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INTRODUCCION
Dentro de las múltiples ramas de la fabricación artesana, tal vez la menos conocida sea la del trillo. Quizá el mejor modo de informarnos sería desplazarnos a la población segoviana de Cantalejo, donde sus autóctonos han conservado celosamente esta ancestral ocupación a través de los siglos. Sabida es la nula utilización que tiene actualmente este apero de labranza, que ha quedado relegado únicamente ya a los museos folklóricos de los núcleos rurales, en los que se exhiben junto a otros objetos o utensilios de trabajo meramente decorativo o incluso sociales como las diversas tipologías de trajes regionales de distintas utilizaciones, ruecas, cerámicas diversas, etc.., que han pasado a constituir la Historia de una antigua herencia cultural ya extinguida. Esta casi repentina desaparición ,del utensilio de labranza, y concretamente del trillo, se ha debido a la vasta difusión de la mecanización agrícola, sobre todo durante las tres últimas décadas, en que se sustituyeron paulatinamente por la trilladora y la cosechadora mucho más eficaces, de mayor rendimiento en las amplias extensiones cerealistas; el agricultor la aceptó rápidamente debido a que el fatigoso trabajo de la recogida de la mies se hacía con un esfuerzo mucho menor y reducía considerablemente los períodos de estancia en los campos, aparte de disminuir sustanciosamente los jornales de pago, cada vez más elevados, es decir, la mano de obra que además había que asegurar en caso de un posible accidente laboral, pudiendo hacer un solo hombre el trabajo de diez o más y en un tiempo mucho menor, lo que también conllevaba ciertas implicaciones sociológicas negativas: el aumento del paro en las zonas agrícolas.
La fabricación del trillo y su subsiguiente utilización generalizada data del año 1600 ;aunque ya en 1550 se fabricaban aisladamente, este proceso artesanal se ha venido desarrollando, pues, durante, aproximadamente, unos cuatrocientos años, y su utilización se erradicó en la década de los setenta.
A. DESCRIPCION TECNICA
Normalmente, la instalación o lugar de trabajo del trillero para la fabricación de sus trillos se localizaba .en una amplia portada o cochera, taller que poseía en su propia casa.
Hemos de señalar como materias primas utilizadas para el elaborado del trillo las siguientes: 1) la madera.-Se utilizaba con frecuencia la variedad del pino resinero llamado negral, abundante en los campos de Cantalejo. Una vez talado el árbol, se procedía a su troceado en tablones del grosor de cinco cms., con cierto abombamiento en la parte superior de los mismos, 2) los clavos.-Los primeros trillos encontrados estaban dotados de puntas largas utilizadas para el ensamblamiento de las distintas tablas que conformaban el trillo. Con anterioridad a la fabricación del clavo se utilizaban primordialmente las puntas largas. A partir del año 1700 las junturas ya se realizaban por medio de clavos de hierro procedentes de los hornos metalúrgicos de Bilbao y se transportaban por ferrocarril hasta Segovia, punto desde donde se distribuían por la provincia llegando a Cantalejo en carros. Una vez en el taller artesanal, éstos se clavaban en los cabezales delantero y trasero con el fin de que quedaran bien sujetas las tablas. Es preciso distinguir dos clases de clavos: a) el de cabeza redonda, procedente de Bilbao, y b) los de cabeza en forma de trébol (tal vez reducto celta), que podían conseguirse en la misma localidad o en las poblaciones circundantes ya que el mercado de oferta no resultaba suficiente para satisfacer las demandas de todos los artesanos. 3) Las sierras.-Los artesanos se abastecían de las fábricas localizadas en la zona entre Bilbao y San Sebastián, principalmente; éstas tenían la ventaja de que, al ser aceradas, eran duras, pero tal vez resultaban demasiado frágiles, lo que a la larga era incómodo. Estas sierras se enrollaban en piezas de 200 m. con un ancho de 16 mm. Las sierras se colocaban entre tabla y tabla y tenían la misión específica de triturar la mies. 4) Las puntas.-En la primera década del siglo XVII, los trilleros se servían en principio de unas puntas que procedían de París, por cuya razón conservaron la denominación de "puntas de París". En décadas posteriores comenzaron a producirse en Bilbao hasta los últimos años, lo cual, consiguientemente, abarataba el coste del producto. Estas puntas oscilaban entre los 2 cms. hasta los 14 cms. de largo, dependiendo de su utilización para que el artesano eligiera el tamaño adecuado, y se aplicaban para el clavado de listones y sierras. Cuando las sierras no tenían la suficiente longitud para llegar hasta la parte superior del trillo, se acoplaba una pieza de madera llamada, sencillamente, "garrote", el cual se clavaba con puntas. 5) Las ruedas se ajustaban en los laterales del trillo. Su misión fundamental era la de proteger la sierra del choque contra las piedras o los cantos del firme, sobre todo en aquellos trozos en que la era estaba desprovista del mullido vegetal que protegía naturalmente a la sierra del roce directo contra la tierra firme. El tamaño standard de las ruedas solía ser de unos 10 cms. de diámetro y de un grosor aproximado de unos 8 a 10 cms. Dependiendo de la amplitud de los trillos, podían colocarse de cuatro (lo más corriente) a ocho ruedas para los mayores. 6) Las piedras más utilizadas eran los pedernales (el cuarzo más compacto y duro), de diferentes tonalidades dependiendo de los materiales que entrasen en su composición, aunque los más normales eran los grises amarillentos y translúcidos en los bordes. Los piedras más blanquecinas procedían de las canteras de Jadraque y Sigüenza, en la provincia de Guadalajara. El corte de las chinas que serían utilizadas con posterioridad en los trillos sufrían el siguiente proceso de transformación: primeramente, de la cantera madre se extraía un bloque de unos 500 kilogramos que se troceaba con una "mecha" en pedazos más pequeños, trozos que se machacaban con un "macho pilón" con el que se golpeaba hasta partirlos en trozos menores, tras lo cual se procedía con cada uno de ellos manualmente con un martillo llamado "piqueta", martillo provisto de un borde aguzado con un grosor de 1,2 cms. y que cortaba las piedras pequeñas. La piedra pardusca recibía el nombre de "morrillo" y procedía de las provincias de León, Burgos y Palencia. Las piedras se ajustaban a la cara posterior del trillo mediante un martillo, habiendo practicado con anterioridad los diversos orificios en las tablas por mediación de un mazo y un escoplo; estas piedras estaban provistas de un borde afilado con el cual trituraban la mies sin dañar el grano, ya que la paja debía quedar en la capa superior dejando el grano en contacto con el suelo.
HERRAMIENTAS UTILIZADAS PARA LA FABRICACION DEL TRILLO
El trillero mismo era quien debía procurarse dichas herramientas, de las cuales las más destacadas son las siguientes: sierra de carpintero, barrena, martillo (de orejas o de bolas), escofina, serrucho, garlopa, juntera, moldura, formón, escoplo, mazo y cepillo (curvo o recto), además de la azuela, la lima, la lija, los alicates, las tenacillas, el berbiquí, las barrenas, las llaves-tuerca, el compás de hierro, las escuadras (por un lado escuadra y por el otro falsa escuadra) las cárceles (especie de bancos para sujetar las tablas y provistos de dos orificios destinados a encajar una estaca si el trillo era más estrecho; de esta manera no se movía ni se utiliza el otro espacio).
PROCESO DE FABRICACION DEL TRILLO
Primera fase: Preparación de la madera (corte y almacenaje). En primer lugar, se procede al cortado del pino, que inmediatamente se sierra en trozos de 2 a 2,5 m. .de longitud; tras descortezarlo se lleva al aserradero donde, por medio de una plantilla (un listón de madera o cuero) se marcan las tablas para su posterior cortado, con la vuelta precisa que debe marcar la tabla para que el frontal del trillo no se deslice bajo la mies cuando va montado sobre la parva. Una vez fuera de la nave, las tablas suelen apoyarse, al aire libre, contra las paredes de los edificios situados en los arrabales del núcleo rural, y una vez oreadas se almacenan en "castillos" poniendo, entrecruzadas, unas filas sobre otras, hasta el momento en que vayan a utilizarse.
Segunda fase: (Fabricación del trillo propiamente dicho). El primer paso es la unión de las tablas, que se sientan a continuación sobre unos bancos con la espalda hacia arriba; con unas reglas se trazan unas rayas, por medio de las cuales y el escoplo correspondiente, se perforan los orificios destinados a colocar las piedras una vez acabado el trillo. Tras escoplear el trillo, se le "deslavea" por su parte posterior (con el fin de ver si se ha curvado o no) para asegurar la total planitud del mismo. A continuación se unen las tablas por medio de unos "tasillos" y se acoplan sobre las cárceles destinadas al efecto, para que, junto con las cuñas, queden perfectamente aprisionadas y a continuación sujetarlas con sus "cabezales" y clavos correspondientes, para lo que se coloca en su frontal un listón, denominado comúnmente "delantera". Realizada esta operación, se clavan en las junturas de las tablas unos listones o "tapajuntas" de madera, tras lo cual se procede a la instalación de las "chinas" y las sierras. En el cabezal delantero se clava, aproximadamente en el centro, un gancho donde solía agarrarse el "barzón", el cual iba unido aun palo largo o "cañizo" (tanto éste como el "barzón" se unían con una clavija), el otro extremo del cañizo quedaba unido a otro barzón, con el cual, junto con una correa de cuero, se unía al centro del yugo de la yunta.
Tercera fase: {cepillado del trillo) Para este proceso es preciso volver al aserradero, donde hay instalada una cepilladora, que trata las tablas en su parte posterior y en los laterales del trillo. A continuación se pasa por la máquina de regruesar quedando las tablas con un espesor de unos 45 mm. En lo tocante a la vuelta del trillo, para esto ha de trabajarse con la azuela y el cepillo curvo. El trillo lleva en su cabezal posterior unos ganchos donde se acoplan unas volvederas metálicas arqueadas, encargadas de remover la mies hasta su total triturado. Así mismo puede encontrarse que algunas tablas no poseen la misma longitud que el trillo, defecto que puede subsanarse cubriendo el hueco con el garrote y los defectos o grietas entre las tablas con chapas (que se clavan simplemente con unas puntas).
Cuarta fase (decorado del trillo): La única decoración que lleva es la chapa y la pintura. En casos excepcionales se pintan.
Una vez terminada la recolección de la cosecha, habiendo cumplido éste su función, el trillo se guarda en espera de la temporada siguiente, en un lugar seco y cerrado para evitar que la madera se dañe o se deteriore con la humedad o la lluvia.
OTRAS OBSERVACIONES
En el reverso del trillo se horadaban unos tres mil orificios destinados a encajar en ellos las piedras que se encargaban de separar el grano de la paja. La operación se realizaba con el escoplo y el mazo. Cada muesca u orificio necesitaba para su perfecto ajustado unos seis golpes de mazo, lo que puede dar una leve idea de lo costoso y laborioso que le resultaría al labrador la construcción de uno solo de estos trillos.
Las volvederas tenían la misión específica de remover la parva; al comenzar dicha operación de removido colocaban una única volvedera en el centro del trillo; cuando la parva quedaba más trillada, instalaban otras dos en los extremos; una vez aplastada la mies, se ponían las restantes volvederas.
Otro instrumento utilizado para la perfecta conservación de la garlopa y las cuchillas era la llamada "piedra de agua". Este utensilio servía para el afilado de la garlopa y las cuchillas que a continuación se suavizaban y se perfeccionaba su filo por medio de planchas de pizarra.
B. ASPECTOS SOCIALES y ECONOMICOS
En la ya mencionada localidad rural de Cantalejo, cada trillero procuraba él mismo pertrecharse con sus propias herramientas para su utilización particular. En su misma casa el trillero acondicionaba una amplia portada para facilitarse los movimientos y tener la suficiente holgura en la construcción de su trillo.
Cada familia dedicada a esta industria invertía el dinero obtenido en la venta de los trillos en comprar las materias primas necesarias (madera, clavos, sierra, piedras, etc.). Ocasionalmente el pago no se realizaba al contado, ya que las familias disponían de una economía deficitaria y así debían esperar al año siguiente para su cumplimiento del pago de la materia prima adquirida previamente a crédito.
La reducida economía comercial y la capacidad de máxima producción se movía en relación al status monetario de cada particular trillero. Aproximadamente la producción oscilaba entre unas trescientas unidades por familia y año.
En la década de los cincuenta se cree que había unos trescientos trilleros en el término municipal de Cantalejo, con lo que se llega a la conclusión de que más de la mitad de la población se dedicaba a esta industria artesanal.
En cuanto a las etapas de construcción del trillo, es decir, la distribución del trabajo, podemos seguir este orden: 1) el trabajo del escopleador, 2) el trabajo del constructor, 3) el trabajo ,del empedrador, 4) el trabajo del pintor, 5) el trabajo del herrero. Estas cinco etapas las ejecutaban los miembros de una misma familia. Hay que determinar que el herrero no intervenía en la fabricación del trillo propiamente dicha, sino que era el encargado de proporcionar las piezas de hierro únicamente.
La edad de los constructores de trillos solía oscilar de los 15 a 70 años y pertenecían a ambos sexos, ya fueran los hijos de la familia o los empleados contratados esporádicamente.
En lo referente a las condiciones de trabajo, la jornada laboral ocupaba casi todo el día; es decir, de sol a sol si los trabajadores pertenecían a la misma casa. Si había personal eventual ajeno a la familia, éste debía cubrir una jornada de diez horas. Como tónica general, no existía discriminación ni categorías entre los miembros que participaban en la construcción del trillo; es decir, los especialistas eran inexistentes, todos ellos trabajaban en una tarea específica.
También debemos tener en cuenta un punto interesante: las economías subsidiarias. Las familias dedicadas a esta industria no vivían exclusivamente de la venta de los trillos. También se alimentaban con otros productos agrícolas o ganaderos, cultivados o criados por ellos mismos, como los productos de la huerta que pertenecía a la .familia, aves de corral, ganado de cerda o vacuno con el fin de acrecentar o contrapesar su deficitaria economía.
El nombre de Cantalejo se ha extendido a nivel provincial y nacional gracias al carácter mercantil de sus hombres, que se abrieron camino a través del mercado nacional, transportando por todas las regiones españolas una amplia variedad de aperos de labranza como cribas, arneros, cedazos, horcas, bieldos, y particularmente los trillos, cuya actividad alcanzó una cota considerable, hasta el extremo que hoy se conoce a Cantalejo, o se le conocía hasta hace poco, con la sobredenominación de "Ciudad de los trillos", lo cual es un vivo testimonio de la tremenda importancia que este elemento debió alcanzar en el desarrollo industrial y económico de la población.
La época de construcción del trillo se extendía desde el otoño hasta la primavera. Los trilleros salían a venderlos en el mes de mayo, y realizaban su tourné de venta durante todo el verano hasta entrado el mes de noviembre. Sus principales mercados eran: Castilla la Vieja, León, Castilla la Nueva, Extremadura. la región valenciana y Aragón, tomando parte en los intercambios de las diferentes ferias agrícolas o mercados de la España rural. Esporádicamente se adentraba en la región andaluza, llegando también hasta Santander. En la zona meridional el número de trilleros era más escaso, debido, claro está, a que el tipo de explotación agrícola en el sur de España está más enfocado a la dedicación de grandes extensiones de terreno para la cría del toro, los olivares, etcétera, más aptas, sin duda, para el sistema de cortijos, en los que el cultivo .del cereal es mucho más escaso.
Los trilleros tenían como costumbre desplazarse hasta los puntos de venta y ferias, en grupos familiares, lo que hacía su migración mucho más llevadera.
Los trillos solían trasladarse, en un principio, en carros, aunque con posterioridad, sobre todo en las últimas etapas, el transporte se realizaba por medio de grandes camiones hasta los núcleos mayores de población. Más tarde, dichos trillos se guardaban en una casa o local que se alquilaba exprofeso, y a partir de esta gran población, se distribuía el resto de los trillos por otras poblaciones cercanas de menor número de habitantes.
El carácter un tanto bohemio y de trotamundo del trillero queda muy bien reflejado en esta copla que los propios cantalejanos gustan de recordar en las veladas, en las fiestas de la recolección del grano, etcétera, y que tiene el título de Jota del cribero.
Dice así:
La voz de un cribero suena madre,
yo me voy con él,
que si no lleva dinero
lleva cribas que vender.
Criberita era mi madre,
y mi padre y mis abuelos
nacieron en Cantalejo,
lo mejor del mundo entero.
Algo tiene Cantalejo
que es nuestro y de nadie más,
la jota, la "gacería"
y la Virgen del Pilar .
Marchaban con sus mandorros,
que llevaban mucha carga
para llegar al talón
y sornear en su saca.
Allá va la despedida
la que echamos los briqueros
con un porrón de pijacha
y un asado de cordero.
C. ESTUDIO LINGÜISTICO DEL ARGOT DEL TRILLERO: LA GACERIA
La gacería es la denominación de la jerga utilizada por los briqueros (es decir, los trilleros) , argot que solían utilizar entre sí durante la venta de los trillos por las diversas regiones españolas. Lo realmente interesante de esto es investigar sobre los orígenes étnicos y culturales que han dado lugar a este peculiar lenguaje, a lo que los habitantes de esta localidad a quienes he entrevistado no supieron responder. Sin embargo, existe un estudio lingüístico llevado acabo por n. Sigfredo Arranz en su época de estudiante en un colegio de religiosos. El ha sido el único que ha podido proporcionarme algunos datos de interés.
Sobre la gacería apenas si existe documentación, de ahí que se sepa tan poco sobre ella. n. Sigfredo Arranz ha encontrado únicamente algunos escritos referentes a contratos y algún censo esporádico en el Ayuntamiento de Cantalejo; también ha encontrado algunos datos en el archivo diocesano de la catedral de Segovia.
Según Sigfredo Arranz, la gacería la introdujeron originalmente los monjes templarios franceses y algunas otras familias procedentes de los barrios bajos de Burdeos, Cuando llegaron estos monjes templarios, levantaron su ermita en un claro rodeado de pinares. Esta ermita está localizada a 2,5 kilómetros del actual Cantalejo. Los monjes llegaron acompañados de gitanos, agricultores en su mayoría, cuyos familiares procedían también, quizá, de Burdeos. Estas familias se asentaron en el lugar, edificando sus casas en torno ala ermita, y con toda probabilidad, este nuevo grupo étnico hablaba esta jerga. Estos labradores, además, se dedicaban ala fabricación de aperos de labranza, y en especial del trillo. Posteriormente, los vendían en las poblaciones agrícolas limítrofes, utilizando para ello, 'esta' jerga con el fin de camuflar una posible conversación entre ellos en el caso de que se produjera algún intento de engaño en la transación.
En el año 1311, los templarios quedaron oficialmente suprimidos bajo Orden Real, a pesar de lo cual, todos los agricultores gitanos persistieron en su empeño de continuar con su industria artes anal en aquel lugar, y de ahí que los actuales briqueros hayan podido recordar algo sobre esta gacería.
En sus comienzos, el mayor porcentaje de palabras importantes fue de origen francés, principalmente, aunque se tomaron algunos préstamos latinos y alemanes. Más tarde se incorporaron atrevidos giros de expresión, nuevos vocablos que surgieron esporádicamente ante la necesidad de llevar a cabo alguna conversación que no interesaba que fuera comprendida por unas razones u otras. y así, poco a poco, esta jerga se fue formando y tomando un corpus lingüístico específico a esta actividad.
Con posterioridad, este lenguaje se enriqueció con préstamos recogidos del argot denominado "caló", en su mayoría correspondientes a lo más típico de esta jerga, coloreándola con expresiones atrevidas, llenas de ingenio y viveza que el pueblo ideó para ocultar el verdadero mensaje de su comunicación, respondiendo, así, a la necesidad de valerse de ellas en sus transacciones comerciales.
El desarrollo de la industria maderera, principalmente con la construcción del trillo y la industria muletera ( carros) , consolidó la briquería, que era el lenguaje que utilizaron primordialmente los criberos para valerse de ellas como claves personales propias distintas de todas las conocidas.
En todos los idiomas, el eje sintáctico y semántico es esencialmente el verbo, pero, por el contrario, en la jerga briquera, el significado del verbo viene determinado y relacionado por las palabras subyacentes en tomo a él, encaminadas a hacer adivinar, más que a comprender, el verdadero significado del verbo dentro de la proposición.
Los verbos esenciales briqueros son: "atervar" ( ."ver" ) , "pulir" ( ."venir" ) , "estafar" ( ."engañar" ) .
Su utilización suele ser frecuente en los diálogos con sus diversos significados, como p. ej. "gallar" que puede hacer referencia a charlar, hablar, conversar .
La palabra en el argot briquero posee un amplio espectro semántico, de tal modo que una sola abarca aspectos de las restantes. Cito como ej. el vocablo "engrullón" cuyo significado es, en principio, el de "alcalde", pero modifica su significado original dependiendo del contexto en que esté implicado. Por ej. en tres frases diferentes: "el engrullón del vilorio se pule gazo" ( ."el alcalde del pueblo tiene mala idea"), "El engrullón de los merches se pule gazo" ( ."el obispo de la diócesis es muy malo" ) , "el engrullón del vilorio de los briqueros se pule sierte" ( = "el cura párroco del pueblo de los briqueros es bueno").
Así pues, el vocablo "engrullón" viene a significar indistintamente, como vemos, tres cosas diferentes: "alcalde", "obispo" y "párroco", con lo que podriamos deducir que éste tiene un significado genérico que abarcaría a la cabeza representativa de una institución social: el gobierno o la Iglesia, en estos casOs.
Lo mismo sucede en lo referente a los adjetivos, cuyo significado es también muy amplio. Los de utilización más frecuente son: "gazo" ( = "malo" ) , "sierte" ( = "bueno" ), "sierva" ( = "viejo" ), "pitoche" ( = "pequeño" ) , "urniaco" ( = "sucio" ) .Los numerales son de escasa frecuencia; los necesarios para disimular la numeración: "guaje" ( = "uno" ) , "arba" ( ="cuatro"), " s al va" ( ="cinco"), " g u a que " ( = "seis" ), "cas" ( = "diez" ), "pota" ( = "veinticinco"), "papiro sierte" ( ="mil"), "montón" ( ="cinco mil" ).
indistintamente, como vemos, tres cosas diferentes: "alcalde", "obispo" y "párroco", con lo que podriamos deducir que éste tiene un significado genérico que abarcaría a la cabeza representativa de una institución social: el gobierno o la Iglesia, en estos casOs.
Lo mismo sucede en lo referente a los adjetivos, cuyo significado es también muy amplio. Los de utilización más frecuente son: "gazo" ( = "malo" ) , "sierte" ( = "bueno" ), "sierva" ( = "viejo" ), "pitoche" ( = "pequeño" ) , "urniaco" ( = "sucio" ) .Los numerales son de escasa frecuencia; los necesarios para disimular la numeración: "guaje" ( = "uno" ) , "arba" ( ="cuatro"), " s al va" ( ="cinco"), " g u a que " ( = "seis" ), "cas" ( = "diez" ), "pota" ( = "veinticinco"), "papiro sierte" ( ="mil"), "montón" ( ="cinco mil" ).
LIST A DE VOCABLOS DE LOS ORIGENES ANTERIORMENTE CIT ADOS -Del galo: "dicar" ( = "ver", "mirar" ), "pinre les" ( ="pies"), "engrullón" ( ="alcalde").
-Del alemán: "man" ( ="hombre").
-Del gallego: "vorafumeiro" ( = "cigarrillos" ) "embotafumeiro" ( = "tabaco" ), "falar" ( = "hablar" ) "votar" ( = "Idejar", "prestan ) .
-Del catalán: "monchetas" ( ="alubias"), "mi sir" ( = "comen ), "mincha" ( = "comida" ).
-Del árabe: " 9 u a j e" ( ="uno"), " u r a J ( ="agua"), "el ura" ( ="la nieve").
-Del ibérico: "garcía" ( ="gato").
-Del griego: "artón" ( ="pan"), "siníferoJ ( = "guardia" ).