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(Asociación de Folclore Azabache. Gijón)
Las Danzas de Palos o Paloteos se extienden a lo largo y ancho de España. Son danzas de hombres con muchas interpretaciones acerca de su significado original.
En Asturias, actualmente, La Danza de Palos o Danza del País se conserva en varios pueblos de la zona sur-occidental. Se baila en pueblos del concejo de Ibias, como El Bao y Tormaleo; concejo de Cangas del Narcea, como Bimeda, Rengos, L.larón y la Viliel.la; concejo de Degaña, como Trabau y Rebol.lar y también al otro lado de la cordillera, en la Provincia de León, como Peranzanes.
Hay quien las considera danzas guerreras que pudieran estar relacionadas con las antiguas danzas de espadas, citadas por Jovellanos. Otros les atribuyen un origen gremial, y no cabe duda de que, en gran parte, fueron danzas paralitúrgicas organizadas por los distintos gremios para las fiestas del Corpus.
Pueden también considerarse un “Rito de Paso”, siendo los cuatro mozos solteros, llamados Panzas, los que, al tomar parte en La Danza por primera vez, se incorporan así al mundo de los adultos.
Encontramos referencias a estas danzas en el año 1784, en las fiestas organizadas en Oviedo con motivo de la paz con Gran Bretaña y del nacimiento de los infantes reales Carlos y Felipe de Borbón.
La Danza está jerarquizada y los cargos de los 12 hombres que toman parte en ella son los siguientes:
• Un Juez, que tiene la máxima autoridad, incluso para poner multas por faltas a ensayos o actuaciones.
• Un Sobrejuez y dos Guías que, junto con el juez, llevan las banderas y guían la Danza.
• Cuatro mozos expertos que toman parte en ella colocados junto a los guías y son los Sobreguías. Y, por último, cuatro Panzas que son los mozos solteros que danzan por primera vez.
Los cargos dependen de la experiencia, de los conocimientos sobre la Danza y de la situación personal, ya que sólo los solteros pueden bailar en el lugar de Los Panzas y, a su vez, ningún Panza puede leer “La Loya” como explicaremos después.
Antiguamente los danzantes depositaban una cantidad acordada de dinero, que se les iba descontando si faltaban a los ensayos o a alguna de las representaciones.
La danza tiene cinco partes, que van precedidas por “La Llamada” que hace el Tamburiteiru: El Saludo, La Venia, La Entrada, La Danza de Palos o Tararises y La Salida.
Entre La Venia y La Entrada, interrumpiendo los danzantes su actuación, se recita “La Loya” (La Loa). Una alabanza al Patrón del pueblo o versos festivos, a veces satíricos, que en algunos pueblos como en Bimeda, son representaciones teatrales. Como dijimos antes, puede leerla cualquier danzante excepto los Panzas.
Según Julio Caro Baroja en “El estío festivo”, la costumbre de intercalar obras teatrales o loas en las danzas de palos, es frecuente en España y en Europa.
Toda la danza se baila con pitos o pequeñas castañuelas, pero éstas no se utilizan en “el paloteo” propiamente dicho, que se hace con unos palos, generalmente de avellano, de aproximadamente 40 cm y que se llaman “tararises”.
La indumentaria de los danzantes es blanca, como en casi todas las danzas paralitúrgicas, simbolizando quizás la pureza o el bien (en su lucha contra el mal).
Los danzantes van ataviados con una ancha banda cruzada en el pecho, de tejido vistoso, engalanada a veces con broches o bordados -el Juez lleva además otra banda cruzada en sentido contrario– sombrero, adornado con “colonies” o cintas, que también van adornadas ricamente, corbata negra y alpargatas blancas.
Al músico que acompaña la danza se le llama Tamburiteiru y toca con una mano la “Xipla” o flauta de tres agujeros y con la otra un tambor parecido a los leoneses.
En el pueblo de Bimeda la danza tiene carácter propio y una personalidad que la hace muy original.
Aquí los danzantes son ocho en vez de doce, el paso de la danza no es un paso único como en otras danzas de la zona. Además, en vez de la loya que en otros pueblos recitan, tiene lugar una pequeña representación teatral en la que intervienen varios personajes que son los siguientes:
Dos embajadores, dos vasallos, dos consejeros, el Presidente de la Asamblea de Francia, (al que la gente de Bimeda llama Rey de Francia), y el Rey de España.
En la Loya participan además, el bascacheiro y un hombre, disfrazado de mujer, que es la Dama y siempre representa a la Reina de España.
La indumentaria es parecida a la de los danzantes de pueblos cercanos pero con algunas diferencias: llevan las cintas de las alpargatas cruzadas sobre el pantalón, dándole a éste el aspecto de un bombacho, el sombrero es de paja y lleva un vistoso plumero en la parte delantera.
Aunque hace más de 65 años que no se baila, conocemos su estructura gracias a la información de José Rodríguez García (Pepe) de casa el Sastre, uno de los últimos danzantes, a los hijos de Pepe, Ángel y Mª José Rodríguez Fernández, a Adela Alfonso Blanco y Ambrosio Martínez Álvarez que conservan, como oro en paño, el manuscrito del “Argumento de la Obra para la Danza”, cuya fotografía reproducimos, y al trabajo de Juaco López Álvarez: “DANZAS DE PALOS Y TEATRO POPULAR EN EL SUROESTE DE ASTURIAS” del cual reproducimos el fragmento siguiente que comienza así, en la Pág. 167:
Todos ellos iban vestidos con alpargatas, pantalón y camisa blancos, y tocados con un sombrero de paja todo él cubierto por cintas de colores que colgaban hasta media espalda. Para diferenciarse ambos bandos, los franceses llevaban un fajín verde y una banda con los colores de la enseña gala y los otros un fajín encarnado y una banda con los colores españoles. El rey y el presidente se diferenciaban del resto de los danzantes colocándose un par de bandas cruzadas.
Junto a los ocho danzantes también participaban en la danza y en la obra el bascacheiru y la dama. El primero era un gracioso que iba disfrazado con ropas viejas y armado con una rama de acebo, que en la zona se conoce como una bascacha, de ahí el nombre de bascacheiru; aparte de intervenir en la obra abría paso a los danzantes, y amedrentaba a mozas y niños. Este personaje aparece en todas las danzas del Alto Ibias con las mismas funciones que en Bimeda. La dama era un mozo imberbe disfrazado de mujer que, aunque en la obra hiciera el papel de reina de España, tanto el manuscrito como los informantes, siempre se refieren a ella como la dama...
... Por otro lado, ambos personajes gracioso y dama, son indispensables en las comparsas y comedias que, desde Navidad a Carnaval se celebraban en toda Asturias.
La danza de Bimeda tenía cuatro números: Los Truquiaos, la Cruz, los Puntiaos y los Volteaos, los tres primeros se bailaron en 1942, pero el último no se llevó a cabo debido a su dificultad. Los Truquiaos y la Cruz se ejecutaban con palos, y los puntiaos con unas castañuelas pequeñas.
El argumento de la obra es un enfrentamiento entre España y Francia en la que participan todos los personajes y en la que se critica, por una parte, la prepotencia y la barbarie de los franceses durante la revolución y la decapitación de la reina, pero también a la iglesia española, por su acumulación de riquezas frente a la pobreza del pueblo.
Termina por supuesto con el triunfo de España.
El gracioso o Bascacheiro es quien comienza la representación:
Al ver que con mi lucida gente
Ante un público me presento,
Los señores concurrentes
Desearán saber lo que intento
Intento representar
La famosa guerra que hubo
Entre la leal España
Y la industriosa Francia.
Y es también el mismo personaje quien la termina así, según reconstrucción de Juaco López: [2]
“Oh dolidos mentecatos
Ahora que estáis vencidos
Os tengo que dar más palos
Que de letras tiene un libro.
Todavía no estoy conforme
Que si tuviera una (navaja?)
Os sacara las tripas
Y de ellas hiciese una chanfaina
Para estas mucheronas
Que están mirando
Tomar la parva mañana“.
“Las palabras en cursiva que llegan hasta el final, no se leen en el original por la rotura del papel. Los versos se han completado gracias a la buena memoria de Pepe Rodríguez, y Luis el de Santiago, que hizo de bascacheiro.”
Efectivamente pudimos comprobar la buena memoria de Pepe, que nos recitó los versos que faltaban en el papel, roto hace muchos años.
Curiosamente tanto Pepe como Adela nos insistieron en que la Danza de Bimeda se hacía sólo con un palo, y no con dos como la mayoría de estas danzas.
También nos informaron que Los Truquíaos se iban bailando mientras caminaban y tenían cierto parecido con el Son de Arriba, baile muy popular en la zona.
Esta danza de Bimeda se acompañaba como las otras danzas con xipla y tambor.
En el pasado año 2011 celebramos en Asturias el bicentenario de la muerte de Jovellanos. Este hombre ilustre, que tanto trabajó por nuestro país, fue recordado con distintos actos a lo largo del año.
En Gijón ciudad donde nació, el ayuntamiento quiso honrar su memoria, el primer domingo de agosto (Día de Asturias), con una Danza de Palos, delante de su casa natal, que se repitió de manera solemne en la Plaza del Ayuntamiento, dando así comienzo a los actos de la Semana Grande.
La Danza se realizó con la colaboración y participación de danzantes pertenecientes a distintas asociaciones gijonesas de folclore.
Nuestra asociación Azabache aportó dos danzantes, y coordinó la preparación general:
Carmen Herrero dirigió y coordinó la coreografía y se encargó de realizar los ensayos para preparar a los danzantes, nuestro luthier y músico Marino Gutiérrez, además de memorizar y tocar la danza, fabricó la xipla y el tambor, y Herminia Menéndez se ocupó de recopilar información sobre la danza, elaborar y preparar la indumentaria y escribir la Loya, por supuesto en honor a Jovellanos.
Para todo ello contamos con la inestimable ayuda de Fernando Ornosa (director del archivo de Música Tradicional del Museo del Pueblo de Asturias) y, por parte del ayuntamiento, con la ayuda y el entusiasta apoyo de Cristina Jareño.
Los danzantes que participaron fueron: de la Asociación de Folclore Azabache: Luis Manuel Martínez, que bailó de panza y Rubén Baltasar Pérez que era el juez; de la Asociación Folclórica Los Xustos: Israel Álvarez (sobreguía); de La Asociación Coros y Danzas Jovellanos: Alejandro Caamaño (panza), Fernando Fonseca (guía), Sergio Carrera (guía) y Eloy José Fernández (sobreguía); del Grupo Folclórico Xiringüelu: Aitor García (panza) y Ramón Villa (sobrejuez, que recitó La Loya); del Grupo Covadonga: Oscar Piñera (panza); del Grupo Folclórico Xolgoriu: Felipe Rodríguez (sobreguía) y Roberto Fernández (sobreguía). Durante las representaciones se ocupó de la logística Javier Río del Grupo Folclórico La Alegría.
La danza que bailamos fue la de Trabau en el concejo de Degaña.
Terminamos este artículo sobre las danzas de palos con la loya que se recitó ese día durante la danza:
LOYA
Saludos a los de casa
Y a los demás asturianos,
También a los forasteros
Que vienen a visitanos
Con motivu d’estes fiestes
En la villa de Xixón
Tamos faciendo una Danza
Pa celebrar la ocasión
Siguiendo la tradición
Doce mozos asturianos
Vamos bailar esta danza
Que ye la danza de palos
Una Danza muy antigua
Que aunque provién de Larón
y otros pueblos d´occidente
Tamos bailando en Xixón
Y queremos qu’esta Danza
Que bailamos los paisanos
Sea en honor y homenaje
AL ILUSTRE JOVELLANOS
Un paisanu inteligente,
trabayador, ilustrau,
que se ocupó de su xente
y fue siempre un hombre honrau.
Trabayó en aquella Asturies
Llena de calamidades:
Mejoró les carreteres,
Y hasta proyectó Payares,
Fundó la Escuela de Náutica,
Y peleó con denuedo
Pa que estuviera en Xixón
Y non tuviera en Oviedo
Pensaba que la enseñanza
Era cosa de importancia,
Y que había que ocupase
De la muyer en la infancia.
Reformó la agricultura,
Estudió sobre el carbón,
Hizo todo lo que pudo
Por mejorar la región.
Aunque vivía en la Corte
-Fue Ministro de Justicia-
Cuidó del funcionamientu
De les coses d’esta Villa
Hasta estuvo encarcelau,
Porque al ser tan importante
La envidia y La Inquisición
Quitáronlu de delante.
Baltasar Melchor Gaspar,
Fuiste Tres Reyes en uno,
Nunca pusieron a nadie
Un nombre tan oportuno.
Dancemos pues en tu honor
Honorable Jovellanos
Esti pequeñu homenaje
Te lu ofrecen tus paisanos.
Nuestro agradecimiento a la gente de Bimeda que nos acogió de manera extraordinaria, y nos proporcionó mucha información sobre la Danza de Palos, el Son de Arriba y los Ramos. .
De manera especial a Pepe y sus hijos, de Casa El Sastre, a Ambrosio Martínez Álvarez de Casa Ambrosio, que ya hace muchos años nos recibió en su casa, y a su mujer, Adela Alfonso, que nos acompañó y nos presentó a mucha gente de Bimeda y de la Pachalina, como las dos Obdulias que, además de contarnos muchas cosas, tocaron el pandero y bailaron con nosotros el Son de Arriba.
También queremos agradecer, de manera especial, la total colaboración de la nieta de Ambrosio y Adela, Cintia Martínez Prieto, a la que debemos, entre otras cosas, la organización de la visita a Bimeda, su pueblo, y la reproducción del documento de la Loya para la Danza.
BIBLIOGRAFÍA
[1] Juaco López Álvarez: “Danzas de palos y teatro popular en el suroeste de Asturias”. Actas de las Jornadas sobre Teatro Popular en España Coordinadas por Joaquín Álvarez Barrientos y Antonio Cea Gutiérrez. Consejo Superior de Investigaciones Científicas Madrid 1987
[2] Juaco López Álvarez: “LA FIESTA PATRONAL EN BIMEDA (CANGAS DEL NARCEA) Danza de Palos y Teatro Popular”. Museo Etnográfico de Grandas de Salime, Gijón 1985.
[3] Emilio Juan Peña: Asturias, Catálogo General. Danzas y Bailes (I) Gijón 1985
[4] Yolanda Cerra Bada: Bailes y Danzas Tradicionales en Asturias ( IDEA) Oviedo 1991
[5] Jesús Menéndez Peláez: Teatro escolar en la Asturias del siglo xviii. Estudio Preliminar. GH Editores S.A. Gijón 1986.
GRABACIONES
[6] FRANCISCO “EL TAMBURITEIRU”. La Viliel.la (Cangas del Narcea. FONTES SONORES DE LA MÚSICA TRADICIONAL ASTURIANA Museu del Pueblu d’Asturies. 2008
[7] Danza de Palos en Trabau. (Grabación de Fernando Ornosa. Archivo de la música Tradicional. Museo del Pueblo de Asturias).