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Revista de Folklore número

334



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Refranes, sentencias, modismos y dichos estereotipados en Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes

URDIALES YUSTE, Jorge

Publicado en el año 2008 en la Revista de Folklore número 334 - sumario >



Cinco horas con Mario se publicó en diciembre de 1956, cuando está triunfando en la literatura española el realismo social. El manuscrito, como el de Parábola de náufrago, fue muy corregido por Delibes. Aquella época no fue de las mejores de don Miguel. Afirma en Un año de mi vida que pasó entonces por un “período de depresión”.

Cinco horas con Mario se ve como una obra de denuncia social, pero habría que precisar a qué denuncia social se refiere. Mujeres del estilo de Menchu se han dado en todas las épocas, con unos sistemas políticos y con otros. El ser de Menchu trasciende a ese momento concreto de la historia de España.

El libro fue bien recibido por la crítica, siendo uno de los que más se vendieron: 35.000 ejemplares en dos años.

El discurso popular rural es el más notable en las obras de Delibes. También en Cinco horas con Mario. El número de refranes, sentencias, modismos y dichos en relación con el número de páginas del libro sea quizá el mayor de todas las obras de Delibes. He aquí los ejemplos que justifican esta tesis popular rural de las obras de Miguel Delibes, con su contexto y la página en la que aparecen y el significado que tienen:

REFRANES, SENTENCIAS, MODISMOS Y DICHOS ESTEREOTIPADOS

– Sentido del modismo de perdidos al río: perdido lo más, poco importa perder lo que es menos, aunque sea mucho. Un despropósito más, después de otros mayores, poco importa. A Menchu no le importará poner una esquela en el periódico si eso es lo que se acostumbra.

Y no es que le agradasen las esquelas pero de perdidos al río. (p. 26)

– La persona humana es moralmente quebradiza, como lo es el barro de que fue formado, según el relato del Génesis, el hombre. No hay pues que extrañar que el hombre peque, aquí Mario con Encarna.

…al fin y al cabo, de barro somos. (p. 41)

– Sin enterarse, en la luna.

…y yo en la luna, “¿qué versos?” (p. 56)

– Sobre una cosa buena, otra mejor.

Higinio vale, y si, de entrada, le cayó en gracia a Fito, miel sobre hojuelas… (p. 62)

– Lo que no entusiasma, ni da frío ni calor.

Mario, cariño, a ti la Monarquía no te daba frío ni calor. (p. 109)

– Insistentemente.

…pero él, dale que te pego, pesadísimo. (p. 64)

– Evidente, claro, lógico.

…salta a la vista, para qué engañarnos (p. 68)

… ¿Qué saca en limpio con ello, dime? (p. 75)

– Como si no.

…menuda desilusión, y si te he visto no me acuerdo… (p. 68)

– Evitar los extremos.

Ni tanto ni tan calvo, que lo que ella quería era que se acercasen Gabriel y Evaristo (p. 70)

– Pobreza casi total, no tener casi nada es no disponer de espacio para caerse muerto.

…porque, ¿quieres decirme dónde has ido tú (...) que no tienes ni dónde caerte muerto? (p. 112)

– Si las circunstancias, sobre todo las políticas, cambian del todo, diametralmente, el cambio se parece al que se hace con la tortilla frita ya por un lado, de cara a cruz, completo.

…no quiero pensar en el día que dé vuelta la tortilla, cuatro tiros de agradecimiento (p. 84)

– En los pueblos castellanos las casas tienen tejado en lo más alto. Se empiezan a construir por el suelo. Lo último en ponerse es el tejado, apoyado en muros y paredes.

Es absurdo empezar a levantar una casa por el tejado.

Lo que pasa es que ahora todo el mundo quiere empezar la casa por el tejado. (p. 84)

– A la ciudad llegan seleccionados los frutos del campo.

En éste hay experiencia del amargor de la cáscara que puede ser tal que se parezca la envoltura del fruto tan rechazable como la maldad de la gente de suyo malhumorada y mala. La cáscara verde del nogal es amarga. Lo recuerda la fábula de la mona que se subió a él.

El hombre de la cáscara amarga para el DRA es valentón y travieso.

…don Nicolás es un hombre de la cáscara amarga, no sé si de Lerroux… (p. 50)

…don Nicolás es un tipo torcido, de la cáscara amarga, te lo digo yo… (p. 79) La gente de la cáscara amarga es muy aficionada a… (p. 143)

– En el campo parece culto y fuera de la llaneza de la tierra decir que se componen frases. Se preferirá decir que se sacan, como consecuencia de un esfuerzo.

Gente… aficionada a sacar frases y a pulirlas como a los dorados… (p. 143)

– Dios es el dueño de la vida y de la muerte. A Él se debe la vida y Él manda a la muerte a que llame a nuestra puerta. Si alguien muere es, pues, que Dios se lo ha llevado de este mundo. Antes de (falta el de en MD) que Dios se lo lleve –en un mundo visto con los ojos de la fe del pueblo que ve más allá de las apariencias– equivale a antes de morirse.

Antes que Dios se lo lleve, fíjate (p. 144)

– El campesino es hombre de experiencias sensoriales, acostumbrado al sol, al viento y a la lluvia que le curten, al grano que siega en su espiga y luego trilla… ante cuyas recias y sólidas realidades no valen los sutiles y delgados conceptos. Si algo está claro para él es lo que le aseguran los sentidos que es como es, lo que nace de ellos, lo que sale de ojo: no hay más que decir. Para afirmar algo vale decir que ese algo le sale de ojo.

…es algo que sale de ojo (p. 144)

– No la mano izquierda sino, la más usada, la mano derecha es la que no sabe dónde la tiene el que nada sabe, cuya ignorancia es mayúscula. Primero es el hacer, luego el pensar y saber. Primero el hombre hace, luego, retirará las manos del hacer primero, para ensimismarse y pensar.

Si piensa, empieza a saber, sabe. El colmo de no saber nada de nada será el de desconocer el camino del pensamiento en su punto de arranque que son las manos.

No sabe dónde tiene la mano derecha (p. 145)

– En el pueblo se cuece pan y, como regalo, se hacen tortas. Si a falta de lo bueno se tiene algo mejor que lo suple, habrá que celebrarlo. La sentencia es vieja.

…como diría mamá, a falta de pan, buenas son tortas (p. 215)

– De los alimentos, el más común a todos, el pan, que individualmente a nadie falta.

…a ti qué te iba ni te venía, con su pan se lo coma, él era el responsable, ¿no? (p. 107)

– Algunas veces nos ruedan las cosas de modo favorable y decimos que nos vienen de perilla o como anillo al dedo para resolver un problema que traemos entre manos.

Un poco de Inquisición, piensa Menchu, nos vendría bien en estos tiempos.

Nos vendría al pelo (p. 151)

– Quien aparenta más de lo que es persona de medio pelo.

…gente artesana, desde luego, de medio pelo… (p. 276)

– Ruedan en el mundo rural el carro, la carretilla y su movimiento es redondo y dócil, sin cansancio, incondicional.

Una persona que hace cuanto quieres, de quien es propio el andar recto, se podrá decir que rueda por alguien o por algo. Es el caso de Valen según Menchu. Ojo al la dices en vez de le dices.

…que a Valen, la dices que ruede por nosotros y rueda (p. 155)

– Encarna está en todas partes, hasta en lo más repetido y acostumbrado. Entonces nunca faltaba el plato de sopa en toda comida: sopa, legumbres, postre.

Ya ves, luego, Encarna hasta en la sopa (p. 156)

– Lo dicho con repetición se dice canción, “la misma canción”, “venir o volver con la misma canción”, “ya estás con la misma canción”.

…no se habla de otra cosa, todos los días la misma canción. (p. 159)

– Hoy no se sabe quién es el niño muerto del que no se quiere saber nada por considerar que no existe, pero sirve para rechazar de plano algo que no tiene fundamento alguno. Tampoco la razón de los ocho cuartos.

¡Qué enfermedad ni qué niño muerto! (p. 163)

…se necesita cuajo para decir una cosa así, qué principios, ni qué niño muerto (209) ¡qué timidez ni qué ocho cuartos! (p. 231)

– No es preciso mirar a ningún sitio para caer en la cuenta de que lo que se intenta decir sorprende, en este caso por ser mentira, que Mario no se cayó de la bicicleta.

Mira que eres equivale a hay que ver cómo eres.

mira que eres, que es algo que me choca… (p. 167)

– Al ganado de labranza que está sano el pelo le brilla y le crece. Es una señal de vigor y fuerza, de salud de caballos, mulos y burros. Con ironía, porque las cosas no iban bien por seguir las teorías de Mario, su mujer le recrimina: pero ya ves cómo nos ha crecido el pelo con tus teorías.(p. 168)

– Si el trabajo es duro –para los que emigran–, la comparación es agrícola, le parecerá a Menchu propio de animales de carga y carro.

…los trabajos más duros, los que hacen aquí los animales, ya ves, tirar de los carros, y así, que cuesta trabajo creerlo. (p. 101)

– La miga es una pequeña porción de pan o de cualquier cosa. También, en sentido moral, es lo que de más entidad y sustancia presentan las cosas, que se advierte normalmente después de alguna reflexión sobre ellas.

…pero te paras a pensar y en esa frase hay mucha filosofía, tiene mucha miga. (p. 176)

– Poco o muy poco de algo, hiperbólicamente, nada de nada o nada entre dos platos.

Y en resumidas cuentas, nada entre dos platos (p. 179)

– Lo mismo de lo mismo, ídem de ídem o ídem de lienzo.

…y todo el día de Dios leyendo o pensando, y leer y pensar es malo, cariño, convéncete, y sus amigos, ídem de lienzo. (p. 60) Y en el parque por las mañanas, ídem de lienzo, no me digas, dale con el “amor mío”. (p. 65) …y cuando te dio la depresión o eso, ídem de lienzo, que tú, pesadísimo… (p. 113) …y, luego, ídem de lienzo, la de siempre. (p. 179) Y a Paquito, en otro estilo, ídem de lienzo… (p. 189) …Esther estaba de tu parte y los de la tertulia de mis pecados, ídem de lienzo. (p. 198) …si de niño hacías eso, de mayor ídem de lienzo, ya se sabe. (p. 210) igual que con las estructuras, ídem de lienzo… (p. 247)

– En los arroyos y ríos de Castilla había antaño suculentos cangrejos, observados por quienes iban a pescarlos a mano o a retel. Siempre sorprendió su marcha para atrás. A Menchu le parece que empezar a estudiar la Historia por la época contemporánea y remontarse desde ella a la Prehistoria era caminar hacia atrás como los cangrejos. Es una frase hecha del lenguaje coloquial.

…eso de estudiar la Historia para atrás, como los cangrejos… (p. 181)

– De canto es de lado. El lado de la antigua moneda de a duro era bien poca cosa, un espacio mínimo. Menos que eso, nada.

…es que no faltó el canto de un duro. (p. 182)

– Lo evidente y patente puede decirse evidente, con este término abstracto. No habría más que añadir. En el campo tendrá más fuerza y será más gráfico hablar de la luz del día que no se puede negar, como no se niega la evidencia.

Que vosotros, por meteros con la guerra, sois capaces de negar la luz del día. (p. 184)

– El DRA dice que “pasar de castaño oscuro” es frase figurativa y familiar que señala que una cosa es “demasiado enojosa o grave”.

Por más que lo tuyo pase de castaño oscuro (p. 190)

– Pedir la luna es pedir lo imposible. No se hace caso a quien la pide. Es inútil y vano pedir. Menchu está tras un Seiscientos, es su capricho. Mario no le hace caso.

…como si cantara, como si pidiera la luna (p. 191)

– Presumir puede ser atribuirse algo que no se tiene, dárselo como propio.

…no es por dármelas de adivina, Mario. (p. 194)

– No creerse algo, por fantástico y poco real, equivale a reírse por lo disparatado que resulta.

“Depresión nerviosa”, me río yo de los médicos. (p. 195)

– Se prescinde de lo mal hecho anterior y se empieza de nuevo la operación.

…borrón y cuenta nueva. (p. 199)

– Insistencia de letras metálicamente duras y comparación con las mulas.

…Pero tú erre que erre, con la de siempre, que eres más terco que una mula manchega, hijo. (p. 232) …todos los días lo mismo, “como mulas uncidas a una noria” (p. 252) …animales de costumbres somos, valiente novedad… (p. 252)

– Haces un favor y abusan de ti, se toman más de lo que les das, abusan.

…les das la mano y te toman el pie (p. 235)

– El refrán se ha conservado vivo en los pueblos, allí se escuchaban los más sentenciosos, como el primero, y los que ya no tienen vigencia tomados a la letra, como el segundo: …mira quién fue a hablar, consejos vendo. (p. 241) …estoy harta de oírla a mamá, “el que tiene padrinos se bautiza”. (p. 263) …lo dijo Blas, punto redondo. (p. 114)

…que quien dice la verdad ni peca ni miente. (p. 277)

– Comparaciones estereotipadas. Algo si es grande, será grande como una casa, aunque se trate de una actitud moral. La verdad puede ser tan grande como un templo.

Un individuo infeliz serlo como un cubo (en Castilla se llaman herradas a los cubos).

…eso es lo que es, un desprecio como una casa (p. 241)

…dejémonos de rodeos, es una verdad como un templo (p. 259)

…que eres más infeliz que un cubo (p. 259)

– Castellano fino…

…pero que hable claro, sin tanto rodeo, al pan, pan, y al vino, vino (p. 254)

…pero tú, punto en boca y a callar (p. 254)

– No darle vela en o para un entierro es frase familiar de sentido figurado: “No darle autoridad, motivo o pretexto para que intervenga en aquello de que se está tratando”, DRA.

…a saber quién te dio a ti vela para ese entierro (p. 259)

– Modismos.

…una y no más, Santo Tomás… (p. 46)

Lo que le pasa a Esther es que no te ha visto en zapatillas, que es como hay que ver a los hombres, que al poneros en zapatillas os quitáis la careta. (p. 114)

…que es a lo que voy, borrico. (p. 266)

Armando tiene el riñón cubierto. (p. 270)

…me leí de cabo a rabo (…) pues me leí el libro de un tirón… (p. 270)

él, como muy desaseado, muy a la pata la llana, de tu escuela. (p. 273)

…te lo he contado todo, Mario, cariño, de pe a pa…(p. 281)

– ¡La de agujeros que tiene una criba para que por ella pase el grano y no pasen ni la paja ni las granzas! El labrador lo sabe bien.

…en la guerra se portó de maravilla, que tiene el cuerpo como una criba… (p. 278)

– Las distancias largas se miden en el pueblo por leguas, que miden 5,5727 kilómetros, distancia larga para la vista si el objeto no es grande y claro.

…que a la legua se ve que hace deporte (p. 276)

(Ediciones Destino, vol. 281, Zaragoza, 25ª edición, 1980).



Refranes, sentencias, modismos y dichos estereotipados en Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes

URDIALES YUSTE, Jorge

Publicado en el año 2008 en la Revista de Folklore número 334.

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