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Es nuestra pretensión con este articulo dar a conocer brevemente en Castilla -creemos que es la primera vez que se hace- la señera figura de un músico vallisoletano que Galicia reivindica justamente para si: Mauricio Farto Parra.
Farto había declarado una vez, públicamente, que a pesar de no haber nacido en Galicia tenia el orgullo de considerarse como un gallego más, y añadía: "Mi bisabuelo lo era; por lo tanto hay en mis venas sangre de la nuestra".
Y alguien escribió de él: "Es un vallisoletano "enxebre"; es decir, un vallisoletano que muestra lo puro de Galicia".
En efecto, Farto llegó a sentir y comprender tan profundamente lo gallego, en especial la música, que pudo crearla con autenticidad y mejor que muchos compositores de la tierra. Sí, la música y el alma galaica penetró de tal forma en él, que Farto era esa misma música, esa misma alma.
En su Castilla natal ya habla mostrado su afán y su entusiasmo por la música gallega. En Valladolid solía acercarse a donde se reunían los soldados gallegos y les pedía le cantasen sus hermosas canciones. Siempre que una banda de música interpretaba alguna obra de aquella "morriñosa" tierra, .allí se encontraba Farto.
Y parece ser, siguiendo a una banda musical gallega Farto llegó a La Coruña, para no salir de ella. En Coruña contrajo matrimonio y nacieron sus hijos.
Pero al menos los abuelos de Mauricio Farto y sus padres eran vallisoletanos.
Según su partida de bautismo, recogida por nosotros en la localidad de Traspinedo, en su archivo parroquial, Farto había nacido en Santibáñez de Valcorba, a escasos kilómetros de aquélla. La partida en cuestión se encuentra registrada al folio 109 del libro VI de bautizados de Santibáñez de Valcorba, que da principio el 11 de enero de 1852 y concluye el 24 de noviembre de 1870, y dice como sigue:
"En el lugar de Santibáñez de Valcorba provincia de Valladolid Diócesis de Segovia a Veinte y seis de Septiembre de mil ochocientos sesenta y siete
Yo el Cura Párroco de la única Iglesia Parroquial de S. Juan Evangelista de este Pueblo bauticé solemnemente y puse los Stos. Oleos y Crisma a un niño que nació el veinte y uno del mismo mes a quien puse por nombre Mauricio y por abogado a S. Cosme y S. Damián. Es hijo legitimo de Sotero Farto natural de Tudela de Duero Arzobispado de Valladolid y de Lorenza Parra natural de este de Santibañez. Abuelos paternos Eusebio Farto y Faustina Sopeña naturales que fueron del referido Tudela. Abuelos maternos Buenaventura Parra natural de Traspinedo y vecino de Santibáñez y Isabel Santos que es de Quintanilla de Abajo. Fue padrino Luis Farto a quien advertí el parentesco espiritual y demás obligaciones que con este bautizado ha contraído. Y para que conste firmo la presente fecha ut supra.
D. Alejandro Martín Casado (rubricado)".
En el Seminario de Valladolid inicia sus estudios eclesiásticos que abandona, y a la edad de 25 años parte para la amada Galicia, estableciéndose en La Coruña.
Es natural que Farto no olvidara su tierra natal. Entre sus objetos personales guardaba un pequeño cuadernillo (1), en cuya portada se lee: "Año de 1898. Valladolid. Recuerdo de las Ferias y Fiestas del 16 al 26 de Septiembre. Imp. de Juan R. Hernando. Duque de la Victoria, 18."
Desde la temprana diana musical, a cargo de las dos bandas de música militares, del primer día, la música no faltaría ninguno del programa de festejos: música en la Plaza Mayor, y en la de Toros y en el Campo Grande, donde también actuó el vallisoletano y laureado Orfeón Pinciano".
El cuadernillo -cuya portada reproducimos en este articulo- tenia una curiosa segunda parte enteramente dedicada al "Valladolid Histórico y Artístico", ilustrada con bellas reproducciones fotográficas del Colegio de San Gregorio, San Pablo, la Antigua, San Benito, la Catedral, la Universidad, el Hospital Provincial, la Estación del Norte, los puentes Mayor y Colgante, la Acera de Recoletos, el Palacio de Felipe II, Las Aceñas y la Plaza de Toros. Realmente cuántas imágenes tan propias para el recuerdo.
Tres años antes de la muerte del maestro, en brillante embajada artística, la gloriosa Coral Polifónica "El Eco", de La Coruña, presentó en nuestro Teatro Calderón de la Barca, "Estampas de costumbres gallegas" -"Alborada", "Camariñanas", "A Espadela"-, obra de Mauricio Farto, sobre letra de Leandro Carré Alvarellos.
Se trataba de puro folklore gallego a través de la gran inspiración de Farto.
Las notas al programa dan una idea clara de lo que las tres estampas representan. Así, la "Alborada" despierta, con los sones de una humedecida campana por el rocío de la alegría de los mozos, que la entonan por las viejas sendas de verdes y sonoros maizales; los mozos y las mozas que anuncian la llegada del gran día.
Los mozos can el gaitero al frente van saludando casa por casa, siendo recibidos en todas con alegría y obsequiados con la primera "parva" de vino dulce; el famoso vino tostado del Rivero, servido generalmente por las mozas.
Entonces surgen los requiebros y cantos de amor. A continuación la misa cantada. En cada casa el exquisito "xantar" (la comida), con la asistencia de parientes y amigos de las aldeas próximas.
"Camariñanas", su titulo exacto: "Unha palillada en Camariñas", la hermosa localidad coruñesa, a la entrada de su ría.
Se han reunido las mozas en alguna "eira" o en algún "rueiro" (callejero lugar). De sus manos salen los celebrados encajes de Camariñas, blanquisimos y afiligranados, que dirianse hechos de las espumas de la ribera. Se acompaña la labor con los tristes o alegres cantos "enxebres", de honda melancolía siempre. Los viejos asistentes rememoran, nostálgicos, las pasadas "foliadas", y de sus bocas salen los prudentes consejos, que las mozas desatienden. Se oye la gaita, y los mozos llegan. Comienza el bullicio, y cuando el viento refresca, se baila la alegre y animada "muiñeira", la jota o la "pandeirada".
Cerraba este admirable "tríptico" , "A espaIdela" ." La espadela es una labor necesaria al lino. Ella ha dado lugar a una antigua costumbre galaica. Por las tardes se reúnen en cada casa, en días diferentes, y por turno, las mozas del lugar. Algunos hombres "tascan", agraman el lino, que otros llevan a las mujeres para "espadearlo", limpiándolo de la caña para dejar libre la fibra y en disposición de ser hilada. Ya se pone el sol y la tarea ha terminado. En el ambiente, las últimas palabras del anciano que ha hablado, tal vez, de las "meigas chuchonas", de los malos espíritus o de la "Santa Compaña". Cantan los mozos su desafío:
"Paparigas feiticeiras
Non estedes tan caladas,
Que si nada nos decides
Non e por falta de ganas.
Al que contestan las mozas:
Non e por falta de ganas,
Eso dádelo por feito,
Mais non vos poñades fonchos ,
Que habedes vir a bo xeito.
Y comienza la alegre foliada. Y hay bailes y alegrías."
Así terminan las notas del programa sobre " A espadela".
Completaron el programa "Ave María", de Gluck; "Popule Meus", de Victoria; "La mañana de San Juan", de Mudarra; "Teus oos" de Chané; "Una noite no eira do trigo", de Salgado, y la excepcional "Negra sombra", de Juan Montes.
Solistas, orquesta, coros y grupos de gaitas y coreográfico, bajo la dirección del maestro Álvarez Cancio, lograron un gran éxito en nuestro primer coliseo.
Esta nueva modalidad lírica creada por Mauricio Farto, en colaboración literaria de Leandro Carré Alvarellos, surge de una clara intención renovadora que el propio Farto explica así: "Primero, de mi afición intima, sentidísima e insobornable, a las costumbres y tradiciones de Galicia, y después, por mi deseo -sentimiento compartido por mi colaborador Carré- de dar a estas estampas la vida, el movimiento, la alegría que hay en las romerías y en las risueñas "foliadas"..." (2).
"Alborada no día de festa", "Unha palillada en Camariñas" y "A espadela" se estrenaban un dia 10 de diciembre de 1924, en el Teatro Rosalía de Castro, de La Coruña, y fue tan rotundo su éxito que se representaron durante una semana.
Farto escribe posteriormente, en 1926, "Brétemas e raiolas", sobre texto de Carré.
Asimismo alcanzaron calurosos elogios de la critica sus estampas "Maneo de pandeiro de Loureiro", "Foliada de Aguasantas" y "Divagazóns".
Además escribió sobre textos castellanos, como "De verano", libreto de Wenceslao Fernández Flórez, y "La Perla del Atlántico" y "Por una canción", sobre libretos de Jesús y Luis Paz.
En el café coruñés " Méndez Núñez" se estrenaron "O lobo" y "0 fiador", especie de piezas cortas para actores-cantantes (matrimonio Malvar-Vidal), de uno o dos personajes, acompañados de orquestina y piano -al piano el hijo del autor, Mauricio Farto López-, "curiosas estampas que pueden considerarse como un antecedente del moderno café-teatro por su brevedad y realización" (3).
Director del famoso orfeón coruñés "El Eco" (hasta 1910), funda su propio orfeón "Cantigas da Terra", en 1916, continuando así la labor emprendida por el célebre boticario y folklorista pontevedrés Perfecto Feijoo, creador del primer coro gallego, " Aires da Terra". Deja en 1922 la dirección de "Cantigas da Terra" y funda el coro "Queixumes dos pinos", que desaparece en 1924, formando en este año con elementos del anterior otro nuevo caro -"Saudade"-, con la finalidad de interpretar música del propio Farto.
Como folklorista recorre infinidad de caminos por toda Galicia. Hasta nueve cuadernos de sus transcripciones musicales, con unos doscientos temas populares.
Sus obras encuentran siempre la más auténtica raíz gallega, como ya hemos dicho anterior mente, y, al respecto, nos dice Ramiro CarteIle (4) : " En lo tradicional gallego se hallan enraizadas sus obras corales, como la vivaz y alegre muiñeira "Quer que Ile quer", estrenada durante una excursión a Celanova con motivo del descubrimiento de una lápida en la casa natal de Curros Enríquez. La difusión y éxito de esta pieza llegó a ser inusual entre las composiciones polifónicas gallegas: en Santander se editó su texto en castellano; fue grabada en disco -dos de Fonogram ,dos de Polydor, dos de Columbia y dos de Movieplay, amén de alguna adaptación moderna, como la de la cantante ferrolana María Manuela, e incluso hubo impresión inglesa-; obtuvo excelente acogida en la Exposición de Chicago, durante la visita del coro " Anaquiños da Terra", del Centro Gallego de Madrid; finalmente, fue emitida por la BBC de Londres poco antes de la muerte de su autor".
Desde el estreno de su primera obra gallega, en los jardines de Méndez Núñez de La Coruña, por la Banda de música del Regimiento de Infanteria Zamora núm. 8 -"Froleos" ("Fantasía Gallega)- a la estampa " A esfollada", que trabajaba en colaboración con Carré poco antes de morir (23 abril 1947), toda su obra es "enxebre" y difícilmente igualable: "De ruada", "Desdés", "Adiós, meu meniño", "Foliada de San Benito de Angoares", "O dito ,está dito", "Ben, ben, vai", "Camiño da festa", "Alalá de Ourense", "Pandeirada de Zoanes", "Pandeirada de Lugo", "Risas e bágoas", "Unha bágoa", "Qué rome ire", "Monteiriña", "A última nota", "Morriña" y "Soia!".
Académico correspondiente de la Real Academia Gallega y numerario de la de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario, de La Coruña, fallecía antes de leer su discurso de ingreso en ésta, que versaba sobre algo tan querido para él como la canción: "Origen y procedencia de la canción".
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(1) Facilitado por su hija María Luisa al autor de este artículo.
(2) Artículo de RAMIRO CARTELLE ALVAREZ en Gran Enciclopedia Gallega.
(3) R. CARTELLE, loc. cit.
(4) R. CARTELLE, loc. cit.