caudal cien mil ducados y otros tantos de oro y plata.

Otros tantos te daré hija mía y de mi alma.

-Padre casáime (*) con él, aunque nunca me dei’ (*) nada

que los bienes d`este mundo Dio’ (*) los daba y los quitaba

Y de allí reconoció que de amor está tocada.

Encerróla en su aposento, porque con él no hablara

y otro día en la mañana Juana que desaparece.

Con lágrimas en sus ojo’ (*) don Pedro la lloraría.

ra ra ri ra ri ra re ro ra ri ra re ro re ro re[17]

casáime = casadme; dei’ = déis; ojo’ = ojos.

Todos los ejemplos del romancero fueron cantados y grabados. La música y es texto transcriptos y adaptados por mí misma según las grabaciones.

Pude fotocopiar un cuaderno de romances que una sefardí de Tánger había copiado del original de su suegra[18]. En este caso eran textos de romances y algunos cantos paralitúrgicos y líricos, todos en judeoespañol.

De mi experiencia en este terreno de investigación puedo inferir y aún diría afirmar que es muy probable que en esta región se encuentren aún, guardados en bibliotecas y archivos públicos –privados o institucionales– o entre los recuerdos y pertenencias familiares, documentos que aún no se han descubierto. La primera tarea que debiera llevarse a cabo es una encuesta en el ámbito escolar[19] para rastrear datos en padres, abuelos y otros familiares.

Es muy probable que allí duerman tesoros que esperan ser rescatados. Recuperaremos entonces nuevas joyas de una rama, la sefardí, y de un manantial inagotable, el Romancero Hispánico.

Buenos Aires, 31 de agosto de 2017


NOTAS

[1] Como soprano de un Conjunto de Música Antigua durante una conferencia sobre «El Romancero y la Fiesta de San Juan» que pronunciara el Dr. Augusto Raúl Cortazar.

[2] El Romancero Judeo-español en Argentina, Chile y Paraguay. La Corónica. Spanish Medieval Language and Literature Newsletter, modern language association, 1984, XII/2: 275-276. «La tradición oral sefardí en Sudamérica. Un Archivo Documental de Argentina». Neue Romania, Judenspanisch V, Berlín: Institut für Romanische Philologie, Freie Universität Berlin, 2001, 24: 7-24; «El rescate del legado poético-musical sefardí en Sudamérica». Hispanismo en la Argentina. En los portales del siglo xxi: Tomo VI: Estudios de lengua y cultura españolas: Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar, Ed. UNSJ, San Juan, 2002: 369-384. «Fondo Documental sobre Música Tradicional Judeoespañola». Archivo oral y escrito. Informe (inédito) para Música argentina y española del siglo xx. Jornada sobre fondos documentales familiares, 22-23 octubre, 2009, Biblioteca Nacional.

[3] «Musique Populaire Judéo-espagnole» (Salonique). UNESCO Collection of Traditional Music of the World, Institute d´Études Folkloriques Juives AI 61, LP de vinilo, Francia, 1951. La grabación fue realizada por León Algazi en el Museo de la Palabra de París. Cantaron Ana y Lazare Angel. Collection Universelle de l´U.N.E.S.C.O. Nº 9.

[4] Amada Coriat guardaba 3 discos de 78 rpm . en los que Paul Bénichou había grabado romances a tres de sus familiares: Esther Coriat, Simi Coriat de Coriat y Camila Coriat de Levy, sefardíes de Sidi bel Abbés.

[5] Respeté en cada caso el nombre que me daba el informante. Entendí que indicaba el momento histórico-político de su nacimiento.

[6] Este número corresponde, en cada caso, al número de orden que lleva cada versión en mi Archivo Documental. De acuerdo a ese número además, se puede ver el orden en que fueron tomadas las diferentes versiones.

[7] La ciudad entre paréntesis indica en cada caso, el lugar de nacimiento del informante.

[8] Documentación realizada en Buenos Aires, Argentina, en julio de 1968.

[9] Documentación realizada en el domicilio de Mary Chicourel de Algaze, Buenos Aires, noviembre 1968.

[10] Sobre este tema expuse en: «4 Textos 2 Melodías= varias incógnitas. Documentos del Romancero Judeoespañol». Sefárdica, Buenos Aires, CIDICSef, 1992, 9: 235-247.

[11] Documentación realizada en Buenos Aires el 20 de mayo 1976.

[12] Documentación realizada en Buenos Aires el 19 de enero 1978.

[13] Documentación realizada en Buenos Aires el 7 de abril de 1977.

[14] Documentación realizada en Buenos Aires el 18 de mayo de 1977.

[15] La informante dijo que aquí debiera incluirse: «con el sombrero en la mano»

[16] Se confundió, dudó, pero luego continuó.

[17] Era habitual en esta informante, terminar el canto con un tarareo o bien utilizarlo cuando no se acordaba algún verso.

[18] Algunos fragmentos de este cuaderno referidos a la lengua fueron publicados en: Eleonora Noga Alberti-Kleinbort Judeoespañol: Lenguaje y Canto. Bibliografía y documentos sefardíes. Buenos Aires, Acervo Cultural, Colección Formativa, 2011. Incluye ejemplos documentales cantados y transcriptos y un CD con ejemplos documentales.

[19] Hacia 1990 presenté un proyecto en el Departamento de Educación de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). La propuesta no fue tomada en cuenta.



Un manantial de romances. La tradición judeoespañola en el Extremo Sur de América

NOGA ALBERTI, Eleonora

Publicado en el año 2018 en la Revista de Folklore número 431.

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