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I. INTRODUCCION
El triángulo es un instrumento idiófono de percusión metálico, que consiste en una varilla de acero doblada en forma de triángulo equilátero abierto por uno de sus vértices. Para percutirlo se suspende de un hilo o argolla y golpea con una varilla recta del mismo metal, que tiene uno de sus extremos curvado en forma de cayado, en los modelos tradicionales modernos y más antiguos.
Anteriormente los triángulos no se abrían por un vértice, eran modelos totalmente cerrados, y no siempre tuvieron una exacta forma triangular, pues algunos el vértice superior lo sustituían por un pequeño segmento paralelo a la base, adquiriendo la forma de trapecio.
Según Sachs, el instrumento apareció por primera vez en el siglo XV, no siendo siempre triangular, representándose en pinturas italianas e inglesas de la época de forma trapezoidal, similar a la de un estribo medieval. De acuerdo con esto -afirma Sachs-, los nombres contemporáneos indican a veces el tipo triangular, como el francés "trepie", y otras, el tipo trapezoidal, como el vocablo italiano "sttafa" y el alemán "stegereif".
En cuanto al término triángulo, aparece por vez primera en un inventario de Württemberg, de 1589.
En el siglo XVI, el triángulo recibe la equívoca denominación de címbalo: "cimballe", en francés; "cymbale", en inglés.
Así aparece en la obra de Mersenne "Harmonie Universelle" del XVII, o en la Cellier y Merlin, del XVI.
En muchos de estos tipos, tanto triangulares como trapezoidales, se colocaban anillos metálicos, que daban una sonoridad especial al instrumento, distinta de la del triángulo moderno.
Estos anillos, que se disponían en la base del triángulo, aparecieron hasta el siglo XIX.
En cuanto a su número, éste variaba de dos a seis normalmente. El número usual hasta el año de 1600, era de tres, según Curt Sachs. Después se generalizó el de cinco.
Sobre los tipos citados de triángulos existe una importante iconografía, alguna debida a grandes artistas.
Así, del "trapezoidal", figura uno, con varios anillos en su base, en el célebre tríptico "El jardín de las delicias" ("El infierno"), una de las obras maestras de El Bosco. Es sostenido mediante una argolla por una mujer parcialmente oculta detrás del diapasón de una zanfona, a la altura del guardapolvo de la rueda.
Otro ejemplar claramente dibujado aparece en una enciclopedia preparada para Enrique III de Francia por François Merlin y Jacques Cellier, en 1585. Tiene seis anillos iguales y es suspendido de una anilla engarzada a una pequeña argolla solidaria a la base menor del trapecio isósceles que estructura el instrumento.
Del tipo cerrado triangular, Marin Mersenne presenta uno con cinco anillos, de suspensión por argolla y anilla, junto a la varilla de percusión, en su "Harmonie Universelle" (1636-1637).
A principios del XVII, el flamenco Teniers el Joven, pinta un personaje acompañando con el triángulo a otro con zanfona.
Lo mismo que sucedió con el equívoco término de "cimballe" para designar el triángulo, pasó al vocablo "triángulo" ("triangle") en Inglaterra con respecto a la espineta, debido a la forma de la misma. Así aparece en la música de Pepys, por ejemplo, y en la literatura de fines del siglo XVII y comienzos del XVIII.
Hay musicólogos que ven en el triángulo un instrumento derivado del "sistro", antiquísima especie de sonaja, hipótesis que recoge entre los españoles Felipe Pedrell: instrumento autófono percutido -lo denomina-, perteneciente a la subdivisión de los autófonos "ruidosos", junto con los címbalos, sistro, campanilla, sonaja, cascabeles, crótalos, castañuelas con mango, matraca y carraca, y dice concretamente: "el triángulo modificación del sistro" (1).
Nos cuesta compartir semejante idea, ya que el "sistro" es un idiófono de percusión por sacudida y el "triángulo" lo es por golpeo.
II. SINONIMIA
Español: "Triángulo".
Francés: "Cimballe", "Trepie", "Triangle".
Inglés: "Cymbale", "Triangle".
Alemán: "Stegereif", "Triangel".
Italiano: "Staffa", "Triangolo".
Portugués: "Triâgulo".
III. USOS
En la música popular el triángulo ha venido usándose y aún se usa como instrumento acompañante de otros o de la voz, y hay que suponer que ya desde el siglo XV, al menos, como hemos visto.
Dentro de la música su empleo ha tenido especial relieve en el acompañamiento de "villancicos" navideños, y ha encontrado un lugar en el folklore balear, junto a la xirimía, flabiol, tamborino, guitarra, bandurria, violín y castañuelas.
En rondas callejeras de guitarras y bandurrias, suele emplearse por los pueblos de Teruel y Valencia, según señala Eduardo López Chávarri (2). En Castilla se denomina "yerros" y forma parte de "rondas" junto al laúd, bandurria, guitarra y violín.
Su introducción en la orquesta moderna parece ser que data del siglo XVIII, procedente de su empleo en las bandas de música militares turcas. La música turca llegó a constituir en el occidente europeo una verdadera moda: marchas turcas, aires "alla turca", etc.
En Francia se la conoce como "musique à la turque" o "batterie"; en Inglaterra como "turkish music"; en Alemania, "Türkischemusik" o "Janitscharenmusik" (guardia del sultán de Turquía, o jenízaros); en Italia, "musica alla turca".
Hacia 1740, Austria, Hungría, Prusia, Francia, establecen las bandas de música militares al modo turco, introduciendo instrumentos como oboes, pífanos, timbales, redoblantes, bombos, platillos y triángulos. En 1786, es Inglaterra la que adopta este modo con la Real Banda de Artillería.
No sólo la brillantez de su timbre, sino también la imprecisión de su tono y las posibilidades de su intensidad, de "pp" a "ff", acoplándose perfectamente a todas las tonalidades, acordes, trinos y ritmos más complejos, hizo del triángulo un nuevo elemento para la orquesta.
Junto al tambor, a la caja, al bombo y a los platillos o en solitario, comenzó a figurar en las partituras de música culta en el XVIII. Asociado, generalmente en música o pasajes al estilo citado de "alla turca" y así, por ejemplo, en la ópera "Los peregrinos de la Meca" (1764), de Gluck; "El rapto en el serrallo" (1782), de Mozart; "Ifigenia en Tauride" (1782), asimismo de Gluck, o en la de Grétry "Caravana del Cairo" (1783), o en la música incidental "A las ruinas de Ajenas" (Marcha Turca), de Beethoven, quien hasta la 9ª no lo usa en las sinfonías.
También en obras sinfónicas se introdujo entonces y en el XIX el triángulo, como la Sinfonía militar (1794), de Haydn; la Sinfonía "Primavera" (1841), de Schumann, o en la en Mi menor, de Brahms (1883).
Franz Liszt lo utiliza como instrumento solista, a su vez, sin acompañamiento, en el célebre Concierto nº 1, en Mi mayor bemol, para piano y orquesta (1849), que parece "desconcertó a más de uno".
Berlioz, en su "Tratado de instrumentación", sueña con una colosal orquesta, su orquesta ideal, en la que junto a una cuerda compuesta por 120 violines, 40 violas, 45 violoncellos, 18 contrabajos de tres cuerdas, 15 contrabajos de cuatro cuerdas y 4 octo-bajos -imagínese la proporción en los demás instrumentos- figuraban 6 triángulos nada menos.
He aquí la fabulosa percusión-batería que introduce en su orquesta ideal Berlioz: 8 pares de timbales, 6 tambores, 3 bombos, 4 pares de platillos, 6 triángulos, 6 juegos de tímpanos, 12 pares de platillos antiguos, 2 campanas grandes, 2 tam-tams y 4 pabellones chinos, además de las increíbles cifras de 30 arpas y 30 pianos.
Richard Wagner lo utiliza en "El oro del Rhin", en fin, numerosísimos autores y obras han incluido el triángulo como un instrumento de percusión más entre los de la orquesta.
IV. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
AUBERT, Louis, LANDOWSKI, Marcel: La orquesta. EUDEBA. Editorial Universitaria de Buenos Aires. Buenos Aires, 1959.
BRAGARD, R., DE HEN, F. J.: Les Instruments de Musique dans l'Art et l'Histoire. Albert de Visscher Editeur. Compagnie Belge d'Editions S.P.R.L. Rhode-St-Genese (Belgique), 1967.
LOPEZ CHAVARRI, Eduardo: Música Popular Española. Editorial Labor. Barcelona, 1958.
MONTAGU, Jeremy: The World of Medieval and Renaissance Musical Instruments. David and Charles. Newton Abbot London, 1980. (Tercera edición).
MUNROW, David: Instruments of the Middle Ages and Renaissance. Oxford University Press. London, 1976.
MUSICAl INSTRUMENTS OF THE WORLD. Paddington Press. London, 1976.
PEDRELL, Felipe: Emporio Científico e histórico de Organografía Musical Antigua Española. Juan Gili librero. Barcelona, 1901.
SACHS, Curt: Historia Universal de los Instrumentos Musicales. -Ediciones Centurión. Buenos Aires, 1947.
SCHOLES, Percy A.: Diccionario Oxford de la Música. Editorial Sudamericana. Buenos Aires, 1964.
SOPEÑA, Federico, GALLEGO, Antonio: La Música en el Museo del Prado. Arte de España. Publicación del Patronato Nacional de Museos. Madrid, 1972.
SUBIRA, José: Historia de la Música Española e Hispanoamericana. Salvat Editores. Barcelona, 1953.
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(1) F. PEDRELL: Emporio científico e histórico de organografía musical antigua española, pág. 18.
(2) E. LOPEZ CHAVARRI: Música popular española, pág. 132.