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Podría decirse que todo lo que atañe a la tradición, está relacionado con el aprendizaje. Costumbres y conocimientos se conservan para que sirvan de ejemplo y de advertencia. la experiencia convierte a quienes han vivido ya una larga existencia, en unos excelentes maestros para transmitir sensaciones. De ese modo, la entrega del material acumulado se plantea como una escuela en la que la sabiduría antigua es la principal asignatura. Puede que varíen las formas y tamaños de los libros pero el contenido se mantiene. No es extraño, por tanto, que en los planes actuales de estudios se vuelva la cabeza hacia esos conocimientos decantados y pulidos a lo largo de tantos cientos de años, que han sobrevivido al paso de las generaciones y de las modas. El problema que se podría plantear -la adaptación de los materiales a la mentalidad y a los valores imperantes- está solucionado si se tiene en cuenta una norma siempre respetada por la propia tradición: las ideas están por encima de lo que producen