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¿Qué tenía en común la Maragatería hasta mediados del siglo XX, con culturas tan distantes como la judía, Kariera, Arunta, Murngin, Kachin, Tallensi, Nambikuara, Dravidiana, Maravar, Purun, Trobiand, Shangana–tonga, Lovedu y Nkondo? La respuesta a esta pregunta, está en que en esas sociedades eran frecuentes los matrimonios entre primos cruzados bilaterales, patrilaterales o matrilaterales.
El matrimonio entre primos cruzados está concentrado en zonas muy concretas de la superficie terrestre: Australia, Oceanía, Indonesia, las tierras altas del Sudeste Asiático, Sur y Centro de la India, el Himalaya, la Amazonia, Melanesia y partes de América del Norte. Se da una concentración en el Hemisferio Norte y una escasa presencia en el Hemisferio Sur.
El testimonio más antiguo que conocemos de la unión en matrimonio entre primos cruzados matrilaterales, está documentado en la Biblia: Génesis, XXIX, 15–31. Se trata del matrimonio de Jacob con Lía y Raquel, hijas de Laban, hermano de su madre Rebeca.
PARENTESCO Y SOCIALIZACIÓN
En la terminología del parentesco influyen componentes biológicos, psicológicos, sociológicos y culturales interrelacionados entre sí. Esta terminología sirve en primer lugar para clasificar a los diferentes grupos de parientes y en segundo lugar establece el ritual del comportamiento con cada uno de ellos.
El parentesco es un lenguaje que permite codificar, decodificar, dar y recibir feedback, al tiempo que puede desencadenar de forma simultánea otros procesos de feedforward, cuando en la interrelación hay más de dos actores.
Los términos de parentesco son expresiones con una carga de significado y de valor categorial específico. Se utilizan para reconocer y diferenciar las agrupaciones significativas en la estructura social en la que se ha nacido, así como sus tiempos, sus modos y el criterio de desempeño que se requiere en cada momento.
Esa terminología incluye de forma implícita un sistema de conducta o conjunto complejo de reglas, de usos y de costumbres con sus correspondientes derechos y deberes, que a modo de código, regula el comportamiento individual dentro del entramado familiar.
Estas reglas están mucho más definidas cuando se refieren a los criterios de generación, sexo, afinidad, colateralidad, bifurcación, polaridad, edad y reciprocidad, cuanto más próximos son los lazos de sangre y de afinidad, y más difusas en la medida en que se incrementa la distancia genealógica y afín entre los respectivos parientes.
Estamos ante una representación cartográfica mental, que de forma personalizada, identifica las sendas, remarca los bordes, anticipa los nodos y resalta los hitos, para caminar con seguridad y eficiencia por el entramado puzzle de las relaciones familiares y sociales. El ámbito familiar y el ámbito social, mantienen un equilibrio dinámico, de influencia mutua, con sus correspondientes préstamos y adquisiciones. Intercambios, que a cada persona le permite mantener un espacio común de interrelación y de entendimiento.
Correlación: terminología–actitudes
En los sistemas de parentesco confluyen dos variables interrelacionadas, del tipo: y = f(x), en las que la variable dependiente y (actitudes), varía en función de la variable independiente x (terminología).
La terminología es el conjunto de expresiones que se utilizan para designar a las diferentes categorías de parientes, por medio de términos elementales, padre o madre; derivados, bisabuelo o tatarabuela y descriptivos, hermano de mi mujer, o cuñado. Se trata de la construcción social del vocabulario; es decir, de signos, que mediante palabras forman expresiones, que permiten identificar a los diferentes tipos de parientes: primarios, secundarios, terciarios y n–arios.
La terminología es el elemento verbal de la comunicación recíproca que se da entre parientes, mediante la apelación cuando ésta es interpersonal y la referencia cuando se habla de esos mismos parientes con una tercera persona.
La actitud, es el componente psicológico que desencadena el comportamiento individual. Es el proceso que permite la traducción del vocabulario del parentesco al componente afectivo de las relaciones familiares y sociales.
Al activar las terminologías del parentesco por medio de palabras, el cerebro las procesa y las transforma en pensamientos, los pensamientos dan lugar a los sentimientos y emociones, y éstas generan las actitudes que determinan la conducta humana. En ese sentido podemos afirmar que terminología, actitudes y comportamiento, están correlacionados.
Los sistemas de parentesco dividen a la gente en categorías de parientes, definen la descendencia y legislan la alianza. Unas veces actúan de forma expresa y otras de forma sutil sobre: matrimonio, fecundación, gestación, dominación, evitación del incesto, reciprocidad y exogamia.
MATRIMONIO ENTRE PRIMOS CRUZADOS EN MARAGATERÍA
Exogamia y prohibición del incesto, son la cara y la cruz de una misma moneda. La hipótesis de la implantación de estas costumbres, nos lleva a intuir que pudo surgir a raíz del gran salto que dieron las sociedades primitivas al pasar del estado de salvajismo, al de barbarie y de éste al de civilización. En esta evolución late la lucha contra el incesto, o prohibición de apareamiento entre parientes de primer grado: padre–hija, madre –hijo, hermano–hermana. Se trata de evitar las relaciones sexuales entre personas con un elevado número de genes en común.
Una de las primeras medidas, que se cree que se establecieron en lucha contra el incesto y el establecimiento de la exogamia, que son comunes a todas las sociedades, fue la prescripción del matrimonio entre primos cruzados, tanto bilaterales como patrilaterales o matrilaterales y la prohibición del matrimonio con los primos paralelos.
En el matrimonio entre primos cruzados, según la teoría estructuralista de Lévi-Straus, late el principio de reciprocidad, la lucha contra el incesto y la exogamia, que no es más que el intercambio de forma pacífica de mujeres entre diferentes linajes.
Tíos–tías paralelos y cruzados
Los tíos y las tías paralelos para una persona en concreto, son los hermanos de los padres del mismo sexo que éstos, es decir, los hermanos del padre y las hermanas de la madre.
Los tíos y tías cruzados son los hermanos de los padres de sexo diferente a éstos, es decir, las hermanas del padre y los hermanos de la madre.
Primos–primas paralelos y cruzados
Los primos paralelos son los hijos/as de los hermanos del padre y los hijos/as de las hermanas de la madre; mientras que los primos cruzados son los hijos/as de las hermanas del padre y los hijos/as de los hermanos de la madre.
Los primos cruzados son los hijos de los hermanos cruzados de padre y de madre y los primos paralelos son los hijos de los hermanos paralelos de padre y de madre. Determinadas culturas, identifican al hermano del padre como padre y a la hermana de la madre se identifica como madre, siguiendo esa misma lógica, se identifica a sus hijos como hermanos y no como primos; por lo tanto, está prohibido el matrimonio entre ellos, en cambio se prescribe con los primos cruzados.
El color negro representa a los tíos–tías paralelos y primos–primas paralelas, el color blanco a los tíos–tías cruzados y a los primos–primas cruzados. En relación a unos Egos de referencia o personas de las que estamos hablando, también pintada de color negro por su grado de equivalencia.
El matrimonio prescrito, en el caso de un Ego varón, sería con sus primas cruzadas patrilaterales o matriletarales, en cambio estaría prohibido con sus primas paralelas. En el caso de un Ego hembra, el matrimonio prescrito sería con sus primos cruzados patrilaterales o matrilaterales y estaría prohibido con sus primos paralelos.
Los avances en genética demostraron que están en el mismo grado de proximidad los primos paralelos y los primos cruzados. Por ese motivo, en términos científicos no tiene sentido esa distinción. Las sociedades primitivas mantenían esa diferencia en base a la equivalencia de hermanos y hermanas.
La equivalencia de hermanos–hermanas: sororato y levirato
En las sociedades tradicionales, el matrimonio es más que la unión de un hombre y de una mujer; es la alianza entre dos familias, linajes o grupos de parientes, con sus reglas matrimoniales prescriptivas, prohibitivas o preferenciales.
En las sociedades primitivas, era costumbre asociar al hermano del padre al padre, la hermana de la madre a la madre, al hijo del hermano del padre al hermano, la hija de la hermana de la madre a la hermana; de ahí surge el levirato, sororato, la prohibición del matrimonio entre primos paralelos y la prescripción del mismo entre primos cruzados.
a) levirato: se establece cuando fallece el padre, la madre debe casarse con un hermano del padre y seguir procreando.
b) sororato: se da cuando fallece la madre, el padre debe de casarse con una hermana de la madre y seguir procreando.
Los hijos surgidos de esta segunda unión, se considera que siguen siendo hermanos de los de la primera unión, y no medio hermanos solamente por parte de madre o de padre.
En Maragatería estas costumbres de aplicación del sororato y levirato, estuvieron vigentes hasta el primer cuarto del siglo XX; de momento siguen vivas en la memoria de nuestros mayores.
Solapamiento de terminologías ç
El matrimonio entre primos cruzados da lugar a la acumulación de términos de parentesco en una relación diádica, de persona a persona. Por ejemplo, el que era tío, hermano de su madre, pariente consanguíneo, antes del matrimonio, no deja de ser tío y pasa a ser también suegro, pariente afín, después del mismo.
Se da un solapamiento entre la familia donde uno nació y fue criado, familia natal o de orientación y la familia conyugal o de procreación, que se establece mediante el matrimonio. Esta unión convierte en parientes afines a parientes que ya eran consanguíneos.
Intercambio simétrico: matrimonio entre primos cruzados bilaterales
El intercambio de hermanas y hermanos entre dos linajes A y B, es decir, los hombres y las mujeres del linaje A, se casan con mujeres y hombres del linaje B.
En el primer cuarto del siglo XX, aún eran frecuentes en Maragatería los matrimonios con intercambio de hermanos, es decir, los hombres de los Fuente se casan con mujeres de los Morán, y los hombres de los Morán con mujeres de los Fuente.
Gráfico: el color negro representa al linaje de los Fuente y el color blanco al linaje de los Morán
Los hijos nacidos de estos matrimonios son primos cruzados por partida doble; en ese sentido, los hijos del hermano de la madre son al mismo tiempo hijos de la hermana del padre.
Al favorecer la alianza entre primos cruzados bilaterales, se da un tipo de intercambio restringido de matrimonio, en el caso de un varón, el matrimonio prescrito sería la prima clasificatoria bilateral, que es al mismo tiempo hija del hermano de la madre e hija de la hermana del padre.
El matrimonio entre primos cruzados bilaterales, genera el siguiente solapamiento de parentesco:
a) para el marido – quien antes era sólo hermano de su madre, su tío, ahora se convierte en el padre de su esposa, su suegro.
– su tía política, la mujer del hermano de su madre, pasa a ser la madre de su esposa, su suegra.
– los que antes eran sus primos se convierten en hermanos de su esposa, sus cuñados.
b) para su esposa – quien antes era sólo hermana de su padre, su tía, se convierte en madre de su esposo, su suegra.
– su tío político, el marido de la hermana de su padre, pasa a ser su suegro.
– los que antes eran sus primos, se convierten en hermanos de su esposo, sus cuñados.
Endorreproducción El matrimonio entre primos cruzados conduce a la endorreproducción. Cuando individuos biológicamente emparentados se aparean entre sí, se da una mayor probabilidad de recibir alelos duplicados de un gen presente en un antepasado común a ambos progenitores.
Los hijos de dos primos cruzados bilaterales tienen seis bisabuelos, según gráfico, en lugar de ocho como es el caso habitual.
El coeficiente de endorreproducción entre primos biológicos es del 6,25.%
Si nos situamos en el punto 7, la hija tiene doble descendencia a través de su madre y el padre de su madre, pasos 5 y 3. Por otra parte también puede heredar a través de su padre y la madre de su padre, eslabón 6 y 4. Hay una doble posibilidad de recibir el gen del bisabuelo, 1/64, es decir 1/32, e igualmente por parte de la bisabuela, se da una doble posibilidad, 1/32. La probabilidad total de endorreproducción en este caso sería: 2 x 1/32 = 1/16 = 0,0625 = 6,25.%
Solapamiento de la afinidad con la consanguinidad
En virtud del matrimonio entre primos cruzados, las relaciones de parentesco de hermano de madre, marido de hermana de padre y suegro confluirían en una única persona y las relaciones de hermana de padre, esposa de hermano de madre y suegra también coincidirían en una única persona.
Connubium circulante La alianza entre primos cruzados patrilaterales o matrilaterales da lugar a un intercambio asimétrico o generalizado, se trata del connubium circulante, o extensión de la exogamia al darse el intercambio entre un mayor número de linajes.
Los hombres circulan en el sentido de las agujas del reloj y las mujeres en sentido contrario.
El grupo Q obtiene mujeres de P y da mujeres a R, es decir, que los varones de Q se casan en P, mientras que sus hermanas, mujeres de Q, se casan en R. En este caso, un grupo no intercambia mujeres con el grupo del que las recibe.
Este tipo de matrimonio entre primos cruzados patrilaterales o matrilaterales era común en la Maragatería hasta mediados del siglo XX. Los registros matrimoniales parroquiales, así como las numerosas solicitudes de dispensas nos lo atestiguan.
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GLOSARIO
Levirato: matrimonio de un hombre con la viuda de su hermano muerto.
Linaje: línea de descendencia de un antepasado común a través de lazos conocidos.
Matrilateral: pariente consanguíneo por parte de madre.
Patrilateral: pariente consanguíneo por parte de padre.
Sororato: matrimonio de un hombre con la hermana de su esposa.
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TRABAJO DE CAMPO Villalibre de Somoza, Luyego de Somoza, Val de San Román, Quintanilla de Somoza, Lagunas de Somoza y Val de San Lorenzo.
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BIBLIOGRAFÍA
ARANZADI, J.: Introducción y Guía al Estudio de la Antropología del Parentesco, UNED, Madrid, 2005.
PARKIN, R. y SOTONE, L.: Antropología del Parentesco y de la Familia, Traducción de Juan Aranzadi y Celia Montolío, con prólogo y notas de Juan Aranzadi, Ediorial Ramón Areces, Madrid, 2007.