Si desea contactar con la Revista de Foklore puede hacerlo desde la sección de contacto de la Fundación Joaquín Díaz >
Carnaval –del italiano carnevale, haplología del antiguo carnelevare, de carne, carne y de levare, quitar– como se sabe, es la fiesta popular que, durante tres días, precede al miércoles de ceniza y, por tanto, a la cuaresma, a la que se opone radicalmente, ya que si cuaresma es sinónimo de recogimiento, penitencia y expiación de posibles culpas, aquél es un período temporal que suspende las licencias, los tabúes y las reglas que rigen el diario devenir de la vida. Es –como alguien dijo– “un mundo al revés” donde cualquier exceso está permitido. Es –en una palabra – el triunfo cíclico de la luz y de la vida que trae la primavera sobre la oscuridad, el horror y la barbarie, la muerte, del invierno. Esta trasgresión de lo cotidiano, este trastoque del orden social, en Roma se representaba con la elección durante las saturnales –fiestas dedicadas al dios Saturno– de un “rey del Caos”, y concluía con el destronamiento de este monarca del desconcierto, del desbarajuste y de la incoherencia; derrocamiento que tal vez en tiempos arcaicos o bárbaros llevara consigo el sacrificio de ese monarca del desgobierno como símbolo de un nuevo retorno al orden y a la cordura que deben presidir el diario devenir de la existencia.
A este primitivo carnaval se le fueron añadiendo nuevos elementos que reflejaban el verdadero sentir del pueblo; sentimientos que no podían manifestar en tiempos normales dado que la rigidez política y religiosa coartaban las libertades individuales y sociales de las gentes comunes. Bajo la apariencia de lo festivo, se incluyó la sátira, tanto de la vida cortesana como de la eclesial y de su doctrina. Ejemplo de esta ridiculización fue la medieval “Fiesta de los Locos” –también llamada “Fiesta de los Inocentes”– que se representaba en las iglesias y en la que se elegía a un “Rey de los Locos”, que oficiaba una versión grotesca de la misa con la celebración de bailes dentro del templo, de banquetes en los altares y con bendiciones a troche y moche por parte de Rey.
Con el tiempo, estas sátiras se extendieron a la vida y obra de las gentes corrientes; sátiras que fustigaron especialmente todo aquello que fuese licencioso o que representara una ruptura de las normas esenciales de la convivencia que debían de presidir una sociedad elemental, donde la unidad y el apoyo mutuos eran tan esenciales como la defensa de la propia identidad social frente a elementos extraños.
Ejemplo de lo que digo es la anónima copla que transcribo a continuación. Fue impresa a principios del siglo XX y corrió por Guijo de Coria como repulsa contra ciertas mujeres que no tuvieron el menor reparo en entregarse carnalmente a quienes les ofrecían un bienestar o unos beneficios momentáneos, o en deshacerse del fruto de esos amores ilícitos si el caso llegaba. Cierto es que en el mundo rural se dieron casos semejantes, pero en pocas ocasiones como la presente se muestra en toda su crudeza esta circunstancia.
He aquí la copla con su lenguaje original.
FAMOSA COPLA
Sobre los sucesos de carnaval en Guijo de Coria
Una que llaman Ventera,
el Lunes de Carnaval,
pa templarse de chorizo
se ha marchado al Palomar.
Contra la pared de arriba,
bien pues hacia el medio día,
salaron bien los jamones
con que nadie los veía.
En aquel punto, por cierto,
ha llegado allí un porquero,
al que llaman Florentino
nieto de tío Desiderio (1).
Estaba Fidel Cañán
con la antedicha Ventera,
achacando que sembraban
unas pocas de jigueras (2).
El porquero que antes digo
se asomó por un buraco (3)
y vió más blancos jamones
que el chorizo del Polaco.
Se le metió en el corral
al otro día siguiente
pa que ordeñara las cabras,
pues tenía gana de leche.
Se le presentó el cabrero
y al chivero la llevó;
le dio toda la que quiso
y el puchero le llenó.
Se le puson (4) los vecinos
à la puerta del corral,
no teniendo más remedio
que saltarse por atrás.
Al tiempo que se cayó
se pegó un buen cogotón
de puro jarta (5) que iba
de aquel chorizo pringón.
¡Que regüetros (6) iba dando
la zorrita graduá! (7).
¡Buen chorizo! ¡Buenos huevos!
y también buena cuajá.
Al otro día siguiente
fueron à Cazosjerrando
y encima de aquellas peñas
¡qué bien bailaban los tangos!
Hacía más de dos meses
que el Polaco y la Ventera
todo el oficio que hacían
era el de plantar jigueras.
Los prados los tienen llenos
y la mitad de las eras,
y en el taller de Fidel
creo que las hay ya con brevas.
¡Hay pobrecita Ventera!
bien te puedes enmendar,
porque como no te enmiendes
nunca te vas a casar.
Para dao (8) bastante ha sío (9),
dejaremos la Ventera
no penséis que es ella sola,
tiene muchas compañeras.
2ª Parte
Lo general de las mozas
en viendo un mozo que es rico
como perras van detrás
pa que les unte el jocico.
Tener cuidado con Fidel
no se agarre del castaño;
porque bien podéis contar
que sucede lo de antaño.
Tenemos aquí unas mozas
que de noche están alerta
durmiendo con gran cuidado
por si llaman a la puerta.
Enseguida que à ella tocan
al momento están dispuestas
y salen sólo en camisa
à ganarse las pesetas.
Y después que se las cobran
le ponen lleno el panzón (10),
teniendo que irse de noche
à meter al casetón (11).
Y aquella que queda libre
marcha à llamar al tión (12)
dijéndole (13): venga à escape
derechito à el casetón.
Llega y dice: se retiren
todas las que están de pié,
que la de la operación
tiene que tomar café.
Buen gusto le quedará
aquel agua de salvaos (14);
porque el hombre es un cacharro
y dicen que no à matao.
Y todo se lo conceden
la pareja de danzantes,
para ver de conseguir
le desocupen la panza (15).
Hay un atajo de bribonas
que al oír el tamboril (16)
se presentan en la plaza
como rositas de Abril.
Parece, las pobrecitas,
que no han roto nunca un plato,
y hace veinticuatro horas
que han hecho el asesinato.
Como a mí me echen de Alcalde
y vayan al tamboril
ya procederé al registro
de esas mocitas de Abril.
Si las encuentro embarradas
ya se pueden preparar,
no han de servirles excusas
para en la cárcel entrar.
Entre el valle las Rahigueras
y el maldito casetón,
tienen más muertes à cargo
que el amigo Patacón.
En el casetón que hay
camino de Calzadilla (17)
se tienen hechas más muertes
que en la guerra de Melilla.
¿No os dá asco el arrimar
la cara à ese tío ramplón
siempre lleno de lagañas
y de cisco de carbón?
Pero todas le queréis
con un entusiasmo atroz
y le estáis agradecidas
por quitaros el panzón.
3ª Parte
Aquesta tercera parte
la dedico à las casadas
que quieren dormir con macho
sin quedar embarazadas.
El año pasao (18), por cierto,
à eso de la madruga
à salido a desbogar (19)
por la cuenta tres hemanas.
Y para entender mejor:
una moza y dos casadas,
derechas al casetón,
las persiguieron los guardas
y deshicieron lo hecho
allá por Peña Zamarra.
¿De la edad de 30 años
en lo mejor de la vida
no les dará compasión
no les dará compasión
esbaratar las barrigas? (20).
A todos les dan garrote
antes de venir al mundo.
¡Están haciendo unas obras
cómo si fueran verdugos!
¡Zorras! ¡Y Zorras las llamo!
que bien las puedo llama.
Debierais estar penando
tal hecho en un Penal.
4ª Parte
La nube viene muy oscura,
nos traerá buen chaparrón,
pararémos ya la copla
y empecemos la función.
Ha venido Real Orden
del Gobernador de Cáceres
que llamen todas las Zorras
y las metan en la cárcel.
Después que estén en la cárcel
Juanillo (21) haz de esta manera:
machaca bien unas bolas (22)
y dale en la delantera.
Haber si salen cucando (23)
y aprietan bien à correr,
pa cuando vayan tras ellas
que no se dejen coger.
Los Sábados por la tarde
les haces la operación
para evitar que el Domingo
les formen el polisón.
Si acaso no te respetan
te llamas a las parejas;
verás entonces las Zorras
como ponen las orejas.
Juan Chorrero, no descuides
el encargo que te hago;
porque en el Guijo las Zorras
nos causan muchos estragos.
Son atajo de golosas
muy amigas de mamar;
pero dice el buen Ruanillo
que ya las destetará.
He de quedar mil recuerdos
os lo aseguro por cierto,
y me teneis que nombrar
cien años después de muerto.
FIN
_____________
NOTAS
(1) Hay quien piensa en el pueblo que fue él quien escribió la Copla.
(2) Jigueras. Higueras.
(3) Buraco. Agujero en una pared.
(4) Puson. Pusieron
(5) Jarta. Harta
(6) Regüetros. Eructos.
(7) Graduá. Graduada, con experiencia.
(8) Dao. Dado.
(9) Sío. Sido.
(10) Quedan embarazadas.
(11) Casetón. Caseta en el campo que sirve de refugio a los pastores.
(12) Tión. Aumentativo de tío; en este caso, con el sentido de sinvergüenza.
(13) Dijéndole. Diciéndoles.
(14) Salvao. Salvado, cáscara del grano de los cereales desmenuzada por la molienda.
(15) Hacerlas abortar.
(16) Quiere decir que acuden a la fiesta del Carnaval como si nada hubiera sucedido.
(17) Calzadilla de Coria, pueblo próximo a Guijo.
(18) Pasao. Pasado.
(19) Salío a desbogar. Léase salido a abortar.
(20) Esbaratar las barrigas. Abortar.
(21) Juanillo era el alguacil del pueblo.
(22) Las bolas son las guindillas picantes.
(23) Cucando. Corriendo.