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Permítanme que inicie este trabajo, obligatorio, rindiendo homenaje a las gentes que con mucha paciencia y también no menos entrega, hicieron posible esta recopilación de algunos centenares de motivos populares, ya muchos lejanos, como las gentes que los dictaron:
Buenas noches a las ocho,
buenas noches a las dos,
buenas noches tengan todos
buenas noches nos de Dios.
Licencia pido al cerrojo,
licencia pido a la llave
licencia te pido a ti,
licencia pido a tus padres.
(Enhorabuena de la boda. Pernía–Castillería y Valle Estrecho).
Con vuestra licencia, supongo concedida para un corto espacio de tiempo, intentaré hacer llegar este mensaje de amor a nuestra tierra palentina, en el recuerdo de sus gentes y sus músicas.
En Palencia hemos de retroceder a los años de la Coral Filarmónica Palentina, que dirigiera mi padre (q.G.H) Guzmán Ricis. Para sus éxitos, nada mejor que recopilar tonadas de la tierra y armonizarlas para llevarlas por toda la geografía palentina y también la región. Así afloran: El Cura de Perales, El Papudo de Paredes, El Pingajo, Levántate morenita, hasta un total de 28 armonizaciones. Por entonces, sin duda enamorado de sus tonadas, acude al congreso internacional de Praga, año 1928 y allí su trabajo sobre el folklore local es aceptado y publicado en las actas del mismo.
Por aquellos años, los periodistas Manuel González Hoyos y Valentín Bleye son autores del libreto –en verso– de la zarzuela “El Villano Señor” que a Guzmán Ricis entregan para que ponga la música inspirada en una leyenda de Villada del siglo XVI. Para ambientarla nada más feliz idea que recoger las músicas populares en el mismo Villada. Allí escucha y recopila tonadas para incorporarlas a la zarzuela. Sin duda fueron Juan Cuevas (el dulzainero del lugar) y Juanina Rodríguez, quienes entre otros, aportaron sus vivencias al maestro. En pleno estudio y composición musicales y más adelante, tiempos tristes y apagón de toda actividad por la contienda que arrastró a todos los españoles.
En el año 1939, nuevos bríos, ilusión por lo propio y el Gobierno Civil y la Sección Femenina lo invitan a la búsqueda de cantos populares y costumbres. Enamorado de la montaña palentina –que no conocía– con curiosos medios de locomoción y ayuda, allá va y tiene sus primeros contactos con Camasobres. Máxima Gaitón, Saray Plaza, Juliana Martínez y otros le entregan diversas tonadas que armoniza para la interpretación coral y así nacen: La mozuela de Camasobres, ¿Dónde vas a dar agua? y otras, a las cuales añade una glosa muy del agrado de quienes la han conocido. Es precisamente en La Mozuela que, algunas corales presentaron la obra cantando pianísimo, boca cerrada, mientras una voz, viril, lee: Silenciosa la noche cuajada de estrellas… una blanda serenidad en el ambiente… la nieve ha colgado sus blancos festones sobre los tejados de las casucas del pueblo. Un horizonte de lobos pone su sombra de aullidos en la lejanía. Nada arrendra al mozo rondador que con voz viril entona la copla en la noche traspasada con fríos luceros… En Camasobres la nieve borra todos los caminos… Y la coral ataca la obra…
La mozuela de Camasobres. Año 1939, dictado por Saray Plaza de 18 años, natural y vecina.
De Camasobres a Cervera de Pisuerga y allí son: Teodora Gómez (a) “La Perruca”, Manolo Nestar, Eloy Barrio, Máximo Cubillo, Antonino Cabeza, María Martínez de Venta Urbaneja los que cantan y hacen que se recopilen varias obras que son armonizadas en Escenas de la Montaña Palentina, No quiero tus avellanas, con las correspondientes glosas, nueva forma que remataba las obras Guzmán Ricis.
Triollo: Amparo Fernández, José Sierra, Isabel Consejero y otras. Tiempo después, marzo de 1944, búsqueda en Lores: Las señoras Manuela Rodríguez y Braulia Díez cantan para su recuperación diferentes bailes: “Da la vuelta bailador”, “El Pericote” “La carrasquilla”, “El Trepeletré” entre otras. Es con estas tonadas con las que nace el baile de El Cuevanito que tanta polvareda levantó con respecto a Santander. Hay un dossier sobre ello que fue fruto de los escritos y comentarios de los señores D. Adriano García Lomas, experto en temas pasiegos y Don Jesús García Preciados, comentarista de Radio Santander.
El Cuevanito (formado por el baile de “El Pericote”, recogido en Lores el 27 de Marzo de 1944 y dictado por Braulia Diez Llorente de 57 años y por la rueda “Da la vuelta bailador” de Lores también. Recogido el 27 de marzo de 1944 dictado por Manuela Rodríguez Serrano de 60 años, natural de Huelma (Jaén). Llegó a Lores a los 14 años.
Cruel ironía del destino, Guzmán Ricis, nos deja el mismo año de 1944 el mes de julio y el mismo día que había alcanzado el cenit de su vida profesional como Director de la Banda municipal de Sevilla, sueño que desde niño guió su vida y que no alcanzó a ver, del mismo modo que sus obras empezaban a señorearse por Europa.
Nueva etapa importante se inicia en 1945. Me encuentro como maestro de primera enseñanza en Tremaya (Palencia). Allí me llega un folleto de la convocatoria del concurso de recopilación de temas populares del Instituto Español de Musicología. En él se piden ciertos datos sobre los informantes y las personas que dictaron los temas populares, nombre, lugar de nacimiento y fecha de la recopilación, datos que mi padre sólo había anotado de manera ligera. Sin duda pretendían “apadrinar” al cantante o informante. Bien. Ante este requisito me vi sumergido en el proyecto y con la ayuda de mi hermano Antonio (q.G.h) que tenía una muy bonita caligrafía musical nos metimos en la obra de recopilar todo lo que consideramos propio de la convocatoria. Recorrí la zona buscando a las gentes cantoras. Fue una época bonita, llena de entrega a nuestro padre que siempre permanece en el recuerdo. Llegó el momento del concurso al cual se acudió con el lema de Pallantia y en honor a él se consiguió un segundo premio nacional que nos llenó de orgullo. Era un conjunto de unos 90 temas populares.
La experiencia, el regusto de convivir en plena montaña y buscando la válvula de escape hacia lo desconocido hace que para los concursos de 1946, 47, 48 y 50 del Instituto Español de Musicología vaya reuniendo nuevos temas. Romances, costumbres, juegos infantiles, de campera, tonadas de baile a lo alto, a lo bajo y a lo ligero, rondas, canciones religiosas, toques de campanas, etc… Es de entonces “Una boda en Tremaya”, “Te va, te va”, “A la boca de una mina”, “Por la escalera yo vi” y otras más y son los miembros de mi familia los cantores –pues allí me casé–, Francisco Buedo, Manuela, Cristina, Blanca, Nélida, la señora Quica de San Juan de Redondo, el señor Adán y muchas más de Santa María, Camasobres, Areños, San Salvador… Por el Valle Estrecho en La Lastra en casa de Etelvina Carracedo y su familia, en Camasobres cantan y bailan Ángela de Mier y Pablo Martín, etc, sería interminable la lista de nombres. En Areños, Susana Díez, Hortensia Fernández, Teresa Sordo y otras más; en San Felices de Castillería Quico Torres, Luisa Ramasco, Emilia Ramasco, Donato Ramasco, Ubaldino Diez, Juan Torres… Valderrábano: Teodora Polvorosa, Orencia Franco, Porfírio Fernández, Patricio del Dujo y más, Quintanatello de Ojeda, Brañosera, Velilla…
La Petra cuando va a misa. San Felices de Castillería, 29 de noviembre de 1958, dictado por Francisco Torres de 58 años.
La mozas de Cornoncillo. Guardo, junio de 1971. Dictó Sebastián Monge Llorente, de 45 años, natural y vecino del mismo. Fue durante 6 años párroco de Congosto de Valdavia.
Aunque soy de la Pernía (ronda). Camasobres, 18 de febrero de 1963. Pablo Martín Gaitón, natural y vecino del lugar.
Viva Lores. Dictado por Eliseo Vélez Blanco, de 54 años, natural de Lores.
Plegaria a la Virgen del Rabanillo. De Ayuela, Valderrábano y Tabanera de Valdavia.
Tonada de boda. Tremaya. Año 1946, boda de Sabel Simón con Ángel Simón Gutiérrez. Dictan y cantan: Mozas: Angelina, Felisa y Claudia Diez Fernández, Blanca y Gloria Francisco Buedo, Lorenza de Mier, Emilia y Rosario Mediavilla, Lorenza de la Fuente, Feli Gaitón y Florentina de Mier. Mozos: Jesús Simón, Ceferino Gaitón, Ángel y Moisés Francisco, Anselmo y Paco Párbole, Daniel, Julio y Fulgencio Fernández. Texto facilitado por Fortunato García Sierra.
Fue importante el conseguir en los años ochenta que la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Palencia, patrocinara un concurso anual en Cervera de Pisuerga para incentivar a las gentes de los pueblos para que no desaparecieran sus costumbres, canciones, etc. Fue bonito y esperanzador al comienzo con la ayuda de “Cervera más allá” pero tristemente el “caciquismo” hizo presa a los pocos años y lo que fue de esplendor se fue viendo truncado. Sí hubo concursos de bailes, costumbres, se escenificó una boda, un día de reyes, concursos de trajes regionales –preciosos– hubo concurso de “pendones parroquiales” en 1987, presentándose varios otorgando el premio al de la parroquia para su restauración. Todo muy bonito y por supuesto interesante. En este concurso, como digo “torpedeado” salieron tonadas preciosas hoy puestas en el pentagrama.
Algo enturbió los buenos deseos de llegar a grabar dignamente y para la posteridad, bailes, danzas, solistas, pero aquí sale el fantasma del egoísmo… ¿cuánto nos van a dar?, cuestión que jamás se había planteado y por los cuales, los que hemos dedicado el tiempo, mucho, a estos menesteres, jamás percibimos “perra” alguna.
Quedaron en el aire el poder recoger aportaciones que sin duda se hubieran premiado, como se hizo con trajes, canciones, pendones y toda actividad en pro el pueblo. Apodos, frases sobre el tiempo, las cosechas, laudatorias del pueblo, jocosas, despectivas, el modo de hablar, pero cuando alguien pretende despertar salta lo indeseable.
Asistía a muchas veladas de la cantina o en casa con motivos de festejos, reuniones de mozos, donde suelen cantar rondas y en verdad bien. Alguna de ellas las tenía fuera del Cancionero de Palencia por considerarlas procedentes de otras regiones inmediatas pero ante la redundancia y la constancia de algunas las he recuperado a papel pautado. A mozos y no tan mozos de Tremaya, El Campo, Camasobres o Polentinos se lo debo.
para perdices Celada,
para garduña Verdeña,
para zorras Estalaya.
El pueblecto de Tremaya
no me lo mientes
que sólo se compone
de Riverillas, Boedos y Fuentes.
Mordedura de culebra, medicina para ella,
mordedura de topo, el calderillo y el hisopo,
mordedura de “eslabón” pala y azadón,
mordedura de lagarto campanas al alto.
Buenas mozas en Moarbes,
mejores las hay en San Pedro
pero las que hacen la raya
son las de Quintanatello.
Para cantar y bailar los de Brañosera
para …. del amor, las de Salcedillo.
Ventanilla, gorrillos
San Martín corral de jatos,
Santibáñez, Carboneros
Resoba, buenos muchachos.
En Areños matan perros,
en los Llazos comen de ellos.
En Tremaya la fritada, por ser gente regalada.
En Redondo Abajo el caldo gordo
por ser gente de mondongo,
en Redondo arriba la morcilla
por ser gente un poquitín más cochina.
De allí vamos a Celada
que es lugar de muchos viejos
hacen platos escudillas,
hacen husos, pintan ruecas.
La música para dulzaina tuve que dejarla para “otros” pero de la mano de Pedro P. Abad Hernán y del profesor Carlos Porro me he visto involucrado de nuevo y con un centenar de temas archivados ya, tratando siempre de poner “fuera de la villa y fuera del lugar” como dice el paloteo lo que a mi corta opinión, puedo considerar de cosecha propia.
Lazo de paloteo “El caminito”. Recogido en 1986.
Desde 1946 ha pasado mucho agua por debajo debajo del puente de Tremaya…
Entre ir y venir, escuchar las transmisones de gentes que saben de tus aficiones es una sensación muy alegre de percibir. Así en Valderrábano de Valdavia vuelvo a escuchar la ronda “Tu qué eres buen cantador y te aprecias de cantista” que el 31 de octubre de 1948 me cantó en San Juan de Redondo la señora Quica de 72 años.
En el primer festival de Cervera de Pisuerga, de 1983, la pareja de Cervera ataca la tonada dialogada:
Pastor que estás obligado a dormir en las cabañas
cuando bajes a Cervera, sí, sí, ay, ay, ay dormirás en buena cama.
En buena cama dormiré, en buena cama no puedo
tengo el ganado en el monte, sí, sí, ay, ay tengo de ir a por ello.
Canción dialogada y en esta ocasión amanerada y pienso no propia de la región, tal vez de la montaña… El eminente folklorista D. Bonifacio Gil hace en un folleto publicado en 1938, varios comentarios sobre el posible origen de estas letras que él incluye en su apartado 4, con el lema de “Canciones dialogadas”.
Año 2007: Es hermoso y te despiertas del “letargo” dentro del sentimiento en una residencia de la Seguridad Social, en un momento de enfermedad y de soledad total, oír a un residente al que hacen corro, cómo desgrana –sin duda dentro de un menos malo momento– y canta romances de su tierra –creo que era Andalucía–, y distrae a otros dolientes con sus “decires”. Así, desplazado varios metros del grupo, salí de mi letargo al escuchar parte del romance que había recogido en Cervera en abril de 1982 cantado por José Martínez, de Polentinos “El corregidor y la Molinera” y sin apenas variación musical. Pasado unos días abordé al cantador con el objeto de felicitarle y a poder ser intentar una grabación a viva voz. Se disculpó por no estar en momento oportuno. Pocos días después me vi de alta y perdí algo que me hubiera gustado lograr. Conclusión, cuánto hay que recuperar y por supuesto depurar: “Amor a la tierra en la cual vivimos”.